Las cartas del Profeta


Muhammad


(La paz y las bendiciones sean con él)


A los reyes fuera de arabia


A finales del sexto año después de la Hégira, en su retorno desde Hudaibiyah, el profeta Muhammad صلى الله عليه وسلم decidió enviar mensajes a los reyes fuera de arabia invitándolos al Islam. Con el fin de autenticar las credenciales de sus enviados, un sello de plata fue hecho, en el cual estaban gravadas las palabras “Muhammad, el Mensajero de Allah”


[Sahih Al-Bujari 2/872, 873]


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1- Una delegación a Abisinia (Etiopia)


Negus, rey de Abisinia (Etiopia), su nombre era Ashama bin Al-Abjar, recibió el mensaje del Profeta, enviado por Amr bin Omaiyah Ad-Damari, al que At-Tabari se refirió, ya sea al final del sexto año o al comienzo del séptimo año AH. Un escrutinio profundo de la carta muestra que no fue la enviada después del evento de Al-Hudaibiyah. La redacción de la carta indica que fue enviada a ese rey cuando Ya'far y sus compañeros emigraron a Abisinia (Etiopía) durante el período Mecano. Una de sus oraciones dice "He enviado a mi primo, Ya'far (que Allah esté complacido con él) con un grupo de musulmanes, a ti. Sé generoso con ellos y abandona la altivez".





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Al-Baihaqi, bajo la autoridad de Ibn Ishaq, dio la siguiente narración de la carta del Profetaصلى الله عليه وسلم enviada a Negus:


"Esta carta es enviada por Muhammad, el Profeta, a Negus Al-Ashama, el rey de Abisinia (Etiopía).


La paz sea con aquel que sigue la verdadera guía y cree en Allah y Su Mensajero. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah Solo sin asociado, no ha tomado ni esposa ni tiene hijo, y que Muhammad es Su esclavo y Mensajero. Te llamo al redil del Islam; si abrazas el Islam, encontrarás seguridad,


“Di: ‘¡Oh, Gente del Libro! Convengamos en una creencia común: No adoraremos sino a Dios, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie como divinidad fuera de Dios". Pero si no aceptan digan: "Sean testigos de que nosotros solo adoramos a Dios.’” [Noble Corán 3: 64]


Si rechazas esta invitación, serás responsable de todos los males de los cristianos de tu pueblo".


El Dr. Hamidullah (de París), un verificador confiable, ha presentado una versión de la carta anterior que se reveló hace poco tiempo e idéntica a la narración de Ibn Al-Qaiyim. El Dr. Hamidullah hizo un esfuerzo minucioso y utilizó todos los medios de la tecnología moderna para verificar el texto de la carta, que dice lo siguiente:


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“En el nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muhammad صلى الله عليه وسلم, el mensajero de Allah, a Negus, rey de Abisinia (Etiopia). La paz sea con aquel que sigue la verdadera guía. Saludos, yo albergo alabanzas a Allah, no hay más dios que Él, el Soberano, el Santo, la Fuente de paz, el Dador de paz, el Guardián de la fe, el Conservador de la seguridad. Atestiguo que Jesús, el hijo de María, es el espíritu de Allah y Su Palabra que Él puso en María, la virgen, la buena, la pura, para que concibiera a Jesús. Allah lo creó de Su espíritu y Su aliento al igual que creó a Adán con Su mano. Te llamo a Allah solo, sin ningún asociado, y a Su obediencia, y para seguirme y creer en lo que vino a mí, porque yo soy el Mensajero de Allah. Te invito a ti y a tus hombres a Allah, el Glorioso, el Todopoderoso. Por este medio doy testimonio de que he comunicado mi mensaje y consejo. Te invito a escuchar y aceptar mi consejo. La paz sea con Aquel que sigue la verdadera guía. "[Za'd Al-Ma'ad 3/60]


