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Como conversa, puedo apreciar y comprender los sentimientos que una nueva musulmana puede experimentar cuando se enfrenta con el hijab (código de vestimenta musulmán).





Cuando una joven regresa al Islam y toma la decisión de decir la shahadah (declaración de fe), hay varias cosas que debe hacer como mujer musulmana.





Una de estas cosas es pensar en su hijab.





Dios dice en el Corán:





{Dile a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer obscenidades, no muestren de sus atractivos [en público] más de lo que es obvio, y que dejen caer el velo sobre su escote, solo muestren sus encantos a sus maridos, sus padres, sus suegros, sus hijos, los hijos de sus maridos, sus hermanos, sus sobrinos por parte de su hermano y de su hermana, las mujeres, las esclavas, sus sirvientes hombres que ya no tengan deseo sexual y los niños que todavía no sienten atracción por el sexo. [Diles también] que no hagan oscilar sus piernas [al caminar] a fin de atraer la atención sobre sus atractivos ocultos. Pidan perdón a Dios por sus pecados, ¡oh, creyentes!, que así alcanzarán el éxito} (Corán 24: 31)





Este versículo del Corán se hizo tan simple de entender por Dios que establece las reglas del hijab y quién puede verte islámicamente sin usarlo.





Este versículo también destaca cómo se debe usar el hijab, cubriendo tus senos. También destaca que el hijab es una forma de vida y no solo sobre cubrirse el cabello, es sobre cómo las mujeres se comportan con los demás; no deben golpear con sus pies para llamar la atención sobre sus adornos.





Personalmente, siento que el hijab es una parte muy importante del Islam y de ser musulmana.





Sin embargo, como conversa, puedo entender lo difícil y abrumador que puede ser un velo. Si eres una nueva musulmana o estás pensando en convertirte en una nueva musulmana, entonces comprende que el hijab es obligatorio, pero no te apresures a usarlo, ya que, según mi experiencia, para usar el hijab debes entender por qué tienes que usarlo.





¡UN MILLÓN DE LIBRAS!




Cuando me convertí al Islam, una amiga muy cercana que estaba conmigo cuando declaré mi shahadah me explicó acerca del hijab de una manera sencilla. Ella dijo que si tuvieras un millón de libras, ¿lo dejarías fuera para que todos lo vieran y tomaran algo cuando quisieran? Yo respondí que no.





Luego preguntó por qué protegerías el dinero más de lo que estás dispuesto a protegerte. El hijab te protege de las personas que toman pequeños pedazos de ti cuando lo desean.





Cuando me dijo esto, entendí por qué era importante cubrirse con el hijab. A medida que crecía mi fe, me volví más segura al usar el hijab.





Como conversa, puedo apreciar que muchas nuevas hermanas musulmanas no usan el hijab al principio debido a sus circunstancias. Esto es lo que sucedió en mi caso; Me convertí en noviembre del 2010 y mantuve mi conversión en secreto de mi familia, lo que dificultó mucho el uso de hijab.





Comprendí que necesitaba poner a Dios primero, así que me comprometí lo mejor que pude. Solía salir de la casa sin hijab y luego corría a la vuelta de la esquina y me lo ponía, la situación no era la ideal, pero era lo que me convenía en ese momento.





No recomendaría a nadie que mienta sobre su conversión o que se la oculte a su familia, ya que esto puede dificultar la práctica del Islam. Cuando te pongas el hijab, debes confiar en ti misma para saber que has tomado la decisión correcta y que in sha Allah Dios te recompensará por dar ese gran paso.





Para ayudar a aliviar cualquier ansiedad que puedas tener sobre el hijab, creo que tratar de ponerlo de diferentes maneras puede ayudarte a aceptar la apariencia física del hijab y lo que se siente mejor para ti.





La mejor manera de lidiar con los comentarios negativos es ignorarlos y levantarte y decir «Dios, protégeme de Satanás el maldito», y esto calmará tu ira, in sha Allah. Sé humilde y piadosa en estos tiempos.





