“Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer” (BRV).
Segundo punto: Pablo le mintió a la gente, pretendió que era apóstol designado por el mismo Mesías y se transformó drásticamente de enemigo feroz del Mesías y su mensaje a apóstol al que se le revelaba del propio Mesías.
● Acerca de él, fue mencionado en Hechos (26:12-18) haber dicho al rey Agripa:
“Ocupado en esto, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes, al mediodía, oh rey, yendo de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía en torno mío y de los que viajaban conmigo.
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Y después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma hebreo: ‘Saulo9, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón’.
Yo entonces dije: ‘¿Quién eres, Señor?’ Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues.
Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto, sino también de aquellas en que me apareceré a ti; librándote del pueblo judío y de los gentiles, a los cuales yo te envío, para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados” (BLA).
Terminaron sus palabras.
Comentario:
Lo escrito en este texto: “a los cuales yo te envío” no es sino una pretensión de Pablo para sí mismo sin confirmación, que cualquier persona la puede alegar y se mostrará pronto su mentira en lo que dijo.
● Dijo Pablo a la gente de Gálatas: (1:1,11-12):
“Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos).
9 Saulo es el nombre verdadero de Pablo, quien después se hizo llamar Pablo.
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Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (BRV).
Y dijo, como está citado en “Hechos” (22:21) que Dios le dijo: “Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentiles” (BLA).
Resultado
El resultado de la pretensión de Pablo de que era apóstol enviado por el Mesías, y que este último le reveló un evangelio; es que con esto adquirió todas las facultades del Mesías, y lo reemplazó ante los ojos de la gente, asimismo, retiró la alfombra debajo de los verdaderos discípulos del Mesías quienes recibieron conocimiento de Jesucristo, porque está en una posición superior a ellos al pretender que era apóstol, por supuesto porque reemplazó al Mesías en su opinión y tenía poderes legislativos y ejecutivos completos, colocando las creencias que se le apetecían y eliminando las que quería, como le agradaban; y la gente creyéndolo en sus mentiras. Dios Todopoderoso es muy Grande de las falsedades de este mentiroso.
El tamaño de la pretensión de Pablo acerca de que el Mesías le reveló un evangelio se manifiesta en el volumen de sus cartas adjuntas a los cuatro evangelios, quienes fueron tomadas por los cristianos como religión, ya que el número de las cartas adjuntas a los evangelios es veintitrés, catorce de ellas están atribuidas a él. Esto significa que el 61% de esas cartas son producto de la imaginación de Pablo.
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Un comentario acerca de los textos antes mencionados que ratifica el cambio repentino de Pablo de la animadversión al Mesías, a su religión y a sus seguidores, a un apóstol al cual se le revelaba el mensaje por parte del Mesías:
Dice el sheij Metwali Yusuf Shalabi acerca de Pablo: “Aquí el lector encontrará una brecha, ya que Pablo cambió repentinamente de un enemigo a un apóstol, y de detestar a transmisor de lo que odiaba.
¿Acaso Dios elige a sus profetas de entre los malos o de entre los enemigos de su religión?
¿Es posible –sicológicamente- que un hombre se cambie de un estado de odio de algo a un estado de fe en él en un solo salto, convirtiéndose así en uno de los pilares y bases de la creencia de la cual era incrédulo, asesinando a sus seguidores, sembrando el miedo en los corazones de quienes la profesaban?”.10
Dejo la respuesta a los amables lectores.
Dice el Sheij Muhammad Abu Zuhrah que Dios tenga misericordia de él, tomando lo anterior como ejemplo:
“Ese hombre que le tenía al cristianismo todo ese odio y le propinó a su gente todo ese daño, de repente se convirtió al cristianismo sin preámbulo previo, ni preparación alguna”.11
Tercer punto: Pretensión de Pablo que el Mesías era hijo de Dios, (No es propio de Dios Todopoderoso tener hijos).
10 “Adwá’ ‘alá al-Masíhiyah” (p. 86).
11 “Muhádarát fi Nasrániyah” (p. 71), con resumen breve.
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Se mencionó en Hechos (9:20-21) acerca de Pablo: “Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas, diciendo: Él es el hijo de Dios.
Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?” (BLA).
Cuarto punto: Pretensión de Pablo que el Mesías es el señor, (Exaltado sea Dios de serlo).
● Se citó en la palabra de Pablo que el Mesías es el señor, dijo en su carta a los romanos (5:11):
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación” (BLA).
● Y dijo en (10:9) en la misma carta:
“Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo” (BLA).
¿Cuál fue el resultado cuando Pablo estableció estas dos creencias entre los hijos de Israel?
Basado en estas dos creencias que Pablo difundió entre los hijos de Israel (la creencia de que el Mesías es el señor e hijo del Señor), los cristianos empezaron a contar con dos dioses, el padre y el hijo. Entonces, comenzaron a dirigirse al Mesías con la súplica y la adoración, mientras que originalmente sólo adoraban a Dios. Con esta adulteración se introdujo la idolatría a la adoración de Dios con nueva forma para los seguidores
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del Mesías envuelta en un manto religioso. Pero esto avanzó entre la gente de manera informal y no obligatoria. La situación continuó así entre los que estaban de acuerdo y los que se oponían, hasta que fue obligatoria y establecida la creencia del deísmo del Mesías y su filiación a Dios, tres siglos después en el Concilio de Nicea en el año 325, es decir aproximadamente 300 años después de que Jesús fue elevado, hasta que la persona cristiana cuando dice: Dios, el Señor u ¡oh Dios!, se refiere con eso al Mesías hijo de María.
