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En el tiempo de la misión del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, los seres humanos estaban dispersos por todo el mundo, sobre todo, los tres continentes: Asia, África y Europa.





 





Los seres humanos eran de varias razas, que según los conocimientos de la época estaban divididos así:







  1. Los árabes vivían en la Península Arábiga, Irak, y Ash-Sham.


  2. Los persas vivían en Irán.


  3.   Los tártaros y los turcos residían en Asia Central.


  4.  Los indios habitaban en el subcontinente indostano.


  5.  Los de raza amarilla residían en China, Japón y Sudeste Asiático.


  6.  Los romanos vivían en Asia menor (Turquía actualmente), Ash-Sham, Egipto y el Norte de África.


  7.  Los anglosajones vivían en Inglaterra.


  8.  Los francos habitaban en Francia, Holanda y Alemania.


  9. Los godos residían en España e Italia.


  10. Los sudaneses y los etíopes vivían  en sus países conocidos hoy en día en África.






 





Las grandes fuerzas que gobernaban el mundo en este tiempo estaban representadas por Persia y el Imperio Romano Bizantino, pues estas dos fuerzas dominaban grandes extensiones de tierra y gobernaban a varios pueblos.





 





 





 





Los persas no practicaban una religión monoteísta, pues eran mazdeístas y adoraban al fuego. Los romanos eran cristianos, pero no aplicaban las enseñanzas con las cuales 'Isa (Jesús), la paz sea con él, fue enviado, es decir que alteraron el sentido real de estas enseñanzas. Por eso, las dos fuerzas del mundo en este tiempo no eran capaces de dirigir a la humanidad hacia At-Tawhid (el monoteísmo), la justicia, la virtud y el bien. Los pueblos de China, Japón, India y Tíbet profesaban también el Budismo, que es una doctrina idólatra que venera estatuas en gran cantidad. Estos pueblos establecían templos para sus ídolos, y creían en la reencarnación de las almas.





 





Los pueblos de Europa eran bárbaros, adoraban ídolos y santificaban a las fuerzas de la naturaleza. Habían pocos judíos dispersos por el mundo, y vivían especialmente en Ash-Sham, Irak, y el Hiyaz. Los judíos alteraron las enseñanzas de Musa (Moisés), la paz sea con él, pues:







  1.   Los rabinos de los judíos añadieron sus opiniones a los libros sagrados y las atribuyeron a la religión original.  Pretendían  que Al-lah solo era un Dios para su nación, y propio de los judíos.


  2. Inventaron varios relatos falsos contra sus profetas, lo que significó difamarlos.


  3. Hicieron lícito tratar con las otras naciones con la usura y el fraude, y se prohibieron hacer esto entre ellos.






 





Evitaron invitar a la gente a seguir el judaísmo para que no consiguieran el honor de pertenecer al pueblo elegido de Al-lah –como pretenden-. Las enseñanzas de Musa, la paz sea con él, antes de ser alteradas, no aceptaban este feo racismo, ni admitían la doble moral que consistía en dejar de aplicar las enseñanzas de la religión al tratar con las otras naciones.





 





En suma,  en aquel tiempo, el mundo necesitaba una nueva religión para hacer volver hacia At-Tawhid (el monoteísmo islámico) puro y correcto, y para dirigir al hombre hacia la verdad, la justicia y el bien, después de que el politeísmo, la injusticia y el mal dominaron el mundo por mucho tiempo, y después de que la gente se desvió de las enseñanzas de los profetas.





 





Al-lah encargó a los árabes de la Península Arábiga la misión de divulgar el último Mensaje que envió con Su Mensajero Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam.





 





Los árabes eran débiles, pero Al-lah los Fortaleció; eran pobres y desgraciados, pero Al-lah los Enriqueció; estaban dispersos en tribus separadas, pero Al-lah los Unió; No eran conocidos en el mundo, pero luego, todo el mundo los conoció después de llevar el Mensaje del Islam  y comunicarlo  a las demás naciones.





 





Muchas naciones aceptaron el Islam y  ayudaron a los árabes a divulgarlo, hasta que el Islam se extendió por los países siguientes:







  1. Persia, Turquía, India, y las fronteras de China en el Este.


  2. Los países gobernados por los romanos en Ash-Sham y el Norte de África.


  3. Andalucía, el sur de Francia e Italia.






Así la luz del Islam se difundió en la mayoría de los países del mundo conocido, y eliminó a las dos superpotencias de ese entonces; pues dio fin al Imperio de Persia y debilitó al imperio romano en el primer siglo de la Hégira (Hiyrah).





 





A continuación, trataremos los sistemas políticos, económicos, sociales, religiosos, y morales que tenían los persas y los romanos. Luego, trataremos las condiciones generales de la Península Arábiga cuando apareció el Islam. Y así,  quedarán claros los cambios que provocó el Islam en el mundo.



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