LOS DERECHOS DE LAS MUJERES EN EL ISLAM

E n el Islam se considera que hombres y mujeres tienen naturalezas diferentes y por eso cada uno tiene roles distintivos.

El islam es la única religión que respeta, honra , da importancia y derechos a la mujer más que las otras creencias y legislaciónes.

La mujer también es la primera persona que el hombre debe tratarla correctamente, y respetarla.

 Un hombre tiene una naturaleza diferente de la mujer, lo que es claro en su fuerza ayudándolo a realizar trabajos que no se pueden hacer por una mujer.

Las mujeres se afectan por sus emociones más que el pensamiento racional. Por supuesto no son todas las mujeres así, pero estas son la mayoría aplastante.

El Islam reconoce esas diferencias y las leyes del Islam las tomaron en consideración.

El Mensajero de Dios dijo:


"El mejor de vosotros es el que mejor trata a su mujer". (Tirmidi)

El Mensajero de Dios dijo:


"Ciertamente la mujer es la mitad gemela del hombre". (Abu Dawud)

➜ La mujer es igual al hombre en su humanidad. No es la fuente ni la razón del pecado por el cual Adán fue expulsado del Paraíso.


➜ La mujer es igual al hombre en su individualidad. En el Islam la mujer no pierde su nombre ni apellido de soltera después de casarse. No se desvanece ni se mezcla con la identidad del hombre.


➜ La mujer es igual al hombre en lo que respecta a la recompensa y el castigo de Dios en esta vida y en la Otra.


➜ La mujer es igual al hombre ya que el Islam busca mantener y defender el honor y la castidad de ambos.


➜ La mujer es igual al hombre ya que ambos tienen derecho a heredar con proporción distinta.


➜ La mujer es igual al hombre ya que ambos tienen el mismo derecho a poseer riquezas y de hacer lo que les plazca con ellas.


➜ La mujer es igual al hombre en cuanto a la obligación de apoyarse mutuamente para reformar la sociedad.


➜ La mujer es igual al hombre ya que ambos tienen el derecho de recibir edución y una buena crianza.


➜ Tanto la mujer como el hombre comparten los mismos derechos en cuanto a recibir una buena crianza, una enseñanza y cuidado adecuados. El Islam asegura que cuando se aplican estos derechos de la mujer, se las ponga en un lugar de privilegio.


➜ La mujer tiene el derecho de que su marido la provea de todo lo que necesita y más.


 Si la mujer no está casada, entonces tiene derecho a que sus hermanos se hagan cargo de ella.


 Si no tuviera hermanos, entonces la responsabilidad recae sobre el pariente varón más cercano que tenga.


➜ La mujer tiene derecho a su propiedad privada, y no es responsable de mantener a su familia.


➜ La mujer tiene derecho a que su marido la satisfaga sexualmente.


➜ La mujer tiene derecho a tener la custodia de sus hijos en caso de divorcio, salvo que no sea capaz de criarlos por una razón válida.


➜ La mujer tiene derecho a volver a casarse después de un divorcio o viudez.

El islam da importancia mucho a la mujer porque ella es la madre o la esposa ,cuanto más cria a los hijos bien , cuanto más se establece una generación más educado y útil que reforma el país y la religión .


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- Los derechos de la esposa

• La manutención y el hogar:

• El hombre tiene que mantener a su familia con generosidad.

• El marido tiene la obligación de mantener a su esposa, alimentarla, vestirla y cubrir sus necesidades, así como ofrecerle un hogar digno donde vivir, aunque la esposa fuera rica.


- Además hay que existir el respeto , el amor y el cuidar entre ambos .

• La importancia de la manutención:


Depende de los ingresos del marido, sin ir a ninguno de los dos extremos, ni la tacañería ni el derroche.


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 Dijo Allah: “Que el adinerado mantenga de acuerdo a su abundancia, pero aquel cuyo sustento es escaso que lo haga acorde a lo que Dios le ha provisto. Dios no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Dios hará que luego de toda estrechez venga la prosperidad.” (Corán 65:7).


