65
sean con él, aclaró que la causa de la prohibición es que lanzar piedras
no beneficia, pues no mata a la presa ni derrota al enemigo, y lo único
que hace es causar un daño, pues puede romper los dientes o acertar en
los ojos y vaciarlos.
Esta prohibición es general para toda la gente, mayores y menores;
pero es más necesaria para exhortar a los menores, pues lanzarse piedras
es algo frecuente entre ellos y por ello es más necesario aconsejarles,
orientarlos y enseñarles.
66
29
Anas Ibn Málik, que Al-lah esté complacido con él,
dijo: “Serví al Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, durante diez años y nunca me
dijo: ¡Uff!” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
Cuando el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con
él emigró de La Meca y llegó a Medina, se presentó ante él la madre de
Anas Ibn Málik con Anas, que en ese entonces tenía diez años, y le dijo:
“Mensajero de Al-lah, este es mi hijo, Anas, y te lo traje para que esté a tu
servicio”. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él,
lo recibió con alegría.
Desde ese día Anas, que Al-lah esté complacido con él, estuvo al
servicio del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él,
atendiéndolo en sus asuntos y necesidades más variadas, y sin alejarse
mucho de él.
En este hadiz Anas nos informa sobre el comportamiento del Profeta
y nos menciona que estuvo a su servicio durante diez años. Y que durante
ese periodo no recibió ninguna reprimenda o acusación de parte del
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los modales”, capítulo: “El buen comportamiento
y la comodidad”, nro. 6038; y Muslim en su “Libro de las virtudes”, nro. 2309.
67
Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, ni siquiera
escuchó jamás la palabra “¡Uff!”.
Esto nos demuestra lo sublimes que eran los modales del Profeta,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él ,en su trato con su sahaba,
fueran menores o mayores, sirvientes o dignatarios de cada tribu.
De este hadiz aprendemos algo muy beneficioso, que es la recomendación
de ser gentiles con los que están subordinados a nosotros, como
los empleados y los sirvientes, pues son personas como nosotros y es
nuestra obligación respetarlos, apreciarlos y darles sus derechos.
68
30
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él,
relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz y las
bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Si alguien
se levanta de su asiento y luego retorna a él, tiene
más derecho de sentarse allí” (Muslim)(1).
Explicación
Nuestra religión es completa. No ha pasado por alto nada grande ni
pequeño que sea beneficioso para nosotros en esta vida o la otra, sin
habérnoslo aclarado y explicado. Parte de ello es lo que nos ha aclarado
en este hadiz, que es uno de los modales al sentarse.
Esta regla de los modales consiste en que si alguien se sienta en un
lugar y luego se levanta, y luego vuelve para sentarse en allí, tiene más
derecho de sentarse en ese lugar, así que nadie más puede quitárselo.
Entonces, cuando vuelva, él tiene la prioridad para sentarse en ese lugar.
Esto incluye todo lugar para sentarse, como los asientos públicos, los
de las mezquitas, los círculos de estudio, las aulas de estudio, etc.
Por lo tanto, si una persona se levanta de su asiento y después de
un tiempo breve retorna a él, tiene más derecho de sentarse en él. Sin
embargo, si se ausenta un tiempo muy largo, no tiene ya más derecho
que los demás para sentarse allí. Por ejemplo, si una persona se para de
su asiento después del rezo del Dhuhr y retorna a él después del rezo
(1) Lo citó Muslim en su “Libro del salám”, nro. 2179.
69
del ‘Asr, o el rezo del Magrib o al día siguiente, entonces ya no tiene más
derecho de sentarse allí ni tiene prioridad sobre los demás.
Nota: muchas de las peleas, en especial entre los menores, es por
causa de los asientos, sobre todo en los hogares y en las escuelas.
Si nosotros nos apegásemos a los modales de la Shari’a al sentarnos,
aumentaría nuestra fraternidad y disminuirían nuestras disputas.
