
Bajo su sombra, los Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, presentaron muchas imágenes de sinceridad y sacrificio de una manera que nunca se vio en la historia de ninguna comunidad, por eso es necesario detenernos ante este hecho para aprender sus lecciones y para beneficiarnos de sus enseñanzas.
La historia empezó cuando Al Muhayirun salieron de la Noble Meca, para dirigirse a una tierra nueva y a una realidad diferente. Este viaje causó problemas nuevos, que iban desde el sentimiento de alejamiento de la familia y el hogar, de haber abandonado la mayor parte de su riqueza y sus bienes en la Meca, o por la naturaleza del nuevo modo de vida y de economía; hasta los trastornos físicos o de salud que ocurrieron, debido al cambio del ambiente, lo que condujo a la aparición de enfermedades entre ellos, como la fiebre y otras más.
Todas estas circunstancias se acumularon y les provocaron una presión sicológica muy grande, y por eso debían buscar rápidamente una solución que les facilitara cambiar su situación, y devolverles su dignidad, para que no sintiesen que eran una carga para sus hermanos Al Ansar.
Entonces la primera cosa que el Mensajero, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, hizo después de establecer la mezquita, fue poner una legislación “hermanando” entre los musulmanes. Esta ley fue publicada en la casa de Anas ibn Malik, que Al-lah esté complacido con él, y consistía en una relación que reunía a Al Muhayirun y Al Ansar. Su base era la fe y la consolidación de los sentimientos de amor y afecto, además de la ayuda, la protección mutua, y apoyo material a través del dinero y los bienes.
Esta hermandad tendría un sentido especial; más profundo que la fraternidad general existente entre todos los creyentes. Esto porque da a los hermanados el derecho de herencia, sin tener una relación de parentesco consanguíneo entre sí, como Dice Al-lah Glorificado Sea (lo que se interpreta en español): {Para todos hemos establecido beneficiarios de lo que dejan los padres y los parientes próximos. Y a aquéllos con los que hicisteis anteriormente algún pacto jurado, dadles su parte.} [Corán: 4:33]
El caso de la herencia continuó durante un periodo de tiempo determinado, hasta que Al Muhayirún pudieron acostumbrarse a vivir en la Medina y mezclarse en la sociedad. Al-lah les Abrió las puertas de la fortuna con los botines de guerra y otros recursos que no les hicieron necesitar de otros; así, Al-lah Abrogó juiciosa legislación de la herencia entre los hermanados, Regresando el sistema de la herenciaal principio. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que significa):{Y los que tienen lazos de consanguinidad, tienen más derecho los unos con respecto a los otros en el Libro de Al-lah.} [Corán: 8:75], manteniendo el mandato de trabajar en solidaridad, y el intercambio de los regalos, la consulta y los consejos, y otras expresiones de fraternidad.
Las fuentes de Al Sirah (la biografía del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam) citan los nombres de algunos de los que hermanó el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, en parejas: Abu Bakr con Jariyah ibn Zuhair, ‘Umar ibn Al Jattab con ‘Utbán ibn Málik, ’Abu ‘Ubaidah ibn Al Yarrah con Sa‘d ibn Mu‘adh, Al Zubair ibn Al ‘Awam con Salamah ibn Salamah ibn Waqash, Talhah ibn ‘Ubaidillah con Ka‘b ibn Málik, Mus‘ab ibn ‘Umair con Abu Ayub Jalid ibn Zayd , que Al-lah esté complacido con ellos, hasta alcanzar noventa Compañeros, que Al-lah esté complacido con todos ellos.
Al revisar los nombres de estos compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, se da a conocer que esta hermandad no daba ninguna importancia al sistema de las diferentes tribus y clases sociales, ya que se emparejaba al fuerte con el débil, al rico con el pobre, al blanco con el negro y al libre con el esclavo. Por eso, esta hermandad pudo vencer al fanatismo de las tribus, al racismo y la tenencia de tierras, para que se sustituya por la fe y la hermandad en la religión.
La historia registró diversas actitudes nobles que acaecieron a la sombra de esta hermandad.
Vale mencionar lo que pasó entre ‘Abd Al-Rahmán ibn ‘Auf y Sa’d ibn Al Rabi‘, que Al-lah esté complacido con ellos, cuando este último ofreció la mitad de su dinero a su hermano, y además le ofreció seleccionar entre sus dos esposas para divorciarla y que ‘Abd Al-Rahmán se casara con una de ellas, pero ‘Abd Al-Rahmán, que Al-lah esté complacido con él, le agradeció pidiéndole sólo que le enseñara los mercados de la Medina (para comerciar allí), y no pasó mucho tiempo hasta que ‘Abd Al-Rahman ibn ‘Auf, que Al-lah esté complacido con él, se convirtiera en uno de los ricos de Medina.