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• Esta manutención no puede ser un medio para que el marido se jacte de ello ante su mujer o un motivo para humillarla, sino que se debe cumplir con honestidad y modestia, puesto que es un derecho de la esposa.

• Mantener a la esposa y a la familia tiene una inmensa recompensa en el Islam.

Dijo el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él):


“Quien mantiene a su familia y es sincero en su deber, es como si hiciera una caridad”


(Al Bujari y Muslim);

 y dijo: “Ciertamente, quien da una caridad por Allah será recompensado por ella, incluso poner un bocado en la boca de su esposa” (Al Bujari Y Muslim).


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• Quien no mantiene a su esposa y familia o lo hace con negligencia, teniendo la capacidad de hacerlo correctamente y satisfacer sus necesidades, comete un pecado gravísimo.


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 Dijo el profeta :


 “Es demasiado grande el pecado de quien es negligente en la manutención de su esposa y familia” (Abu Dawud ).

No es obligatorio en la comunidad musulmána la esposa participa y mantiene dinero a su familia , aunque tenga dinero de trabajo o de su heredero.


Al contrario de otras comunidades , la esposa tiene que participar en la manutención a su familia .


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 Posición de la mujer en el Islam:

El Islam honró a la mujer y la liberó de ser sumisa al hombre, y también la liberó de ser un objeto deseado por el hombre y usado en la publicidad. A continuación, mencionamos aspectos que demuestran el estatus elevado de la mujer en el Islam;

El Corán, la fuente fundamental del Islam, contiene un capítulo entero que se llama "La Mujer".


Otro capítulo entero lleva el nombre de una mujer piadoso y recta.


En otro capítulo Allah elogia a dos mujeres creyentes y devotas y las presenta como ejemplo a seguir en su fe y firmeza.


En muchas partes del Corán se dedica una parte importante para hablar y abordar asuntos de la mujer, etc.

Le es suficiente saber que la mujer tuvo un papel crucial en la transmisión del conocimiento islámico y que una parte considerable del conocimiento islámico en que se basa el Islam, fue transmitida y enseñada por la mujer. Y estoy seguro de que no sabe usted que la primera universidad del mundo fue fundada por una mujer musulmana en Marruecos en el año 859…

En un momento en que todavía el mundo cristiano debatía si la mujer se consideraba un ser con alma, en un momento en que el mundo occidental consideraba que la mujer no tenía derecho a recibir partes de la herencia…


El conocimiento y buscarlo es una virtud que toda musulmana debe tener.

Le es suficiente saber que el Islam nos enseña que el Paraíso está debajo de los pies de la madre. Y este significado lo encontramos, por ejemplo, en un dicho donde dijo el profeta Muhammad a un hombre: “Quédate junto a sus pies ya que ahí está el Paraíso”. Es decir, quédate con ella honrándola, sirviéndola, y así entrarás al Paraíso. “Vuelve a estar con ellos y como les dejaste tristes, debes volver y hacerles alegres y felices”.

Alimentar, educar y preocuparse por las hijas es una oportunidad para ganar la complacencia de Dios y entrar en el Paraíso. Cuidar a las hermanas y atenderlas es una de las puertas del Paraíso.

 Dijo el Profeta Muhammad: “Quien tenga tres hijas o tres hermanas o dos hijas o dos hermanas, y sea buenos con ellas cumpliendo los derechos que Allah les otorgó, será admitido en el Paraíso”.

Y dijo también: “Quien mantenga y cuide a dos hijas hasta que crezcan, estará conmigo en el Paraíso”.


Y alzó sus dedos el índice y el medio juntos.

Y dijo: “Quien tenga hijas y les trate bien, ellas serán para él como un escudo contra el fuego del Infierno”.

El Islam dio a la mujer el derecho de elegir libremente a su marido y le encomendó una parte importante de responsabilidad en la crianza de los hijos.

