La buena conducta, la delicadeza y la buena compañíason cualidades, sobre cuya belleza y el favor de tenerlas los sabios están de acuerdo. Hay abundantes pruebas de la Shari‘ah que afirman el elogio a las buenas costumbres y estimulan a tenerlas; pues ‘Abd Al-lah ibn ‘Amr ibn Al ‘As, que Al-lah esté complacido con ellos, dijo en el Hadiz narrado por Al Bujari, que Al-lah le dé Su perdón, que el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “A quien de vosotros amo más es a quien que posea la mejor conducta.”
El Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, era el mejor de la gente por su buena conducta, el más perfecto moralmente y el más simpático en el trato. Al-lah, Glorificado Sea, lo Describe y Dice (lo que significa): {Y estás hecho de un carácter magnánimo1.} [Corán 68:4], pues no había ninguna característica del bien que el Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, no tuviera de ella la parte más grande. Los Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, describieron su buena conducta en muchos Hadices. ‘Ali ibn Abi Talib, que Al-lah esté complacido con él, dijo en el Hadiz narrado por Al-Tirmidhi, que Al-lah le dé Su perdón: “El Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, era el más paciente y sincero y el de mejor carácter y compañía entre la gente.”
Al-lah, Glorificado Sea, lo Describe con la suavidad con sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos. Al-lah, el Altísimo, Dice (que significa): {Por una misericordia de Al-lah, fuiste suave con ellos.} [Corán 3:159] Pues, en la intimidad con sus Compañeros aparece claramente su buena moralidad, pues atendía la petición del que le pedía, cuando le pedía, y aceptaba el regalo de quien se lo daba con generosidad y recompensaba por ello.
El Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, les hacía amarse a sus compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, y no les alejaba, los cuidaba y los visitaba, y daba a quien se sentaba con él una parte del cuidado y del interés, hasta que cada uno pensaba que no había otro más honrado que él, y nunca se enfrentaba a nadie con algo que le incomodase.
Anas, que Al-lah esté complacido con él, dijo en un Hadiz narrado por Al-Tirmizi y Abu Dawud, que Al-lah les dé Su perdón: “Serví al Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, diez años, y nunca me dijo: ¡Uf!Y nunca me dijo por una cosa que yo hiciera, ¿por qué la has hecho?, ni por una cosa que no hiciera, ¿por qué no la has hecho?”
‘Abd Al-lah ibn Yarir Al Bayali, que Al-lah esté complacido con él, dijo sobre el trato del Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, para con él, en un Hadiz narrado por Ibn Mayah, que Al-lah le dé Su perdón: “Nunca el Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, me impidió entrar a verlo cuando quería desde que abracé la fe musulmana, y nunca me miró sin sonreírme a la cara. Me quejé de que no podía sentarme fijamente sobre los caballos, así que me golpeó con su mano sobre el pecho y dijo ‘Al-lahumma zabbithu wa-y‘alhu hadian mahdian (Oh Al-lah, Dale la firmeza y Hazlo guiado y recto.)’”
Y esto, lo que hemos mencionado de sus buenas costumbres y de su compañía, es una parte muy pequeña de sus innumerables buenas cualidades, que no se puede mencionarlas todas en un artículo o en un libro. Le suplicamos a Al-lah que nos Dé la buena conducta y nos Guíe a las buenas obras.
1. [En palabras de ‘Aishah, que Al-lah esté complacido con ella, “su carácter era el Corán”.]
El Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, tenía unas cualidades que nunca se han reunido juntas en nadie, ni antes ni después de él. ¿Cómo no sería así, si él era la mejor persona y la más digna ante Al-lah, el Altísimo?
Y es que el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, era el más elocuente, el más agradable al hablar, el más rápido en responder a quien preguntaba y el que tenía la más perfecta pronunciación, de tal modo que sus palabras atraían los corazones y fascinaban al espíritu, y cada persona que le escuchó, reconoció esto en él.