EL HIJAB EN EL TRABAJO




El hijab en el lugar de trabajo puede ser otro obstáculo que una hermana debe superar. Trabajé en una tienda de moda en el momento de mi conversión y al principio no usaba el hijab. Siempre tuve mucho miedo de lo que otros pensarían y cómo reaccionarían a mi conversión, siempre he pasado por la vida agradando a las personas.





Comencé a dejar pistas a mis colegas preguntándoles qué pensaban sobre el hijab y las mujeres musulmanas, y decían que les parecía feo y que los esposos las obligaban a usarlo. Esto me hizo enojar porque juzgaban sin conocer a las personas.





Esto me hizo sentir aún más ansiosa por trabajar con mi hijab puesto. Como trabajaba en una tienda de moda, había que seguir un cierto código de vestimenta que a menudo consistía en vestidos y faldas.





Inmediatamente cambié mi forma de vestir para el trabajo tan pronto como tomé mi shahadah optando por pantalones y blusas de manga larga. Esto no funcionó bien con los gerentes y supervisores porque alegaron que no encajaba o no daba la talla.





Había sido musulmana tres meses y vestía mi velo fuera del trabajo y luego me lo quitaba por miedo a lo que dirían. Ahora me doy cuenta de que esto estaba mal, pero así fue como hacía frente a las cosas en ese momento.





Después de ser musulmana durante tres meses, me ofrecieron un trabajo permanente en la tienda. Aunque me encantaba trabajar allí y ayudar a las personas a elegir la ropa, quería un nuevo comienzo con mi hijab.





Decidí rechazar la oferta y me fui. Volví a entregar mi currículum a más tiendas de moda que anteriormente me dio 7 entrevistas de trabajo. El mismo CV con hijab no me dio ninguno. Aunque es ilegal discriminar, las personas seguirán teniendo sus prejuicios sobre los musulmanes.





CONSEJO




Te aconsejo que persistas y defiendas tus derechos como mujer para que seas tratada por igual. Finalmente conseguí un trabajo que me ayuda a mí y a mi esposo a salir adelante; es agradable realmente, ambos trabajamos a tiempo parcial juntos mientras estudiamos en la universidad el resto del tiempo.





Otra razón por la que usé hijab es para ser reconocida como musulmana, ya que estaba orgullosa de mi religión. Tan pronto como vestí mi hijab, las hermanas que eran musulmanas pero que lo mantenían en secreto también se hicieron públicas acerca de su conversión y a menudo acudían a mí en busca de ayuda o preguntas sobre el Islam.





El hijab también me facilitó hacer Daawah, ya que la gente reconoció la lucha por la que había pasado para convertirme en musulmana y yo era la prueba viviente de que los miembros de tu familia no necesariamente te repudiarán, aprenderán a aceptarte.





Me puse el hijab por completo cuando le dije a mi familia, que fue tres meses después de mi shahadah.





Mi consejo para cualquier musulmana que esté luchando con el hijab es que se tome un día a la vez y recuerde que es entre tú y Dios Todopoderoso, y Él es el Sabio y el Sabelotodo.





Él sabe lo que hay en tu corazón y tus más profundos secretos, conoce tus intenciones, así que in sha Allah intenta usar el hijab y que Allah te lo haga fácil.





Ameen.





Las mujeres musulmanas que usan hijab en países no musulmanes u occidentales a menudo pasan sus días soportando la grosería de que se les mire fijamente, burlas o, a veces, incluso son agredidas físicamente.





Desafortunadamente, esto es parte de la vida cotidiana de muchas mujeres musulmanas que usan hijab, lo que a veces puede incluir una serie de preguntas molestas que de alguna manera parecen alcanzar su punto máximo durante los calurosos meses de verano, como por ejemplo la incesantemente pregunta hecha: «¿No sientes calor en verano? ¡Hace 45 grados afuera!» Momento para controlar el impulso de poner los ojos en blanco (rodar los ojos)…





Entonces, aprovechemos la oportunidad para responder al cliché de que las musulmanas deben estar muriendo bajo su hijab cuando hace calor.





