articulos

Términos árabes:





· Surah: Sura, capítulo del Corán.





· Rakah: Unidad/ciclo de la oración.





· Ayat (singular: ayah): Esta palabra puede tener muchos significados. Casi siempre se utiliza cuando se habla de pruebas provenientes de Allah. Estas incluyen evidencias, versículos, señales y revelaciones.





· Zakat: Caridad obligatoria.





Ninguna otra escritura del mundo comparte las características únicas del Corán. Los otros libros sagrados son colecciones de sabiduría y enseñanzas de sus líderes religiosos, reunidas a lo largo del tiempo. No se sabe quién las compiló ni cómo. El Corán, por otro lado, es un libro que afirma provenir del Creador de los cielos y de la Tierra. Es un libro que no fue recopilado ni editado a lo largo del tiempo por autores desconocidos. Ya que este libro procede de Allah en su totalidad, fue enseñado al Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) para que nos lo transmitiera. Ciertas capítulos (suras) y versículos tienen recompensas y bendiciones al ser recitados, como nos lo informó el Profeta Muhammad, quien mencionó las recompensas de recitar el Corán, memorizarlo y seguir sus enseñanzas.





En esta lección, aprenderemos las recompensas de recitar algunos de los capítulos del Corán.





El Profeta nos ha informado que por recitar una letra del Corán, obtenemos la recompensa de diez buenas obras. Esto debería motivarnos a aprender a recitar el Corán en su lengua original, el árabe, ya que es algo posible y muchas personas lo han hecho. Si usted es consistente y sigue los consejos dados en la lección anterior (Por qué y cómo aprender el Corán), encontrará los pasos que necesita seguir para conseguirlo.





Una letra del Sagrado Corán equivale a 10 buenas obras





El Mensajero de Allah dijo: "El que lea una letra del Libro de Allah será acreditado con una buena acción, y una buena acción tendrá diez veces más recompensa. No digo que Alif Lam Mim es una letra; sino que Alif es una letra, Lam es una letra, y Mim es una letra" (es decir, es igual a tres letras)[1].





Algunas personas encontrarán dificultades para aprender a recitar el Corán en árabe. Después de todo, tendrán que familiarizarse con ciertas letras y aprender a pronunciarlas. He aquí un bello aliento del Profeta Muhammad para aquellos que se esfuerzan por aprender el Corán en árabe:





Quien recita el Sagrado Corán con dificultad tiene doble recompensa


El profeta Muhammad dijo: "Una persona que recita el Corán y lo lee con fluidez estará en compañía de los ángeles obedientes y nobles; y el que lee el Corán con esfuerzo y dificultad tendrá una recompensa doble"[2].





Una de las primeras suras (capítulos) del Corán que usted debería memorizar es la Surah Al Fatihah, el primer capítulo del Corán, que se recita en cada rakah de oración.





Surah Al Fatihah, la sura superior


Abu Sa'id dijo que mientras rezaba, el Profeta lo llamó, pero no respondió a su llamado. Al terminar Abu Sa'id dijo: "¡Oh, Mensajero de Allah!, estaba rezando". Él dijo: "¿Acaso Allah no dijo: ¡Oh creyentes! Obedezcan a Allah y al Mensajero cuando los invitan a practicar aquello que les da vida?" (Corán 8:24), luego dijo: "Te enseñaré la sura más grandiosa del Corán, Dijo: "[Esta es] 'Alabado sea Allah, el Señor de los mundos...' (es decir, Surah Al Fatihah), que consiste en 'siete versos recitados repetidamente' y el Magnífico Corán que me fue dado"[3].





Ayah Al Kursi brinda la protección de Allah


El segundo capítulo del Corán que sigue a la Surah Al Fatihah es la Surah Al Baqarah, el capítulo más largo del Corán. El versículo 255 de este capítulo se llama Ayah Al Kursi (versículo del Trono).





Abu Hurairah narró que el Mensajero de Allah le ordenó que custodiara los ingresos del Zakat del Ramadán, pero apareció un ladrón que quiso robar los alimentos; Abu Hurairah lo atrapó y le dijo: "¡Te llevaré ante el Mensajero de Allah!", y esa persona le dijo: "Por favor, no me lleves ante el Mensajero de Allah y te diré unas palabras con las que Allah te beneficiará. Cuando vayas a dormir, recita Ayah Al Kursi, porque habrá un guardián de Allah que te protegerá toda la noche, y Satanás no podrá acercarse a ti hasta el amanecer". Cuando el Profeta oyó la historia, dijo: "El [que venía a ti de noche] te dijo la verdad, aunque es un mentiroso; y era Satanás"[4].





Los dos últimos versículos de la Surah Al Baqarah


El Profeta dijo: "Si alguien recita los dos últimos versículos de la Surah Al Baqarah por la noche, eso será suficiente para él"[5].





Surah Al Baqarah y Aal 'Imran son dos luces





Describiendo el segundo y tercer capítulo del Corán, el Mensajero de Allah dijo: "Lee el Corán, porque intercederá por su gente en el Día de la Resurrección. Lee las dos luces, Al Baqarah y Aal `Imran, porque vendrán en forma de dos nubes, dos sombras o dos líneas de pájaros el Día de la Resurrección y argumentarán a favor de su gente"[6].





Surah Al Kahf es tranquilidad





Hay un capítulo especial del Corán que viene casi en medio del libro, llamado Surah Al Kahf.