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Cuando 'Amr bin Omaiyah Ad-Damari comunicó la carta apostólica a Negus, este tomó el pergamino y lo colocó sobre sus ojos, descendió al suelo, confesó su fe en el Islam y escribió la siguiente respuesta al Profeta صلى الله عليه وسلم:


“En el nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Negus Ashama a Muhammad, el Mensajero de Allah. ¡La paz sea contigo, oh Mensajero de Allah! Y misericordia y bendiciones de Allah, al lado de quien no hay otro dios. He recibido tu carta en la que has mencionado acerca de Jesús y por el Señor del cielo y la tierra, Jesús no es más de lo que dices. Reconocemos por completo eso, con lo cual has sido enviado, y hemos recibido a tu primo y a sus compañeros. Doy testimonio de que eres el Mensajero de Allah, verdadero y confirmador (de aquellos que se han ido antes que tú), hago juramento a través de tu primo y me someto, por medio de él, al Señor de los mundos". [Za'd Al-Ma'ad 3/61]


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El Profeta (PyB) le había pedido a Negus que enviara a Ya’far y a sus compañeros, los emigrantes, a Abisinia (Etiopía), de vuelta a casa. Regresaron para ver al Profeta (PyB) en Jaibar. Negus más tarde murió en el mes de Rajab del año 9 A.H. poco después de Tabuk Ghazwa. El Profeta anunció su muerte y observó la oración en ausencia por él. Otro rey le sucedió a Negus en el trono y el Profeta صلى الله عليه وسلم le envió otra carta, pero si abrazó o no el Islam es todavía una pregunta sin contestar aún. [Sahih Muslim 2/99]


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2 – Carta al Vicegerente de Egipto, llamado Muqawqas


El Profeta صلى الله عليه وسلم le escribió a YuraiY bin Matta [Rahmat-al-lil'alameen 1/178. El Dr. Hamidullah dijo que su nombre era Binyamin], llamado Muqawqas, vicegerente de Egipto y Alejandría diciendo:


“En el nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muhammad, el siervo de Allah y Su mensajero, a Muqawqas, Vicegerente de Egipto.


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La paz sea con Aquel que sigue la verdadera guía. En lo sucesivo, te invito a aceptar el Islam. Por lo tanto, si quieres seguridad, acepta el Islam. Si aceptas el Islam, Allah, el Sublime, te recompensará doblemente. Pero si te niegas a hacerlo, cargarás con el peso de la transgresión de todos los coptos.


“Di: ‘¡Oh, Gente del Libro! Convengamos en una creencia común: No adoraremos sino a Dios, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie como divinidad fuera de Dios". Pero si no aceptan digan: "Sean testigos de que nosotros solo adoramos a Dios.’” [Noble Corán 3: 64]


Hatib bin Abi Balta'a, que fue elegido para comunicar el mensaje, solicitó una audiencia con Muqawqas antes de impartir el contenido de la carta. Se dirigió al vicegerente egipcio diciendo: "Antes había alguien que se había apropiado del estatus del Señor Supremo, así que Allah lo castigó e hizo de él un ejemplo en el Más Allá, y en esta vida; por lo tanto, toma la advertencia y nunca seas un mal ejemplo para otros". Muqawqas respondió: "No estamos en posición de renunciar a nuestra religión a excepción de que sea por una mejor". Hatib continuó: "Te invitamos a abrazar el Islam, el cual será suficiente por todo lo que puedas perder. Nuestro Profeta ha llamado a la gente a profesar esta Fe, los Quraish y los judíos se opusieron a él como enemigos acérrimos, mientras que los cristianos se encuentran situados más cerca de su llamado. En mi vida, las noticias de Moisés sobre Cristo son idénticas a las buenas nuevas de este sobre el advenimiento de Muhammad; de la misma manera, esta invitación nuestra a ustedes para abrazar el Islam es similar a su invitación a la gente de la Torá a aceptar el Nuevo Testamento.


