QUIZÁS NO Pasa un día sin que les ocurra algo malo a los musulmanes en alguna parte. Las naciones del mundo nos llaman extremistas y cosas peores. Estamos traumatizados por esta etiqueta peyorativa, sabiendo que se supone que los musulmanes son gente de moderación, gente del camino equilibrado.
¿Cómo reconciliamos nuestra condición de ummah de moderación con la violencia sin sentido de la que somos perpetradores o víctimas? La parte más perturbadora es que la violencia es cometida contra personas inocentes y en nombre del Islam.
Recordemos que otras religiones en el pasado han sido utilizadas para controlar a la población, no es algo que le ocurra solo al Islam.
¿Hay un rayo de luz en medio de este paisaje sombrío? Si. Los extremistas son una pequeña minoría que encuentra su dogma cada vez más desafiado por la corriente musulmana mayoritaria. El extremismo actual entre los musulmanes es un viejo vicio con una nueva apariencia. En el pasado, los musulmanes se enfrentaron al ultra extremismo de los jariyitas (Khawârij) y lo derrotaron con un discurso religioso superior.
Los jariyitas estaban llenos de religiosidad exterior (sus rostros tenían las marcas de las postraciones) pero debido a su estrecha comprensión del Islam se desviaron del verdadero camino. Los jariyitas veían a otros musulmanes, incluido el cuarto califa correctamente guiado, Ali ibn Abî Ṭâlib, como menos que ellos. Su extremismo los llevó a acusar a otros musulmanes de cometer innovaciones (bid’a). Incluso legitimaron la matanza de musulmanes que consideraban innovadores. Los jariyitas eran personas religiosas pero desorientadas, y trataron de imponer violentamente a los demás su visión estrecha del Islam.
De ninguna manera fueron los jariyitas los únicos en su subversión de los verdaderos valores islámicos. A lo largo de la historia islámica, varios grupos o sectas musulmanas han propuesto ideas escandalosas. El Profeta Muhammad ﷺ nos predijo sobre el extremismo de las sectas. En un ḥadîz recopilado por Tirmithi, dijo: Mi Ummah se dividirá en 73 grupos; todos ellos estarán en el Infierno excepto uno. Los Compañeros preguntaron quién sería el grupo salvado. Él respondió: El que siga mi Sunna y la Sunna de mis Compañeros.
Luego estaban los Mu’tazilah, quienes dijeron que un musulmán nunca podría expiar un pecado mayor. Tal pensamiento iba en contra de las enseñanzas del Islam y provocó un retroceso en el progreso de los musulmanes.
LAS RESPONSABILIDADES DE LA NACIÓN EQUILIBRADA
¿Cómo podemos protegernos contra una ideología extremista que se presenta en nombre del Islam? Una poderosa defensa contra caer en la desviación y el extremismo es tener el conocimiento y el credo correcto sobre el Islam.
El Corán dice:
Hice de ustedes una comunidad moderada y justa (wasat), a fin de que fueran testigos ante la humanidad, y fuera el Mensajero testigo de ustedes. Sûrat Al-Baqarah, 2: 143
La palabra árabe waṣaṭ podría describirse como moderada, intermedia y la mejor. También podría describirse como justamente equilibrada. Todos estos significados se complementan. Ser moderado no significa ni demasiado blando ni demasiado duro; estar en el medio significa estar a la misma distancia de ambos extremos; y cuando algo está justamente equilibrado, moderado y libre de extremos, es lo mejor.
Por lo tanto, el Profeta ﷺ siempre les dijo a sus seguidores que evitaran el extremismo. Les ordenó que fueran moderados incluso en la adoración de su Señor, diciendo que si alguien se dedicaba demasiado a la adoración, no podría continuar de esa manera por mucho tiempo. Se informa que tres Compañeros fueron a la casa del Profeta ﷺ para preguntar sobre su adoración. Cuando se les informó, pensaron que la cantidad de adoración que realizaba el Profeta era insuficiente según ellos. Uno de ellos dijo: «En cuanto a mí, ofreceré oración durante toda la noche». El segundo dijo: «Observaré el ayuno continuamente y no lo romperé». El tercero dijo: «Me abstendré de las mujeres y nunca me casaré». El Profeta ﷺ les dijo: Temo a Dios más que ustedes, y soy muy obediente con Él, pero aun así ayuno (algunos días) y no ayuno (otros días), rezo por la noche y también duermo (es decir, él no reza en toda la noche), y me casé, y quien no siga mi Sunna (la forma de vida prescrita por Dios) no es de los míos, (Bujâri).
