¿Qué es lo que más quieres en la vida?
¿Dinero? ¿Una vida romántica aventurera con el cónyuge de tus sueños? ¿Convertirte en una celebridad?
Realmente no. Estas cosas son solo los medios para obtener lo que más queremos en la vida–y esas cosas son la felicidad, paz y satisfacción. Y sin embargo, vivimos en una era en la que se está volviendo rápidamente en lo más difícil de conseguir y conservar.
Hay mucha investigación secular sólida sobre los efectos de la espiritualidad y la práctica de la religión en la salud mental. Como el Islam es la verdadera religión, tiene el efecto más positivo en la salud mental. Después de todo, ¿quién mejor sabe qué puede hacernos felices más que nuestro propio Creador? Muchas áreas de creencias y prácticas islámicas nos ayudan a fortalecernos mentalmente.
Las siguientes son solo algunas de las innumerables formas en que las creencias y prácticas islámicas mejoran nuestro bienestar psicológico.
LA CULPA VERSUS EL PERDÓN DE DIOS
La culpa es una parte debilitante y, a menudo, una posible causa de enfermedades mentales como la depresión y el Trastorno por estrés postraumático. La culpa excesiva puede causar parálisis mental en una persona sana, que afecta todos los aspectos de la vida, desde el trabajo hasta las relaciones personales.
¿Qué haces cuando tienes un pecado o una injusticia en tu libro de hechos? Una persona que hizo algo malo en el pasado a menudo puede encontrar muy difícil perdonarse a sí mismo. Sigue recordándolo una y otra vez, hasta que un día se ve obligado a suicidarse.
Pero, ¿y si él creyera firmemente que el Señor del Universo está listo para perdonarlo, si solo se lo pidiera? Sería mucho más fácil para él perdonarse a sí mismo y comenzar de nuevo.
El Islam enseña que Dios perdona todos los pecados mientras estés vivo. La puerta al arrepentimiento permanece abierta hasta su último aliento, o hasta que llegue el Día del Juicio.
No importa lo que hayas hecho en el pasado, siempre puedes borrarlo de tu registro y comenzar a llenar tu libro de acciones nuevamente.
NADIE LLEVA LA CARGA DE OTRO
¿Eres responsable de lo que otros sienten, dicen o hacen? Sentirse culpable por las acciones de otras personas es el resultado de un tipo de pensamiento negativo llamado personalización. Una madre piensa que es su culpa que su hijo beba alcohol y vaya a clubes nocturnos, aunque siempre haya hecho todo lo posible para darle una buena educación moral. ¿Será ella responsable de los pecados de su hijo en el Día del Juicio?
Según el Corán, definitivamente no.
Quien cometa un pecado lo hace en detrimento propio, y nadie cargará con los pecados ajenos. (6:164)
Haz lo mejor que puedas por tus seres queridos. Intenta ser una influencia positiva en sus vidas. Pero, si después de todos tus esfuerzos aún eligen tomar decisiones equivocadas, no dejes que su error te haga sentir culpable. No es tu culpa.
VIVIR ORIENTADO A OBJETIVOS
¿Quién eres tú? ¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Hacia a donde te diriges?
Uno de los mejores consejos de salud mental y productividad que ofrecen los famosos terapeutas es vivir una vida llena de significado. Es el segundo de los siete «Hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen Covey, y la décima actividad de felicidad del libro de Lyubomirsky «La ciencia de la felicidad».
Una de las enseñanzas fundamentales del Islam es que tu vida tiene un propósito, y el Corán vino a guiarte a ese propósito y ayudarte a cumplirlo.
Vivir una vida consciente de tu propósito te proporciona un salvavidas en tiempos difíciles. No importa cuán grande sea tu dolor o problema, no puede abrumarte cuando tienes un propósito superior a la vista.
Las cinco oraciones obligatorias te recuerdan eso a intervalos regulares todos los días. Cada vez que dices «Allahu Akbar», es un recordatorio de que nada en tu vida importa más que adorar a Dios y obedecerlo.
ESTE MUNDO NO ES EL FIN
Si no creyeras en el ajuste de cuentas después de la muerte, ¿cómo te sentirías cada vez que alguien te perjudicara? ¿Cómo explicarías las injusticias que tú y tus seres queridos enfrentan inevitablemente en la vida?
Te deprimirías y perderías la esperanza o, de lo contrario, acumularías una ira ardiente en tu corazón cada vez que sucediera. ¡Las emociones ardientes pueden dar lugar a un fuerte impulso de vengarse ahora mismo! Y podrías terminar comportándote precipitadamente o cometiendo una injusticia aún mayor contigo mismo.
Pero cuando crees firmemente que no importa lo que una persona te haga, él nunca podrá escapar, e incluso si escapa en este mundo, tendrá que compensarte en el próximo, entonces te ayudará a encontrar paz en tiempos de opresión, tomar decisiones racionales con una mente fría y esperar justicia.
NO DECIR «SI HUBIERA…»
¿Con qué frecuencia te has arrepentido de haber tomado una decisión en el pasado? Parecía una buena idea en aquel entonces, pero ahora que lo piensas, tienes ganas de arrancarte los pelos.
Si no hubiera comido esa pasta de hace tres días, no me habría enfermado.
Si solo hubiera asistido a esa conferencia, no hubiera reprobado el examen.
O si no le hubiera dado las llaves del auto a mi imprudente amigo, él no habría muerto en ese accidente de carretera.
Imagina cuán terriblemente dolorosa puede ser la vida para alguien que cree en ese último pensamiento y reflexiona sobre ello. Esto es exactamente lo que el profeta Muhamad quería que previniéramos cuando dijo:
Ten cuidado al (decir) «Si hubiera…», porque el «Si hubiera…» abre la puerta a Shaytan. (Ibn Majah 4168)
Por supuesto, a veces tomamos decisiones muy estúpidas. Pero lo que el Islam enseña es que hay algo entre nuestra toma de decisión y el evento consecuente. Fue ese algo y no nuestra decisión lo que permitió que el evento tuviera lugar.
Ese algo es el qadar (decreto) de Allah. Si Allah hubiera querido, podría haber evitado que el evento tuviera lugar a pesar de nuestra decisión. Pero no lo hizo, y siempre hay una muy buena razón por la que no lo hiciera.
Si algo te abruma, entonces di: «Qaddarallah, wa ma sha‘a fa’al» (Es el decreto de Allah, y Él hace lo que quiere). (Ibid.)
Fuente: About Islam