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Una vez que un Profeta se levanta en una nación, él tiene derecho a una respuesta positiva, por lo tanto, estás sujeto a la misma Ley Divina. Ten en cuenta que no hemos venido para disuadirte de la religión de Cristo sino que te pedimos que te adhieras a sus principios". Muqawqas meditó profundamente sobre el contenido de la carta y dijo: "He llegado a la convicción de que este Profeta no dice nada abominable, él no es un mago descarriado ni un adivino mentiroso. Tiene las verdaderas semillas manifiestas de Profecía, así que consideraré el asunto profundamente". Tomó el pergamino y ordenó que se guardara en un cofre de marfil. Llamó a un escriba para escribir la siguiente respuesta en árabe:


“En el nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muqawqas a Muhammad, bin Abdullah.


La paz sea contigo. He leído tu carta y comprendido su contenido y lo que estás pidiendo. Ya sé que la venida de un Profeta todavía es esperada, pero solía creer que él nacería en Siria. Te envío como presente dos doncellas, que provienen de nobles familias coptas; ropa y un corcel para montar. La paz sea contigo."


Es de notar que Muqawqas no se valió de esta oportunidad invaluable y que no abrazó el Islam. Los regalos fueron aceptados; María, la primera doncella, se quedó con el Profeta صلى الله عليه وسلم y dio a luz a su hijo Ibrahim; la otra doncella, llamada Sirin, fue dada a Hassan bin Thabit Al-Ansari.


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3 – Carta a Cosroes, Emperador de Persia


“En el nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muhammad, el siervo de Allah y Su mensajero, a Cosroes, Rey de Persia.


La paz sea con aquel que sigue la verdadera guía, cree en Allah y Su Mensajero y testifica que no hay más dios que Allah solo y sin asociado, y que Muhammad es Su esclavo y Mensajero. Te invito a que aceptes la religión de Allah. Soy el Mensajero de Allah enviado a todas las personas para que pueda infundir temor a Allah en cada persona viviente, y que la acusación se constate en contra de aquellos que rechazan la Verdad. Acepta el Islam como tu religión para que puedas vivir en seguridad; de lo contrario, serás responsable de todos los pecados de los Magianos". ~jáJI jl iJl—ij••


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'Abdullah bin Hudhafa As-Sahmi fue elegido para transmitir la carta. Este enviado fue al rey de Bahréin, pero aún no sabemos si este último fue enviado a Cosroes por uno de sus hombres o se eligió al propio Abdullah.


El soberbio monarca se enfureció por el estilo de la carta ya que el nombre del Profeta صلى الله عليه وسلم había sido puesto por encima de su propio nombre. Rompió la carta en pedazos y de inmediato dictó una orden a su virrey en Yemen para enviar un par de soldados para arrestar al Profeta y llevarlo a su presencia. El gobernador, Bazán por su nombre, inmediatamente envió dos hombres a Medina para el propósito. Tan pronto como los hombres llegaron a Medina, el Profeta صلى الله عليه وسلم fue informado por una Divina Revelación de que Pervez, el emperador de Persia, había sido asesinado por su hijo. El Profeta صلى الله عليه وسلم les reveló las noticias y quedaron atónitos. Añadió pidiéndoles que le dijeran a su nuevo monarca que el Islam prevalecería en todas partes y que superaría la soberanía del propio Cosroes. Se apresuraron de regreso a Bazán y le comunicaron lo que escucharon. Mientras tanto, Sherweh, el nuevo monarca envió una carta a Bazán confirmando las noticias y pidiéndole que detenga cualquier procedimiento con respecto al Profeta hasta nuevo aviso. Bazán, junto con los persas en Yemen, entraron al redil del Islam, y de buen grado dio a conocer su adhesión al Profeta. [Fath Al-Bari 8 / 127,128]


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4 – Carta al César, rey de Roma


Al-Bujari dio una larga narración del contenido de la carta enviada por el Profeta صلى الله عليه وسلم a Hércules, rey de los bizantinos:


“En el nombre de Allah, el más clemente, el más misericordioso.