Quinto punto: Pretensión de Pablo que el pecado de su padre Adán continúa, que la humanidad lo heredó y que Dios envió a su hijo el Mesías (como salvador) para redimirla del pecado de su padre Adán, muriendo crucificado, y que así quedaría satisfecho el Señor con el Hombre y se completaría la reconciliación entre Él y el Hombre.
Detalle
Al judío Pablo no le fue suficiente la alteración antes mencionada en el mensaje puro del Mesías, Jesús hijo de María, representada en la pretensión de que el Mesías, es hijo de Dios y que le reveló un evangelio, sino que le añadió otra tergiversación que evolucionó después y se convirtió en uno de los asuntos y creencias importantes en la que se basa la nueva religión que Pablo inventó y que fue nombrada después “el Cristianismo”, ya que inventó a partir de la transgresión de Adán y Eva a la orden de su Señor cuando comieron del árbol que les había prohibido, una nueva creencia mejor conocida por el nombre “el pecado original” o “el primer pecado”, ya que Pablo inventó que ese pecado que cometió Adán era un pecado muy grave, Dios no se lo perdonó a Adán ni a Eva, y cualquier número de animales que sacrificaran como ofrendas no podría compensarlo; el Hombre heredó este
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pecado desde hace decenas de siglos, siglo tras siglo, y cualquier niño que nace carga con este pecado, y que la única manera para compensar este pecado es que Dios enviara a su único hijo Jesús a la tierra en forma humana para morir crucificado, para que él fuera el sacrificio, como alega Pablo, y así compensarle al Hombre dicho pecado, entonces quien cree que el Mesías es hijo de Dios y que Dios lo envió para compensarle al ser humano aquel pecado, Jesucristo lo salvará de este pecado y de sus consecuencias, y quien no cree, se quedará empeñado en su pecado, y su resultado será el Infierno.
Este principio se extendió entre las generaciones de los cristianos, creyendo de verdad que han heredado ese pecado, y que el camino de la salvación de este pecado, sería creer que el Mesías es el salvador, que Jesús no salvaría a nadie hasta que no lo adorara, le suplicara, y que creyera que es hijo de Dios, el salvador de ese pecado.
Los cristianos verdaderamente creen en eso aunque no es culpa de ellos esta presunta herencia y a pesar de que Adán originalmente se arrepintió de su pecado y Dios lo perdonó, y con esto concluyó el asunto del pecado en su momento hace siglos, y dicho pecado dejó de existir.
Dice el investigador especialista Abdelwahab Ben Salih Al-Shaya que Dios lo guarde:
“Fundándose en lo conocido y propagado sobre la muerte del Mesías en la cruz por parte de los judíos, Pablo hizo de ese suceso una de las creencias más importantes de la religión que empezó a establecer y formar con lentitud bajo lo que quedó de la religión y el mensaje del Mesías la paz sea con él, basado en las dos creencias anteriores que él formó (la creencia del pecado
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original o el primer pecado y la creencia del deísmo del Mesías y su filiación a Dios).
Ya que Pablo pretendió que unos de los atributos de Dios, Alabado sea, son la justicia y la misericordia, así que en virtud de Su justicia, debió castigar a toda la humanidad por el pecado original que heredó de sus padres Adán y Eva, y en virtud de Su misericordia, debió perdonarle a toda la humanidad ese pecado. Siendo ese pecado muy grave que ningún sacrificio, fuesen ovejas o vacas, u otros animales, sin importar su número pudiera expiarlo, no había manera o camino ante Dios (Alabado sea Dios por lo que dicen) para compensarle a la humanidad este pecado y juntar entre Su justicia, Su misericordia y Su reconciliación con la humanidad excepto que Dios enviara a su único hijo (Alabado sea Dios por lo que dicen) –Jesús hijo de María la paz sea con él- quien se encarnó en forma humana y descendió a la tierra para que fuera humillado, torturado y asesinado en la cruz estando él satisfecho, para que él fuera el sacrificio o el redentor que salvara a todo aquel que creyera que Jesús es hijo único de Dios, y que fue asesinado en la cruz para redimirlos por sí mismo de ese pecado y los reconciliara con su padre Dios – Bendito sea Dios por lo que dicen- quien estaba Enojado con ellos.
Y que tres días después de ser enterrado, resucitó, fue con sus discípulos y con otros, y después de cuarenta días se elevó al cielo, se sentó a la derecha de Dios; y que retornará a la tierra por segunda vez para rendir cuentas con los vivos y muertos.
Esta es la adaptación o la explicación en la que se basó Pablo para pretender el deísmo del Mesías, Jesús hijo de María la paz esa con él, y la presentó a los paganos europeos y demás pueblos del Imperio Romano, no como
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mensajero enviado por Dios (Enaltecido sea) a los hijos de Israel, sino como un hijo de Dios que descendió a la tierra para ser humillado y morir crucificado para salvarlos, sacrificándose él mismo, y librarlos de la ira de su padre Dios; para con ello, perdonarlos del pecado cometido por su padre Adán y su madre Eva que heredaron de ambos, en lo que ellos conocían como “el pecado original” o “el primer pecado”.
A partir de estas creencias paganas, aumentó el número de paganos europeos y de otros lugares en entrar a esta nueva religión cercana a sus entendimientos, creencias y costumbres, la cual se denominará más tarde con el nombre de cristianismo”.12
Terminaron sus palabras, que Dios lo guarde.
