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[Recuerda] cuando Luqmán exhortó a su hijo diciéndole: ‘¡Oh, hijito! No dediques actos de adoración a otro fuera de Dios, pues la idolatría es una gran injusticia’" (Corán 31:13).





Politeísmo e idolatría





En esta aleya, el sabio Luqmán llama a su hijo a evitar asociar a otros en la adoración con Dios, calificando este acto como una forma poderosa de opresión e injusticia.





El politeísmo toma diferentes formas, tan numerosas como numerosas son las posibles formas de adoración. Así como las formas de practicar el politeísmo son muchas, los objetos de adoración politeísta también son variados.





Los más variados de dichos objetos son los ídolos y los fetiches. Los ídolos son estatuas a las que se da la forma de un ser humano o de otra criatura, y que son adorados en lugar o además de Dios. Los fetiches son cualquier cosa que es adorada en lugar o además de Dios, sea cual sea la forma que adopte.





El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¡Oh, mi Señor, no permitas que mi tumba sea adorada como fetiche"[1].





El término "fetiche" (wazan en árabe) tienen un significado más general que el término "ídolo" (sanam).





Los ídolos y fetiches son adorados de muchas maneras. La prosternación ante ellos es una forma de adoración, ofrecer sacrificios a ellos es otra, y hacer juramentos en su nombre es otra.





La adoración también toma la forma de devociones del corazón. Albergar por uno de estos ídolos o fetiches sentimientos de amor, confianza, temor y esperanza, que son debidos únicamente a Dios, o acudir a ellos en búsqueda de perdón, es politeísmo puro. Es idolatría enfocar dichos sentimientos y dicha devoción sobre cualquier persona o cosa distinta de Dios.





Dios nos dice acerca de quienes entregan su amor y devoción a la adoración de cualquiera que no sea Dios: "Existen personas que toman en lugar de Dios a otros que consideran iguales [a Dios], y los aman como solo debe amarse a Dios; pero los creyentes aman más a Dios [de lo que estos aman a sus divinidades]. Ya sabrán los injustos, cuando vean el suplicio que les espera, que a Dios pertenece el poder absoluto y que Dios es severo en el castigo" (Corán 2:165).





Con respecto al temor y la admiración, dice Dios: "Así [es la estrategia del] demonio, que intenta atemorizar a quienes lo siguen. Pero no le teman a él, sino que témanme a Mí, si son verdaderamente creyentes" (Corán 3:175).





Con respecto a la confianza y la dependencia como adoración, dice Dios: "Encomiéndense solo a Dios, si es que verdaderamente son creyentes" (Corán 5:23).





En relación a acudir en busca de perdón, dice Dios: "Arrepiéntanse ante Dios, tengan temor [de Dios], cumplan con la oración y no sean de los que Le atribuyen divinidades [a Dios en la adoración]" (Corán 30:31).





En resumen, todo lo que se considera una forma de adoración, no debe ser ofrecido a nada ni nadie distinto a Dios, pues hacerlo es idolatría y politeísmo. Dios dice: "Quien atribuya actos de adoración a otros además de Dios se habrá desviado profundamente [del camino de los Profetas]" (Corán 4:116).





La idolatría no se limita a la adoración de estatuas físicas y fetiches. Existen ídolos inmateriales ante los que la gente sucumbe en adoración, como el ego, los caprichos y los deseos vanos que van contra la religión de Dios y Su ley. Quien sigue sus deseos en lugar de la religión de Dios, ha tomado a un ídolo de este tipo como deidad para adorar en lugar de Dios.





Dios dice: "¿Acaso no reparas en aquel que sigue sus pasiones como si estas fueran una divinidad? Dios decretó por Su conocimiento divino que se extraviaría, y por ello selló sus oídos y su corazón, y puso un velo sobre sus ojos" (Corán 45:23).





Seguir los propios caprichos significa adoptar los principios, ideologías y filosofías desviados. Los predecesores piadosos solían referirse a la gente que seguía sus caprichos e ideas heréticos como "la gente de los deseos vanos y las innovaciones".





Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que la adoración a los ídolos no se limita a un tipo especial de comportamiento ni a una forma en particular. Las formas de participar en la adoración a los ídolos son muchas, e incluyen todas las maneras en que una persona puede, concebiblemente, participar en la adoración.





Al comienzo, toda la humanidad estaba unida en el monoteísmo puro. Dios dice: "La humanidad era una sola comunidad [y porque comenzaron a desviarse del monoteísmo y discrepar sobre la verdad], Dios envió a los profetas con albricias y advertencias, y les reveló los Libros Sagrados con la Verdad para que juzgaran entre la gente acerca de lo que discrepaban".