70
31
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, relató
que el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, dijo: “Un musulmán tiene seis derechos
sobre otro musulmán: si lo encuentras, salúdalo
con el salám; si te invita, responde a su invitación; si te
pide consejo, dale consejo; si estornuda y alaba a Al-lah,
pide la misericordia de Al-lah para él; si se enferma, visítalo;
y si muere, síguelo en su funeral” (Muslim)(1).
Explicación
Un musulmán tiene muchos derechos que los demás musulmanes
deben respetar. Los más importantes son los seis mencionados en este
hadiz:
Primer derecho: El saludo con el salám. Si te encuentras con tu hermano
dile “as-salám ‘alaikum”; y si te saluda con el salám debes corresponder
al saludo.
Segundo derecho: Responder a la invitación. Si te invita debes corresponder
a su invitación, en especial si te invita a un banquete matrimonial,
en ese caso la obligación de responder a la invitación es más enfática.
Tercer derecho: El consejo. Si tu hermano te pide consejo o te pregunta
sobre algo, respóndele a lo que pide con consejos honestos y sinceros.
(1) Lo citó Muslim en su “Libro del salám”, nro. 2162.
71
Cuarto derecho: El tashmit. Si tu hermano estornuda y alaba a Al-lah,
respóndele con el tashmit, que consiste en decirle: “Que Al-lah te reciba
en Su misericordia”, y él debe responder a esto: “Que Al-lah te guíe y
mejore tu estado”.
Quinto derecho: La visita. Si tu hermano se enferma debes visitarlo,
pues debes saber que tu visita mejorará su estado de ánimo y ganarás
una generosa recompensa de Al-lah.
Sexto derecho: Acompañar su funeral. Los derechos del musulmán
sobre los musulmanes se mantienen hasta después de su muerte. Cuando
muere debes acompañar su funeral, es decir; debes participar en su
rezo fúnebre y luego debes ir al cementerio a enterrarlo. Esto significa
un gran bien, pues implica una plegaria piadosa por el difunto y una gran
retribución para quienes le sobreviven.
72
32
Abu Sa’id Al Judri, que Al-lah esté complacido con
él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz y
las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Denle
su derecho al camino”, y la gente dijo: “¿Cuál es su
derecho?”; el Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, dijo: “Recatar la mirada, evitar
causar daño, responder el saludo, prescribir lo bueno
y prohibir lo malo” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
En la época del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, la gente solía sentarse a la vera de los caminos y las calles. Allí se
reunían, charlaban y compartían en buena compañía.
El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, entonces
les dijo: “No se sienten a la vera de los caminos”, y la gente respondió:
“Mensajero de Al-lah, no hay alternativa a estas reuniones”, queriendo
decir que necesitaban estas reuniones. El Profeta, que la paz y las
bendiciones de Al-lah sean con él, les dijo: “Entonces denle su derecho
al camino”, y la gente preguntó: “¿Cuál es el derecho del camino?”; entonces
les informó de estos cuatro puntos sobre los derechos del camino.
Primero: Recatar la mirada. Quien se sienta en las veredas o las aceras
y ve una casa abierta, no debe mirar dentro de ella. Lo mismo si ve
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de las injusticias”, capítulo: “Los patios de las casas,
sentarse en ellos y sentarse en las escaleras”, nro. 2465; y Muslim en su “Libro de
las ropas y la elegancia”, nro. 2121.
73
una mujer en el camino, debe bajar la vista, pues Al-lah dijo: {Diles a los
creyentes [¡oh, Muhammad!] que recaten sus miradas y se abstengan de
cometer obscenidades, porque eso es más puro para ellos. Dios está bien
informado de lo que hacen} [Corán 24:30].
Segundo: Evitar causar daño. Evitando obstruir el paso o dejar angosto
el camino, evitando lanzar al camino cosas que incomoden a la gente,
como basura o inmundicias, etc.
Tercero: Responder el saludo. Si alguien los saluda con el salám, los
que están sentados a la vera del camino deben responder. Saludar con
el salám es recomendable y responder a este salám es obligatorio, pues
Al-lah dijo: {Si los saludan respondan con un saludo igual o mejor. Dios
tiene en cuenta todas las cosas} [Corán 4:86].
