El Corán como forma de vida para toda la humanidad
Allah hizo descender la Última Revelación sobre el Profeta Muhammad, que la paz sea con él, para guiarle y guiar a los creyentes, aquellos que certificaban la veracidad del Corán y de la profecía. Allah hizo descender el Corán como forma de vida, pero no solo para los musulmanes, sino para toda la humanidad.
Com tal, el Corán no solo se dirige al Profeta y a los creyentes, sino que contiene diferentes discursos que apelan a todos los seres humanos. Incluso a aquellos que no son creyentes y niegan la existencia de un Creador que ha dado vida a todo cuanto existe.
Los diferentes discursos del Corán
En el Corán encontramos diferentes discursos que se dirigen a diferente grupos de personas.
El discurso dirigido a la gente que cree, a los musulmanes.
El discurso dirigido a la gente del libro, los cristianos y los judíos.
El discurso dirigido a los munafiqun, lo hipócritas que aparecieron en Medina.
El discurso dirigido a quienes tienen dudas o niegan la existencia del Creador.
El Corán nos llama a que reflexionemos sobre los signos en la creación
En numerosas aleyas del Corán, Allah nos llama a que observemos y reflexionemos sobre los signos que Allah ha puesto en nosotros mismos y en la creación. Estos han sido dispuestos por Dios para que sirvan de reflexión y guía al ser humano.
Esta apelación a la reflexión no está solo dirigida a los musulmanes, sino que el discurso coránico apela y llama a la reflexión a toda la humanidad.
Como musulmanes tenemos que entender estos diferentes discursos en el Corán para poder transmitirlos a quienes van dirigidos, los cristianos, judíos, hipócritas o gente que tiene dudas o niega la existencia de Allah, puesto que ellos también son objeto de la transmisión y no solo los musulmanes.
El Corán como forma de vida
Dado que el Corán apela a toda la humanidad y la llama a la reflexión y la guía, es una forma de vida para todos, y no solo para los musulmanes.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el mes de Ramadán. Este es un mes de introspección y reforma, lo cual implica que inspeccionamos y revisamos nuestras acciones y intenciones. Esto nos sirve para ver si estamos actuando de acuerdo con el modo de vida que propone el Corán.
El Corán es una forma de vida el ser humano que le aporta sosiego, tranquilidad, equilibrio y guía. Pero todo esto viene cuando el ser humano pone en práctica aquello a lo que nos llama el Corán.
En primer lugar porque Allah solo da su guía y su luz a aquellos que se han sometido a Su voluntad.
En segundo lugar, porque es a través de la práctica del Islam, las acciones, la oraciones, el ayuno, esforzarse por el buen carácter y la vida sana a la que nos invita el Islam, es a través de esta práctica como nos va a llegar el esta tranquilidad, estabilidad y felicidad.
No podemos esperar recibir estas bendiciones si solo creamos en Allah pero no ponemos en práctica aquello a lo que nos llama. Es como una persona que quiere tener una buena salud y sabe como hacerlo, pero hace todo aquello que le lleva al resultado contrario, como llevar una dieta desequilibrada, no hacer ejercicio o fumar.
Lo mismo ocurre con el Islam. Si uno toma la receta que le da el Corán pero no la práctica no va a encontrar el sosiego, equilibrio, tranquilidad y felicidad que el Corán promete. Y muchos de los problemas en su vida vendrán derivados de esto.