Extractos que confirman que la creencia del pecado original y la creencia de la salvación no son sino de las propias palabras de Pablo.
● Carta de Pablo a los romanos: (3:24–25):
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente” (BLA).
● Carta de Pablo a los romanos: (5:8–11):
“Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
12 (pp. 102-103) del libro “Tárij annasrániyah, madjal linash’atihá wa maráhili tatawworihá ‘abra tárij” del autor Abdelwahab Ben Salih Al-Shaya.
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Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él.
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación” (BLA).
● Carta de Pablo a los romanos: (10:9):
“Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo” (BLA).
● Y dijo como se mencionó en la primera carta a los corintios (15:3–4):
“Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (BLA).
● También dijo, como se registró en su carta a los gálatas (4:4–5):
“Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley” (BLA).
● También dijo, como fue mencionado en su carta a los gálatas (3:13):
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero)” (BLA).
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Comentario:
A través de las palabras anteriores de Pablo, se muestra que él era quien introdujo esta creencia, la creencia del pecado original y que esta creencia no es de Dios, y si fuera de Él, el Mesías mismo la habría ratificado, porque era un mensajero enviado por Dios, para aclarar a las personas los asuntos de su religión.
Si resulta que es una creencia inventada por Pablo, entonces, se invalida lo que sigue, que es la creencia de la liberación del pecado original siendo Jesucristo el redentor y el salvador de la gente de dicho presunto pecado.
Con esto también se invalida la creencia de la crucifixión del Mesías que fue citada por Pablo, y queda la verdad que registraron los evangelios, y luego el Corán acerca de que Dios elevó al Mesías al cielo sin que le ocurriera ningún daño.
Considere, respetable lector, el odio de Pablo a la Torá, quien describió a la ley (la Torá) como una maldición.
Y observe usted –también- la descripción del Mesías de que era una maldición, al decir “habiéndose hecho maldición por nosotros”.
Después de esto, dice este astuto engañando a la gente que el Mesías le reveló el mensaje, y que era un apóstol enviado a la gente por parte del Mesías.
Luego vea a los cristianos como le pueden creer y engrandecer en lo que pretendió para sí mismo de que era apóstol.
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Resumen sobre lo dicho
La historia revela que la creencia que proclama “el Mesías es hijo de Dios” no fue conocida entre los seguidores del Mesías sino hasta después de que él fuese elevado al cielo, y quien la introdujo fue un hombre judío llamado Saulo, quien posteriormente sería conocido con el nombre de Pablo el apóstol; él innovó esta creencia y otras creencias e introdujo a todas al cristianismo original y auténtico, y con eso los cristianos ya no son realmente seguidores de la religión revelada por Dios al Mesías Jesús, sino que se volvieron seguidores de la religión adulterada e innovada por Pablo.
Pablo, como hemos mencionado anteriormente, era un hombre judío que apareció en la escena de los sucesos después de que el Mesías fuese elevado aproximadamente entre tres y cinco años, y se volvió de repente y sin preámbulos de enemigo, perseguidor y fanático en su odio a Jesús, a su mensaje y a sus seguidores, a apóstol inspirado a quien se le revelaba (el mensaje) de Dios y de Jesús, así que alegó cinco asuntos:
Primero: Pretendió que era apóstol designado por Jesús.
Segundo: Alegó que Jesús le reveló un evangelio.
Tercero: Pretendió que Jesús es hijo de Dios.
Cuarto: Alegó que el pecado de nuestro padre Adán y nuestra madre Eva no fue perdonado, el cual la humanidad heredó por siglos, y es lo que se conoce como “el pecado original” o “El primer pecado”.
Quinto: Pablo pretendió que Jesús fue enviado por Dios, descendió a la tierra para ser crucificado y torturado como redención a la humanidad por el pecado de sus padres Adán y Eva.
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● El objetivo final de Pablo era cumplir dos metas:
Primera: Destruir la religión del Mesías por dentro, alterándola, distorsionándola y convirtiéndola en otra religión totalmente distinta en su esencia a la religión del Mesías.
Segunda: Atraer a los paganos romanos hacia la nueva religión que él les diseñó, haciéndola compatible con sus principios paganos.
Para que Pablo pudiera lograr fácilmente su objetivo y evitar enfrentarse con los seguidores del Mesías, entró (de forma aparente) a la religión de Jesús, con la intención de engañar a los seguidores verdaderos del Mesías, mostrando aparentemente que seguía y amaba a Cristo, mientras que en su fuero interno, ocultaba su incredulidad a él y a su mensaje. En otras palabras, Pablo era hipócrita, hizo que su hipocresía fuera un encubrimiento con el que se ocultaba y un punto de inicio con el cual arrancó a una operación extensa de vandalismo contra el mensaje y la religión del Mesías.
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Conclusión
En esta investigación, se nos aclaró la invalidez de la creencia de heredar el pecado original atribuida a nuestro padre Adán para toda su descendencia por decenas de siglos, dicha creencia mítica en la que creen los cristianos a lo largo y ancho del mundo, la cual establece que toda la creación merece ser castigada por el pecado de nuestro padre Adán a pesar de que ella no lo cometió.
También se nos aclaró que esta conjetura y creencia no es correcto atribuirlas a personas normales como el respetable lector o como quien escribe, y más todavía su atribución no es válida a Dios, el Compasivo, el Justo, porque Dios posee los atributos de perfección.