Cuarto: Prescribir el bien y prohibir el mal. Al-lah elogió a los creyentes
diciendo que ellos prescriben el bien y prohíben el mal, cuando dijo:
{Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien
y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el zakat y obedecen
a Dios y a Su Mensajero. De ellos Dios tendrá misericordia. Dios
es Poderoso, Sabio} [Corán 9:71].
74
33
Abdul-lah Ibn Omar, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz
y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Ningún
musulmán que tenga algo para dejar en testamento
puede pasar dos noches sin haberlo puesto por escrito”
(muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
Este hadiz nos indica que está prescrito hacer un testamento para
quien desea dejar un legado.
Si la persona tiene una deuda por pagar, o zakat que no ha pagado, o
recibió algo en prenda o una encomienda para otra persona, en ese caso
registrarlo en un testamento es obligatorio para él.
Y si no tiene consigo nada que le corresponda a otra persona, no es
obligatorio que haga un testamento. Por otro lado, es recomendable dejar
en testamento la tercera parte de los bienes, o menos, para proyectos de
beneficencia y otras formas de obras de caridades.
Aquí es importante recalcar lo siguiente: se puede dejar registrado en
el testamento asuntos mínimos, como una deuda pequeña por préstamo
o si se compró una mercancía a crédito y debía pagarla luego; esos y
otros casos que son frecuentes en la vida diaria de la gente.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los testamentos”, capítulo: “Los testamentos”,
nro. 2738; y Muslim en su “Libro de los testamentos”, nro. 1627.
75
También es bueno indicar aquí que no hay un formato específico para
el testamento, sino que el testador debe registrar por escrito lo que quiere
dejar, de forma clara y comprensible. Da lo mismo si lo escribe en una
carta, en un e-mail, en un mensaje de texto o lo expresa verbalmente sin
escribirlo. Todo eso es válido y es suficiente in sha Al-lah.
76
34
Abdal-lah Ibn Omar, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz
y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Allah
les prohíbe jurar por sus padres. Quien quiera
pronunciar un juramento que jure por Al-lah o que
calle” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
Los sahaba, que Al-lah esté complacido con ellos, al principio de su
islamización, solían jurar por otros fuera de Al-lah, como era su costumbre
en la época de la yahilía (ignorancia preislámica). Solían jurar por sus
padres, por el honor, por la confianza y otras cosas.
El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, les
prohibió jurar por cualquier cosa fuera de Al-lah; y Omar, que Al-lah esté
complacido con él, fue uno de los que escuchó esta prohibición y la aplicó
inmediatamente. Desde entonces no pronunció ningún juramento por
algo fuera de Al-lah.
Abdul-lah Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, agregó después
de relatar este hadiz: “Omar, que Al-lah esté complacido con él, dijo:
‘¡Por Al-lah! No he pronunciado esos juramentos desde que escuché al
Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, prohibirlo”’.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los juramentos y promesas”, capítulo: “No juren
por sus padres”, nro. 6646; y Muslim en su “Libro de los juramentos”, nro. 1646.
77
Y esta es la obligación de todo musulmán: cumplir con los mandamientos
de Al-lah con seguridad y empeño, sin dudas, postergaciones ni
debilidad.
En esta época aún hay gente que jura por otros fuera de Al-lah, por
ejemplo, algunos juran “¡por tu vida!”, “¡por el Profeta!”, “¡por la Ka’ba!”.
Todos estos juramentos son por otros fuera de Al-lah y son prohibidos,
incluso son shirk.
Abdul-lah Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, oyó a un hombre
decir: “¡No! ¡Por la Ka’ba!”, y le dijo: “No jures por otro fuera de Al-lah,
pues yo escuché al Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, decir: ‘Quien jura por otro fuera de Al-lah ha cometido
kufr o shirk”’ (lo citó Ahmad, Abu Dawud y At-Tirmidhi(2), este último dijo:
“Es un hadiz Hasan Sahih”. Al Albani lo clasificó como auténtico).
