¿Por qué los musulmanes aman el mes de Ramadán?
Para los musulmanes la llegada del mes de Ramadán es un motivo de alegría y celebración. Sin embargo, la celebración puede parecer algo extraña para las personas que no están familiarizadas con los principios del Islam.
El mes de Ramadán no es un mes de fiestas y socialización, es un mes de adoración. Ayunar el mes de Ramadán es uno de los pilares del Islam.
Los musulmanes expresan gratitud y amor por Dios obedeciéndole y adorándole. Adoramos a Allah de acuerdo con la guía revelada en el Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad.
El Ramadán es especial. Es un mes de ayuno, para leer y comprender el Corán y hacer oraciones adicionales. Las mezquitas cobran vida por la noche cuando los musulmanes se reúnen para romper el ayuno y rezar juntos. El sonido melodioso y envolvente de la recitación del Corán se escucha durante las largas noches mientras los musulmanes encuentran hombro con hombro rezando y alabando a Dios.
Los musulmanes de todo el mundo aman el mes de Ramadán y lo esperan con entusiasmo. En las semanas que preceden al Ramadán se pone la vida a examen y se hacen planes para un mes de adoración y súplicas.
Comienza la cuenta atrás y comienzan las conversaciones de cuántas semanas faltan para que llegue el bendito mes. Es posible que los no musulmanes se pregunten por qué esperamos días de ayuno y noches de insomnio.
La purificación en el mes de Ramadán
How Modesty Strengthens Faith - Cómo la modestia fortalece la creencia
Cómo la modestia fortalece la creencia
Ramadán ofrece la posibilidad de purificarnos y obtener grandes recompensas. Ramadán es un mes como ningún otro. Un mes de reflexión espiritual y oración. Los corazones se alejan de las actividades mundanas y se acercan a Dios.
En el mes de Ramadán todos los musulmanes físicamente maduros y sanos deben ayunar; abstenerse de toda comida, bebida, chicles, cualquier tipo de consumo de tabaco y cualquier tipo de contacto sexual desde el amanecer hasta la puesta del sol.
Sin embargo, esto es solo el aspecto físico, también están las características espirituales, que incluyen abstenerse de chismear, mentir, calumniar y todos los rasgos de mal carácter, incluido enfadarse.
Todas las imágenes y sonidos obscenos e impíos se evitan como una forma de purificar pensamientos y acciones. El ayuno también es una forma de experimentar hambre y desarrollar simpatía por los menos afortunados y aprender a agradecer y apreciar todos los regalos de Allah.
¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)!
Sura de la Vaca, Corán, 2:183
El profeta Muhammad (la paz sea con él) también nos recordó que ayunar no es sólo abstenerse de comer y beber, sino que existe una dimensión adicional.
El que no desiste del lenguaje obsceno y de actuar obscenamente (durante el período de ayuno), Dios no tiene necesidad de que no coma ni beba. (Al-Bujari y Muslim)
Bujari
Tiempo para el Corán
El Ramadán es el mes en que los musulmanes intentan establecer o restablecer una relación con el Corán. Aunque esto pueda sonar extraño, las palabras de Dios son una luz que guía y da misericórdia.
Nadie lee el Corán excepto que cambia su vida de alguna manera. El Corán fue enviado en este mes de Ramadán. Los dos, el Ramadán y el Corán, están inextricablemente entrelazados. Estar con el Corán, leerlo, memorizarlo, recitarlo o reflexionar sobre sus significados es espiritualmente edificante, reconfortante y una fuente de fortaleza.
La recitación por la noche es particularmente beneficiosa, las distracciones del día se han desvanecido y la cercanía de Dios es palpable en la quietud de la noche. Se realizan oraciones vespertinas especiales durante las cuales se recitan partes del Corán.
Estas oraciones se conocen como Tarawih. Se lee una trigésima parte del Corán en noches sucesivas, de modo que al final del mes se haya completado todo el Corán.
Buscando la noche del poder
Una de las últimas noches impares del mes es Laylatul-Qadr, la “Noche del poder” o “Noche del destino”. Es la noche más santa del mes más santo; se cree que es la noche en la que Dios comenzó a revelar el Corán al Profeta Muhammad (la paz sea con él) a través del ángel Gabriel.
Este es un momento para la oración especialmente ferviente y dedicada, y las recompensas y bendiciones asociadas con esta noche son muchas. A los musulmanes se les dice en el Corán que rezar durante esta noche es mejor que mil meses de oración. Nadie sabe exactamente qué noche es; es uno de los misterios de Dios.
Tiempo para la caridad
Ramadán es el mes de las buenas obras y la caridad. Los musulmanes tratan de dar generosamente y aumentar sus buenas obras. La caridad puede ser tan simple como una sonrisa; no hay necesidad de exhibiciones lujosas.
La caridad dada en silencio es mejor para el que la recibe y para el que la da. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) siempre fue una persona generosa, nunca poseía más que lo suficiente para cubrir sus necesidades inmediatas.
Cualquier extra, lo dio generosamente a quienes lo rodeaban, sin embargo, era aún más generoso en Ramadán.
Es posible que comiences a preguntarte si estas no son cualidades y virtudes que un musulmán verdaderamente devoto de Dios debería mostrar en cualquier mes, y estarías en lo correcto. Ciertamente lo son.
Sin embargo, como seres humanos todos nos quedamos cortos y cometemos errores, A veces, la naturaleza de la vida nos hace olvidar nuestro verdadero propósito. Nuestro propósito es adorar a Dios, y Dios en Su infinita sabiduría y misericordia nos ha dado el Ramadán.
Conclusión
Ramadán es un mes que, si se usa sabiamente, puede recargar nuestras baterías espirituales y físicas. Es un mes lleno de misericordia y perdón cuando Dios nos facilita la superación de nuestras carencias, cuando nos recompensa en abundancia. Él es nuestro Creador, quien entiende que estamos lejos de ser perfectos.
Cuando vamos caminando hacia Allah, Él viene a nosotros corriendo, cuando le tendemos la mano, Él nos alcanza y nos otorga Su perdón.
Los musulmanes aman el Ramadán porque es un salvavidas. Se paran hombro con hombro e inclinan la cabeza en señal de sumisión.
Ramadán llega y nuestras acciones ascienden hacia Dios. Lejos de ser una prueba de privaciones, el mes de Ramadán es una alegría y un regalo incomparable.
Incluso antes de que termine, los musulmanes lloran el paso de este bendito mes y tratan de extender el tiempo para estar con el Corán y adorar a Dios de la mejor manera posible.