Mantener a la esposa y encargarse de sus asuntos y necesidades es una responsabilidad encomendada al hombre y se considera en el Islam un honor y una bendición que Allah concedió al hombre.

Dijo el Profeta Muhammad: "Serás recompensado por todo lo que gastes buscando la complacencia de Allah, inclusive el bocado de comida que lleves a la boca de tu esposa".

El Islam considera un gran honor y una obra virtuosa cuidar de la mujer que se encuentra en una situación vulnerable y no tiene a quien la cuide. El Islam hizo de esto una obra virtuosa e incentivó a los musulmanes llevarla a cabo.

El Mensajero de Allah dijo: “Aquel que corre con los gastos de la viuda y el pobre es como el que lucha por la causa de Allah y como el que reza día y noche o como el que está continuamente ayunando’.” (Narrado por Al Bujari y Muslim).


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 Mujeres que el Islam hizo hincapié en su protección y cuidado:

 LA MADRE


Abu Huraira narró: “Vino un hombre al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz y le preguntó: ‘¡Oh Mensajero de Allah! ¿De toda la gente, a quién le corresponde el mayor derecho a que se le haga el bien y se le dé compañía?’


Dijo: ‘A tu madre.’ Y dijo: ‘Después ¿a quién?’ Dijo: ‘A tu madre.’ Y dijo: ‘Después ¿a quién?’ Dijo: ‘A tu madre.’ Y dijo: ‘Y después ¿a quién?’ Dijo: ‘A tu padre’.”

 LA HIJA


 El Mensajero de Allah dijo: “Quien tenga tres hijas o tres hermanas o dos hijas o dos hermanas, y sea buenos con ellas cumpliendo los derechos que Allah les otorgó, será admitido en el Paraíso”.

 LA ESPOSA


 El Mensajero de Allah dijo: “El Mejor de ustedes es aquel que brinda el mejor trato a su familia. Y realmente yo soy el mejor de ustedes con su familia”.

La relación entre el hombre y la mujer en el Islam es una relación complementaria. Cada uno complementa al otro y ambos contribuyen al éxito y desarrollo de la sociedad. Cada uno tiene sus características, cualidades y el papel que desempeña. Todos buscan agradar a su Creador y ganar su complacencia.

El Islam no vino a favorecer a los hombres y descuidar a las mujeres, ni a favorecer a las mujeres e ignorar a los hombres, sino que el Islam trae el bien para ambos y vela por los derechos de ambos sin discriminar entre el hombre y la mujer.

En el Islam, no hay lugar para conflicto de sexo ni para competir por objetivos mundanos insignificantes.


El Islam reconoce y protege el valor de la familia y la posición importante que ocupa.

Así como ha elevado el estatus de la mujer y estableció sus derechos y responsabilidades.

El Islam debe aprender lo relacionado con la familia y conocer su deber y responsabilidades hacia su familia.

La propiedad privada de la mujer en el Islam:

El Islam le otorga a la mujer el derecho a la propiedad privada. Ni un padre, ni un hermano, ni un marido, ni nadie puede usurpar la propiedad de una mujer.


Por ejemplo, durante la era pre-islámica de ignorancia, la que es conocida como la época de Yahiliyyah, los hombres se llevaban a las mujeres como herencia, y solían devorar la propiedad de las mujeres sin ningún tipo de miramiento ni escrúpulo.

Entonces llegó el Islam para prohibir el tomar a las mujeres como herencia y devorar sus bienes:

¡Oh, creyentes! Quedan abolidas las costumbres [paganas preislámicas] de heredar a las mujeres como un objeto y de obligarlas a casarse y retenerlas por la fuerza para recuperar parte de lo que les habían dado, a menos que ellas cometan un acto de inmoralidad. En lugar de eso, traten amablemente a las mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas les llegara a disgustar [sean tolerantes], puede ser que les desagrade algo en lo que Dios ha puesto un bien para ustedes.


(An-Nisa, ‘4:19).