(2) Lo citó Ahmad (249/10), nro. 6072; y Abu Dawud en su “Libro de los juramentos y
las promesas”, capítulo: “Reprobación de los juramentos por los padres”, nro. 3251;
y At-Tirmidhi en su “Libro de los juramentos y las promesas”, capítulo: “Lo registrado
sobre la reprobación de los juramentos por otros fuera de Al-lah”, nro. 1535,
y dijo: “Es un hadiz Hasan Sahih”. Albani lo clasificó como auténtico en su “Irwá Al
Ghalil” (8/189), nro. 2561.
78
35
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él,
relató: “El Profeta, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, nunca criticó despectivamente
ninguna comida. Si le apetecía, la comía; y si no, la
dejaba” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era una
persona de modales gentiles, por ello, gustaba de las palabras buenas y
positivas, y detestaba las palabras groseras y negativas.
En este hadiz conoceremos uno de los modales del Profeta, que la
paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Cuando se le ofrecía un
alimento, él nunca lo criticaba negativamente. No decía: “Esta comida
está fría”, “esta comida está mala”, “no está maduro”, “no es buena”, “le
falta sal”, u otros tipos de descripciones negativas. Muy al contrario, su
costumbre y modos era que si le apetecía la comida, la comía; y si no la
apetecía, no la comía, pero sin criticarla despectivamente.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los elogios”, capítulo: “Atributos del Profeta, que
la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él”, nro. 3563; y Muslim en su “Libro de
las bebidas”, nro. 2064.
79
Debemos seguir el ejemplo del Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, y no criticar despectivamente la comida nunca, sino
que debemos alabar a Al-lah y agradecerle por sus bondades. Solo debemos
decir palabras positivas y no debemos hablar sino para bien.
80
36
Al Bará Ibn ‘Ázib, que Al-lah esté complacido con
él, relató: “El Mensajero de Al-lah, que la paz y las
bendiciones de Al-lah sean con él, tenía los mejores
modales entre la gente y tenía también la mejor apariencia
física; no era excesivamente alto ni era bajo”
(muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, tenía los mejores modales entre la gente, es decir que tenía el
mejor comportamiento y moral. Al-lah, Bendito y Exaltado sea, dice al
respecto: {Eres de una naturaleza y moral grandiosas} [Corán 68:4].
Además de tener bellos modales, el Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, tenía una bella apariencia física, por eso el
noble sahabi Al Bará Ibn ‘Ázib, que Al-lah esté complacido con él, nos
dice: “El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, tenía los mejores modales entre la gente y tenía también la mejor
apariencia física”.
El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, era de estatura mediana, no era ni muy alto ni bajo.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los elogios”, capítulo: “Descripción del Profeta,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él”, nro. 3549; y Muslim en su “Libro
de las virtudes”, nro. 93/2337.
81
En una versión del hadiz se agrega: “El Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, era de mediana estatura, de hombros anchos,
su pelo le llegaba a los lóbulos de sus orejas. Una vez lo vi usando
una capa roja; nunca vi una persona mejor parecida que él”(2).
Al Bujari y Muslim citan un relato de Anas Ibn Málik, que Al-lah esté
complacido con él, que dice: “El Mensajero de Al-lah era… (su piel) tenía
un color cercano al rosado, no era muy blanco ni muy moreno”. Es decir,
que su piel era blanca pero con tonos rojizos.
Y dijo Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él: “El Mensajero
de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era blanco
era blanco como la plata refinada”(3).
Yábir Bin Samura dijo: “Vi al Mensajero de Al-lah en una noche iluminada
de luna llena. Me puse a compararlo a él con la luna llena y lo hallé,
a mi opinión, más bello que la luna llena”(4). La paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, con su familia y sus sahaba.
(2) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los elogios”, capítulo: “Descripción del Profeta,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él”, nro. 3551; y Muslim en su “Libro
de las virtudes”, nro. 91/2337.
(3) Lo citó At-Tirmidhi en su “Atributos de Muhammad”, nro. 12; y Al Albani lo clasificó
como auténtico en “Lo auténtico”, nro. 2053.
(4) Lo citó At-Tirmidhi en su “Libro de los modales”, capítulo: “Lo que se cita del
permiso de usar ropa roja para los hombres”, nro. 3041, y dijo: “Es un hadiz Hasan
Gharib”; y Al Albani lo clasificó como auténtico en su “Compendio de los atributos”,
p. 8.
