Cuarenta hadices para niños (Al arba’una al wildanía)
Muhammad Bin Sulayman Almohanna
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Prólogo
Alabado sea Al-lah, Señor de los mundos; y que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con nuestro Profeta Muhammad, con su familia y con
sus sahaba.
Ahora bien:
Los eruditos han escrito muchos libros sobre los “cuarenta hadices”,
tal vez el más famoso libro al respecto sea: “Los cuarenta hadices de
An-Nawawi” (Al arba’ún An-Nawawía) que consta de cuarenta hadices
del Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con
él, que fueron recopilados por el Imam An-Nawawi, que Al-lah lo tenga
en Su misericordia, para que fueran memorizados por los buscadores de
conocimiento científico islámico (talabat ul ‘ilm) y para que comprendieran
profundamente sus significados.
Otros de los libros que recopilan cuarenta hadices son: “Los cuarenta
hadices con evidencias sobre el monoteísmo” (Al arba’ín fi dalael it
Tawhid) de Al Harawi, “Los cuarenta divinos” (Al arba’una al ilahía) de
Ibn Al Mufaddal, “Los cuarenta hadices sobre regiones” (Al arba’una al
buldanía) de Ibn ‘Asaker, etc.
Al-lah me agració con la posibilidad de reunir cuarenta hadices cortos
con variados temas de la Shari’a, para que los memoricen nuestros hijos
y puedan comprender. Llamé a esta recopilación Al arba’una al wildanía
(Cuarenta hadices para niños) por ser recopilado originalmente para
niños(1). Todos los hadices citados tienen la clasificación de auténticos
(Sahih) y son citados por consenso de los dos destacados líderes del
conocimiento, Al Bujari y Muslim, o por uno de ellos, que Al-lah los tenga
en Su misericordia.
(1) La palabra árabe wildán es un plural de walad (niño, infante) que se aplica a niños
y niñas por igual. Al-lah dijo: {Dios prescribe respecto a [la herencia de] sus hijos
(awladikum): Al varón le corresponde lo mismo que a dos mujeres} [Corán 4:11].
Wildán es entonces una noble palabra citada más de una vez en el Corán.
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La explicación de cada uno de los hadices de Al arba’una al wildanía
aclara el significado general procurando la brevedad, la claridad y la facilidad
dentro de lo posible.
Tengo un gran deseo y esperanza de que Al-lah, Bendito y Exaltado
sea, acepte esta obra favorablemente y que posteriormente se le conceda
la aceptación de la gente mediante su posterior memorización y
estudio, su lectura individual o colectiva en concursos y seminarios en las
mezquitas, las escuelas, los clubes juveniles y las casas.
Señor nuestro, acepta esto de nosotros pues Tú eres el Omnioyente
y Omnisapiente; y acepta nuestro arrepentimiento, pues Tú eres el Indulgente
y Misericordioso. Perdónanos y perdona a nuestros padres, a
nuestros seres queridos y a todos los musulmanes.
Bendice y exalta a nuestro Profeta Muhammad, a su familia y sus
sahaba.
Muhammad Bin Sulayman
Bin Abdallah Almohanna
Riad
00966505490525
Twitter: @almohannam
E-mail: almohanna.m@gmail.com
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Seis puntos a tomar en cuenta
al iniciar el libro
1 Este es un libro apropiado para niños y adultos. Contiene aleyas,
hadices y orientaciones extraídas de libros científicos citados textualmente
o en significado.
2 Elegimos hadices breves para facilitar la memorización, y tocan
temas variados para que su beneficio sea mayor.
3 Puse el texto de los hadices al final del libro y los enumeré para
facilitar la memorización y el repaso.
4 Recopilé estos “cuarenta hadices para niños” originalmente para
que los memoricen los niños; por ello, aconsejo realizar competencias
y eventos para su memorización, en las casas, en las escuelas,
en clubes juveniles y otros lugares.