De Muhammad, el siervo de Allah y Su mensajero, a Hércules, César de los bizantinos. mm 4Í «





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Benditos son aquellos que siguen la guía verdadera. Te invito a abrazar el Islam, así quizá puedas vivir en seguridad.


Si vienes al redil del Islam, Allah te dará una recompensa doble, pero si le dieras la espalda, entonces la carga de los pecados de toda tu gente caerá sobre tus hombros.


‘Di: ‘¡Oh, Gente del Libro! Convengamos en una creencia común: No adoraremos sino a Dios, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie como divinidad fuera de Dios". Pero si no aceptan digan: "Sean testigos de que nosotros solo adoramos a Dios. ’’ [Noble Corán 3: 64]”


[Sahih Al-Bukhari 1 / 4,5]


Al enviado musulmán, Dihyah bin Khalifah Al-Kalbi, se le ordenó entregar la carta al rey de Busra, quien a su vez la enviaría a César.


Casualmente, Abu Sufyan bin Harb, que para ese entonces no había abrazado el Islam, fue citado a la corte y Hércules le hizo muchas preguntas sobre Muhammad صلى الله عليه وسلم y la religión que predicaba. El testimonio que este confeso enemigo del Profeta dio sobre la excelencia personal del carácter del Profeta y el bien que el Islam estaba haciendo con la raza humana, dejó a Hércules asombrado.


Al-Bukhari, bajo la autoridad de Ibn Abbas, narró que Hércules envió a buscar a Abu Sufyan y sus compañeros, que estaban comerciando en Ash-Sham, Jerusalén. Eso fue durante la tregua que se había celebrado entre los politeístas de Quraish y el Mensajero de Allah [PyB].


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Hércules, sentado entre sus hombres de la corte, preguntó: "¿Quién de ustedes es el pariente más cercano al hombre que dice ser un Profeta?", "Yo (Abu Sufyan) respondí: 'Yo soy el pariente más cercano a él de entre el grupo'. Así que me hicieron sentar delante de él e hicieron que mis compañeros se sentaran detrás de mí. Luego llamó a su traductor y le dijo, (a él): ‘Diles’, (es decir, a los compañeros de Abu Sufyan) ‘que voy a preguntarle’ (es decir, a Abu Sufyan) ‘sobre el hombre que dice ser un Profeta. Entonces, si dice una mentira, deben contradecirlo (al instante)’. Por Allah si no hubiera temido que mis compañeros me consideraran un mentiroso, habría mentido", dijo más tarde Abu Sufyan.


El testimonio de Abu Sufyan fue el siguiente: "Muhammad desciende de una familia honorable. Nadie de su familia asumió un reinado. Sus seguidores son aquellos considerados débiles con números cada vez mayores. Él ni dice mentiras ni traiciona a otros, luchamos contra él y él pelea pero con victorias alternadas. Pide a las personas que adoren a Allah solo sin ningún asociado y que abandonen las creencias de nuestros padres. Nos ordena observar la oración, la honestidad, la abstinencia y mantener fuertes los lazos familiares".


"Hércules, al escuchar este testimonio, se volvió a su traductor pidiéndole que nos comunicara su siguiente impresión que revela la plena convicción en la veracidad de la Profecía de Muhammad: 'Me doy cuenta plenamente de que los Profetas provienen de familias honorables, no afecta ningún ejemplo anterior de Profecía.