82
37
‘Amro Ibn Al ‘As, que Al-lah esté complacido con
él, relató que le preguntó al Profeta: “¿Qué personas
son las más queridas para ti?”, y él respondió: “Aisha”.
Luego le preguntó: “¿Y de los hombres?”, y él
respondió: “Su padre”. Luego preguntó: “¿Y después
quién?”, y dijo: “Omar Bin Al Jattáb” (muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
El noble sahabi ‘Amro Ibn Al ‘As, que Al-lah esté complacido con él,
uno de los mayores y más conocidos sahaba del Profeta, que la paz y las
bendiciones de Al-lah sean con él, relató en este hadiz que le preguntó al
Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, quién era la
persona más querida para él; y el Profeta, que la paz y las bendiciones de
Al-lah sean con él, le respondió que la persona más querida para él era
su esposa, Aisha.
Dijo ‘Amro: ‘¿Y quién de los hombres es más querido para ti?’ y el
Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él respondió: “Su
padre”, en referencia al padre de Aisha, Abu Bakr As-Siddiq, que Al-lah
esté complacido con él.
Luego ‘Amro preguntó: ‘¿Y después quién, Mensajero de Al-lah?’ y
dijo: “Omar Bin Al Jattáb”.
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de las plegarias”, capítulo: “Palabras del profeta, que
la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: ‘Señor, danos el bien en esta vida…’”,
nro. 6389; y Muslim en su “Libro de las invocaciones y las plegarias”, nro. 2690.
83
Esta es una distinción magnífica para estos tres nobles sahaba: Aisha,
Abu Bakr y Omar Bin Al Jattáb, el ser las personas más queridas
para el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.
Debemos saber que Ahlus-Sunna wal Yama’a opinan que los cuatro
primeros califas son los mejores entre los sahaba; y que su orden de excelencia
es como su orden cronológico en el califato. El mejor entre ellos
fue Abu Bakr As-Siddiq, luego estaba Omar Bin Al Jattáb, luego ‘Uzmán
Ibn ‘Affán y luego Alí Ibn Abi Tálib, que Al-lah esté complacido con él.
Estos son los mejores de los seguidores de Muhammad, que la paz y
las bendiciones de Al-lah sean con él, de forma absoluta. Nuestro deber
respecto a ellos y a los demás sahaba es: amarlos, mencionarlos con
respeto y pedir la complacencia de Al-lah para ellos. Que Al-lah esté complacido
con todos ellos y ellos se complazcan con Al-lah.
84
38
Anas Ibn Málik, que Al-lah esté complacido con
él, relató que la plegaria más frecuente del Profeta,
que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él,
era: “Al-lah, danos el bien en esta vida y danos el
bien en la otra; y protégenos del castigo del Infierno”
(muttafaq ‘alaih)(1).
Explicación
La plegaria o du’a es una de las más sublimes obras de bien. Es una
evidencia de la fe monoteísta y la glorificación de Al-lah, además, es un
medio para lograr Su misericordia, Su indulgencia y Su complacencia,
junto con Su amor, Su aceptación y Su sustento.
El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía
rogar con frecuencia y sus plegarias están registradas en las enciclopedias
de la Sunna, como “los seis libros” que son: el Sahih de Al Bujari, el
Sahih de Muslim, Sunan de At-Tirmidhi, Sunan de Abu Dawud, Sunan de
An-Nasa’i y Sunan de Ibn Maya.
A pesar de que las plegarias del Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él, eran muchas, había una plegaria con la que rogaba
con especial frecuencia: “Al-lahumma atina fid-dunia hasana wa fil ajirati
(1) Lo citó Al Bujari en su “Libro de los sahaba del Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él”, capítulo: “Palabras del Profeta, que la paz y las bendiciones
de Al-lah sean con él: ‘Si fuese a tener un jalil…’”, nro. 3662; y Muslim en su “Libro
de las virtudes de los sahaba”, nro. 2384.
