Después de aceptar el Islam, los nuevos musulmanes comienzan un viaje de transformación de su vida para llevarla de acuerdo con su nueva fe.
Deben emprender un proceso de transformación masivo que continuará por el resto de sus vidas.
Encontrar el mejor método para abordar dichos cambios es importante para facilitar la implementación de lo aprendido para el proceso de crecimiento.
Si bien algunos musulmanes nuevos pueden cambiar las cosas de inmediato sin dudarlo, no todos pueden, y deben adaptarse gradualmente. Cada persona tiene una situación, entorno y circunstancia muy diferente a la otra.
Como no hay que seguir un procedimiento simple, nos centraremos más en las sugerencias sobre cómo abordar el concepto de cambio.
HAZ LO QUE TE SEA ÚTIL
Todos te dirán cómo hacer todo si los dejas, y te sentirás abrumado y condenado incluso antes de comenzar.
Nadie debería decirte: «debes hacer esto inmediatamente, de esta manera». Lo que funciona para una persona, puede no funcionar para otra. Debes evitar tal presión. Tienes que hacer lo que sea mejor para ti.
Cuando observas los cambios que finalmente tendrás que enfrentar y te das cuenta de que de hecho no tienes los medios para hacer algunas cosas, concéntrate en lo que puedes hacer en el presente. Esto quitará presión de tus hombros para que hagas los primeros cambios. Encárgate de las cosas fáciles primero.
Al enfocarte en las cosas fáciles primero, puedes ser más positivo y alcanzar objetivos más fácilmente. Esto puede ser en forma de cambiar cosas que no hacen una diferencia dramática que te afectará demasiado, y en vez de eso son cambios más personales. Algunos ejemplos serían dejar de beber y salir de fiesta, etc. Estas cosas son fáciles de hacer y se pueden realizar de la noche a la mañana con facilidad.
Cuando pienses en los cambios más complejos, reflexiona sobre los diversos enfoques que puedes adoptar para hacer el cambio. Tal vez no tengas dinero para comprar nueva ropa más modesta, pero sí tienes algunas prendas más reservadas que se pueden combinar para dar al menos un paso en la dirección correcta para vestirte de manera más modesta.
Con el tiempo, puedes agregar una prenda a tu guardarropa por etapas y, finalmente, tendrás un vestuario modesto. Pero, solo porque no puedas cambiarlo todo de una vez, no debes evitar hacer pequeños cambios, gradualmente. Si esperas el momento para hacerlo todo de una vez, es posible que nunca veas que ese momento se acerca.
LOS 5 PUNTOS PARA ACERCARTE A LOS CAMBIOS DE LA VIDA
Haz un diario para tomar notas y haz un plan para ti mismo, y establece objetivos cronometrados que sean razonables, para mantenerte enfocado en tu progreso y tratar de cumplirlo. Entonces, primero, haz una lista de los cambios que sabes que necesitas hacer y sigue este proceso para cada elemento y escribe tus pensamientos para cada uno.
1- Define el cambio a realizar: antes de poder analizar el cambio, debes definir qué es lo que necesitas cambiar sobre tu estilo de vida actual.
2- Fase de descubrimiento de opciones: aquí debes buscar las mejores opciones/enfoques, y qué funciona actualmente bien y ampliarlo.
3- Sueña con los posibles resultados: piensa en «lo que podría ser» y en cómo puedes tomar los aspectos positivos que identificaste en la fase de descubrimiento de opciones y refuerza para identificar las fortalezas y debilidades que pueden existir en cada una. Una vez que hayas terminado la meta soñada para una acción, puedes pasar a diseñar un plan para ella.
4- Diseña un plan: observa los aspectos prácticos necesarios para apoyar el sueño y comienza a profundizar en los tipos de etapas, procesos y estrategias que permitirán que el sueño se haga realidad.
5- Cumple: la fase de implementación requiere una gran cantidad de planificación y preparación. Mantén el sueño como el punto focal en tus acciones tomadas. ¡Comprométete a cumplir antes de una fecha en particular si necesitas establecer una para ti y apégate a ello!