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5 Animo a los padres y madres, a los maestros y maestras, a leer
este libro con sus hijos e hijas, con sus estudiantes, para perfeccionar
su pronunciación antes de la memorización de los hadices,
y para enseñarles los modales islámicos derivados de ellos.
6 A pesar de haber mencionado varios significados, beneficios y
orientaciones al explicar los hadices, los que no hemos citado son
muchos más. Por esta razón, animo a los niños a completar su
estudio solos o con ayuda de alguien más, y que registren su
aprendizaje para beneficiarse y beneficiar a otros.
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Abdul-lah Bin Omar Bin Al Jattáb, que Al-lah esté
complacido con él, relató que el Mensajero de Allah,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con
él, dijo: “El Islam se levanta sobre cinco pilares: el
testimonio de que no hay más dios sino Al-lah y que
Muhammad es Mensajero de Al-lah, la práctica del
rezo, el pago del zakat, el peregrinaje y el ayuno de
Ramadán” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
En este hadiz, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos explica que hay cinco asuntos que son los más importantes y
los más obligatorios en la práctica religiosa del Islam. Estos asuntos son
denominados “Pilares del Islam”.
Primer pilar: el testimonio de que no hay más dios sino Al-lah y que
Muhammad es Mensajero de Al-lah. Este es el pilar más sublime de todos.
Quien dice: “No hay más dios sino Al-lah y Muhammad es Mensajero
de Al-lah” con su lengua y con devoción en su corazón, ha entrado al
Islam.
Segundo pilar: la práctica del rezo (salat). El salat es el pilar más importante
del Islam (después de los dos testimonios), por eso el Profeta,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él lo, mencionó inmediatamente
después de ellos.
(1) Esto significa que fue citado por Al Bujari y por Muslim. Al Bujari lo citó en su
“Libro de la fe; capítulo: Las palabras del Profeta, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él: El Islam se levanta sobre cinco…”, hadiz 8. Y Muslim lo citó en su
“Libro de la fe”, hadiz 16.
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Tercer pilar: el pago del zakat. El zakat es una proporción de bienes
definida por la Shari’a. El musulmán debe donárselo a los pobres, los
necesitados y otros que merecen recibirlo.
Cuarto pilar: el ayuno de Ramadán. El musulmán debe ayunar todo
el mes de Ramadán, excepto que tenga alguna excusa para no hacerlo.
Quinto pilar: el peregrinaje a la Casa Santa de Al-lah. Es una obligación
que debe cumplir una vez en la vida quien está en condiciones de
realizar el viaje y cumplir con los ritos.
Y estos son los cinco pilares fundamentales sobre los que se levanta
la práctica religiosa del Islam. Los detalles sobre sus preceptos se encuentran
mencionados en los libros de creencia y los de Fiqh.
Pilares del
Islam
el testimonio de que no
hay más dios sino Al-lah
y que Muhammad es
Mensajero de Al-lah
el pago del
zakat
el ayuno de
Ramadán
la práctica del
rezo (salat)
el peregrinaje
a la Casa
Santa de Al-lah
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3 4 5
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Anas Ibn Málik, que Al-lah esté complacido con
él, relató que el Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, fue preguntado acerca de los
pecados capitales y respondió: “Son: el politeísmo,
el maltrato de los padres, el asesinato y el falso testimonio”
(muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
En este hadiz el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos informa de cuatro asuntos que se consideran pecados capitales
o faltas mayores, y son:
1 El politeísmo (al ishrák bil-lah). El politeísmo saca al musulmán
del Islam y lo lleva a la incredulidad (kufr) y es, además, causa
de la permanencia eterna en el Infierno, tal como dijo Al-lah, el
Altísimo: {Quienes dicen: “Al-lah y el Mesías hijo de María son
una misma persona» niegan la verdad, porque el mismo Mesías
dijo: «¡Oh, Hijos de Israel! Adoren solo a Al-lah, que es mi Señor
y el suyo”. A quien atribuya actos de adoración a otros además de
Al-lah, Él le vedará el Paraíso y su morada será el Infierno. Los
injustos no tendrán quién los socorra} [Corán 5:72].