La humanidad no sabía nada de la idolatría, excepto después de haber pasado 10 eras desde el tiempo de Adán, hasta la época de Noé (la paz sea con ambos). Esta fue la época en que la idolatría y la adoración a otros distintos a Dios tomó lugar por primera vez. Es por esto que Dios envió a Noé, para llamar a la gente a regresar a la adoración solo a Dios y abandonar su idolatría.





Cuando Noé llegó a su pueblo con este mensaje, ellos lo rechazaron. Dios nos dice: "Y les dijeron: ‘No abandonen a nuestros ídolos. No abandonen ni a Uad, ni a Suá’ ni a Iaguz, ni a Iaúk ni a Nasr" (Corán 71:23).





Ibn Abbas nos dice que esos nombres eran de personas piadosas que habían pertenecido antes a la nación de Noé. Cuando esas personas piadosas murieron, Satanás inspiró a la gente para que les erigieran estatuas en lugares donde solían sentarse, y ponerles a las estatuas los nombres de dichas personas. Así lo hicieron, pero en ese entonces, esas estatuas no fueron adoradas.





Sin embargo, después que esa generación pasó y el conocimiento se perdió, dichas estatuas fueron tomadas como objetos de adoración.





Después de eso, los ídolos del pueblo de Noé se convirtieron en los ídolos de las tribus árabes[2].





Este estado de cosas continuó hasta que Dios envió a Su Profeta Abraham (la paz sea con él), quien demolió los ídolos.





Todas las naciones tuvieron un Profeta que las instó a adorar únicamente a Dios y a dejar cualquier ídolo o fetiche que hubieran adorado antes. Dice Dios: "No hubo ninguna nación a la que no se le haya enviado un amonestador" (Corán 35:24).





Los efectos negativos del politeísmo en el estado mental y emocional de una persona son numerosos. Algunos de ellos han sido señalados en el libro de Dios. Mencionaremos brevemente algunos de ellos como ejemplo:





1.    Falta de seguridad, satisfacción y paz interior.





Dice Dios, transmitiéndonos las palabras de Abraham (la paz sea con él) a su pueblo: "¿Por qué iba a tener temor de sus ídolos siendo que ustedes no tienen temor de Dios y Le asocian divinidades sin que se les haya revelado ningún fundamento para ello? ¿Quién entre ustedes y yo tiene más motivo para sentirse seguro [de Dios]? Respondan, si es que saben". Quienes crean y no desacrediten su fe cometiendo la injusticia de asociar divinidades a Dios, estarán a salvo, porque son los bien guiados" (Corán 6:81-82).





La injusticia mencionada en esta aleya se refiere al politeísmo.





2.    Decadencia moral e intelectual. Esto proviene de personas que adoran a otros como ellos, que no poseen la capacidad de ayudarlos ni de perjudicarlos. Peor aún, adoran objetos inanimados que no ven ni oyen.





Dice Dios: "Tomaron [los judíos] a sus rabinos y [los cristianos] a sus monjes y al Mesías, hijo de María, por divinidades en lugar de Dios. Pero solo se les había ordenado [en la Tora y el Evangelio] adorar a Dios, la única divinidad. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él. ¡Glorificado sea! ¡Cómo pueden dedicar actos de adoración a otros!"(Corán 9:31).





Dios dice: "¿Por qué adoras a lo que no oye ni ve ni puede beneficiarte en absoluto?"(Corán 19:42).





Él dice: "Si ustedes los invocan, no oyen su invocación, y si oyeran no podrían responder. El Día de la Resurrección negarán que los hayan adorado, y no te informará nadie como Dios, Quien está bien informado de todo" (Corán 35:14).





Él dice: "Las súplicas de los que se negaron a creer serán en vano" (Corán 40:50)





3.    La búsqueda de incertidumbres y mentiras.  Dios dice: "A Dios pertenece todo cuanto hay en los cielos y en la Tierra. ¿Y qué siguen, entonces, quienes invocan a ídolos en vez de invocar a Dios? Solo siguen conjeturas y no hacen más que suponer" (Corán 10:66).





4.    Inconsistencia entre comportamiento, pensamiento y adoración. Dice Dios: "La mayoría de los que creen en Dios caen en dedicarle actos de adoración a otros" (Corán 12:106)





5.    Confusión e incapacidad de distinguir entre lo que es beneficioso y lo que es perjudicial. Dios dice: "Pregúntales [¡oh, Muhammad! a los idólatras]: ‘¿Quién es el Señor de los cielos y de la Tierra?’. Y diles: ‘Él es Dios’. Pregúntales: ‘¿Es que toman en vez de Él [ídolos como] protectores que no pueden beneficiarse ni perjudicarse ni siquiera a sí mismos?’. Y también: ‘¿Acaso se pueden equiparar el ciego y el vidente? ¿O las tinieblas y la luz? ¿O es que aquello que Le asocian a Dios ha creado algo como lo hace Dios, por lo que se confundieron y creyeron que debían adorarlo?’. Diles: ‘Dios es Quien ha creado todas las cosas. Él es el Único, el que tiene dominio absoluto sobre todas las cosas’"(Corán 13:16)





6.    Oportunismo craso y una tendencia a tomar ventaja de los demás. Esta es la actitud que la gente que adora a otros además o en lugar de Dios exhibe en su relación con Dios.





