Dios dice que responde a las personas cuando lo invocan, pero no cuando invocan a otros.
A menudo escuchamos de personas que ni siquiera son creyentes que invocan a Dios en tiempos de angustia, como cuando se enfrentan a la muerte.
Aunque estas personas generalmente son mushriks (aquellos que asocian a otros con Dios), si invocan a Dios en un momento de necesidad, Él les responde.
Dios dice:
Pregúntales: «¿Quién podrá salvarlos de las tinieblas de la tierra y del mar [cuando viajan] y Lo invocan en público y en secreto, diciendo: ‘Si nos salvas de esta, estaremos agradecidos’?» Diles: «Solo Dios los puede librar de esas situaciones y de toda otra aflicción. Pero a pesar de eso, luego [cuando se sienten a salvo] vuelven a adorar otras divinidades junto a Él». (Corán 6: 63-64)
También nos dice en el capítulo 14, versículo 34:
Él les ha dado todo cuanto Le han pedido. Si intentaran contar las bendiciones de Dios no podrían enumerarlas. El ser humano es injusto y desagradecido.
Sin embargo, si una oración se dirige a alguien que no sea Dios, ya sea Jesús, María, un santo, un ídolo, un antepasado o cualquier otra persona, la oración es inútil.
Dios dice:
Solo Él tiene el verdadero derecho a ser invocado, y aquellos [ídolos] que invocan en lugar de Dios no podrán responder sus súplicas. [Su ejemplo] es como quien extiende sus manos [frente a un pozo profundo de agua] creyendo que ésta vendrá a su boca, pero esto es imposible. Las súplicas [a los ídolos] de los que se niegan a creer son en vano. (Corán 13:14)
Dios es Ar-Rahman, que se traduce de varias maneras como «El Más Misericordioso», «El Más Compasivo». Esa misericordia se extiende a todas Sus criaturas: musulmanes y no musulmanes, humanos y no humanos, vivos y no vivos.
Es por eso que tenemos nuestros cinco sentidos, nuestro sustento, la lluvia, el cambio de día y de noche, y todas las innumerables recompensas que nos da nuestro Creador.
Pero, ¿qué pasa con esos millones de personas en todo el mundo que dicen que Jesús o tal y tal santo respondieron sus oraciones? Lo que obtuvieron en respuesta a esas oraciones no fue más que lo que ya estaba escrito para ellos.
Incluso si no hubieran rezado, lo hubieran tenido. Nada sucede por casualidad o por el azar. Dios tiene el control total del destino de cada ser vivo.
Solo la súplica sincera a Dios puede cambiar lo que está escrito.
Entonces, Dios responde a los no musulmanes cuando le piden algo. Pero si están pidiéndole a alguien más, ya sea Jesús, María o cualquier otro santo o dios, cualquier cosa que obtengan es solo lo que ya estaba escrito para ellos.
Enseño un curso de desarrollo profesional en una escuela secundaria en Michigan. Aunque la escuela no es una escuela islámica, la mayoría de mis alumnos son musulmanes.
También son en su mayoría hijos de inmigrantes, viven en un área de bajos ingresos y enfrentan desafíos únicos porque son hijos musulmanes de inmigrantes en una comunidad de bajos ingresos.
Mis alumnos quieren ser «exitosos» y, por lo general, su definición de éxito alude a la estabilidad financiera y al orgullo de sus padres.
Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con la oración?
Quédate conmigo aquí. Una declaración repetida que escucho de mis alumnos es «Tengo que trabajar duro… estar decidido… persistir».
En otras palabras, mis alumnos saben que el éxito requiere perseverancia y paciencia.
Y a pesar de que son la mayoría musulmanes, no creo que todos sepan que el éxito también requiere Salah (oración). ¿No me crees? Déjame presentarte uno de mis versos favoritos del Corán:
{¡Oh, creyentes! Busquen ayuda en la paciencia y la oración; que Dios está con los pacientes.} (Al-Baqarah 2: 153)
¿PUEDO ESFORZARME SIN SALAH?
Existe sin duda un vínculo directo entre el éxito mundano y la Salah. Ahora, ¿eso significa que si rezas, tienes garantizado el éxito mundano?