También, fue aclarado que no es correcto atribuir esta creencia a la legislación que le fue revelada a Jesús hijo de María, ya que el Evangelio que le fue revelado a Jesús hijo de María, Dios describió que contiene la guía y la luz y vino para guiar a la comunidad de los hijos de Israel. Así que el mensaje verdadero de Jesús es para la guía y la orientación.
De igual manera, fue aclarado que Pablo y los sacerdotes que le siguieron introdujeron en la religión de Jesucristo creencias que no son parte de ella, como la creencia que establece que Cristo es hijo de Dios, y que él es el señor, también introdujo en ella la creencia de la herencia del pecado de Adán, que Dios no se lo perdonó, y le hizo ilusionar a la gente que Jesucristo murió asesinado en los maderos de la cruz, que Dios no lo elevó y que él murió para expiar el pecado de nuestro padre Adán. Entonces la gente dejó de adorar a Dios que es la esencia de la religión del Mesías y los demás
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profetas, y adoraron a Jesucristo porque han llegado a creer que es dios y que es hijo de Dios, así que ante sus ojos se volvió merecedor de la adoración, con esto la religión del Mesías se cambió de pies a cabeza, y de ella sólo queda el nombre.
Lo que contribuyó al establecimiento de estas doctrinas en Europa, fue la aprobación del Concilio de Nicea a esta creencia, convocado en el año 325. El Emperador Romano en aquel entonces –Constantino- llamó a este concilio al cual asistieron una gran multitud de patriarcas y hombres de religión cristianos después de haber tenido diferencias entre ellos sobre estas creencias, ya que hubo de entre ellos quien opinaba igual que Pablo, y hubo quien rechazó tal opinión, entonces, Constantino los reunió y resolvió la disputa entre ellos aprobando las creencias que Pablo estableció tres siglos antes, a pesar de que los sacerdotes que rechazaban esta opinión eran cinco veces más, pero como Constantino era un hombre pagano que creía en el descenso de los dioses del cielo, entonces se inclinó a la opinión de quien decía que Dios descendió a Jesucristo del cielo siendo su único hijo, e impuso esta creencia con la fuerza entre los judíos y entre los cristianos para integrar los corazones de las personas y sus enfoques a pesar de que él no era cristiano en su momento.
La intención en llevar a cabo las opiniones de Pablo era un asunto puramente político, y éste es el secreto de dicho asunto.
Es sabido que los cristianos representaban una parte considerable de su reino, por eso Constantino invitó a que se convocara a este concilio para unificar su frente interno.
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Murmullo en los oídos de los cultos
Somos seres humanos, nos lanzamos hacia el error por nuestra naturaleza humana, luego sufrimos remordimiento que tal vez evoluciona hacia la determinación de abandonar el error, pero el ser humano con su naturaleza humana, tan pronto vuelve a cometer la falta, a lo mejor la persona resiste y resiste mucho, se opone a Satanás y a sí mismo, pero al final, triunfa en contra de sí mismo y no cae en el pecado y en el error, o tal vez cae y comete el pecado. El Islam como una religión divina considera esta naturaleza humana y la reconoce, porque es una religión compatible con esta naturaleza que tiende a lo bueno y lo malo, así que cuando una persona comete un pecado, se requiere de ella el arrepentimiento, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, y por cualquier número de veces, y si realiza una buena acción, se requiere de ella la continuación, Dios dice en el Corán:
﴾Dios ama a los que se arrepienten y a los que se purifican﴿ (Corán, 2:222).
Éste es el mensaje de todos los profetas sin excepción (Noé, Abraham, Isaac, Jacob y otros), todos ordenaron el arrepentimiento y el abandono de los pecados.
La verdadera salvación de los pecados y la verdadera salvación del Infierno no se logra con derramar la sangre de otra persona, sino que se consigue mejorando entre la persona y su Señor, con la fe correcta a la que guio el Corán y con las buenas obras, ya que con ella la persona logra la misericordia de Dios, Su perdón, Su recompensa y Su Paraíso, y éste es el dicho que alivia el alma y tranquiliza a la mente y a él guiaron todos los
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profetas y esto no es sorprendente de ellos, porque trajeron sus mensajes de un solo origen que es Dios Único sin asociados.
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Diálogo sobre la creencia de la crucifixión de Jesucristo
Veinte evidencias científicas y lógicas
Las alabanzas son para Dios, Señor de los mundos, la paz y las bendiciones sean sobre todos los profetas y mensajeros.
Debate lógico sobre la creencia de la crucifixión del Mesías
1. Según la creencia de los cristianos, Jesucristo es hijo de Dios. Esta creencia contradice la creencia de la crucifixión, porque se sabe que cada padre ama a su hijo, y también se sabe que cada padre es misericordioso con su hijo y lo defiende si le ocurre algún daño, con base a esto, si Jesucristo fuera realmente hijo de Dios, Dios no aceptaría que se perdonaran los pecados de las personas con la crucifixión y el asesinato de su hijo sometiéndolo al peor agravio como escupirle en el rostro y colocarle una corona de espinas sobre su cabeza, esto es imposible porque la ofensa al hijo le afecta al padre también, suponiendo la autenticidad de esta creencia.
