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¿Cómo podemos prepararnos para Ramadán? ¿Cuáles son las mejores acciones en este mes bendito?


Texto de la respuesta





Alabado sea Dios.





En primer lugar, has hecho bien en hacer esta pregunta porque muchos musulmanes entienden mal la verdadera naturaleza de ayunar, y hacen de este mes una ocasión para comer y beber, preparar dulces especiales, quedarse tarde por las noches y mirar espectáculos en la televisión satelital. Se preparan anticipadamente para este largo mes de Ramadán para no perderse alguna comida o anticipar la subida de los precios. Se anticipan comprando comida, preparando bebidas y mirando las guías televisivas para elegir qué espectáculo seguir y cuál no. Quienes así se comportan realmente ignoran cuál es la naturaleza real del ayuno de Ramadán; ellos ofrecen actos de culto y piedad en este mes, si, pero se preparan sólo para llenar sus barrigas y sus mentes. 





En segundo lugar, otros son conscientes de la verdadera naturaleza del ayuno en este mes, por lo que comienzan a prepararse en el mes de Sha'bán, y algunos incluso antes todavía. Entre las mejores maneras de prepararse para el mes de Ramadán están las siguientes: 





1 – El arrepentimiento sincero.





Esto es una obligación en todo momento, pero debido al acercamiento de este gran y bendito mes, es todavía más importante apresurarse para arrepentirse de los pecados que hay entre el musulmán y su Señor, y entre el musulmán y otras personas, restituyéndoles sus derechos, para que cuando el mes bendito comience cada uno pueda ocuparse de los actos de culto con un corazón limpio y la mente en paz. Dios dijo (traducción del significado): 





“Y pedid perdón a Allah por vuestros pecados ¡Oh, creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra]” (An-Nur, 24:31).





Se narró de al-Aghar Ibn Iasar (que Dios esté complacido con él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Oh, gente, arrepiéntanse ante Dios, porque yo me arrepiento ante Él cien veces cada día”. Narrado por Muslim, 2702. 





2 – Las súplicas (Du’a’).





Se narró de algunos sálafis que ellos le rezaban a Dios durante seis meses pidiéndole vivir hasta el siguiente Ramadán, y luego rezaban durante cinco meses después para que Él acepte esto de ellos. 





El musulmán debe pedirle a su Señor que le permita vivir hasta Ramadán con un compromiso religioso fuerte y buena salud física, debe pedirle que lo ayude a obedecerlo durante el mes y que acepte sus buenas obras. 





3 – Regocijarse ante el advenimiento de este bendito mes.





La llegada de Ramadán es una de las grandes bendiciones que Dios da a Su servidor musulmán, porque Ramadán es una de las ocasiones en que se abren las puertas del Paraíso y las del Infierno se cierran. Es el mes del Corán y de victorias decisivas en la historia de nuestra religión. 





Dios dijo (traducción del significado): 





“Diles: Contentaos con la gracia que Allah os ha concedido [el Corán] y con Su misericordia, pues esto es mejor que lo que atesoran los incrédulos” (Yunus, 10:58). 





4 – Cumplir el deber de reponer cualquier ayuno pendiente. 





Se narró que Abu Salamah dijo: “Escuché de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) decir: “Debía los ayunos del Ramadán anterior y no podía hacerlos excepto en el mes de Sha’bán”. Narrado por al-Bujari, 1849; y Muslim, 1146. 





Al-Háfiz Ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “De su prisa por reponerlos en el mes de Sha’bán y la dificultad que implica, puede entenderse que no es permisible demorar su cumplimiento hasta el comienzo del siguiente Ramadán”. Fáth al-Bari, 4/191. 





5 – Buscar el conocimiento para poder seguir las normas sobre el ayuno y entender correctamente las virtudes de Ramadán. 





6 - Apresurarse para completar cualquier responsabilidad o tarea pendiente que luego pueda distraer al musulmán al realizar sus actos de culto. 





7 – Sentarse con los miembros de la familia para explicarles las normas sobre el ayuno y animar a los jóvenes a ello. 





8 - Preparar algunos libros que puedan leerse en casa o que puedan pedirse al imam de la mezquita para leer a los musulmanes durante Ramadán. 





9 – Ayunar algunos días en Sha’bán como preparación para los ayunos de Ramadán. 





Se narró que ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ayunaba hasta que pensábamos: “No va a romper el ayuno”, y no ayunaba hasta que pensábamos: “No va a ayunar”. Nunca vi al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) completar un mes de ayuno excepto durante Ramadán, y nunca le vi ayunar más en cualquier otro mes más que en Sha'bán”. Narrado por al-Bujari (1868), y Muslim (1156).





Se narró que Usamah Ibn Zaid dijo: “Yo le dije: “Oh, Mensajero de Dios, no te vi ayunar en ningún mes como te vi ayunar en Sha’bán”. Respondió: “Es un mes al que mucha gente no presta atención, está entre Ráyab y Ramadán, en él las obras de los musulmanes son elevadas al Señor del Universo, y me gustaría que mis obras sean elevadas cuando estoy ayunando". Narrado por an-Nasá'i (2357); clasificado como bueno por al-Albani en Sahih an-Nasá'i. 





Este reporte explica la sabiduría detrás de ayunar durante el mes de Sha’bán, que es un mes en que las obras son especialmente apreciadas y tomadas en cuenta por Dios. Algunos de los eruditos mencionaron otra razón, y es que estos ayunos son como las oraciones de la Tradición Profética que se ofrecen anticipadamente respecto de las oraciones obligatorias; preparan al alma para realizar luego la acción obligatoria, y podría decirse lo mismo de los ayunos voluntarios de Sha’bán antes de los obligatorios de Ramadán. 





10 – Leer el Corán. 





Salamah Ibn Kuhail dijo: “Se dijo que Sha'bán es el mes de los lectores del Corán”.  





Cuando el mes de Sha’bán comenzaba, ‘Amr Ibn Qais cerraba su tienda y dedicaba su tiempo a leer el Corán. 





Abu Bakr al-Balji dijo: “Ráyab es el mes para sembrar, Sha'bán es el mes para regar lo sembrado, Ramadán es el mes para cosechar”. Él también dijo: “Ráyab se compara con el viento, Sha'bán se compara con las nubes, y Ramadán se compara con la lluvia; quienquiera que no plante y siembre en Ráyab, y no riegue en Sha'bán, ¿cómo podría cosechar en Ramadán? Ahora Ráyab ha pasado, entonces ¿qué harías en Sha'bán si estás esperando Ramadán? Esta es la forma en que el Profeta y las generaciones tempranas de la comunidad actuaban en este mes bendito, entonces ¿qué harías tú?”. 





Y Allah es la Fuente de toda fuerza.


 



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