EN SUS MARCAS, LISTOS, ¡FUERA!




Usar hijab, como cualquier otro acto de adoración, requiere fuerza de voluntad, fe y autodisciplina. Las mujeres que se cubren deben mantenerse fuertes, firmes contra los susurros de shaytaan y ser diligentes en protegerse de los ataques verbales o físicos de aquellos que intentan causar daño debido a cualquier concepto erróneo que puedan tener contra el Islam.





Hacer esto requiere la voluntad de superar la falta de automotivación para responder a la orden del Todopoderoso, el desafío moderno de las mujeres musulmanas, o la yihad contra nuestros caprichos.





Recuerda que el hijab es un símbolo de piedad. También es un testamento de gran fuerza interior y fortaleza.





Una mujer con hijab se convierte en una representación del Islam reconocible al instante.





Si bien la islamofobia continúa generando representaciones negativas de los musulmanes y el Islam en las plataformas de redes sociales y en las pantallas de televisión y teatro, podemos aprovechar la oportunidad de utilizar las preguntas inevitables para nuestra ventaja respondiendolas con humildad y franqueza.





A través de las redes sociales hay infinitas oportunidades para llegar a personas que quizás no conozcan el Islam, los musulmanes o el Corán. Muchos no musulmanes nunca han conocido a un musulmán en persona, pero pueden saber «de» ellos, leer sobre ellos, o incluso pueden haberse involucrado con ellos o «haberse hecho amigos» de ellos.





MÁS QUE UN PAÑUELO EN LA CABEZA




El Islam es conocido como una religión relacionada con la interrelación comunitaria y los límites morales. Por lo tanto, el hijab, o velo, tiene la intención de garantizar que se respeten los límites morales entre hombres y mujeres no relacionados.





En este sentido, el término hijab significa más que velo o pañuelo. Más allá de ser parte de un «código de vestimenta», simboliza la modestia, o haya’ en árabe.





Si bien los hombres musulmanes pueden integrarse fácilmente en cualquier sociedad, debido a su mayor visibilidad, una mujer musulmana que usa hijab suele estar en primera línea; forzada a defender no solo su decisión de cubrirse, sino también el Islam.





Es por eso que debemos ser diligentemente pacientes e inteligentes al responder preguntas.





{Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Argumenta de la mejor manera. Tu Señor sabe bien quién se extravía de Su camino y quién sigue la guía} (An-Nahl 16:125)





OPORTUNIDAD PARA CONCIENTIZAR




Al intentar responder a preguntas sobre el uso de hijab, puede ser un desafío abstenerse de revelar esa molestia instintiva interna al decir: «¡Oye, está bien usar tu cerebro para pensar en lo ridículo de tus preguntas antes de preguntar!»





Realmente, preguntas como «¿No quieres vestirte como una persona normal?» o «¿Estás calva debajo de ese pañuelo?» provocan muchas respuestas que no son adecuadas para compartir.





En cambio, haz una pausa para respirar (¡tal vez haz rápido una duaa para tener paciencia!); intenta ver el interrogatorio como una oportunidad para promover tu religión; e imagínate cosechando las recompensas por ser paciente.





{¡Oh, creyentes! Busquen ayuda en la paciencia y la oración; que Dios está con los pacientes} (Al-Baqarah 2: 153)





Recuerda, si una mujer musulmana que usa hijab usa un lenguaje incorrecto, ella sería descuidada en reconocer que uno de los propósitos del hijab es ayudar a las mujeres a mantener su dignidad y honor.





LA VERDADERA LIBERACIÓN DE LA MUJER




Sabemos que el Islam liberó a las mujeres mucho antes que Occidente y sus ideologías del feminismo.