Un hombre estaba recitando la Surah Al Kahf y su caballo estaba atado con dos cuerdas a su lado. Una nube descendió y se extendió sobre ese hombre, y siguió acercándose cada vez más a él hasta que su caballo empezó a saltar (como si tuviera miedo de algo). Al amanecer, el hombre se acercó al Profeta y le habló de esa experiencia. El Profeta dijo: "Esa fue la 'tranquilidad' que descendió a causa de [la recitación del] Corán"[7].





Surah Al Kahf es Protección del Anticristo (Dayyal)





El Profeta dijo: "Quien memorice diez versículos del principio de la Sura Al Kahf estará protegido del Anticristo"[8].





Surah Al Kahf es una luz brillante





El Profeta dijo: "El que lea la Surah Al Kahf el viernes, tendrá una luz que brillará de un viernes a otro"[9].





Enfatizando la importancia de recitar el Corán, dijo el Profeta: "El ejemplo del creyente que recita el Corán es como la toronja, cuyo aroma es bueno y su sabor también lo es. Y el ejemplo del creyente que no recita el Corán es como el dátil, que no tiene aroma, pero tiene buen sabor. En cambio, el ejemplo del depravado que recita el Corán es como el arrayán, cuyo aroma es bueno pero su sabor es amargo. Y el ejemplo del hipócrita que no recita el Corán es como la tuera, que no tiene aroma y su sabor es amargo”[1].





El Corán, las palabras de Allah, tiene muchas virtudes. Cada surah del Corán es importante, pero algunas de ellas tienen una importancia especial. Las mejores suras que puede recitar un nuevo musulmán son aquellas que acumulen la mayor recompensa para él y sean fáciles de memorizar.





En esta lección, mencionaremos las virtudes de los últimos tres capítulos del Corán, que son cortos pero poderosos:





Construye una casa en el Paraíso recitando Surah Al Ijlás: El Profeta dijo: "A quien recite 'Qul hua Allaahu ahad' [Surah Al Ijlás] diez veces, Allah le construirá una casa en el Paraíso"[2].





Recitar Surah Al Ijlás equivale a un tercio del Corán: Un hombre escuchó a otro recitar "Qul hua Allaahu ahad" [Surah Al Ijlás] y repetirlo. A la mañana siguiente, se presentó ante el Mensajero de Allah (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) y le habló de ello. El hombre pensó que era muy poco, pero el Mensajero de Allah dijo: "Por Aquel en Cuya Mano está mi alma, equivale a un tercio del Corán"[3].





Un hombre se quedó despierto para adorar a Allah en la época del Profeta justo antes del amanecer y recitó "Qul hua Allaahu ahad" [Surah Al Ijlás], pero no recitó nada más. Por la mañana, el hombre se acercó al Profeta y le habló de esto, pensando que quizás no estaba haciendo lo suficiente. El Mensajero de Allah dijo: "Por Aquel en Cuya Mano está mi alma, equivale a un tercio del Corán"[4].





Se recomienda recitar la Surah Al Ijlás antes de dormir: Aisha informó que cuando el Profeta se iba a la cama, ahuecaba las manos, soplaba y recitaba en ellas "Qul hua Allaahu ahad" [Surah Al Ijlás], Qul a'udhu bi Rabbil-falaq [Surah Al Falaq] y Qul a'udhu bi Rabbin-nas [Surah An-Nas] (estos son los últimos tres capítulos del Corán). Luego se pasaba las manos por todo lo que podía, empezando por la cabeza, la cara y la parte delantera del cuerpo. Hacía esto tres veces[5].





El amor por Surah Al Ijlás: Aisha también informó que el Profeta envió a un hombre a cargo de una pequeña campaña militar, y cuando recitaba el Corán mientras guiaba a sus compañeros en oración, siempre terminaba con "Qul hua Allaahu ahad" [Surah Al Ijlás]. Cuando regresaron, [sus compañeros] se lo mencionaron al Profeta, quien les dijo que le preguntaran por qué lo había hecho. Entonces le preguntaron, y respondió: "Porque es una descripción del Misericordioso, y amo recitarla". El Profeta dijo: "Díganle que Allah lo ama"[6].





Recitar Surah Al Ijlás todas las noches: Uqbah Ibn 'Amir dijo "Me encontré con el Mensajero de Allah y me dijo: 'Oh Uqbah Ibn 'Aamir, te enseñaré algunas suras sin paralelo en lo que se ha revelado de la Torá, los Salmos, el Evangelio o el Corán. No debes pasar una noche sin recitar (es decir, cada noche debes recitar) 'Qul hua Allaahu ahad' [Surah Al Ijlás], 'Qul a'udhu bi Rabbil-falaq' [Surah Al Falaq] y 'Qul a'udhu bi Rabbin-nas' [Surah An-Nas]". Dijo Uqbah: "Así que todas las noches las recitaba. Era mi deber recitarlas, porque el Mensajero de Allah (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) me había ordenado hacerlo..."[7].





El Paraíso es su derecho: El Profeta oyó a un hombre recitar "Qul hua Allaahu ahad", y dijo: "Es su derecho". Ellos le preguntaron: "Mensajero de Allah, ¿cuál es su derecho?". Él dijo: "El Paraíso es su derecho"[8].





    Hay muchas virtudes en la recitación general del Corán en árabe y en la recitación de algunas de las suras más largas; pero también hay grandes virtudes en recitar suras más cortas del Corán que son fáciles de memorizar, como la Surah Al Fatihah y la Surah Al Ijlás.





Hasta que no puedas leer bien el Corán, si lo escuchas recitar por otra persona y buscas la recompensa que se ha mencionado por ello, entonces hay esperanza de que tendrás la misma recompensa que el que lo lee, debido a tu buena intención y a hacer lo que eres capaz de hacer.



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