Hay algunos versos importantes que la cristiandad usa para intentar demostrar el origen bíblico de la Trinidad. En el análisis de estos versos, uno puede ver claramente que no demuestran la Trinidad, sino el mensaje monoteísta de todos los libros revelados por Dios. Uno de los pasajes frecuentemente citados de la Biblia es Isaías 9:6-7 del que los cristianos concluyen que el Mesías debe ser Dios encarnado. El pasaje dice: “Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre Sus hombros; y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de Su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre Su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto” (LBLA).