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Como ninguno de sus antepasados era monarca, no podemos alegar que es un hombre que trata de reclamar la monarquía de su padre. Mientras no diga mentiras a la gente es, con mayor razón, inmune a decir mentiras acerca de Allah. En cuanto a sus seguidores, aquellos que son considerados débiles con un número cada vez mayor, es algo que va de acuerdo con cuestiones de Fe, hasta que asuma dimensiones completas geográfica y demográficamente. Tengo entendido que ningún caso de apostasía ha aparecido aún entre sus seguidores, y esto apunta a la dicha de la Fe que encuentra su morada en el corazón humano. La traición, como veo, le es ajena porque los Profetas verdaderos consideran que la traición es aborrecible. Invitar a la adoración a Allah sin asociados, a observar la oración, la honestidad y la abstinencia y la prohibición del paganismo son rasgos que le sujetan todas mis posesiones. Ya tenía sabido que un Profeta debía surgir, pero nunca se me había ocurrido que sería un árabe de entre ustedes. Si estuviera seguro, le sería fiel, querría conocerlo, y si estuviera con él, le lavaría los pies’.


Hércules luego pidió que se leyera la carta del Profeta. Las observaciones del emperador y, finalmente, la exposición clara y definida del mensaje islámico no hicieron sino crear una atmósfera tensa entre el clero presente en la corte. Nos ordenaron salir". Abu Sufyan dijo: "Al salir, les dije a mis compañeros: 'El asunto de Ibn Abi Kabshah (es decir, Muhammad صلى الله عليه وسلم) se ha vuelto tan prominente que incluso el rey de Banu Al-Asfar (es decir, de los Romanos) le teme’. Así que continué creyendo que el Mensajero de Allah صلى الله عليه وسلم sería victorioso, hasta que Allah me hizo abrazar el Islam". El rey no abrazó el Islam - porque fue ordenado de otra manera. Sin embargo, el enviado musulmán fue devuelto a Medina con las felicitaciones del emperador.


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5 - Una carta a Mundhir bin Sawa, gobernador de Bahréin


El Profeta صلى الله عليه وسلم envió a 'Al-'Ala' bin Al-Hadrami al gobernador de Bahréin, llevando una carta que lo invitaba a abrazar el Islam. En respuesta, Al-Mundhir bin Sawa escribió la siguiente carta:


"¡Mensajero de Allah! صلى الله عليه وسلم Recibí tus órdenes. Antes de esto, leí tu carta, que escribiste al pueblo de Bahrein, extendiéndoles una invitación al Islam. El Islam atrajo a algunos de ellos y luego ingresaron al redil del Islam, mientras que a otros no les pareció atractivo. En mi país, viven los magos y los judíos, y por lo tanto puedes informarme sobre el trato que se les brindará".





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El profeta صلى الله عليه وسلم escribió la siguiente carta en respuesta:


“En el nombre de Allah, el más clemente, el más misericordioso.


De Muhammad, siervo de Allah, a Mundhir bin Sawa.


¡La paz esté contigo! Alabo a Allah sin ningún asociado, y doy testimonio de que Muhammad es Su esclavo y Mensajero. A continuación, te recuerdo de Allah, el Poderoso, el Glorioso. Quien acepta la amonestación, lo hace por su propio bien. Quien sigue a mis mensajeros y actúa de acuerdo con su guía, él, de hecho, acepta mi consejo.


Mis mensajeros elogiaron sumamente tu comportamiento. Continuarás en tu cargo actual. Dale a los nuevos musulmanes la oportunidad completa de predicar su religión. Acepto tu recomendación con respecto al pueblo de Bahréin, y perdono las ofensas de los transgresores; por lo tanto, también puedes perdonarlos. De la gente de Bahréin, quien quiera continuar con su fe judía o maga, debería pagar el Jizya (impuesto)" [Za'd Al-Ma'ad 3 / 61,62]


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6 – Carta a Hudha bin ‘Ali, gobernador de Yamama


"En el Nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muhammad, Mensajero de Allah a Hudha bin 'Ali.


La paz sea con aquel que sigue la verdadera guía. Sé informado que mi religión prevalecerá en todas partes. Debes aceptar el Islam, y todo lo que esté bajo tu mando seguirá siendo tuyo".