Entonces se demuestra la contradicción de estas dos creencias, ya que no puede ser que el Mesías fuese hijo de Dios, y al mismo tiempo Dios hiciera que la expiación de los pecados de la gente fuese a cambio del daño y la ofensa hacia su hijo, o es que el Mesías no es hijo de Dios, o es que la creencia de la crucifixión es mítica y no ocurrió realmente, o que ambas creencias son míticas.
2. Si el hijo de una persona común se somete a una ofensa terrible, igual se afectaría violentamente (el padre) y tal vez sacrificara su vida para salvar a su hijo, entonces, ¿cómo no pasó esto por parte de Dios
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siendo Él el Fuerte, quien creó todo el universo y la administración del universo está en Su mano, aniquilando a todos los conspiradores que estaban en contra del Mesías?
¿Por qué Dios no ordenó a los ángeles evitar este daño hacia Jesucristo? Especialmente que los cristianos creen que Cristo es hijo de Dios.
Por supuesto, nosotros decimos esto asumiendo que la historia de la crucifixión hubiese ocurrido realmente y que no fuese mítica.
3. Supongamos que la creencia del pecado original haya ocurrido realmente, y que la gente, verdaderamente, haya heredado el pecado de su padre Adán, ¿acaso el Señor (Dios) no encontró un medio para expiarlo, excepto a través de este medio duro y despreciable haciendo que se crucificara al Mesías (de quien dicen los cristianos que es su hijo), que se asesinara y se despreciara enfrente de la gente, luego esta ofensa quedara registrada en los libros de historia a lo largo de los siglos?
Esto si suponemos la autenticidad de estas dos creencias: la creencia del pecado original y la creencia de la crucifixión de Jesucristo.
4. Si los medios de comunicación intentan transmitir como este tipo de historias sobre el hijo de un jefe de estado o de un rey, la gente no lo creería, ¿cómo entonces creería esto acerca de la persona que pretenden que es hijo de Dios, el Creador de los cielos, de la tierra y de todo el universo?
5. Si el Mesías fuese dios, ¿Quién entonces dirigía los asuntos del universo en los tres días en los que ocurrió su crucifixión luego su deceso –suponiendo la autenticidad de la historia de su crucifixión y después su muerte?
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6. ¡Vaya! ¿Qué tumba alcanzaría al señor de este universo para que quedara en ella tres días después de ser crucificado, asesinado y rodeado de tierra por todos lados?
¿Cómo le quedaría la tumba pequeña y estrecha al señor de los mundos?
Se sabe que Dios es más Grande que todo, ¿cómo, entonces, le alcanzaría una tumba estrecha, y rodeada de tierra por todos lados?
¿Cómo sería apropiado para la mente describir al Mesías como el señor de este universo luego describirlo que murió y se trasladó a una tumba estrecha?
Quien crea esto, realmente se contradice a sí mismo.
7. Las mismas fuentes evangélicas establecen la invalidez de enterrar al señor en una tumba, (con nuestra creencia definitiva de que Jesucristo no es el señor, sino que es un mensajero, y ser humano, como nosotros). Fue mencionado en Hechos (7:48-49):
“Sin embargo, el Altísimo no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:
EL CIELO ES MI TRONO, Y LA TIERRA EL ESTRADO DE MIS PIES; ¿QUE CASA ME EDIFICAREIS?” (BLA).
8. Decir que Jesucristo es el señor o hijo del Señor contradice el dicho que establece que murió crucificado, porque la muerte es una característica de gran deficiencia que no es digna para quien es dios, sino que es adecuada para el Hombre.
Por supuesto, decimos esto con nuestra creencia contundente de que Jesucristo es un ser humano y mensajero, Dios lo elevó hacia Él fortalecido y honrado, protegido de la crucifixión, del asesinato y la
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ofensa. Esto lo aclararemos con detalle más adelante en esta investigación, si Dios quiere.
9. El Señor de los mundos (Dios), es el Perdonador y el Compasivo, perdona los pecados de las personas cuando se arrepienten, por muchos que sean estos pecados, sino que además perdona a personas que no se arrepintieron, a Él no le hace falta atormentar a un gran profeta y exponerlo al asesinato y la crucifixión (según quien cree eso), para que ocurriera el perdón a otros que no vieron al Mesías ni a Adán, y no tienen culpa ni participación en el pecado de su padre Adán.
10. La lógica mental asegura que la creencia que establece la liberación de las personas del pecado a través de la crucifixión del Mesías no es verídica porque contiene el castigo de una persona por el pecado de otra, y en esto no hay nada de justicia ni misericordia, y es imposible que sea de los preceptos del Señor, el Compasivo con Su creación.
De los ejemplos más cercanos a esta creencia es que un hombre quite una de sus muelas para que disminuya el dolor de muelas que siente uno de sus hijos. Si este hecho no es racional, así es también la creencia de la liberación del pecado no es nada racional, ya que no es digno de Dios Altísimo sea que Él enviara a Jesucristo para que muriera asesinado y crucificado, porque esto contradice los atributos de justicia y misericordia, lo que indica que esta creencia es mítica, de fabricación humana y Dios no la admite en absoluto, esto lo confirma que no existía en los evangelios, sino que es producto de las enseñanzas del judío Pablo quien se volcó repentinamente de un enemigo amargo de Jesucristo, de sus enseñanzas y de sus discípulos
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a un hombre que pretendió ser apóstol años después de que el Mesías fue elevado, y se aclarará eso más adelante si Dios quiere.