Las ideologías occidentales les enseñaron a las mujeres que el propósito de sus vidas es exhibirse, atraer y ser bellas para los hombres. Pero la verdad es que el cuerpo y el alma de una mujer fueron creados para algo mucho más alto. El Todopoderoso dice:





{¡Oh, seres humanos! Los he creado a partir de un hombre y de una mujer, y los congregué en pueblos y tribus para que se reconozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Dios es el de más piedad. Dios todo lo sabe y está bien informado de lo que hacen} (Corán 49:13)





El honor de una mujer no se valora por su relación con los hombres, tampoco por ser como ellos o complacerlos al revelar sus cuerpos o cabello; tampoco se valora por el tamaño de su cintura o la cantidad de hombres que la quieren.





Su valor como ser humano se mide en una escala más alta, una escala de rectitud y piedad.





Entonces, mantén la cabeza tapada en alto y explica firmemente que en el Islam, las mujeres son apreciadas por su conocimiento, piedad y contribución a la sociedad.





Responder al llamado del hijab enriquece la calidad de vida de un musulmán. Ten la seguridad de saber que las ventajas superan con creces cualquier desventaja provocada por el prejuicio de los medios o la ignorancia general.





{¡Oh, creyentes! Obedezcan a Dios y al Mensajero cuando los invitan a practicar aquello que les da vida} (Al-Anfal 8:24)





PENSAMIENTOS FINALES




La próxima vez que tengas dudas sobre cómo responder sobre cuán calurosa estás usando hijab en verano, piensa en los beneficios. Pero también reflexionar sobre cómo responder con amabilidad y paciencia puede ayudar a otros a comprender mejor nuestra hermosa fe.





Sé una embajadora del Islam. Renueva tus intenciones y exponte con valentía, humildad, integridad y paciencia; Allah el Todopoderoso, el Protector, está a tu lado.





Ser criada en un país no musulmán ciertamente tiene sus desafíos. Más aún si eres una joven hijabi. El aumento actual de la ola derechista hace que sea más difícil ser un musulmán visible. El terrorismo, opresión y fundamentalismo son solo algunas de las palabras de moda que acompañan las discusiones sobre las mujeres musulmanas. Particularmente para aquellas de nosotras que hemos optado por ponernos el velo o el hijab. En realidad, nada podría estar más lejos de la verdad.





PONIÉNDOSE EL HIJAB




Las vacaciones de verano terminaron y la escuela acaba de comenzar. Con el nuevo año escolar llega la muy esperada resolución de usar nuestro hijab. Para algunas de nosotras, es la primera vez.





Hay muchos temas para discutir en este grupo de esta edad, especialmente para las mujeres. Sin embargo, me gustaría en este artículo cubrir, incluso a la ligera, el tan debatido tema del hijab.





Hablando por experiencia, es seguro decir que nada define la autoimagen y la identidad como los desafíos que enfrentamos en nuestra adolescencia y años decisivos. Esto incluye nuestra escuela secundaria y universidad. Es allí donde luchamos más, elegimos comprometernos, resistimos y obtenemos conocimiento; particularmente, conocimiento sobre nuestra religión.





¿Así que qué hacemos? ¿Qué es lo esperado?





¿Cómo respondemos las preguntas de manera simple pero informativa? ¿Qué son las Hijabis?





EL HIJAB CUBRE EL CABELLO, NO EL CEREBRO




Como típicas chicas musulmanas que usan el hijab, no debemos preocuparnos por cómo peinarnos. Lo que nos preocupa es el hecho de que nos están observando las decenas de personas que vemos a diario, ya sea en la escuela, la universidad o el trabajo.





Desde odiar la forma en que nos vemos, hasta no sentirnos seguras, preocupadas por no encajar, la lista podría continuar. Ten la seguridad de que no eres solo tú. Es normal sentir dudas e inseguridades al usar nuestro hijab.