Cuando hablaba, lo hacía con palabras precisas y claras, que el oyente podía contar, porque no eran dichas tan rápidas de modo que no se pudieran memorizar, ni tan lentas de modo que el oyente perdiera el hilo del discurso, sino que su modo de hablar era el más perfecto, como lo describió la Madre de los Creyentes, ‘Aishah, que Al-lah esté complacido con ella, pues dijo en un Hadiz narrado por Al Bujari y Muslim, que Al-lah les dé Su perdón: “El Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, no hablaba así como vosotros, sino que hablaba de una manera clara y expresiva, de modo que quien estaba sentado con él memorizaba sus palabras.”
Se confirmó en los dosSahih(de Al Bujari y Muslim)bajo la autoridad de Abu Hurayrah, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “He sido enviado con el discurso conciso pero con mucho significado.” Frecuentemente, repetía sus palabras tres veces para que el oyente lo entendiera y lo comprendiera bien; pues Al Bujari, que Al-lah le dé Su perdón,narró: “Cuando el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, hablaba, repetía sus palabras tres veces, para que se le entendiera, y cuando pasaba cerca de un grupo de personas y les saludaba, les saludaba tres veces.”
El Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, guardaba silencio frecuentemente y no hablaba sino de algo que le signifique una recompensa de Dios. Cuando hablaba, empezaba su discurso y lo terminaba recordando a Al-lah, y hablaba con palabras precisas sin bromear, sin decir ni más ni menos de lo necesario para aclarar lo que se quería decir. Sus palabras no incluyeron obscenidades ni represión.
En cuanto a la risa del Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, pues sólo sonreía, y lo máximo de su risa le hacía abrir su boca hasta enseñar sus dientes molares. Se reía de lo que provocaba risa y se sorprendía de lo que causaba sorpresa.
El llanto del Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, era tan moderado como su risa; pues, ni era llanto con sollozos ni con gritos, así como su risa no era con carcajadas, sino que sus ojos se llenaban de lágrimas hasta que éstas se derramaban, y se oía un silbido de su pecho. El Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, a veces lloraba de misericordia por el difunto, como cuando sus ojos se llenaron de lágrimas por la muerte de su hijo. Otras veces, lloraba por el miedo por su Ummah y por piedad de ella. Otras, lloraba por el miedo de Al-lah, pues lloró cuando Ibn Mas‘ud, que Al-lah esté complacido con él, leyó para él la sura de Al-Nisa’, hasta que llegó a esta aleya en que Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que significa): {¿Y qué pasará cuando Traigamos a un testigo de cada comunidad y te Traigamos a ti [Muhammad] como testigo sobre éstos?} [Corán 4:41]
También, a veces lloraba por su anhelo, su amor y su exaltación de la Majestuosidad de su Creador, Glorificado y Alabado Sea.
Y lo que hemos citado de las cualidades del Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, es sólo un poco de muchas virtudes, que no se puede enumerar en un artículo ni en un libro, y en lo que hemos señalado hay una enseñanza para quien quiera alabar o agradecer a Al-lah.
Se denomina Sahabah, que en español significa “discípulo” o “compañero”, a toda aquella persona que se haya encontrado personalmente con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, haya creído en su profecía y haya muerto como musulmán.
Los Sahabas se dividen, en forma general, en dos grupos, según la época en que se hicieron musulmanes:
a) Sahabas de La Meca: Los sahaba de La Meca reciben el nombre de “Muhayirun”, es decir “emigrantes”, porque tuvieron que emigrar abandonando su ciudad natal e irse a Medina. Ellos fueron los primeros en aceptar el Islam en La Meca.
b) Sahabas de Medina: Reciben el nombre de “Ansar”, es decir “los auxiliadores” o “los que dan la victoria”. Los Ansar son los musulmanes de la ciudad de Medina, quienes recibieron a los Muhayirun como sus hermanos en la fe y los defendieron contra los ataques de los idólatras y judíos.
Importancia de los Sahabas
El Corán y la Sunnah están llenos de testimonios que evidencian que los Sahabas fueron hombres muy virtuosos y veraces. Ellos son los más ilustres del Islam. La dignidad y honra reservada para ellos es tan grande, que Al-lah los escogió para que acompañaran a Su último Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y escucharan el Corán directamente de él.