85
hasana waqina ‘adhábin-nar” (¡Señor nuestro! Danos bienestar en esta
vida y en la otra, y presérvanos del tormento del Fuego), porque es una
plegaria sublime mencionada en el Sagrado Corán y que reúne ambos
bienes, los de la vida terrenal y los de la vida espiritual.
Dijo el Shaij ‘Abdurrahmán As-Sa’di, que Al-lah lo tenga en Su misericordia(
2):
“El bien pedido en la vida mundana engloba todo lo que el ser humano
considera que es bueno que le suceda. Desde un sustento abundante
y lícito, una pareja piadosa, hijos dignos de complacencia, comodidad
y felicidad, conocimiento beneficioso, obras de bien y otras bendiciones
que los humanos deseamos disfrutar.
El bien pedido en la otra vida engloba: la salvación de los castigos
de la tumba, de la congregación en el Día del Juicio y el Infierno, recibir
la complacencia de Al-lah, el éxito de vivir en una gracia permanente y la
cercanía del Señor Clementísimo.
Esta plegaria, entonces, es la más amplia y la de mayor efecto. Por
esta misma razón el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, la pronunciaba con frecuencia y animaba a pronunciarla”.
(2) En su Tafsír al hacer la exégesis de la aleya 201 de la sura “La vaca”.
86
39
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él,
relató que el Mensajero de Al-lah, que la paz y las
bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Cuando
muere el ser humano sus obras se interrumpen, excepto
tres: una caridad de beneficio permanente, un
conocimiento beneficioso o un hijo piadoso que ruegue
por él” (Muslim)(1).
Explicación
Al-lah ordenó a Sus siervos creyentes que hagan obras de bien que
los acerquen a Su misericordia y los salven de Su ira y Su castigo.
En este hadiz, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos informó que cuando una persona muere se interrumpen sus
obras, excepto en tres asuntos, que son obras que siguen aportando una
recompensa aún después de la muerte.
Primero: Que haga en vida una caridad permanente, como cavar un
pozo de agua y que este pozo siga dando agua a la gente aún después de
la muerte de quien lo hizo. Cada vez que alguien se beneficie de tal pozo
le significará una recompensa a quien lo cavó y se le retribuirá aunque
esté muerto en su tumba.
Ejemplos: Construcción de mezquitas, hospitales y escuelas, la producción
de copias del Corán para distribución gratuita, y otras caridades
que dan recompensa permanentemente.
(1) Lo citó Muslim en su “Libro de los testamentos”, nro. 1631.
87
Segundo: Un conocimiento de beneficio. Quien le enseña algo a un
grupo de gente o los exhorta o los orienta; o escribe un libro, o participa
de su impresión, distribución o cualquier difusión del conocimiento beneficioso,
se le recompensará por ello en vida y después de su muerte.
Tercero: Un hijo piadoso (o hija). Si el hombre o la mujer educan a sus
hijos en la piedad, todas las obras piadosas de los hijos se le registran
también a quien los educó. Además, el hijo piadoso ruega a Al-lah en favor
de su madre y su padre, así que se mantiene la recompensa de ellos
y su grado de excelencia ante Al-lah.
88
40
Yábir Bin Abdul-lah, que Al-lah esté complacido
con él, relató que el Mensajero de Al-lah, que la
paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo:
“Cada siervo será resucitado en la condición en la
que murió” (Muslim)(1).
Explicación
Este hadiz nos habla sobre el buen fin, que es uno de los asuntos
más importantes para la gente de bien y piedad desde la época de los
sahaba del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él,
hasta nuestros días.
El “buen fin” significa que la persona llegue al final de su vida en la fe,
haciendo el bien y obras piadosas.
En este hadiz el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, nos informa que si una persona muere en una situación, será resucitado
en el Día de la Resurrección en la misma situación. Quien muere
mientras pronunciaba la talbia en el Hayy o la ‘Umra, será resucitado el
Día de la Resurrección pronunciando la talbia. Quien muere invocando
a Al-lah, será resucitado el Día de la Resurrección invocando a Al-lah.