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los testimonios: Capítulo sobre lo dicho de los
falsos testimonios”, nro. 2653; y Muslim en su “Libro de la fe”, nro. 88.
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2 El maltrato a los padres (‘uqúq ul wálidain), que incluye: alejarse
de ellos o dejarles de hablar, ofenderlos de boca o actos, desobedecerlos
y cualquier otro tipo de maltrato.
3 El asesinato (qatl un-nafs). Matar a una persona que está protegida
por la ley es un pecado muy grave, provoca la ira de Al-lah y es
causa de la entrada al Infierno, como Al-lah dijo: {Quien asesine
a un creyente con premeditación será condenado a permanecer
eternamente en el Infierno, además, caerá en la ira de Al-lah, recibirá
Su maldición y un castigo terrible} [Corán 4:93].
4 El falso testimonio (shahadatuz-zur). La falsedad es la mentira.
Quien dice algo que es mentira sobre otra persona ha cometido
un pecado muy grave con sus palabras, un pecado capital.
Es obligatorio que el musulmán sea sincero en todo momento y en
toda situación, y eso incluye ser sincero y veraz al dar testimonio. Si se
le pide al musulmán que testifique algo, ya sea frente a un juez o ante
otro tipo de instancia, debe dar testimonio con la verdad y sinceramente,
evitando la falsedad y la mentira, para no incurrir en uno de los pecados
capitales más graves.
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Abdul-lah Bin ‘Amru, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz
y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El musulmán
es aquella persona de cuya legua y manos
están a salvo los demás musulmanes” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
El musulmán puede ser fuerte en su islam o puede ser débil en su
islam, así como el creyente puede ser fuerte en su fe o puede ser débil
en su fe.
El musulmán que se caracteriza por la fortaleza de su Islam y su plenitud
es el verdadero musulmán, y su Islam es el Islam pleno que Al-lah
ama y Le complace.
El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en este
hadiz nos informa que el musulmán integro es el que controla su lengua y
su mano de modo que no daña a los demás con sus palabras o sus actos.
Por ejemplo, no los insulta, no los calumnia ni los ofende verbalmente;
tampoco los golpea ni los oprime ni los agrede físicamente.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de la fe”, capítulo: “El musulmán es aquella persona
de cuya legua y manos están a salvo los demás musulmanes ”, nro. 10; y Muslim en
su “Libro de la fe”, nro. 41.
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Estos son, entonces, los atributos del musulmán que ha alcanzado
la plenitud en su Islam: no agrede a los demás ni verbal ni físicamente.
En cambio, el musulmán que agrede a los demás verbal o físicamente,
es un musulmán débil, cuyo Islam y cuya fe son débiles, y Al-lah, Bendito
y Exaltado sea, no está complacido con él.
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Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él,
relató que el Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, dijo: “Las señales del hipócrita
son tres: si habla miente, si promete falta a su palabra,
y si se le confía algo traiciona” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
Los hipócritas son de las más malignas criaturas de Al-lah, y Él nos
informó en el Corán lo que les sucederá en la otra vida: {Los hipócritas
estarán en el abismo más profundo del Fuego y no encontrarán quién los
socorra} [Corán 4:145].
En este hadiz el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos informa de tres señales, es decir, tres atributos de los hipócritas,
para que los evitemos y que no formen parte de nuestro carácter:
1 La mentira.
2 Romper una promesa.
3 Traicionar la confianza.
Estas son las tres características del hipócrita.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de la fe”, capítulo: “Señales del hipócrita”, nro. 33; y
Muslim en su “Libro de la fe”, nro. 59.
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El creyente, en cambio, si habla, lo hace con franqueza.
Si promete algo a alguien no falta a su palabra sino que la cumple y
la ejecuta.
Si alguien le confía algo, él lo cuida y lo devuelve a tiempo, sin dudar
ni retrasar la devolución. Así también, si alguien le cuenta algún secreto
y le pide ser discreto y no comentarlo, él no lo comenta, pues difundir los
secretos confiados es parte de la traición, que Al-lah nos libre de ella.
atributos de los
hipócritas,
Romper una
promesa.