Los Sahabas han jugado un papel muy importante en la historia del Islam. A continuación mencionaremos algunos de los más importantes aportes de los Sahabas al desarrollo y difusión del Islam:
a) La firmeza de losSahabas engrandeció al Islam. Ellos apoyaron al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en los momentos más difíciles de su misión profética, sacrificaron sus vidas por la causa de Al-lah y Su Mensajero. No ha existido en la historia otro grupo de personas que se sacrificaran tanto por glorificar el nombre de Al-lah.
b) Fue a través de los Sahabas que el mundo aprendió la religión. Ellos establecieron la verdadera Shari´a (Ley Islámica) y transmitieron la Sunna del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Ellos fueron los primeros narradores de Hadiz. Ellos hicieron llegar el Islam hasta los puntos más lejanos del mundo conocido en su época.
c) Los Sahabas preservaron (conservaron) el Corán y las enseñanzas del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Los Sahabas memorizaron el Corán, lo pasaron por escrito y lo enseñaron a los musulmanes que vinieron después de ellos; y éstos, a su vez, lo enseñaron a las siguientes generaciones hasta nuestros días. También preservaron la Sunnah (enseñanzas del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam), la cuidaron y se la enseñaron a las generaciones posteriores.
d) Los Sahabas son el más vivo ejemplo del comportamiento que debe seguir un musulmán. Los Sahabas aprendieron el Islam directamente del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam; y como eran sinceros, pusieron todas sus enseñanzas en práctica. El estudiar sus biografías nos enseña cómo aplicar el Islam en nuestra vida diaria.
Es debido a todas estas grandiosas virtudes de los Sahabas, que todos los estudiosos musulmanes están de acuerdo en que, si un musulmán los insulta o duda de su sinceridad, es un gran pecador; y que si no se arrepiente, Al-lah lo castigará fuertemente en el Infierno.
Las distintas clases de Sahabah
Las pruebas del Corán y la Sunnah son bien claras al respecto de que todos los Sahabas entrarán al Paraíso. Dice Al-lah en el Corán (lo que se interpreta en español): {Al-Lah se complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron [a Medina], con aquellos que les socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo [en la fe y las buenas obras]. Éstos también se complacen con Al-lah, y Él les ha reservado jardines (el Paraíso) por donde corren, los ríos donde morarán eternamente. Éste es el triunfo grandioso.} [Corán 9:100]
Ahora bien, los Sahabas no son todos iguales entre sí, sino que existen distintos niveles de ellos. Los estudiosos musulmanes han establecido estos niveles de acuerdo a los siguientes aspectos:
1. Los primeros en aceptar el Islam, como los cuatro Califas bien guiados.
2. Los que aceptaron el Islam en los primeros años de la vida en La Meca.
3. Los que emigraron a Abisinia (Etiopía).
4. Los que presenciaron el primer pacto de ‘Aqabah.
5. Los que presenciaron el segundo pacto de ‘Aqabah.
6. Los primeros que emigraron de La Meca a Medina.
7. Los que participaron en la batalla de Badr.
8. Los que emigraron de La Meca a Medina luego de la batalla de Badr y hasta el pacto de Hudaibiah.
9. Los que participaron en el juramento de Ridwan.
10. Los que emigraron luego del pacto de Hudaibiahy hasta la conquista de La Meca.
11. Los que aceptaron el Islam luego de la conquista de La Meca.
12. Los niños que vieron al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, durante la conquista de La Meca y la peregrinación de despedida.
El mejor de los Sahabas fue Abu Bakr, que Al-lah esté complacido con él; luego ‘Omar, luego ‘Uzman, luego ‘Ali; luego los diez que recibieron la buena noticia en vidade que irían al Paraíso, luego los que participaron en la batalla de Badr, luego los que participaron en Uhud, luego los que participaron en el pacto de Ridwan, y luego los que les siguieron.