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Justicia Sagrada: Lecciones de la Historia del Profeta Moisés (la paz sea con él)







Por Hana Alasry





 







¡Oh, creyentes! Sean responsablemente equitativos cuando den testimonio por Dios, aunque sea en contra de ustedes mismos, de sus padres o parientes cercanos, no importa si [el acusado es] rico o pobre: Dios está por encima de ellos. Que los sentimientos no los hagan ser injustos. Si dan falso testimonio o rechazan prestar testimonio [ocultando la verdad], sepan que Dios está bien informado de cuanto hacen, [Al-Nisa: 135].







La injusticia que vemos hoy es abrumadora. Ningún lugar está libre de ella. El internet y las redes sociales ahora nos permiten presenciar los horrores como si estuvieran frente a nosotros. Es fácil desanimarse. Empecemos por educarnos sobre la justicia sagrada. Estas son lecciones de la historia de Moisés (la paz sea con él) narrada en la sura Al-Qasas.





Lección #1: La opresión requiere división







El Faraón fue un tirano en la Tierra. Dividió a sus habitantes en clases y esclavizó a un grupo de ellos, a cuyos hijos varones degolló, dejando con vida a las mujeres [para la servidumbre]. Sembró la corrupción, (Al-Qasas: 4).







“Divide y vencerás” no es solo una frase elegante para dividir el trabajo. Es una táctica que los historiadores han estudiado durante siglos. Se ha usado para colonizar tierras con éxito, se usa en guerras y se usó en el comercio transatlántico de esclavos.





Este versículo no solo explica cuán manipulador era Faraón. Este versículo sirve como un recordatorio del requisito previo para completar el dominio de un pueblo. Si podemos reconocer sus síntomas temprano, tenemos la ventaja de estar en el lado correcto de la lucha.





Desafortunadamente, la naturaleza insidiosa de tal división facilita que las personas ignoren e incluso justifiquen la injusticia. Malcolm X dijo una vez: «si no tienes cuidado, los periódicos te harán odiar a las personas que están siendo oprimidas y amar a los opresores».





Estar divididos puede hacer que las personas justifiquen algo como separar los padres de los hijos y poner a los niños en jaulas. Y cuando estos niños desaparecen o mueren, se convierte en “daño colateral”.





Lección #2: Hacer lo correcto a veces es difícil







La madre de Moisés sintió un vacío en su corazón y estuvo a punto de revelar la verdad, de no haber sido porque afiancé su corazón para que fuera una verdadera creyente, (Al-Qasas: 10).







Es incómodo hacer lo correcto, especialmente si eres el único que lo hace. Incluso la madre de Moisés, a quien Dios le había asegurado que cuidaría de él, tuvo enormes dificultades con su tarea.





Hacer lo correcto a veces es difícil. Dios no nos prometió tranquilidad en el mundo. Nos ordenó defender la justicia y prometió una recompensa por ello en el más allá.





Así que aconseja a tus amigos incluso si tienes miedo de lo que puedan decir. Dona incluso si sientes que no estás haciendo una diferencia. ¡Edúcate incluso si eres el único que lo hace! ¡Si es por Dios, hará que este mundo sea mejor y que el próximo lo sea aún más!





Lección #3: La justicia requiere paciencia







[Moisés] ingresó cierta vez a la ciudad sin que sus habitantes se percataran y encontró a dos hombres que peleaban, uno era de los suyos y el otro era de sus enemigos. El que era de los suyos le pidió ayuda contra el que era de sus enemigos. Entonces Moisés lo golpeó con su puño y [sin intención de hacerlo] le causó la muerte. Exclamó [Moisés]: «Esto es obra del demonio, que es un enemigo evidente que pretende desviar a la gente». Dijo: «¡Señor mío! He sido injusto conmigo mismo; perdóname». Y [Dios] lo perdonó, porque Él es Absolvedor, Misericordioso (Al-Qasas: 15-16)







La pasión no es la parte más importante de la justicia. La paciencia y la sabiduría lo son.





Antes de decidir una acción, evalúa cuidadosamente lo que estás a punto de decir y hacer. No es una acción islámica tomar partido en un conflicto sin entender a ambos lados. Las decisiones apresuradas impulsadas por la ira y las emociones descontroladas no ayudan a una causa justa. Las consecuencias pueden ser perjudiciales. Así que se debes tener cuidado para que Shaytán no se aproveche de tu prisa.





En estos versículos, vemos el extremo de lo que puede suceder cuando uno toma una acción precipitada y da rienda suelta a la ira extrema. ¡Esto condujo a la muerte de alguien y finalmente provocó que Moisés fuera expulsado de la ciudad!





Actuar por impulso también puede llevar a tomar partido sin una investigación adecuada. Es extremadamente tentador tomar partido porque tenemos un fuerte presentimiento de quién es el que dice la verdad. ¡Pero el ejercicio de la paciencia y la sabiduría es por motivos de seguridad! Nos protege de cargar con el pecado si nos equivocamos. Sé que personalmente he saltado a conclusiones solo para encontrar que estaba equivocada. Entonces, pequé porque pensé mal o acusé a alguien de algo que no hizo. Tuve que disculparme vergonzosamente y arrepentirme. Si hubiera hecho preguntas antes de tomar partido, no habría seguido los pasos de Shaytán. Se aconsejó a los jueces de los tribunales islámicos que nunca emitieran un juicio en un estado emocional. Ya sea que estuvieran tristes, enojados o incluso sintiendo hambre. Esto fue para protegerlos de ser influenciados involuntariamente debido a sus emociones.





Conclusión





Los seres humanos han abusado de su libre albedrío para causar estragos en esta Tierra. Pero Dios es el más Justo. Él nos ha dado los métodos hacia la justicia en esta vida a lo largo de todo el Corán y la sunna auténtica. Un musulmán se somete a Dios y defiende la justicia “aunque sea en contra de sí mismo, de sus padres o parientes cercanos”. Y la justicia perfecta vendrá en el más allá.



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