Traicionar la
confianza.
La mentira.
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Yábir Bin Abdal-lah, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, dijo: “Entre el hombre y
la incredulidad y el politeísmo está el abandono del
salat” (Muslim)(1).
Explicación
El rezo (salat) es el principal pilar del Islam después de ambos testimonios
de fe (shahadatein), de que no hay más dios que Al-lah y que Muhammad
es Mensajero de Al-lah, y por eso hay varias aleyas del Corán
y numerosos hadices del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah
sean con él que ordenan practicar el salat y nos prohíben abandonarlo.
Este hadiz en especial nos indica el peligro de ser negligente con el
salat pues en él aclara el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah
sean con él, que lo único que se interpone entre una persona y la incredulidad
y el politeísmo es el abandono del salat. Si la persona abandona
la práctica del salat pues habrá caído en la incredulidad y el politeísmo,
Al-lah nos libre de tal situación.
(1) Lo citó Muslim en su “Libro de la fe”, nro. 82.
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En este hadiz hay una evidencia clara de que el abandono del salat
es uno de los mayores pecados y faltas, y que es un pecado más grave
incluso que los pecados capitales como la usura, el adulterio, el robo o
el consumo de embriagantes, a pesar de que estos son de los mayores
pecados que hay.
Así es que todo musulmán y musulmana debe cuidar mucho de su
rezo y debe preocuparse por realizarlo de la mejor manera, pues en su
realización hay mucha bendición, mucho beneficio y un buen sustento,
además de ser un medio para entrar al Paraíso y lograr el perdón y la
complacencia de Al-lah(2).
(2) Una de las cosas más importantes que debe conocer el musulmán son los tiempos
del salat, y debe preocuparse mucho por ellos, pues son un asunto importantísimo.
Quien evita realizar el rezo, sin excusa válida, hasta que se termina el tiempo
prescrito para su realización, ha cometido uno de los pecados más grandes que hay
y una falta inmensa.
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Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él,
relató que el Profeta, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, dijo: “El creyente fuerte es mejor
y es más querido por Al-lah que el creyente débil, y
en ambos hay bien” (Muslim)(1).
Explicación
Con estas breves palabras, el Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, nos anima a ser fuertes en todos nuestros asuntos:
en nuestra fe en Al-lah, nuestra certeza de Al-lah y nuestro compromiso
con Su legislación, en nuestra firmeza en la práctica religiosa, en nuestra
adquisición de conocimiento, en nuestra preparación para defendernos
ante la agresión y para todo lo que nos beneficia en los asuntos de la vida
terrenal y de la vida espiritual.
Así pues, el creyente fuerte es mejor y más querido para Al-lah que
el creyente débil, y esto debe ser suficiente honra, aliciente y estímulo.
(1) Lo citó Muslim en su “Libro de la Predeterminación”, hadiz 2664. (Este sexto hadiz
no estaba en la anterior edición de este trabajo, la electrónica, pero ha sido agregado
aquí).
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El creyente fuerte es “el fuerte en su fe, el fuerte en su voluntad y el
fuerte en su compromiso y acciones”(2).
Basándonos en eso, decimos entonces que las creyentes y los creyentes
deben fortalecer su fe en Al-lah dentro de lo posible y por todos
los medios posibles. Y deben fortalecer su compromiso para ascender en
los distintos niveles de buenas acciones que los acerquen a Al-lah, deben
fortalecer su carácter para enfrentar las dificultades de la vida mundana,
y deben fortalecer sus almas adquiriendo conocimientos útiles y experiencias
beneficiosas para su gente y sus sociedades.
En las palabras del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah
sean con él: “… y en ambos hay bien” encontramos una indicación importante:
que el creyente, sea fuerte o débil, está bien encaminado. Y es
que la fe es un asunto sublime que permite estar bien, a pesar de que el
creyente fuerte se distingue del débil por un atributo más: es mejor que
este y es más querido por Al-lah, Bendito y Exaltado sea.