Quien muere en pecado será resucitado el Día de la Resurrección en ese
pecado. Le pedimos a Al-lah la salvación.
(1) Lo citó Muslim en su “Libro del paraíso y la descripción de sus placeres y sus habitantes”,
nro. 2878.
89
Por eso mismo debemos esforzarnos para evitar la desobediencia
a Al-lah y debemos llenar nuestro tiempo de obras piadosas para que
tengamos un buen fin y seamos resucitados bajo la misericordia, la indulgencia
y la complacencia de Al-lah.
90
Índice de hadices
Hadiz 1: “El Islam se levanta sobre cinco pilares…”
Hadiz 2: Los pecados capitales son: “El politeísmo, el maltrato de los
padres…”
Hadiz 3: “El musulmán es aquella persona de cuya legua y manos están
a salvo los demás musulmanes”
Hadiz 4: “Las señales del hipócrita son tres: si habla miente…”
Hadiz 5: “Entre el hombre y la incredulidad y el politeísmo está el abandono
del salat”
Hadiz 6: “El creyente fuerte es mejor y es más querido por Al-lah…”
Hadiz 7: “A quien hace el wudú para el rezo y lo hace bien…”
Hadiz 8: “Quien mienta intencionalmente en algo sobre mí que vaya preparándose…”
Hadiz 9: “Quien tenga en su corazón el peso de un átomo de soberbia … ”
Hadiz 10: “El mejor entre ustedes es quien aprende el Corán y lo enseña”
Hadiz 11: “Dos frases livianas para la lengua pero de gran peso en la
balanza…”
Hadiz 12: “Mi allegado… me recomendó tres cosas: …”
Hadiz 13: “Cuando el siervo está en suyúd es cuando más cerca está de
su Señor… “
Hadiz 14: “Maldecir al creyente es como matarlo”
91
Hadiz 15: “Al-lah, Bendito y Exaltado sea, dijo: Hijo de Adán, gasta en
caridades…”
Hadiz 16: “Lo que sufre el musulmán de decaimiento o enfermedad …”
Hadiz 17: “No entrarán al Paraíso hasta que sean creyentes, y no tendrán
fe hasta…”
Hadiz 18: “Que el hombre no mire la intimidad de otro hombre…”
Hadiz 9: “Te lo devolvemos solo porque estamos consagrados en ihram”
Hadiz 20: “No entrará al Paraíso quien siembra intrigas”
Hadiz 21: “A todo musulmán que planta un árbol o siembra un cultivo…”
Hadiz 22: “Déjenlo, pues el dueño de un derecho tiene la potestad de
hablar”
Hadiz 23: “A quien le alegre que Al-lah lo salve de la dificultad del Día de
…”
Hadiz 24: “Quien nos engaña no es de nosotros”
Hadiz 25: “A quien le quita el derecho a otro musulmán con su juramento…”
Hadiz 26: “Faciliten las cosas y no las dificulten …”
Hadiz 27: “Quien levanta las armas contra nosotros no es de los nuestros”
Hadiz 28: “Eso no caza la presa ni mata a un enemigo, sino que rompe …”
Hadiz 29: “Serví al Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean
con él, durante diez años y nunca me dijo: ¡Uff!”
92
Hadiz 30: “Si alguien se levanta de su asiento y luego retorna a él…”
Hadiz 31: “Un musulmán tiene seis derechos sobre otro musulmán…”
Hadiz 32: “Denle su derecho al camino”
Hadiz 33: “Ningún musulmán que tenga algo para dejar en testamento…”
Hadiz 34: “Al-lah les prohíbe jurar por sus padres…”
Hadiz 35: “El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él,
nunca criticó despectivamente ninguna comida…”
Hadiz 36: “El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah
sean con él, tenía los mejores modales entre la gente…”
Hadiz 37: “¿Qué personas son las más queridas para ti?”
Hadiz 38: “Al-lah, danos el bien en esta vida y danos el bien en la otra …”
Hadiz 39: “Cuando muere el ser humano sus obras se interrumpen…”
Hadiz 40: “Cada siervo será resucitado en la condición en la que murió”
93
94