El enviado elegido fue Sulait bin 'Amr Al-Amiri, quien después de comunicar su mensaje, transmitió la siguiente respuesta al Profeta صلى الله عليه وسلم: "La Fe, a la que me invitas, es muy buena. Soy un famoso orador y poeta, los árabes me respetan mucho. Si me incluyes en tu gobierno, estoy dispuesto a seguirte".


El gobernador le otorgó una recompensa a Sulait y le regaló ropa hecha de tela Hajr. Por supuesto, puso todos esos regalos bajo la responsabilidad del Profeta صلى الله عليه وسلم.


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El Profeta صلى الله عليه وسلم no aceptó la demanda de Hudha. Por lo general, rechazaba ese tono perentorio, y diría que todo el asunto estaba en las Manos de Allah, que dio su tierra a quien Él quería. Gabriel luego vino con la Revelación de que Hudha había muerto. El Profeta صلى الله عليه وسلم, en el contexto de su comentario sobre esta noticia, dijo: "Yamama está destinada a dar lugar a un mentiroso que pretenderá ser un profeta, pero posteriormente será asesinado". En respuesta a una pregunta relacionada con la identidad del asesino, el Profeta dijo: "Es uno de ustedes, seguidores del Islam" [Za'd Al-Ma'ad 3/63]


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7- Una carta a Harith bin Abi Shamir Al-Ghassani, rey de Damasco


"En el Nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muhammad, Mensajero de Allah a Al-Harith bin Abi Shamir.


La paz sea con aquel que sigue la verdadera guía, cree en ella y la considera verdadera. Te invito a creer en Allah solamente, sin ningún asociado, y después de ello, tu reino seguirá siendo tuyo".


Shuja 'bin Wahab tuvo el honor de llevar la carta a Harith, quien al escuchar la carta leída en su audiencia, se enfureció y profirió furiosamente: "¿Quién se atreve a despojarme de mi país? voy a luchar contra él (el Profeta)", y arrogantemente rechazó la invitación del Profeta al redil del Islam. [Za'd Al-Ma'ad 3/62; Muhadarat Tareekh Al-Umam Al-Islamiyah 1/146]


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8- Una carta al Rey de 'Omán, Jaifer y su hermano' Abd Al-Jalandi


"En el Nombre de Allah, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


De Muhammad bin 'Abdullah a Jaifer y 'Abd Al-Jalandi.


La paz sea con aquel que sigue la verdadera guía; en lo sucesivo los invito a ambos al Islam. Abracen el Islam. Allah me ha enviado como Profeta a todas Sus criaturas para que pueda infundir temor a Allah en los corazones de Sus desobedientes criaturas, de modo que no quede excusa para aquellos que niegan Allah. Si ustedes dos aceptan el Islam, permanecerán al mando de su país; pero si rechazan mi Llamada, deben recordar que todas sus pertenencias son perecederas. Mis jinetes se apropiarán de su tierra, y mi Profecía predominará sobre su realeza.”


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'Amr bin Al-As, quien fue elegido para llevar la carta, narró la siguiente historia que sucedió antes de ser admitido en la audiencia de Jaifer.


"Cuando llegué a Omán, me puse en contacto con 'Abd, que era de temperamento más suave que su hermano:


'Amr: soy el mensajero del Profeta de Allah y vengo a ver a ambos, a ti y a tu hermano.


'Abd: Tienes que ver a mi hermano y leerle la carta que llevas. Él es el mayor en ambos, en edad y realeza. Por cierto, ¿cuál es el propósito de tu misión?


'Amr: El Profeta te pide que creas en Allah solo sin ningún asociado, descarta otras deidades y testifica la esclavitud y la profecía de Muhammad.


'Abd: ¡Oh, Amr! Vienes de una familia noble, pero antes que nada, dime ¿cuál fue la actitud de tu padre con respecto a esta fe? Ya sabes, solíamos seguir sus pasos.


'Amr: la muerte lo alcanzó antes de creer en la misión de Muhammad; desearía ahora que hubiera abrazado el Islam y le fuera fiel antes de su muerte. Yo mismo había adoptado esa misma actitud hasta que Allah me guio hacia el Islam.


