SUNNAH
La Sunnah es lo que el Profeta dijo e hizo y todos sus actos y actitudes. De este modo, podemos decir que lo que el Profeta dijo e hizo durante su vida es la Sunnah.
La palabra “Sunna” utilizada en los libros de fiqh significa que “existe una recompensa si lo hacemos, pero no hay pecado si no lo hacemos”. Así por ejemplo, el comer con la mano derecha, limpiar los dientes, no comer mientras uno está de pie etc son ejemplos de la Sunnah.
Sin embargo, cuando consideramos la palabra “Sunnah” en su sentido amplio, ella incluye todo lo que nuestro Profeta realizó. En esta acepción, los mandatos y prohibiciones de Al-lah están también incluidos en la Sunnah. Así por ejemplo ¿Realizó oraciones nuestro Profeta? Sí. Entonces es sunnah realizar oraciones.
De este modo, es necesario dividir la Sunnah en partes.
Fard: Todo lo que Al-lah quiere definitivamente que hagamos o evitemos. Es nuestro Profeta el que determina las órdenes y prohibiciones de Al-lah de la mejor forma y que sirve como ejemplo. Debemos seguirle con el fin de llevar a cabo las órdenes y prohibiciones de Al-lah, como, por ejemplo, la realización de las oraciones, el ayuno, el evitar la fornicación y el no comer nada haram (prohibido).
Wayib: Lo necesario de nuestra religión. Así por ejemplo, es wayib realizar la oración de witr como tres rakas.
Nafilah: Las cosas voluntarias distintas de fard y wayib que nosotros realizamos. Así por ejemplo, recitar algunos versos del Corán mientras se realizan las oraciones es fard, pero recitar la súplica Subhanaka es nafilah.
Adab: Si obramos como hizo el Profeta mientras llevamos a cabo nuestras tareas diarias, como comer, dormir, entrar en la mezquita o en el baño, lo habremos hecho conforme a sus procedimientos. Una persona que no actúa según estas reglas no se considera, sin embargo, que ha cometido un pecado.
Esto significa que podemos dividir la Sunnah en fard, wayib, nafilah y adab, según el nivel de obligatoriedad de sus partes.
Esto es similar a lo que ocurre con un cuerpo humano. El hombre necesita órganos para vivir como el cerebro, el corazón, la cabeza etc. Los principios en los que debemos creer son como el corazón y el cerebro de nuestro espíritu.
Nuestro cuerpo tiene órganos como los ojos, el oído, los pies etc. Los fard son como ellos. Ellos son los ojos, oídos, manos y pies de nuestro espíritu. Una persona que no realiza los fard es como una persona sin manos, ojos, pies y oídos. Poseemos también algunas bellezas y adornos, como pestañas y pelo, en nuestros cuerpos. Podemos vivir sin ellos. Sin embargo, si los tenemos, es perfecto. De igual modo, las partes nafilah y adab de la Sunnah son los adornos y bellezas de nuestro espíritu. Si los realizamos, recibiremos muchas recompensas. No obstante, si no lo hacemos, no cometeremos ningún pecado.
Para resumir, las partes fard y wayib son sunnahs cuyo cumplimiento es obligatorio y necesario. Recibiremos muchas recompensas también si realizamos las partes nafilah y adab.
En lo que se refiere a los harams, debemos proteger nuestros espíritus de los destructores harams del mismo modo que protegemos a nuestros cuerpos de factores letales como el veneno y el fuego.
La importancia de la Sunnah
Los hadices sahih (autentificados) subrayan la importancia de la Sunnah de la siguiente manera:
Siempre que el Mensajero de Dios (la Paz sea sobre él) realizaba o hablaba sobre algo, actuaba como Profeta. Nada de lo que él hacía o decía era desviado o erróneo. Todas sus palabras y acciones se producían dentro de los márgenes del Designio Divino. De este modo, todo el mundo debería seguir e imitar cada momento de su vida. Su vida es como un Corán viviente y un compendio de las Leyes Divinas.
Hay muchos versos en el Corán y hadices en los libros de hadices que declaran con precisión que la adherencia a la Sunnah es una base fundamental de la religión.