SUPERAR EL PENSAMIENTO DE TODO O NADA
El perfeccionismo es un conjunto de pensamientos autodestructivos que te empujan a tratar de alcanzar expectativas irrealmente altas para ti mismo. Si bien todos queremos lograr todo con altas expectativas, el perfeccionismo excesivo puede hacer más daño que bien. Puede ser perjudicial para tu autoestima si no puedes hacer las cosas al ritmo que te gustaría.
Los perfeccionistas adaptativos trabajan para desarrollarse con optimismo y deseo de mejorar, lo cual es saludable, pero otros son perfeccionistas desadaptativos que nunca están satisfechos con lo que logran. Se enfrentan al miedo al fracaso, a la duda, a la baja autoestima y a muchas emociones negativas, y ven sus errores como puntos focales para que otros los critiquen como un fracaso.
Simplemente evita la idea de que debes ser perfecto de la noche a la mañana y no te concentres en lo que otros pensarán de ti. Allah es quien conoce tu situación, y de lo que eres capaz y de lo que no en cualquier momento en particular.
NO DEJES QUE EL MIEDO AL CAMBIO TE IMPIDA AVANZAR
Cuando tienes miedo de fallar en algo, incluso puedes evitar intentarlo. Cuando haces esto, estás socavando inconscientemente tus propios esfuerzos para crecer en el Islam. Debes resistir el impulso de permanecer en tu zona de confort y esforzarte por objetivos para practicar mejor.
Todos tenemos diferentes puntos de referencia para valores y sistemas de creencias. Todos tienen miedo de fallar en algo, pero no debemos permitir que ese miedo nos impida avanzar para lograr nuestros objetivos.
Existen numerosas causas que infunden miedo en las personas, como los padres que no apoyan, los amigos o la falta de amigos con los mismos valores y creencias, o eventos traumáticos pasados como un matrimonio fallido. Estas cosas son factores principales que nos impiden levantarnos y comenzar de nuevo.
¿Tienes miedo de no convertirte en un buen musulmán?
Si te auto-saboteas buscando distracciones, tienes ansiedad excesiva o falta de motivación, baja autoestima o baja confianza en ti mismo, o renuencia a probar cosas nuevas, lo más probable es que tengas miedo de avanzar por miedo al fracaso.
El fracaso no siempre es algo malo. Sin embargo, depende totalmente de nosotros decidir cómo verlo. Puedes verlo como una cuestión de «fin del mundo» que te deja sintiéndote inadecuado, o puedes verlo como una experiencia de aprendizaje increíble, que suele ser el caso. ¡Sigue pensando positivamente!
CINCO CONSEJOS PARA DISMINUIR EL MIEDO AL CAMBIO:
1- Analiza los resultados potenciales: reconoce qué puede suceder y qué no. Reducirá cualquier posibilidad de una sorpresa.
2- Piensa más positivo: esto ayudará a reducir tu tendencia a auto-sabotear tus esfuerzos.
3- El peor de los casos: sabe lo que podría suceder y prepárate mentalmente. Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor.
4- Ten un plan de respaldo: siempre ten un plan B si tu primer plan falla.
5- Establece objetivos pequeños: establece objetivos que sean pequeños, pero que no sean abrumadoramente desafiantes. Considéralos «logros tempranos» para aumentar tu confianza. Los objetivos más pequeños conducirán a objetivos más grandes, pero no esperes saltar desde el comienzo hasta la final sin pasar por etapas.
ENFRENTANDO TEMORES DE INEPTITUD Y DUDAS
A veces puede que te preguntes: «¿Debería haberme convertido en musulmán?, porque parece que no puedo hacer nada bien».
Puedes sentirte como un engaño, o como si solo estuvieras actuando como un robot. Es posible que te preocupe que otros te vean como si fingieras ser musulmán debido a tus propias dudas o si puedes llevar a cabo lo que se espera de ti, no porque no quieras, sino porque te sientes inadecuado o sin motivación.