'Abd: ¿Cuándo abrazaste el Islam?


'Amr: cuando estaba en la corte de Negus. Por cierto, este último también entró en el redil del Islam.


'Abd: ¿Cuál fue la reacción de su gente?


'Amr: Lo aprobaron y siguieron sus pasos.


'Abd: ¿Los obispos y los monjes?


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'Amr: hicieron lo mismo.


'Abd: Cuidado, 'Amr, con mentir, porque esto pronto traiciona al hombre.


'Amr: nunca digo mentiras; además, nuestra religión nunca lo permite.


'Abd: ¿Han informado a Hércules de la islamización de Negus?


'Amr: Sí, por supuesto.


'Abd: ¿Cómo lo sabías?


'Amr: Negus solía pagar impuestos sobre la tierra a Hércules, pero cuando el primero abrazó el Islam, juró que descontinuaría ese impuesto. Cuando esta noticia llegó a manos de Hércules, sus cortesanos lo instaron a tomar medidas contra Negus, pero él se negó y agregó que él mismo haría lo mismo si dispusiera de su realeza.


'Abd: ¿Qué es lo que tu Profeta te exhorta a hacer?


Amr: Nos exhorta a obedecer a Allah, el Poderoso, el Todo Glorioso, a ser piadosos y mantener buenas relaciones con nuestros familiares; él prohíbe la desobediencia, la agresión, el adulterio, el vino, la idolatría y la devoción a la cruz.


'Abd: palabras justas y creencias justas son a las que estás invitando. Desearía que mi hermano me siguiera en creer en Muhammad صلى الله عليه وسلم y profesar su religión, pero mi hermano es demasiado cauteloso con su realeza para convertirse en un subordinado.


'Amr: Si tu hermano se somete al Islam, el Profeta le daría autoridad sobre su pueblo y tomaría impuestos de limosna de los ricos para ser entregados a los necesitados.


'Abd: Eso es un comportamiento justo. Pero, ¿qué es este impuesto de limosnas que has mencionado?


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'Amr: es un mandato divino que los impuestos de limosnas se tomen de las personas adineradas, que tienen riqueza excedente, y que se distribuyan a los pobres.


'Abd: dudo si esto pueda funcionar entre nuestra gente”.


'Amr se quedó durante algunos días para ser admitido en la corte de Jaifer hasta que finalmente se le concedió este permiso. “Me pidió que le entregara la carta para leerla. Después de eso, me preguntó cómo reaccionaron los Quraish y le respondí que lo habían seguido, algunos por su propio libre albedrío y otros al ser dominados por la lucha militar. Ahora, la gente ha elegido el Islam en preferencia a otros credos, y se dieron cuenta a través de su percepción mental de que antes se habían extraviado en la oscuridad. Ninguno, excepto tú, ahora está fuera del dominio del Islam, por lo que te aconsejo que abraces el Islam para que puedas proporcionar seguridad para tí mismo y tu país.


Él me pidió que lo llamara al día siguiente. Al día siguiente mostró cierta reticencia a recibirme, pero su hermano, 'Abd, intercedió y se me dio la oportunidad de volver a verlo, pero esta vez para dirigirse a mí en un tono amenazante y arrogante. Sin embargo, después de una conversación privada con su hermano y de reconsiderar toda la situación, ambos hermanos abrazaron el Islam y demostraron ser fieles al Islam que había empezado a abrirse camino en esta nueva área”.


El contexto de esta historia revela que esta carta fue enviada mucho más tarde que las otras, muy probablemente después de la conquista de La Meca.


A través de estas cartas, el Profeta logró comunicar su mensaje a la mayoría de los monarcas en ese momento; algunos creyeron, mientras que otros permanecieron obstinados y persistieron en su incredulidad. Sin embargo, la idea de abrazar el Islam, y el advenimiento de un nuevo Profeta, los preocupaba a todos.