La ansiedad es parte de la vida. De hecho, Allah dice en el Corán:
Y todo lo he creado en pares, para que reflexionen. (51:49)
Esto no es solo para las cosas físicas tangibles como los seres vivos, sino también para los aspectos emocionales y espirituales más sutiles de nuestras vidas.
La vida tiene alegría, la vida tiene dolor. Hay buenos tiempos, hay malos tiempos. Hay facilidad, hay dificultad. Es todo un ciclo, como el día y la noche.
Sin embargo, hoy en día, un número cada vez mayor de hombres y mujeres jóvenes padecen problemas de ansiedad que son claramente diferentes a los de generaciones pasadas.
Vale la pena señalar antes de seguir adelante que la ansiedad también puede ser parte de una variedad de enfermedades, y este artículo no sustituye ningún consejo médico.
Este artículo solo analizará la ansiedad general que sufren los jóvenes debido a las circunstancias de la vida.
Al crecer, hay ansiedades relacionadas con la casa. ¡Desobedecer a los padres es una, ser malentendido es otro, sacar malas notas también! Existe la ansiedad de cómo tratar con parientes que no conocemos tan bien, de conocer gente nueva y, lo peor de todo, las expectativas que nos impone la sociedad.
Las ansiedades de estudiar, hacerlo bien, «mantener la brillante reputación de la familia» duran casi hasta el final de la universidad. En el futuro, existe la ansiedad de saber si nuestro título será suficiente para conseguir un buen trabajo, o para aquellos más audaces, si el negocio o la nueva empresa realmente serán un éxito o no.
Es entonces cuando surge la ansiedad de saber si el dinero llegará cada mes o no, la idea de tener que encontrar un cónyuge, lograr que la familia esté de acuerdo y casarse.
¡Después del matrimonio hay un vínculo matrimonial que cuidar, suegros con los que tratar, hijos que cuidar!
Con todo, la ansiedad está integrada en nuestra sociedad. ¡Especialmente, nuestra sociedad capitalista que espera de nosotros la perfección completa en todas las formas de nuestras vidas!
¡Un creyente también tiene otras ansiedades espirituales! Si un acto es halal o haram, si el trabajo que está haciendo es ético o no, si su estilo de vida va bien con el Islam y la etiqueta islámica, etc.
Obviamente también existe la ansiedad de si Allah acepta nuestras obras. Las ansiedades religiosas son parte de nuestra fe y parte de lo que nos perfecciona como seres humanos. Si no estuviéramos ansiosos y temerosos del castigo de Allah, estaríamos haciendo todo lo malo en la tierra. Por lo tanto, nos ayuda a crecer como seres humanos y como musulmanes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, como musulmanes, también somos parte de una fe que se basa en la esperanza, y es una fe que cree en un Dios que se presenta como Ar-Rahman Ar-Rahim, el Más Compasivo, el Más Misericordioso.
Se llama a Sí Mismo Rabb en el primer verso del Corán, un término que significa muchas cosas, pero una de ellas es que Él es quien nos ha nutrido y cuidado para llevarnos a donde estamos hoy.
¡Entendiendo eso, veremos una fórmula que hice, llamada fórmula «RSH»!
R ES DE REFLEXIONAR
Reflexiona sobre quién es tu Señor.
Reflexiona sobre quién es el que te ha nutrido. Cuando el Profeta (la paz sea con él) estaba triste, cuando los Compañeros (que Allah esté complacido con ellos) estaban tristes, deprimidos o simplemente inseguros de la vida, Allah les recordó que reflexionaran. Les recordó que reflexionaran sobre el pasado y cómo Allah los favorecía, y que reflexionaran sobre los signos en la naturaleza.
Reflexiona hoy sobre cómo eras un niño que no tenía posibilidades de sobrevivir, y cómo Allah te cuidó con una madre. Reflexiona cuando las cosas parecían imposibles y, sin embargo, Allah te ayudó a superarlo.
En tiempos de ansiedad, reflexiona sobre el hecho de que Allah es quien dice «Sé» y todo es. Comprende a Su Majestad y sabe que Él está por encima de todo. Sea lo que sea lo que nos preocupa, está en manos de Aquel a quien olvidamos.
Reflexiona sobre cómo Allah ha perfeccionado la creación, cómo ha hecho el día y la noche, cómo envía lluvia para regar los cultivos y cómo ha embellecido la tierra. Él está cuidando el universo, ¿no puede cuidarnos?
S ES DE SABER
Sabe que Allah es el Escritor de tu historia. Sabe que ni una hoja cae sobre la tierra sin Su conocimiento. Y sabe que cuando todo lo demás falla, Él está allí cuidándonos. Él es el amigo guardián de los que creen.
Él es Al-Latif, el que cuida sutilmente a Sus siervos de una manera que no podemos entender. Sabe que lo que te preocupa es en realidad la historia escrita por el mejor de los Narradores.
Recuerda las historias en el Corán. Cuando el Profeta Yusuf (la paz sea con él) estaba en el pozo, en la oscuridad y entre los insectos, ¿habría entendido alguna vez que todo esto era parte de Su plan para convertir a Yusuf un día en un líder en Egipto? ¡No, no lo sabía!
Cuando miramos hacia adelante en nuestras vidas y vemos solo oscuridad, debemos recordar que si bien no sabemos lo que nos depara el destino, Allah lo sabe. El Más Misericordioso, el Más Generoso sabe lo que está por venir y:
Quien deposite su confianza en Dios, sepa que Él le será suficiente. (Corán 65: 3)
Sabe que todo lo que permite que suceda tiene un propósito, incluso si no lo entendemos. Una vez escribí un pequeño poema sobre tiempos de incertidumbre. Una copla de ese poema dice así:
«En tiempos de incertidumbre, aprendo que Dios está conmigo
Al no ver el camino, me preocupo mientras El Más Generoso escribe mi historia»
H ES DE HACER
Reflexiona sobre Su Majestad y sabe que Él tiene el control. Eso te permite saber que hagas lo que hagas, siempre que lo hagas por Allah, y mientras confíes en Él en el camino, no te perderás. ¡Ahora haz tu propia parte! Haz tu parte y confía en Allah.
«Da lo mejor de ti Y a Allah, deja el resto
Los resultados están en Su mano. Solo deja tu huella en la arena”
Hacer involucra tanto los actos espirituales como los físicos. Por ejemplo, si es un examen lo que te está preocupando y poniéndote ansioso, tómate un tiempo para rezarle a Allah para que te dé fuerzas. Toma un libro sobre du’a y recita los du’as para estudiar, para la ansiedad. Y al mismo tiempo, haz tu mejor esfuerzo. Estudia, para que, por voluntad de Allah, todo salga bien al final del día.
El problema de la ansiedad es enorme, y no debe resolverse con un solo artículo. Esto solo nos da un marco sobre cómo debemos actuar y cómo debemos pensar en momentos en que estamos ansiosos por cómo van a ser nuestras vidas.
(Del archivo de Discovering Islam)