(2) Esta es una cita de las palabras del Shaij Muhammad Bin Sálih Bin ‘Uzaimín, que
Al-lah lo tenga en Su misericordia, en su Tafsír de la aleya coránica: {He creado todas
las cosas en su justa medida} [54:49], tomada de su libro Tafsír del Noble Corán:
de la sura Al Huyurát hasta la sura Al Hadid, editorial Dar Az-Zuraiia.
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‘Uzmán Ibn ‘Affán, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el mensajero de Al-lah, que la paz
y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “A quien
hace el wudú para el rezo y lo hace bien, y luego
camina para rezar el rezo prescrito con la congregación,
Al-lah le perdona sus pecados” (Muslim)(1).
Explicación
En este hadiz el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos informa de una gran obra que, a quien la realiza, Al-lah premiará
con una generosa recompensa, y esta generosa recompensa es
que le perdonará sus pecados.
Esta obra está relacionada con el rezo y se compone de tres acciones
que el musulmán realiza para complacer a Al-lah, estas son:
1 Hacer bien el wudú. Esto significa hacerlo completo y de forma
correcta, de modo que el agua llegue con seguridad a cada parte
del cuerpo que debe ser lavada en el wudú.
2 Dirigirse a la mezquita con la intención de realizar la oración prescrita,
que es la oración fard.
3 Hacer la oración prescrita junto con la congregación de los musulmanes.
(1) En su “Libro de At-Tahára”, nro. 223.
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Quien hace esto, es decir, hace el wudú completo, luego se dirige a la
mezquita y reza con la congregación (al yama’a), logra una recompensa
generosa que consiste en que Al-lah le perdona sus pecados, porque
quien obtiene el perdón de sus pecados es una persona exitosa en esta
vida y en la otra.
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Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con
él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz y
las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien
mienta intencionalmente algo sobre mí, que vaya
preparándose para ocupar su lugar en el fuego del
Infierno” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
Mentir al hablar sobre el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él es uno de los pecados y faltas mayores. Quien menciona
unas palabras y las atribuye al Profeta, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, habrá cometido un pecado inmenso.
Quien transmite un hadiz falso sobre el Mensajero de Al-lah, que la
paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, sin aclarar que es un relato
falso, ha cometido una falta y un pecado, además de hacer mucho daño.
Es lamentable la gran difusión de hadices falsos sobre el Profeta, que
la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Y también es lamentable que
gente de bien a veces difunden, con buena intención, estos falsos hadices.
Este es un gran mal sobre el cual debemos aconsejarnos mutuamente evitar,
pues mentir sobre el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, es una de las peores formas de mentira.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro del conocimiento”, capítulo: “El pecado de quien
miente sobre el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él”, nro.
110. Muslim lo citó en el prólogo del Sahih,, nro. 3.
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Dijo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él:
“Una mentira sobre mí no es como cualquier mentira sobre cualquier persona.
Quien mienta intencionalmente algo sobre mí, que vaya preparándose
para ocupar su lugar en el fuego del Infierno” (Al Bujari)(2).
Y dijo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él:
“Quien relata un hadiz sobre mí sabiendo que es falso, es uno de los
mentirosos” (At-Tirmidhi,(3) y lo clasificó Hasan/Sahih).
Entonces, es nuestra obligación asegurarnos de la autenticidad de los
hadices antes de atribuírselos al Profeta, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, y una de las bondades de Al-lah para con nosotros es
que ha facilitado en esta época comprobar la autenticidad de los hadices
por medio de la revisión de los libros especializados y los websites de
confianza.
Entre los libros más destacadas sobres este tema tenemos los del
Shaij Muhammad Náseruddín Al Albani, Al-lah lo tenga en Su misericordia.
Y entre los websites más famosos en internet tenemos la página
www.alssunnah.com (red de la Sunna profética y sus ciencias), y la sección
de la Enciclopedia de Hadiz del website www.dorar.net (Gemas de
la Sunna).
