¿Por qué se retrasa o no se cumple la respuesta a la invocación?
Existen aspectos metodológicos y fundamentales al hablar sobre el tema de invocar a Dios, el Bendito y Exaltado. Entre ellos:
1. Que Dios no es puesto a prueba mediante la invocación (du’a):
Aquellos que tratan con Dios con la mentalidad de un experimentador o probador tienen una comprensión profundamente errónea del tema de la invocación. La invocación es un acto de adoración, e incluso una de las más grandes formas de adoración. En el hadiz se menciona:
"La invocación (du’a) es la adoración."
(Narrado por Ahmad [4/271, número 18410], Abu Dawud [1479], Tirmidhi [2969] e Ibn Majah [3828]).
Además, nuestro Señor, glorificado sea, dice en Su Libro:
"Y vuestro Señor dijo: Invocadme y os responderé. En verdad, quienes se enorgullecen demasiado para adorarme entrarán en el Infierno humillados." (Ghafir: 60).
La esencia de la adoración es la humildad y la súplica ante Dios, no el experimentar o probar.
2. Que Dios ha respondido a muchas invocaciones:
A veces una persona invoca a su Señor pidiendo algo, y Dios le concede más de lo que solicitó, sorprendiendo al individuo con Su generosidad ilimitada. Esto es un hecho conocido y evidente. La equidad requiere que la pregunta sea: ¿Por qué Dios no responde a algunas de las invocaciones de Su creación? y no simplemente por qué no responde a todas las invocaciones.
En ocasiones, la invocación no es realizada de manera adecuada, lo que impide que sea respondida, como cuando alguien pide algo contrario al decreto de Dios y Su ley. Por ejemplo, decir: "¡Oh Dios, guía a toda la humanidad!", mientras que Dios dice:
"Si Dios hubiera querido, los habría reunido a todos en la guía." (Al-An’am: 35)
Y también dice:
"¿Acaso no se desesperan quienes creen de que si Dios quisiera guiaría a toda la humanidad?" (Ar-Ra’d: 31).
Además, el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) advirtió contra quienes cometen excesos en sus invocaciones, es decir, quienes piden cosas inapropiadas para Dios. Por tanto, en ocasiones no se responde a una invocación debido a las deficiencias en la forma en que se realiza.
3. Las evidencias de la existencia de Dios, Su perfecta sabiduría y Su amplia generosidad son muy numerosas:
La lógica sana implica que si algo parece ambiguo, esto debe remitirse a las evidencias claras y establecidas. Especialmente considerando la limitada capacidad del ser humano para comprender lo que es mejor para sí mismo, y mucho menos lo que es mejor para otros seres en la creación.
4. El retraso en la respuesta a la invocación puede ser una forma de prueba y de extraer actos de adoración de los seres humanos:
Esto se observa en las historias de los profetas y los justos predecesores. Muchos profetas suplicaron a su Señor por algo, y la respuesta se retrasó o no llegó en absoluto. Sin embargo, ellos no cesaron de invocar a Dios con humildad y sumisión, satisfechos con el decreto de su Señor. Como resultado, la recompensa que recibieron fue mucho mayor que lo que deseaban.