Por eso es importante que nos preparemos con anticipación y leamos las experiencias de las demás y lo que se hizo para superar ese desafío. Prepararnos para preguntas como «¿No tienes calor?» o «¿Te sientes menos bella o menos atractiva?» es una buena idea. Ten en cuenta que los que preguntan pueden ser realmente sinceros, atentos y con ganas de saber y aprender.





Esta es tu oportunidad de ser una embajadora del Islam. Recuerda que las acciones hablan más que las palabras. Por lo tanto, mirar con enojo a los que hacen preguntas realmente no es suficiente si quieres dar una buena impresión. Hay innumerables ejemplos de hijabis que han tenido éxito donde viven y son el epítome del éxito. Cubrirse la cabeza no significa cubrirse el cerebro.





CONSEJOS Y SOLUCIONES




Deberíamos rodearnos de quienes apoyan nuestra decisión. Al igual que muchos otros movimientos sociales, las mujeres utilizan las redes sociales en particular para abordar cuestiones que incluyen las desigualdades de género en la sociedad.





Nosotros también podemos crear un grupo de Whatsapp o Facebook para encontrar motivación. Aprovecha las redes sociales y comparte tus experiencias, expectativas y dudas.





Comprende que estamos obedeciendo las órdenes de Allah y que solo el bien puede salir de ello. Así como Allah ordenó oraciones y ayunos, también nos ordenó usar hiyab.





Recuerden chicas, los hombres también son ordenados por Allah con cosas que incluyen bajar la mirada. Allah es misericordioso y ama Sus creaciones por igual.





Al contrario de lo que la gente podría decir, cubrirse y vestirse modestamente es obligatorio en el Islam. Ser musulmán significa que nos esforzamos constantemente por fortalecer nuestra fe y mejorarnos religiosamente.





Date cuenta de que complacer a Allah siempre es mejor que complacer Sus creaciones. Somos mucho más que nuestra apariencia y no importa cuán difícil sea, mantenemos nuestro hijab por una razón, por Allah.





¿QUÉ PIENSA ALLAH?




Independientemente de si usamos hijab o no, es normal que nos preocupe lo que piensan los demás. Bueno, ¿alguna vez hemos pensado realmente en lo que piensa Allah? Adquiere el hábito de preocuparte no por el tamaño del pecado sino por la grandeza de contra Quién se hizo.





Por cada lucha que tengamos para mantener el hijab, seremos recompensadas y eso valdrá la pena. Nunca olvides que esta vida es corta y es una prueba.





Está bien tomarnos nuestro tiempo, luchar y equivocarnos, siempre y cuando nuestras intenciones sean sinceras, y continuemos intentándolo.





Cuando entendamos completamente a qué nos enfrentamos, el desafío se vuelve aceptable y más fácil de superar.





A veces ser hijabi puede ser difícil, especialmente cuando se trata de la moda. Después de todo, ¿quién no quiere encajar y sentirse elegante y segura?





Incluso si somos hasta cierto punto amantes de la moda, siempre habrá ese momento, cada dos semanas, en el que no nos sentimos seguras de nosotras mismas y de lo que usamos. Pero mira a tu alrededor, le sucede a todos y la sensación no es exclusiva de quienes se ponen el hijab. Tampoco es exclusivo de las mujeres.





Algunas mujeres dicen que temen ser discriminadas y hostigadas por parecer demasiado musulmanas en el mundo no musulmán. Otros pueden rechazar totalmente que las musulmanas tengan que cubrirse. Lo que quiero destacar es que vale la pena. Allah pone a aquellos a quienes ama a través de estas pruebas.





ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE




No pierdas la esperanza. Mantente fuerte en lo que estás haciendo, especialmente si es por Allah. Créelo y acéptalo con tu corazón, no solo tu mente y lo que te propones lograr será más fácil.





La vida es corta. El Yannah es para siempre. No permitas que el día de tu muerte sea el primer día que estés cubierta. ¡Hazlo ahora!



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