Por otra parte, el Islam prohíbe devorar la propiedad y las dotes de las huérfanas

Te preguntan acerca de las mujeres. Diles: "Dios les responde y explica lo que se encuentra mencionado en el Libro [el Corán] sobre las huérfanas a las que no han dado lo que les corresponde [como dote] siendo que les gustaría casarse con ellas, [así como les informa] acerca de los menores indefensos y [la obligación de] ser equitativos con los huérfanos. Sepan que toda obra de bien que hagan Dios la conoce.


(An-Nisa ‘4: 127).


Por otro lado, el Islam prohíbe también que se devoren las porciones de la herencia de las viudas y huérfanas

 Pongan a prueba la madurez de los huérfanos cuando alcancen la pubertad, y si los consideran maduros y capaces, entréguenles sus bienes. No los derrochen antes de que alcancen la mayoría de edad. El [administrador] que sea rico, que se abstenga [de cobrar honorarios por su administración]; y el pobre que cobre lo mínimo. Cuando les entreguen su patrimonio, háganlo ante testigos. Es suficiente con que Dios les pedirá cuentas.


(An-Nisa, 4: 6).


En el Islam, la dote entregada a la mujer se convierte en su propia propiedad, y su marido no puede de ninguna manera tomar nada de la misma, a menos que no sea de mutuo acuerdo:

No es permitido [a los hombres] tomar nada de lo que hayan dado [como dote]. Pero si no existe una voluntad de convivencia y temen que no se cumpla con lo que Dios ha ordenado [sobre el buen trato], no incurrirá en falta ninguno de los dos [esposos] en que la mujer llegue a un acuerdo económico con su marido para la disolución del matrimonio. Éstas son las leyes de Dios, no las quebranten. Quienes las quebrantan son los opresores.


(Al-Baqarah, 2: 229)

 Y si te decides a divorciarte de tu esposa, a la que has dado una fortuna como dote, para casarte con otra [mujer], no le pidas que te devuelva nada de su dote. ¿Acaso pensabas hacerlo calumniándola, cometiendo un claro delito?


 ¿Acaso pretendes que se te devuelva [la dote] después de haberse entregado uno al otro [en la intimidad] a través de un solemne contrato matrimonial?


(An-Nisa, 4: 20-21).


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El Islam concede a la mujer todos los derechos económicos del hombre, propiedad privada, derecho a comerciar, en fin, las mismas cualidades.


Así, el Islam libera a la mujer de las ataduras que dificultaban el desarrollo normal de su personalidad, como ocurría en las sociedades árabes, persas y romanas preislámicas, donde la mujer no podía disponer de sus propiedades sino a través de su marido.


Apropiarse de lo ajeno es una grave falta en el Islam, dijo el Profeta Muhammad, la paz sea con él:


“Quien se apodera de un palmo de tierra injustamente, caerá el día de la resurrección en el más profundo castigo.”

Y dice también, en otro hadiz:


“A quien le confiamos una responsabilidad determinada y se apodera injustamente de un alfiler, rinde cuentas de ello el día de la resurrección.”

Por lo tanto, queda claro con total nitidez que en el Islam, está absolutamente prohibido apropiarse de lo ajeno. Y la mujer tiene exactamente el mismo derecho que tiene el hombre a la propiedad de bienes. Lo que es suyo es suyo, y nadie se lo puede quitar. Ella lo puede regalar, guardar, invertir o hacer con su riqueza propia lo que vea más conveniente o apropiado. Además, no tiene responsabilidades económicas en la familia, como tiene el hombre. Es decir, la manutención de la esposa o esposas e hijos son responsabilidad y obligación única del padre, del hombre, que es el cabeza de familia. Mientras que la mujer puede disponer de su riqueza y gastarla en lo que desee sin tener que dar cuentas a nadie, siempre y cuando lo gaste y lo ponga en destinos y fines que estén dentro de los límites de lo lícito y dentro de lo que complace al Creador.