(2) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los funerales”, capítulo: “Lo que es detestable al
llorar por los difuntos”, nro. 1291. También lo citó Muslim en su prólogo, nro. 4, del
relato de Al Mughira Bin Sho’ba, que Al-lah esté complacido con él.
(3) At-Tirmidhi lo citó en sus libros sobre el conocimiento, capítulo: “De quien transmite
un hadiz sabiendo que es falso”, nro. 2662.
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9
‘Abdul-lah Ibn Mas’ud, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz
y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien
tenga en su corazón el peso de un átomo de soberbia
no entrará al Paraíso” (Muslim)(1).
Explicación
El Islam es una práctica religiosa de modales virtuosos y atributos
nobles; por eso ordena el buen trato, la humildad y la tolerancia, a la vez
que prohíbe la vanidad, la soberbia y el egoísmo.
En este hadiz hay una advertencia del Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, contra los soberbios que desprecian a la
gente y se creen mejores que los demás. Los soberbios no entrarán al
Paraíso; y Le pedimos a Al-lah que nos libre de ese mal final.
El significado de las palabras del Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él: “Quien tenga en su corazón el peso de un átomo
de soberbia no entrará al Paraíso” es: que el asunto de la soberbia es
peligroso y grave hasta en una proporción tan pequeña como el peso de
un átomo.
(1) Lo citó en su “Libro de la fe”, nro. 91 y nro. 147.
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El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, también
nos informó del significado de la soberbia cuando dijo: “La soberbia es
rechazar la verdad y despreciar a la gente”(2).
Otra evidencia de la prohibición de la soberbia y su censura es el
hadiz: “Quien se considera superior a los demás y camina con soberbia,
verá que Al-lah estará enojado con él cuando se encuentren” (lo citó Al
Bujari en Al Adab Al Mufrad”(3) con una cadena de transmisión buena).
Ya que sabemos que la soberbia es un pecado grave y un atributo nefasto,
debemos evitarla y debemos hacer buenas obras que nos alejen de
la soberbia, como aceptar los consejos, someternos a la verdad, querer
a los pobres, los débiles, los necesitados, los sirvientes, etc., y debemos
ser gentiles con ellos, preocuparnos por ellos y ser humildes con ellos,
pues esto purifica el corazón y quita del alma toda vanidad, soberbia y el
egoísmo.
(2) Lo citó Muslim en su “Libro de la Fe”, nro. 91, del relato de Ibn Mas’ud, que Al-lah
esté complacido con él.
(3) Con el nro. 549. Ahmad lo cita también (5/200) con el nro. 5995 y Al Hákim (1/128),
quien además lo clasifica como auténtico. Ver: As-Silsila As-Sahiha, de Al Albani
(543).
28
10
‘Uzmán Ibn ‘Affán, que Al-lah esté complacido con
él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz y las
bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El mejor entre
ustedes es quien aprende el Corán y lo enseña”
(Al Bujari)(1).
Explicación
Este hadiz nos enseña la importancia de aprender el Corán y de enseñarlo,
ya que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos informó que las personas que aprenden el Corán y las que lo
enseñan son las mejores, las de más virtud y de mejor naturaleza.
La persona que relata este hadiz de boca de ‘Uzmán Bin ‘Affán, que
Al-lah esté complacido con él, es el noble tabi’i Abu Abdurrahmán As-Sulami,
y él dijo después de relatarlo: “… y esto es lo que me ha sentado
así a estudiar”(2), en referencia a que se sentó a estudiar el Corán por
décadas, deseando alcanzar excelencia y la virtud que menciona este
noble hadiz.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de las virtudes del Corán”, capítulo: “El mejor entre
ustedes es quien aprende el Corán y lo enseña”, nro. 5027, del relato de ‘Uzmán Ibn
‘Affán, que Al-lah esté complacido con él.
(2) Lo citó Al Bujari en el sitio citado en el anterior pie de página, además de Ibn Hibbán
en su Al Ihsán, 1/325, con el nro. 118, y la versión citada es la suya.
