El Islam ha elevado el estatus de la mujer. Muchos, al escuchar esto, pueden asumir que se trata de una contradicción porque la idea prevalente –al menos en Occidente– es que el Islam no eleva el estatus de la mujer, sino que la oprime y suprime. En relación a esto se puede decir que hoy hay básicamente dos puntos de vista en el mundo. Estas dos visiones frecuentemente están en conflicto, no sólo a nivel personal donde los seres humanos individualmente toman posiciones, sino también a un nivel internacional en términos del debate sobre la autenticidad y la veracidad de ambas. El primer punto de vista es la visión liberal de Occidente. Una visión que clama tener sus raíces en las tradiciones judeocristianas que probablemente, basados en investigación, en realidad corresponde a una visión aparecida luego de la Reforma, ideas que tienen raíces en el secularismo y la cosmovisión mundial que apareció después, ya en la “era de la ilustración”.