El imam Muslim informó que el Profeta ﷺ nos advirtió tres veces diciendo: Arruinados están aquellos que insistan en hacerse difícil la religión.
LA MODERACIÓN: UNA PARTE INTEGRAL DE SER LA NACIÓN EQUILIBRADA
La moderación abarca todas las facetas de nuestra vida, no solo la adoración; es una parte integral de ser la Nación de lo intermedio. Hay decenas de versículos en el Corán que nos exhortan a ser moderados en nuestra vida. Dios, por ejemplo, dice: Cuando realicen una oración moderen su voz en la recitación, no la hagan con voz muy alta ni tampoco en silencio. Sûrat Al-Isrâ’ 17: 110
Ser equilibrado y moderado también se aplica al gasto: [Los siervos del Misericordioso son] aquellos que cuando hacen una caridad no dan todo lo que tienen ni tampoco escatiman, sino que dan con equilibrio. Sûrat Al-Furqân, 25: 67
Y para consumir: ¡Oh, hijos de Adán! Vistan con elegancia cuando acudan a las mezquitas. Coman y beban con mesura, porque Dios no ama a los derrochadores. Sûrat Al-Aʿrâf, 7:31
Desafortunadamente, a pesar de la amplia evidencia del Corán y la Sunna, algunos musulmanes han justificado el extremismo para resolver diferencias políticas y otros agravios. Acusan de desviados a sus compañeros musulmanes que no están de acuerdo con ellos y tratan a las naciones occidentales como réprobas y malvadas, ignorando totalmente sus buenas cualidades. Su excesiva aversión por los demás les hace justificar el asesinato de personas inocentes, algo que el Islam prohíbe rotundamente.
Dios nos ordena que seamos justos cuando no nos agrada alguien, como en Su dicho:
¡Oh, creyentes! Sean responsables con [los preceptos de] Dios. Sean justos cuando den testimonio. Que el rencor que sienten no les conduzca a obrar injustamente. Sean justos y equitativos, porque eso es lo más cercano a la piedad. Sûrat Al-Mâ’idah, 5: 8
Y en cuanto a matar a personas inocentes, ¿qué podría ser más profundo que la declaración de Dios: Y si alguien mata a una persona injustamente sería como si matara a toda la humanidad, y si alguien salvara una vida, sería como si hubiera salvado la vida de toda la humanidad. Sûrat Al-Mâ’idah
El imâm Ibn Taymiyyah dijo: «El Islam como religión es el punto medio entre todas las demás religiones. Los musulmanes creen en los mensajeros de Dios de manera moderada. Por ejemplo, no van a los extremos en sus creencias, ni ponen a los mensajeros en un estatus tan bajo. Los musulmanes siempre se mantienen en el punto medio cuando se trata de todos los asuntos de religión».
El imâm Ibn Al-Qayyim dijo: «Siempre alienta a la gente a tomar una posición moderada, porque eso los rescatará de la transgresión. Así que encontramos que la posición intermedia entre dos extremos es la más equilibrada y justa, donde una persona encontrará todos los beneficios y comodidades de esta vida mundana y del Más Allá…»
Hay demasiados ejemplos de equilibrio y moderación en nuestra vida, incluida la creación de este universo. Nuestro cuerpo tiene todo en el equilibrio correcto; cuando se altera ese equilibrio, funciona mal.
En el universo, los planetas están nadando en sus órbitas que han sido definidas por Dios. Pueden ocurrir grandes desastres si se desequilibran. Si Dios hubiera colocado la Tierra más cerca del sol, o mucho más lejos de él, la vida no podría ser posible.
Entonces, ser la «ummatan waṣaṭan» (la nación del equilibrio) significa que somos los portadores de ese equilibrio y moderación en este mundo. Cuando las cosas se desalinean o llegan a extremos, se supone que debemos ayudarlos a volver al camino intermedio.
Mientras anhelamos la restauración de la gloria del Islam, es imperativo que recuperemos la moderación en nuestra vida individual y colectiva. Nuestra situación actual requiere una reevaluación seria. Aunque solo una minoría entre los musulmanes es extremista, sus acciones nos retienen a todos como rehenes. Es hora de que la mayoría silenciosa se ponga de pie y sea escuchada.
Fuente: Revista Al-Jumuah