Pero aún hay más; ya que muchos de Al Ansarhabían propuesto al Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dividir las tierras agrícolas entre ellos y entre sus hermanos Al Muhayirun. Pero el Profeta , sallallaahu ‘alayhi wa sallam, quería que esa igualdad sucediera sin perjudicar las propiedades de los Ansar, por eso les aconsejó mantener sus tierras pero recompartiendo con sus hermanos Al Muhayirun en la cosecha. Este comportamiento provocó la admiración de Al Muhayirún, hasta tal punto que le dijeron al Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, “¡Oh, Mensajero de Al-lah! Nunca vimos un pueblo cuya gente se consolase tanto con lo poco y fuese tan generosa con lo mucho, creemos que van a ganarse toda la recompensa de Al-lah”. También su sacrificio y su actitud noble fueron motivo del Elogio de Al-lah para con ellos.
Al-lah, Glorificado Sea, Dice (en lo que significa): {Y los que antes que ellos se habían asentado en la casa* y en la creencia, aman a quienes emigraron a ellos y los prefieren a sí mismos, aún estando en extrema necesidad. El que está libre de su propia avaricia...Esos son los que tendrán éxito.} [Corán: 59:9]
El Profeta , sallallaahu ‘alayhi wa sallam, sostuvo su preferencia para para con Al Ansar, y les elogió diciendo en un Hadiz que fue narrado por Al Bujari que dijo “si Al Ansar andan en un valle o en un camino, voy a caminar enese mismo valle con ellos”, y mostró su cariño hacia ellos en un Hadiz que fue narrado por Al Bujari, donde dijo “la gente de Medina no son queridos, excepto por los creyentes, ni son odiados excepto por los hipócritas, pues a quienes les quieren, Al-lah les Quiere y a quienes les odian, Al-lah les Odia”, y suplicó a Al-lah por sus hijos y sus familias que les guíe al camino recto, y dijo en un Hadiz que fue narrado por Ahmad: “Al-lahum agfir lilansar, wa li’abna’ al ansar, wa li’azwaÿ Al Ansar wa lidharari Al Ansar (´Oh, Al-lah Da el Perdón a la gente de Medina, a sus hijos, a sus mujeres y a sus familias)”, y prefirió vivir entre ellos el resto de su vida, pues fue narrado en un Hadiz citado por Al Bujari que el Profeta , sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “si no existiera la Hégira, sería uno de Al Ansar”.
Así pues; podemos sentir la grandeza de esta generación que fue educada con de la mano del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, cuando la fraternidad era la base de sus relaciones. Sin duda necesitamos imitar la guía de esa sociedad tomándola como buen ejemplo en nuestros tratos y nuestras relaciones.
Hadiz sobre las virtudes y méritos de los Sahabas
· Abu Sa’id Al Judri, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘No insultéis a mis Sahabas. Pues, aunque uno de ustedes diese en caridad una montaña de oro, nunca llegaría a igualar ni unos gramos de oro que ellos daban en caridad (porque sus virtudes y fe eran superiores)’”.
· Anas, que Al-lah esté complacido con él, relató que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Querer a los Ansar es una señal de fe, y odiar a los Ansar es señal de hipocresía”.
· El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “A los Ansar no los quiere sino un creyente, y no los odia sino un hipócrita. Al-lah quiere a quien los quiere, y Al-lah odia a quien los odia”.
· Anas bin Malik, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, vio a las mujeres y a los niños (de los Ansar) viniendo de una fiesta de matrimonio. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, se levantó y dijo tres veces: ‘¡Por Al-lah ! Vosotros sois la gente más querida para mí’”.
· Anas bin Malik, que Al-lah esté complacido con él, también relató en otra versión: “Una mujer de los Ansar llegó ante el Mensajero de Allah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, con uno de sus hijos. El Mensajero de Allah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le habló y le dijo: ‘¡Por Aquél que tiene mi alma en Su mano! ¡Vosotros sois la gente más querida para mí!’ dos veces”.