Si te encuentras teniendo estos pensamientos, debes saber que la mayoría de los nuevos musulmanes pasan por esta etapa de sentirse inadecuados y tener dudas sobre si alguna vez pueden convertirse en musulmanes practicantes. No te dejes desanimar.
A medida que aprendas más y más, también aprenderás sobre lo que aún no sabes que necesitas aprender.
Aparecerán los vacíos, y sabrás lo que necesitas llenar … solo que toma tiempo y motivación. Si sientes que eres un fraude, no te preocupes, porque en realidad significa que no lo eres, ¡solo necesitas tiempo y paciencia, y un poco de ánimo!
Cada vez que comiences algo nuevo, como un trabajo, un pasatiempo, un deporte, etc., siempre te sentirás inadecuado al principio, pero si te concentras en lo que necesitas hacer, aprenderás lo que se necesita para alcanzar el resultado deseado.
Nadie nace con éxito, ¡es una cuestión de dedicación y crecimiento! ¡Entonces, no seas tu peor enemigo!
EL PODER DEL PENSAMIENTO POSITIVO
El pensamiento negativo conduce a un pensamiento más negativo, por lo que la única forma de cambiar las cosas es tratar de pensar de manera más positiva.
Puede ser un hábito difícil de cambiar, pero no es imposible. Empieza con lo más pequeño.
Cuando te des cuenta de que es hora de rezar, en lugar de pensar “No quiero hacer wudu «porque estoy en medio de una película”, identifica que solo tuviste un pensamiento negativo y piensa en lo que sería lo positivo.
En cambio, piensa: “Sé que podría perderme unos minutos de la película, pero si me levanto y hago esto, obtendré más recompensas por ello, porque Allah sabrá que estoy renunciando por Él a algo que quiero, ¡y necesito eso!»…. ¡y luego levántate y hazlo!
Reconoce incluso los pequeños logros que realizas. Esto te ayudará a encontrar la alegría y el significado de lo que haces, y subconscientemente te motivará a seguir mejorando.
A veces otras personas nos llevan al pensamiento negativo.
Puede que te encuentres de buen humor yendo a trabajar, luego un compañero de trabajo despotricará con negatividad y te encontrarás siguiendo su ejemplo. Detecta cuando suceda y piensa en cómo puedes traer tus pensamientos positivos nuevamente al lugar de trabajo.
Proponte felicitar a varios compañeros de trabajo cada día por su trabajo, y gradualmente, comenzarás a verlos seguir tu ejemplo. Esta es una mentalidad grupal compartida. Una persona negativa puede derribar a todos los demás, pero todo lo que se necesita es una persona para que todos vuelvan a ser positivos.
Los comentarios negativos de otros pueden aumentar los sentimientos negativos que ya tienes. Contrarrestar estos sentimientos negativos puede ser efectivo si aprendes a aprovechar el pensamiento positivo y utilizar afirmaciones para sacar de tu mente estos pensamientos negativos.
PENSAMIENTO POSITIVO USANDO AFIRMACIONES
Las afirmaciones son declaraciones y pensamientos positivos que te ayudan a superar el auto-sabotaje, elevar tu autoestima y prevenir la depresión.
Si puedes usar afirmaciones positivas durante aproximadamente dos semanas, experimentarás una mayor autoestima, disminuirá los síntomas de depresión y el pensamiento negativo.
Las técnicas de afirmaciones positivas son como un ejercicio para tu mente. Cuando las repites una y otra vez, gradualmente comenzarás a pensar y actuar de una manera nueva y mejor.
Esta técnica es muy útil para combatir los comentarios negativos de familiares y amigos que te hacen pasar un mal rato sobre el Islam. Cuando enfrentes tales situaciones, dite a ti mismo que no tienes motivos para sentirte avergonzado o degradado por sus comentarios, y que te estás mejorando a ti mismo, y que cualquier cosa negativa que digan son problemas personales que ellos tienen, no tú.
Dite a tí mismo que eres fuerte e inteligente, y que puedes manejar las críticas, porque estás firme en tu fe en Allah, y que Él te ayudará a superar cualquier cosa, incluso esto.