Algunos de ellos son los siguientes:
“¡Creyentes! Obedeced a Al-lah, obedeced al Enviado y a aquéllos de vosotros que tengan autoridad. Y, si discutís por algo, referidlo a Al-lah y al Enviado, si es que créis en Al-lah y en el Último Día. Es lo mejor y la solución más apropiada.” (4.59)
Los sabios del tafsir del Corán interpretan la orden “referidlo a Al-lah y al Mensajero” como “consultad al Corán y la Sunnah”.
Badiuzzaman Said Nursi interpreta este verso de este manera: “Diles (Oh Mensajero): “Si amáis ciertamente a Dios, entonces seguidme; así Dios os amará y perdonará vuestros pecados. Dios es Todopoderoso, Compasivo. (3:31) y, si creéis en Dios, actuaréis de la forma que Él ama. Para hacer eso debéis pareceros a aquel a quien Dios ama. Y él podéis parecerosa él siguiéndole. Cuando le seguís, Dios os amará también. Además, tenéis que amar a Dios para que Él os ame.”
Estas frases forman sólo un significado breve y conciso del verso. Esto significa que el objetivo más exaltado para el hombre es recibir el amor de Dios el Altísimo. El verso muestra que la forma de alcanzar esta meta elevada es seguir al Amado de Dios y sus Prácticas. (Flashes, Flash 11º)
Maududi hizo la siguiente declaración sobre el abandono de la Sunnah:
“El abandonar la Sunnah del Profeta Muhammad, incluso en una pequeña escala, podría llevarte a ser amado menos por Al-lah y su Mensajero. La primera condición del amor y el afecto es la sumisión absoluta. Aquel que ama al Mensajero de Dios, el Profeta Muhammad (PB), debe someterse a él y obedecer sus órdenes”.
A este respecto, cabe mencionar algunas enseñanzas sobre la adhesión a la Sunnah que extraemos de la Colección Risale-i Nur:
Las fuentes de las Prácticas Ilustrativas del Sagrado Profeta son tres: sus palabras, sus actos y su conducta. Y hay tres categorías en cada una de ellas: obligatoria, voluntaria y aconsejable.
Es imperativo seguir aquellas prácticas que son obligatorias y existen penas y castigos por abandonarlas. Todos los creyentes están obligados a seguirlas. En lo que se refiere al tipo voluntario, resulta elogiable que los creyentes las sigan, pero no hay ninguna pena o castigo por abandonarlas. Sin embargo, existe un gran mérito en actuar de acuerdo con ellas y seguirlas. Y cambiarlas es una innovación, una desviación y un gran error. El seguir e imitar las acciones del Profeta que no son obligatorias se muestra en conformidad con la sabiduría y es beneficioso tanto para la vida personal como social y para los seres humanos en general. Sus acciones habituales son cosas beneficiosas para la vida y, además, el seguir tal conducta y acciones se convierte en algo similar a la adoración.
Como el amigo y el enemigo reconocen, la persona de Muhammad (PB) manifestó los más altos grados de virtudes morales y dado que todos estamos de acuerdo en ello, él es el individuo más famoso y excelente de la raza humana. Sus milagros son un testimonio de las verdades del Corán, del que él fue el heraldo e intérprete. Él fue el Hombre Perfecto y el guía más excelente. Como resultado de seguirle, millones de personas de la perfección han alcanzado los grados más altos de éxito y la felicidad en ambos mundos. Sus prácticas y acciones son los mejores ejemplos para seguir y la guía más segura. Feliz es aquel que sigue las prácticas del Profeta (PB). Los que son perezosos y no las siguen sufren una enorme pérdida; aquellos que consideran que es algo poco importante cometen un gran error y los que las critican, lo cual es una forma de negarlas, caen en una seria desviación.
¡Oh amigo! Cuando estaba siguiendo mi propia vía, lleno de aprensión y de ansiedad, fui testigo de que la Sunnah del Profeta Muhammad servía como las estrellas y lámparas. Cada sunnah o norma de la Sharia brilla como el sol brilla sobre las vías opresivas que se rebelan contra el designio de Dios. Si un hombre se aparta del camino recto (de Dios) y de la Sunnah, se convierte en un títere de Satanás y alcanza un estadio donde los temores y malas acciones se ponen de manifiesto”. (Mesnevi-i Nuriye)
Las Prácticas del Profeta (PB) son muestras de cortesía. En todas ellas pueden ser halladas una luz y una cortesía. El Noble Profeta (que con él sea la paz) dijo:
“Aquellos que obedecen a Dios y a Su Mensajero estarán en compañía de los profetas, los devotos, los mártires y los otros sobre lo que Dios ha derramado Sus beneficios y dones. ¡Qué buenos son esos amigos!”