· Yabir bin ‘Abdullah, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Mensajero de Al-lah , sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos dijo en el día de Al Hudaibia: “Vosotros sois la mejor gente de la tierra”, y éramos mil cuatrocientos. Si pudiese ver ahora, os mostraría el lugar del árbol (bajo el que se hizo el famoso juramento)”.
La honestidad, integridad y confiabilidad (‘adalah) de los Sahabas
Los Sahabas tuvieron un honor inmenso al compartir sus días con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, esforzarse y luchar por la difusión de la religión de Al-lah .
Todos los Sahabas fueron honestos y confiables en la transmisión de la religión. No fueron infalibles (es decir, perfectos, que no se equivocaban o enojaban), porque los únicos infalibles fueron los profetas por la protección que les brindaba Al-lah en la transmisión del mensaje; sino que consideramos que todos los Sahabas eran honestos y confiables, y que jamás agregaron ni quitaron nada del Islam que aprendieron de su maestro, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
Pruebas de la honestidad y confiabilidad de los Sahabas en el Corán
Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta en español):
· {Al-lahse complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron [a Medina], con aquellos que les socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo [en la fe y las buenas obras]. Éstos también se complacen con Al-lah , y Él les ha reservado jardines por donde corren los ríos, donde morarán eternamente. Éste es el triunfo grandioso.} [Corán 9:100]
· {Los creyentes que emigraron y lucharon por la causa de Al-lah , y aquellos que les refugiaron y les socorrieron, son los verdaderos creyentes; a éstos les serán perdonados sus pecados y recibirán una generosa recompensa.} [Corán 8:74]
· {Por cierto que Al-lah se complació con los creyentes cuando te juraron fidelidad bajo el árbol; y sabiendo la fe que había en sus corazones hizo descender el sosiego sobre ellos y los recompensó con una victoria cercana.} [Corán 48:18]
Estos versículos, entre muchos otros, prueban la honestidad y la confiabilidad de los Sahabas desde los inicios del Islam, así como existen muchos otros versículos que mencionan las virtudes de los creyentes que acompañaron al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en su prédica, en sus esfuerzos económicos, y en ofrecer hasta sus vidas por la causa del Islam.
Pruebas de la honestidad y confiabilidad de los Sahabas en la Sunnah
Dijo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “Aferraos a mi Sunnah y a la Sunnah de los Califas rectos (bien guiados); porque ciertamente toda cosa nueva en la religión es una innovación, y toda innovación es desvío y todo desvío lleva al Infierno”.
Abu Sa’id Al Judri, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: ‘No insultéis a mis Sahabas. Pues, aunque uno de ustedes diese en caridad una montaña de oro, nunca llegaría a igualar ni unos gramos de oro que ellos daban en caridad (porque sus virtudes y fe eran superiores)’”.
Abdullah Ibn Mugaffal, que Al-lah esté complacido con él, dijo: Dijo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “¡Oh Al-lah cuida a mis Sahabah! ¡Oh gente! No los tomen como blanco de sus palabras (vanas y ofensivas) luego de mi muerte. Quien los ame, a mí me amará; pero quien los odie, a mí me odiará. Quien los odie, será mi enemigo; y quien sea mi enemigo, será enemigo de Al-lah ; y quien se atreva a ser enemigo de Al-lah , pronto le caerá su castigo”.
Encontramos un Hadiz donde el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, enseña que su generación y las dos siguientes serían las mejores generaciones del Islam y la nación Islámica en todo aspecto, y por eso dijo: “La mejor de las generaciones (de esta nación) será la mía, luego la que le siga y luego la que le siga, luego se expandirá la mentira”.
¿Cómo debe ser nuestra actitud para con losSahabas?
§ Todo creyente debe amar a los Sahabas, así como el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, los amó.
§ Debemos respetarlos y no hablar mal de ellos.
§ Debemos tratar de conocer más de sus biografías, para así ser como ellos.
§ Debemos recordarlos en nuestras plegarias y pedirle a Al-lah que les dé la mejor de las recompensas.
§ Cuando mencionamos el nombre de alguno de ellos, debemos decir “Radhia Allahu ‘anhu”, que quiere decir: “Qué Al-lah esté complacido con él”. Por ejemplo, “Abu Baker, Radia Allahu ‘Anhu”.
Los creyentes debemos tener siempre una actitud de respeto hacia los Sahabas, porque ellos fueron personas dignas y fieles a la causa de Al-lah , a tal grado de ser capaces de dar todo lo que poseían, incluyendo sus vidas, por amor a Al-lah , a Su Mensajero y a Su Palabra.