Al hacer afirmaciones, es mejor decirlas en tiempo presente como si ya estuviera sucediendo. Si no te sientes seguro, te dirás a ti mismo: «Estoy bien y sé lo que estoy haciendo». Sé tu propio equipo de animadores.
Un entrenador antes de un juego no le dice a su equipo pensamientos negativos, sino que los anima con afirmaciones positivas, porque si no lo hace, no se sentirán seguros y tendrán un mal desempeño. ¡Repite, repite, repite, hasta que esté arraigado firmemente en tu mente, y dilos con sentimiento!
Entonces, la próxima vez que te sientas deprimido, repite tus afirmaciones para ti mismo. Visualiza tus objetivos y piensa en positivo.
Algunos ejemplos de afirmaciones positivas que tal vez quieras decirte son:
Sé que estoy en el camino correcto, ¡y nadie me detendrá!
Allah me ayudará a superar todas las cosas, siempre y cuando ponga mi fe en Él.
¡Puedo hacer esto!
Soy honesto, sincero y firme, y eso es todo lo que importa.
Soy digno de respeto y no aceptaré nada menos.
No estoy avergonzado de mi Islam.
Soy un gran modelo a seguir para los demás.
Estoy orgullosa de vestir modestamente.
¡Estoy haciendo lo mejor que puedo!
Entonces, puede que te preguntes: «bueno, ¿cómo puedo mantener una actitud positiva cuando me critican constantemente?»
Hay muchas variaciones de los tipos de críticas que recibimos y de diferentes grupos de personas. Los nuevos musulmanes reciben críticas tanto de los no musulmanes como de los musulmanes, así que comencemos con cómo tratar primero con los musulmanes.
LIDIANDO CON EL AGRESIVO “DON SERVICIAL”
Todos tienen a alguien que los empuja constantemente a seguir sus consejos y hacer lo que sugieren, incluso hasta el punto de ser agresivo o crítico si no lo haces.
Si puedes implementarlo, díles gracias por el consejo y trabaja para hacerlo. Si es algo que aún no puedes asumir, díles que aprecias su consejo, y una vez que estés en esa etapa, lo implementarás, y que estás tratando de no apresurarlo todo.
No tomes más de lo que puedes manejar fácilmente, especialmente si estás tratando de recuperarte de un agotamiento. Al hacer esto, seguramente encontrarás fricción con estos don serviciales porque te verán rechazando sus preocupaciones por ti y sintiéndose poco apreciados, si no sigues y haces inmediatamente lo que dicen.
El truco para tratar con esas personas es aprender a decir «no» a los consejos o sugerencias, de manera diplomática, sin hacerles sentir que no aprecias su preocupación por ti.
Las personas están demasiado entusiasmadas por ayudar a enseñar algo nuevo a un musulmán o por examinar cada movimiento que haces hasta el punto de que se vuelve irritante y sientes que eres el blanco de las críticas. Intenta recordar que solo están tratando de ayudar porque se preocupan por ti y quieren ayudar, por lo que sus intenciones son buenas, incluso si no lo hacen de la manera adecuada. Los consejos no siempre equivalen a críticas, pero a veces sí, así que aprende a conocer la diferencia.
Entonces, la próxima vez que alguien diga: «oh, deberías decir esto (inserta su du’a muy larga aquí) antes de hacer x, y, z», solo responde a ellos con: «Gracias por informarme, sin embargo, todavía necesito aprender lo básico antes de pasar a las Sunnahs avanzadas, así que cuando esté listo, ¿puedo pedirte que me ayudes con ello llegado su momento?
Esto les hará saber que lo que te sugirieron está más allá de la etapa en la que te encuentras actualmente, y que aprecias su preocupación, y recurrirás a ellos más adelante.
LOS SIEMPRE ALERTA CONTROLADORES DE LO HARAM
María había declarado su shahadah y, literalmente, en su tercer día como nueva musulmana, vino a la mezquita para las oraciones del viernes, y se encontró con otra hermana en el estacionamiento, la cual la reconoció por la estación de servicio, donde María trabajaba.