11. También según la lógica, la justicia y la equidad, la expiación del pecado debe corresponder al pecado, sea lo que fuere ese pecado y éste es un principio acordado entre los sensatos. Por ejemplo, si una persona cruza en un semáforo en verde, la expiación sería una cierta multa o encarcelarla por un breve período.
Pero que el castigo del infractor sea pagar con todo lo que tenga o encarcelarlo de por vida, esto no lo aprueba la ley divina ni la ley humana.
Si esto se decide, ¿es parte de la justicia, la misericordia y la paridad entre el pecado y la expiación, que la expiación de Adán, por comer del árbol, fuera que el Mesías se crucificara, se atormentara, se insultara, se le escupiera en la cara y se le colocara una corona de espinas sobre su cabeza?
Este hecho lo desprecia hasta la persona más dura de corazón, ¿cómo sería correcto entonces atribuirlo al Señor del Hombre?
Esto, a parte de que nosotros los musulmanes, en primer lugar, creemos que Jesucristo no fue crucificado ni fue asesinado, sino que Dios lo elevó hacia Él al cielo cuando los judíos quisieron matarlo, pero mencionamos eso para aclararlo.
También se preguntará: ¿es parte de la justicia, la misericordia y la paridad entre el pecado y su expiación, que billones de personas carguen con el pecado de su padre más lejano (Adán) desde el principio de la creación hasta el Día del Juicio?
Este principio no es nada misericordioso, tampoco es justo, y es impensable que Dios lo inflija al Hombre.
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12. Lo extraño para los cristianos, es que odiaron a los judíos por matar a Jesucristo –como ellos creen- y este odio continuó durante muchos siglos después de que el Mesías fuese elevado, aunque lo esperado es que ese odio no debió existir, porque el asesinato de Jesucristo debió ser querido por ellos por ser causa de su liberación del pecado original en el que ellos creen.
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Pruebas a partir de las tradiciones que confirman la invalidez de la creencia de la crucifixión de Jesucristo
13. La historia de la crucifixión se contradice con lo establecido en las fuentes evangélicas, ya que el Antiguo Testamento establece que el crucificado es maldito, ¿acaso es digno maldecir a un gran profeta como Jesucristo?
A parte, ¿cómo sería correcto para las mentes rectas y las conciencias vivas que el Mesías esté maldito a pesar de que ellos creen que es dios?
Fue mencionado en Deuteronomio (21:22-23):
“Y si un hombre ha cometido pecado digno de muerte, y se le ha dado muerte, y lo has colgado de un árbol, su cuerpo no colgará del árbol toda la noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día (pues el colgado es maldito de Dios), para que no contamines la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en heredad” (BLA).
Basado en esto, si es verdad que el crucificado es maldito, definitivamente sería inválida la creencia que establece que el Mesías fue expuesto a la crucifixión, porque no es coherente que el Mesías fuese crucificado y maldecido.
14. Lo extraño es que los cristianos leen en la Torá que el crucificado es maldecido por Dios, luego ellos hacen de la cruz una emblema de su religión, la engrandecen y juran por ella, mientras que la mente y la emotividad implicarían quemar la cruz donde quiera que la encuentren, romperla, impregnarla con la impureza porque en ella se crucificó su dios, y su adorado, en ella se ofendió, se delató y se humilló.
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15. La historia del asesinato y la crucifixión del Mesías contradice al mismo evangelio, ya que en el evangelio de Lucas (22:41-42), fue mencionado que Jesucristo no estaba satisfecho de que se asesinara, y deseaba salvarse de ser asesinado, si es así, ¿cómo sería correcto decir que descendió como redentor y salvador?
Si el Mesías fuese redentor y salvador, se habría entregado a los judíos con satisfacción para que se cumpliese la creencia de la expiación del pecado y la crucifixión que establece el cristianismo contemporáneo, y no habría huido y escondido con su madre en Galilea y otros lugares.
Lean conmigo, apreciables lectores, este texto del evangelio de Lucas que aclara el cuidado de Jesucristo para salvarse del asesinato:
“Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba, diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (BLA).
Existe como este texto en el evangelio de Marcos (14:35-36) y también en Mateo (26:39).
16. También, piense conmigo respetable lector en el texto anterior, ¿cuál de ellos es más cercano a la misericordia y la benevolencia de Dios? ¿que Dios respondiera la súplica del Mesías apartando de él la copa de la muerte o que lo entregara a sus enemigos para que lo ofendieran, asesinaran y derramaran su sangre?
17. También fue mencionado en Isaías que Dios es el Redentor, y no es otro, ni Jesucristo ni nadie.
“Yo, yo soy el SEÑOR, y fuera de mí no hay salvador” (BLA).
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Entonces si Jesucristo no es redentor, significa que estas tres creencias son inválidas, la creencia del pecado original, la creencia de la redención y la creencia de la crucifixión.
18. La gota que colmó el vaso –el Evangelio establece que Dios elevó a Jesucristo sin que le ocurriera daño alguno
Cuando la persecución de los judíos al Mesías se intensificó, y él sintió el peligro de ser asesinado, le informó a su pueblo que Dios lo elevaría hacia Él, queriendo con esto, tranquilizarlos de que sus enemigos judíos no lo encontrarían para matarlo, o para causarle el menor daño. Este anuncio del Mesías a los discípulos se manifiesta en el evangelio de Mateo (9:15) cuando el Mesías le dijo a los alumnos de Juan:
“Y Jesús les dijo: ¿Acaso los acompañantes del novio pueden estar de luto mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán” (BLA).