¡No! Pero, significa que la Salah es la diferencia entre perseguir un éxito que Dios garantiza que nunca te satisfará (dinero, fama, prestigio y poder) y un éxito que dará riqueza al corazón en este mundo y los tesoros del próximo mundo.
DE ACUERDO… ENTONCES, ¿CÓMO ME MOTIVO A REZAR REGULARMENTE?
Recuerdo que antes de llegar a la pubertad, nunca solía rezar con regularidad. Incluso cuando rezaba, era casual. Lo admito, era vago.
Pero en el momento en que me hice islámicamente responsable de mis acciones, fue como si hubiera un cambio. Desde ese día, nunca retrasé intencionalmente una Salah más allá del tiempo requerido.
Por lo tanto, podría darte consejos sobre cómo despertarse para el Fajr o cómo rezar las oraciones Sunnah regularmente, pero tenemos que abordar la base del problema.
ENTONCES, TE HABLARÉ DE LA FORMA EN QUE HABLO CON LAS PERSONAS QUE REALMENTE AMO:
La Salah es hermosa en su esencia. Es un descanso en los días ocupados, en momentos que Dios literalmente apartó para que lo adoremos de la manera que decidió que era la mejor.
Pero, a veces no apreciamos esa belleza, por lo que no contamos con ella como un factor motivador para que recemos.
En pocas palabras, el mayor factor de motivación es que la Salah es una orden de Allah y negar la Salah es negar una orden de Allah.
A veces, realmente debemos recordarnos el temor reverente que deberíamos tener ante Allah Todopoderoso. Irrespetar un pilar del Islam es un riesgo que nadie debería estar dispuesto a correr.
De hecho, el Profeta (que la paz y las bendiciones sean con él) nos dijo «Entre un hombre y el shirk (politeísmo) y el kufr (incredulidad) se encuentra su descuido de la oración». (Sahih Muslim)
Regularmente me recuerdo que lo primero que se nos preguntará en el Día del Juicio es acerca de nuestra Salah. El Profeta (que la paz y las bendiciones sean con él) explicó que si nuestra Salah es sólida, el resto de nuestro juicio en ese día será sólido.
En otras palabras, nuestra Salah puede dar un indicio de nuestro destino en el más allá.
¿CON QUÉ DEBO COMPROMETERME?
Para respetar la inmensidad del mandato de Allah, debemos establecer el criterio apremiante para nosotros mismos de que nunca perderemos una Salah.
¡Si! ¡Tenemos que decirlo! Reavivar ese sentido de urgencia significa levantarse para hacer el wudu incluso cuando realmente no quieres.
Significa pausar tu película o incluso perder parte de tu programa de TV porque no deberíamos sentirnos cómodos esperando que aparezcan los comerciales.
Significa configurar múltiples alarmas en tu teléfono para recordarte la Salah que pierdes con más frecuencia.
Significa encontrar las incómodas escaleras y cuartos traseros para rezar en el trabajo y la escuela y luchar contra el sentimiento de vergüenza cuando tu compañero de trabajo te encuentra con el pie en el fregadero.
Significa recordarte que cumplir con esas cinco Salah es lo mínimo absoluto que podemos hacer por todas las bendiciones que Él nos otorgó.
E incluso si nuestra vida estuviera completamente desprovista de algo que viéramos como bueno, Allah todavía sería digno de nuestra Salah.
TU ORACIÓN IMPORTA
Y también significa confiar en la misericordia de Allah y saber que tu esfuerzo significa algo para Allah.
Shaitan intentará robar tu fe convenciéndote de que tu Salah no es digna o válida si es retrasada. No dejes que gane. Reza incluso cuando sea más tarde y luego vuelve a comprometerte a rezar a tiempo.
Y si fallas nuevamente, reza y vuelve a comprometerte. Y hazlo una y otra vez.
¡Tu lucha es válida y es un medio de mayor recompensa!
Te dejo con las palabras de nuestro Señor:
{Recita lo que se te ha revelado del Libro y cumple con la oración, porque la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables. Tener presente a Dios [en el corazón durante la oración] es lo más importante. Dios sabe lo que hacen.} (Al-‘Ankabut 29:45]