Dice Dios: "Luego, cuando los libra de la desgracia, algunos de ustedes vuelven a dedicar actos de adoración a otros que a su Señor" (Corán 16:54).





Él dice: "Cuando suben a un barco [y son azotados por una tempestad] invocan solo a Dios con sinceridad, pero cuando los pongo a salvo llevándolos a la costa, vuelven a dedicar actos de adoración a sus ídolos" (Corán 29:65).





También dice: "Cuando una desgracia azota a la gente, invocan a su Señor arrepentidos. Pero cuando los agracia con Su misericordia, un grupo de ellos atribuye divinidades a su Señor [en la adoración]" (Corán 30:33).





Ellos adoran a Dios con sinceridad cuando enfrentan alguna dificultad, y después de que Dios les alivia sus penurias, vuelven a adorar a otras deidades aparte de Dios.





7.    La idolatría y otras formas de politeísmo le dan a Satanás una forma de obtener poder sobre el politeísta. En consecuencia, mucho del comportamiento del politeísta y de sus actitudes, derivan de los susurros y las sugerencias de Satanás.





Dios dice: "Cuando recites el Corán refúgiate en Dios del demonio maldito. El demonio no tiene poder sobre los creyentes que se encomiendan a su Señor. Solamente tiene poder sobre quienes lo toman como aliado protector y aquellos que lo adoran asociándolo [en el poder y la adoración] a Dios" (Corán 16:98-100).





Y también dice: "Todos los Profetas tuvieron enemigos que eran demonios de entre los seres humanos y los yinn, que se susurraban mutuamente palabras adornadas con seducción. Pero si tu Señor hubiera querido no lo habrían hecho. Apártate de ellos y sus mentiras" (Corán 6:112)





8.    Una visión del mundo estrecha y materialista. Cuantas más bendiciones experimenta, más imprudente y arrogante se vuelve el politeísta, y más desatento se vuelve de su Señor. Se hunde más y más en la adoración de otras deidades.





Dios describe a dicha persona en el Corán diciendo: "Su dueño, que poseía abundantes riquezas, hablando [arrogantemente] con el creyente le dijo: ‘Tengo más riqueza que tú y mi gente es más fuerte’. Luego ingresó en su viñedo lleno de soberbia e incredulidad y exclamó: ‘No creo que este viñedo perezca jamás, tampoco creo que jamás llegue la Hora [del Día del Juicio]. Pero si llego a ser resucitado, estoy seguro de que tendré un viñedo mejor que este’" (Corán 18:34-36).





Ese tipo de personas se aferran codiciosamente a la vida mundana. Dios dice: "Encontrarás que son los más aferrados a la vida mundanal, más aún que los idólatras. Algunos de ellos quisieran vivir mil años, pero eso no los libraría del castigo, porque Dios sabe cuanto hacen" (Corán 2:96).  





9.    Indecisión, perplejidad e incoherencia en el pensamiento. Un politeísta siempre encuentra su vida acosada por la incertidumbre, debido a los numerosos enfoques de culto que tiene.





Dios dice: "Dios da un ejemplo sobre [la idolatría:] ¿Acaso son iguales un hombre que tiene muchos amos asociados que discrepan entre sí, y un hombre al servicio de un solo amo? ¡Alabado sea Dios! [No se equiparan] Pero la mayoría de los seres humanos lo ignora" (Corán 39:29)





10.  Depresión, frustración y falta de esperanza en la misericordia de Dios. Muchos idólatras se suicidan.





Dios dice: "A quien Dios quiere guiar le abre el corazón para que acepte el Islam. En cambio, a quien Él quiere extraviar le oprime fuertemente el pecho como si subiera a un lugar muy elevado. Así es como Dios humilla a quienes se niegan a creer" (Corán 6:125).





Dice Dios: "Solo desesperan de la misericordia de su Señor los extraviados" (Corán 15:56).





Estos son solo algunos de los efectos nocivos del politeísmo en la gente que participa de él. Pero hay muchos más. Sin embargo, mucho peor que todo esto, son las consecuencias que la idolatría tiene en la persona en el Más Allá. Una persona que muere en el politeísmo jamás será perdonada. Pasará la eternidad consignada en el Infierno.





 



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