Observen, apreciables lectores, su dicho: “el novio les será quitado”, no dijo “será asesinado” o “será crucificado”, y demás palabras en las cuales se basó el cristianismo contemporáneo acerca de la creencia que dice que el Mesías fue asesinado y crucificado.
Esto –también- concuerda con lo que está registrado en Juan (3:14): “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre” (BLA).
Asimismo, fue mencionado en el evangelio de Juan que el Mesías le informó a su pueblo a modo de señal que Dios lo elevaría y que no se asesinaría ni se crucificaría. Entonces, en el evangelio de Juan (7:32–36):
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“Los fariseos13 oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendieran.
Entonces Jesús dijo: ‘Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió.
Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir’.
Decían entonces los judíos entre sí: ¿Adónde piensa irse éste que no le hallemos? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los griegos y enseñar a los griegos?
¿Qué quiere decir esto que ha dicho: Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir?” (BLA).
El dicho del Mesías: “voy al que me envió” y su dicho después: “Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir”, es una evidencia explícita de que Dios elevaría al Mesías al cielo y no se quedaría en la tierra, y en base a ello, la persona que asesinaron y crucificaron absolutamente no fue el Mesías14.
Asimismo, si fuera el Mesías la persona asesinada en los maderos de la cruz, habría existido, y su lugar estaría conocido para ellos y habrían llegado a él, y los judíos lo habrían buscado, encontrado, crucificado y asesinado -supuestamente para quien dice eso- ¿cómo concordaría
13 Los fariseos: Secta judía fanática, extremista e intolerante con el aspecto exterior de la piedad y religiosidad incluyendo el acatamiento literal de las leyes como abstenerse de cualquier trabajo los sábados, mezclarse con los que no son judíos porque los consideran impuros, ellos le causaron daño al Mesías la paz sea con él. Citado del libro: “Tárij annasrániyah, madjal linash’atihá wa maráhili tatawworihá ‘abra tárij” (p. 59). Autor: Abdelwahab Ben Salih Al-Shaya. 1era edición.
14 Un beneficio: en el dicho del Mesías: “voy al que me envió” una evidencia explícita de que él es mensajero enviado de Dios y no es hijo de Dios como se pretende.
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esto con el dicho del Mesías: “Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir”?
Jesús el Mesías, era sincero en lo que decía, no le mentiría a la gente, porque mentir es una característica negativa, es impensable que los profetas se caracterizaran por ello.
En otras palabras, los dichos del Mesías no pasarían excepto con una de dos, que el Mesías informó de algo mintiendo, que es buscarlo y no encontrarlo, luego aparece la verdad que es buscarlo y encontrarlo, y eso es imposible porque el Mesías no mintió y nunca mentirá.
O que el Mesías fue sincero; lo buscaron pero no lo encontraron y eso no sucede excepto con su elevación al cielo y que otra persona con el parecido del Mesías lo reemplazó, y los judíos lo mataron creyendo que era el Mesías.
Esta audacia no es de extrañar de ellos, ya que matar a los profetas y los reformadores es su hábito.
Esta es la verdad en la que no hay duda y es lo confirmado por el Corán. Dios Altísimo sea dice en el Corán: ﴾Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Quienes discrepan sobre él [Jesús] tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones, pero en la realidad no lo mataron. Dios lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Dios es Poderoso, Sabio﴿ (Corán, 4:157-158).
El resultado de todo esto: es que el Mesías no era la persona asesinada, sino que el asesinado fue otro, mientras que al Mesías, Dios lo ascendió al cielo hacia Él, en un milagro majestuoso y una honorabilidad excelsa que no le ocurrió a ningún profeta antes de él;
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Dios lo fortaleció y derrotó a sus enemigos judíos y a sus ayudantes, la guardia romana.
19. Fue mencionado en el evangelio de Juan (16:31) que el Mesías le informó a sus seguidores antes de ser elevado, que Dios estaría con él, y que no lo entregaría a sus enemigos quienes querían matarlo, que con esto, habría triunfado contra ellos, y que vencería al mundo. Este texto confirma que Dios le reveló a través del ángel Gabriel que Dios lo salvaría de ellos; también este texto derrumba la creencia de la crucifixión desde su base y confirma la creencia del ascenso al cielo sin que le hicieran daño alguno, si no ¿Cómo ganaría, entonces, al mundo estando vencido y crucificado en un madero? Esto no coincidiría con lo otro.
Esta es la creencia correcta que el Corán establece como hemos mencionado anteriormente.
Aquí hay un beneficio muy lindo, y es que el Mesías estaba ansioso de salvarse de la muerte, lo que indica que no era ni redentor ni salvador, ya que si fuera así, se habría entregado a los judíos para que así sucediera la creencia de la expiación del pecado original y la crucifixión que establece el cristianismo contemporáneo, y no se habría escapado de ellos ni se habría ocultado con su madre en Galilea y en otros lugares.
Prueba coránica que confirma que el Mesías no fue asesinado ni crucificado sino que Dios lo ascendió hacia Él en el cielo
20. La verdad en la que no hay duda es que Jesucristo no fue crucificado ni asesinado, sino que Dios lo ascendió hacia Él y lo protegió de la ofensa, y éste es el dicho de Dios Exaltado y Majestuoso en el Corán, y Él es el Creador de las criaturas y Quien sabe sus
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asuntos. Dios dice en el Corán: ﴾Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Quienes discrepan sobre él [Jesús] tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones, pero en la realidad no lo mataron. Dios lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Dios es Poderoso, Sabio﴿.