29
Por tanto, es obligatorio para todo musulmán y musulmana que se
ocupe del Corán de algún modo y se esfuerce para aprenderlo con esmero
y minuciosidad; luego debe compartir este conocimiento enseñándoselo
a otros.
Uno de los medios más convenientes y útiles para esto es unirse a
un grupo de memorización de los que hay en las mezquitas, las escuelas
o las academias, así la persona podrá aprender y podrá estar en buen
camino, luz y guía.
30
11
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, relató
que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah
sean con él, dijo: “Dos frases livianas para la lengua pero
de gran peso en la balanza y muy queridas para el Misericordioso:
Subhánal-lah wa bihamdihi. Subhánal-lah
Al ‘Adhím” (Glorificado sea Al-lah y Alabado. Glorificado
sea Al-lah el Magnífico) (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
El Profeta nos animó a glorificar a Al-lah con frecuencia, aclaró la excelencia
e importancia de esto y nos prescribió súplicas (adhkár) para la
mañana y la noche, unas para la hora de dormir y otras al despertar. Todo
esto se menciona en los libros de súplicas, como el Kitáb ul Adhkár de
An-Nawawi, Tuhfat ul Ajiar de Ibn Baz y Hisn ul Muslim de Al Qahtáni, etc.
Hay algunas súplicas que son generales y se las recomienda para
todo momento y que sean repetidas con frecuencia, sin delimitar una
cantidad o un tiempo para ello. Entre estas tenemos: Subhán Al-lah, Al
Hamdulil-lah, la iláha il-lal-lah, Al-lahu Akbar y la hawla wa la quwata il-la
bil-lah.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de juramentos y votos”, capítulo: “Si dice: ¡Por Al-lah
que no hablaré hoy! Y luego reza o recita o glorifica o magnifica o alaba o testifica
depende de su intención”, nro. 6682. También lo cita Muslim en su “Libro de súplicas
y plegarias”, nro. 2694.
31
Y es este preciso grupo de súplicas que pertenecen estas dos frases
sublimes: Subhán Al-lah wa bihamdihi, Subhán Al-lah Al ‘Adhím (Glorificado
sea Al-lah y Alabado. Glorificado sea Al-lah, el Magnífico) y nuestro
Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él nos ha dicho
que estas dos frases se caracterizan por tres atributos:
1 Son ligeras para la lengua, pues son muy fáciles de pronunciar.
2 Son de gran peso en la balanza. Esto significa que quien las pronuncia
tiene una gran recompensa con la que Al-lah llenará su
balanza de buenas obras.
3 Son muy queridas para el Misericordioso, y esto significa que son
dos frases extremamente importantes y sublimes.
Y por todo esto debemos recordar constantemente estas dos frases
sublimes y de otras súplicas generales. Debemos pronunciarlas con frecuencia,
en todo momento y en toda situación para ganar la gran recompensa
de nuestro Señor el Bondadoso, Exaltada sea Su magnificencia.
32
12
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él,
dijo: “Mi allegado, que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él, me recomendó tres cosas: ayunar
tres días de cada mes, las dos rak’at de la mañana
y rezar un número impar de rak’at antes de dormir”
(muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, fue un noble sahabi,
muy cercano al Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él. Él nos cuenta sobre la recomendación que el Profeta, que
la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le hizo y nos dice: “Mi allegado
me recomendó”; usó la palabra árabe jalili, que significa algo como
“querido” y “amado” pero con más énfasis, por lo que es una palabra más
elocuente en el amor que le tenía.
Nos dice: “Mi allegado me recomendó tres cosas”:
Primera recomendación: ayunar tres días de cada mes. Ayunar tres
días de cada mes es una sublime sunna que tiene una gran virtud. El Profeta,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos informó que
(1) Lo citó AL Bujari en su “Libro del ayuno”, capítulo: “El ayuno de los días blancos”,
nro. 1981; y Muslim lo citó en su “Libro del rezo de los viajeros y su abreviación”,
nro. 721.