“Aquel que obedece a Su Mensajero, obedece al Profeta”.
“Mi Sostenedor me enseñó la buena conducta”.
Sí, alguien estudia la biografía del Profeta y conoce sus Prácticas ciertamente entenderá que Dios Todopoderoso reunió en Su Amado todas las variedades de la cortesía y la buena conducta. Uno que abandona las Prácticas abandona la cortesía. Él dará la razón a la regla de que “la persona de malos modales es privada del favor Divino”.
“Existe una bella recompensa para aquellos de vosotros que desean el Más Allá y recuerdan el nombre de Dios y se someten a Dios”.
La importancia del Profeta Muhammad (PB) y su Sunnah están bordados como un collar de oro en los versos de Dios.
Los hadices que demuestran la inquebrantable conexión entre el Corán y los hadices:
Abu Daud narró de Irbad bin Sariya: El Mensajero de Al-lah dirigió en una ocasión la oración y luego se volvió hacia nosotros. Él habló con tanta fluidez que los corazones temblaron y los ojos se llenaron de lágrimas. “Os ordeno que temáis a Al-lah... Aquellos que vosotros que viváis después de mí veréis una gran discordia. Debéis seguir mi Sunnah y la de los sucesores bien guiados. Adheríos a ella y evitad las innovaciones porque cada innovación es un error. Ellas os conducirán al fuego”.
Muslim narra de Yabir (r.a.)
“Cuando el Mensajero de Al-lah pronunció un sermón, sus ojos se pusieron rojos, su voz se alzó y su ira se incrementó de tal modo que él parecía estar lanzando una advertencia contra el enemigo y dijo: “El enemigo ha llevado a cabo un ataque por la mañana contra vosotros y por la tarde también”. Él manifestó luego: “La última hora y yo hemos sido enviados como estos dos” y unió su dedo índice y medio. “El mejor de los discursos está incluido en el Libro de Al-lah y la mejor guía es la proporcionada por Muhammad. Y el mayor de los males son las innovaciones, ya que cada innovación es un error”.
Bukhari y Muslim narran de Anas (r.a.):
“Nadie de vosotros habrá creído realmente hasta que me ame más que a sí mismo, su padre, sus hijos y todos”.
El Mensajero dijo: “Que la Misericordia de Al-lah esté con mis seguidores”. Al ser preguntado: “¿Quiénes son tus seguidores?”, Él dijo: “Aquellos que practican mi Sunnah y se la enseñan a otros”.
El Mensajero de Al-lah expresó el carácter elevado y sagrado de la Sunnah y la necesidad de seguirla de la siguiente manera concisa: “Si Musa ibn Imran (Moisés) hubiera vivido en mi período, él no habría hecho más que seguirme”.
De este modo, no hay otro camino que seguir al Profeta Muhammad, que es el hombre perfecto, incluso para Moisés, que es un profeta que tiene un libro. Es una gran bendición y fortuna para los miembros de la Ummah ordinarios y pecadores como nosotros seguir la Sunnah del glorioso Profeta.
“Si abandonáis la Sunnah de vuestro Profeta, os extraviaréis”.
“Si una persona sigue sus propios deseos en lugar de lo que he traído, no será considerado como un creyente real”.
“Al-lah y yo maldecimos a los que abandonan mi Sunnah”.
“Una persona que se desvía de mi Sunnah no sigue mi vía”.
“El acto de una persona que no sigue nuestra vía será rechazado”.
Ellos son algunos versos y hadices vinculados a este asunto. Hay muchos versos en el Corán y hadices en los libros de hadices que declaran definitivamente que la adhesión a la Sunnah es un principio indispensable de la religión. De este modo, la afirmación “Actuemos sólo de acuerdo al Corán” está lejos de ser seria. Los musulmanes sinceros no realizan afirmaciones como ésa.
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