Una confusión y su respuesta:
Si se dice: fue mencionado en el evangelio de Mateo (27:46) que quien estaba colgado en los maderos de la cruz dijo antes de morir: “ELI, ELI, ¿LEMA SABACTANI? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (BLA).
¿Entonces quién dijo eso?
La respuesta es muy fácil: quien lo dijo fue la persona crucificada, a la que Dios le puso el parecido del Mesías, lo llevaron, lo crucificaron, lo mataron y lo enterraron, y no fue el Mesías mismo, como dice Dios en el Corán: ﴾Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Quienes discrepan sobre él [Jesús] tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones, pero en la realidad no lo mataron. Dios lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Dios es Poderoso, Sabio﴿.
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Resumen y conclusión
Con base a lo anterior, se aclara que la creencia de la crucifixión de Jesucristo no es válida para el intelecto tampoco en la lógica, y contradice las fuentes evangélicas. El cristiano imparcial, sediento de conocer la verdad si piensa en su fuero interno de manera independiente y dejando a un lado la imitación a la sociedad, no aceptaría esto.
Asimismo, si el cristiano leyera el Corán (Libro Sagrado en la religión del Islam), se le aclararía la verdad ya que Dios es Compasivo con Sus siervos, no los dejó así sin indicación y orientación ya que cuando la religión del Mesías fue distorsionada después de que él fuese elevado al cielo, Dios envió a Su Profeta Muhammad y le reveló el Corán para que sea un Libro de guía y orientación a toda la gente, en él aclaró que Jesucristo no fue crucificado ni asesinado tampoco ofendido, sino que Dios lo ascendió hacia Él antes de que le ocurriera daño alguno, sí, Dios lo elevó hacia Él en un milagro divino celestial que no le ocurrió a ningún profeta antes de él, y protegió a Su gran profeta de la ofensa y del asesinato. Esto es lo acorde a la mente y lo apropiado con la magnitud y prestigio de Jesucristo, Dios lo envió a los hijos de Israel luego lo protegió de la ofensa y el daño con Su potencia y Su poderío, porque Él es Fuerte, Vencedor. Gracias a Dios por la gracia del Corán, la gracia de la claridad y el acceso a la verdad.
Le pedimos a Dios guiarnos a lo correcto y salvarnos del castigo doloroso.
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Finaliza el libro gracias a Dios, en él se confirmaron seis asuntos:
Primero: la invalidez de la creencia del pecado original.
Segundo: la invalidez de la creencia que establece que Dios envió a Jesucristo como redentor y salvador.
Tercero: la invalidez de la creencia de la crucifixión de Jesucristo.
Cuarto: la confirmación de que los seres humanos nacen libres de pecado.
Quinto: Dios envió a Jesucristo como profeta y maestro, y no como redentor y salvador.
Sexto: Dios elevó a Jesucristo hacia Él en el cielo antes de que le ocurriera el más mínimo daño.
Todas estas pruebas son extraídas del
Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, la lógica, la historia y el Noble Corán.
A manera de conclusión, le pedimos a Dios diciendo: ¡Oh Dios haznos llaves para el bien, cerraduras para el mal, y qué Dios bendiga a Sus profetas Muhammad, Jesús, Moisés y a todos Sus profetas y les conceda mucha paz!
¡Oh Dios! He transmitido, ¡oh Dios! Sé Testigo.
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Aquí termina el libro, gracias a Dios. Qué Dios beneficie con él, a sus lectores, a su escritor, y a su editor.
Y las alabanzas son para Dios, el Señor de los Mundos.
Autor: Majed bin Sulaiman
majed.alrassi@gmail.com
00966505906761
20 de noviembre de 2016
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En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso
Nota del traductor
Para la traducción de este libro, la mayor parte de las citas bíblicas, fueron tomadas de “La Biblia de las Américas” (BLA), edición de 1986 y en menor medida usamos “La Biblia Reina Valera” (BRV) revisada en 1960, ambas disponibles en www.biblia.es
Mientras que para las citas coránicas en español, utilizamos “El Corán, traducción comentada”, traducido por el licenciado M. Isa García, segunda edición, 2017.
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Referencias bibliográficas para aquellos que quieran beneficiarse y saber más
Están publicadas en la página “La Religión Clara”
www.saaid.net/The-clear-religion
1) ¿Es Jesús Dios?
2) Cuarenta pruebas sobre la invalidez de la creencia de “heredar el pecado original y la creencia de “la crucifixión de Jesús”.
3) Who Deserves to be Worshipped?
4) Eleven facts about Jesus.
5) The amazing prophecies about Muhammad in the Bible.
Bibliografía recomendada:
- El verdadero Mensaje de Jesucristo.
- El verdadero concepto de Dios.
- Un Único Dios, un Único Mensaje.
- Contradicciones en la Biblia.
- ¡Dejen hablar a la Biblia!
- ¿Es Jesús Dios? La Biblia dice: ¡No!
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- ¿Es la Biblia la palabra de Dios?
- Eruditos cristianos reconocen las contradicciones en la Biblia.
- El retorno de Jesús.
- Lo que la Biblia dice acerca de Muhammad.
- La verdad acerca de Jesús.
- Creemos en Jesús.
- El Nuevo Testamento Hoy… ¿Palabra de Dios?
- Un sólo Mensaje.
- La verdadera religión de Dios.
- ¿Dios se hizo hombre?