Sin saber cuánto tiempo había sido musulmana, le dijo: «¡Buen auto!», Y cuando María respondió: «Gracias, solo tengo 6 pagos más hasta que salde mi préstamo». Entonces la mujer le dijo: «¿Qué? ¡Tienes un préstamo para tu auto! Astaghfirullah, ¿no sabes que la riba (interés) es haram?” y luego la dejó allí parada.
María se sintió insultada y no grata, y luego se sintió demasiado tímida para entrar en la mezquita, porque aún no había entrado en el edificio y ya había gente juzgándola.
Estate preparado, porque ciertamente encontrarás personas que observarán cada movimiento que hagas, cómo te vistes, qué dices, a dónde vas, con quién hablas y cualquier otro aspecto de tu vida como si estuvieras bajo investigación por algo.
Son como halcones en busca de presas. Se precipitan sobre el terreno en cualquier momento para señalar cada pequeña cosa que haces mal. Estos son los «controladores de lo haram». Parecen no tener nada mejor que hacer que sentarse y criticar a todos los demás. Nunca comentan lo que haces bien, y solo comentan lo que haces mal.
El internet está lleno de controladores de lo haram, porque estos se sienten más seguros atacando a las personas ya que nadie ve su comportamiento, hablan sin compasión, porque se esconden detrás de la pantalla de una computadora.
Si bien están obligados en el Islam a decirles a nuestros hermanos y hermanas en la fe que están haciendo algo mal, rara vez saben cómo hacerlo de una manera que no parezca agresiva o crítica. Dan la impresión de «soy más santo que tú», de que son mejores que tú. Los controladores de lo haram realmente pueden destrozarte como buitres si los dejas.
Entonces, ¿cómo lidiar con estas personas agresivas y críticas?
Lo más importante, recuerda que es muy probable que sean sinceros al querer asegurarse de que estás haciendo las cosas correctamente, y simplemente no saben cómo dar consejos sutiles correctamente.
Explica que todavía te encuentras en el proceso de aprendizaje y que valoras sus aportaciones e intentarás implementar las cosas a medida que avanzas, pero puede llevar tiempo adaptarse por completo a las cosas. No te permitas sentirte que estás siendo juzgado.
Si continúan hasta el punto en que te sientes intimidado, díles amablemente que su enfoque es hiriente y parece poco apropiado teniendo en cuenta que todavía estás aprendiendo, e in sha’ Allah se darán cuenta de que están causando más daño que bien y pensarán cómo aconsejar a las personas en el futuro.
Recuérdales que aprecias su preocupación, pero agradecerías algo de amabilidad.
Deséales bien y aléjate.
En los problemas y conflictos, ya sea entre tú y otros musulmanes, o entre tú y los no musulmanes, generalmente hay problemas subyacentes que desencadenan el conflicto además de lo que realmente se dice.
A veces las personas dicen y hacen cosas que pueden parecer insultantes o críticas, pero detrás de las palabras puede haber una preocupación genuina y una ignorancia que les hace hacer o decirlas.
Tienes que llegar a la raíz de los conflictos para solucionarlos.
LO QUE LA GENTE REALMENTE DICE
¿Sabías que la mayoría de las personas solo prestan atención al 25-50% de lo que se les dice?
Escuchar es una forma de arte. Si simplemente estás escuchando para responder a lo que se dice, has fallado. Debes ser consciente de ti mismo cuando escuches e intentar comprender la intención oculta detrás de una discusión.
Puedes pensar que la discusión general es sobre una cosa, pero debido a que no notaste el lenguaje corporal y las connotaciones ocultas, perdiste el objetivo.
Si tu madre te dice: «No quiero que uses eso (el hiyab) mientras estás afuera en público», puedes tomar esto como si estuviera avergonzada del hecho de que lo estás usando, pero en realidad, ella teme lo que la gente puede hacerte o decirte, con sincera preocupación por ti.
Puedes tomar lo que dijo como un ataque personal al hecho de que eres musulmana. Aprender a reconocer la causa raíz es importante en tales situaciones.
En lugar de atacar con algo duro o grosero, sería mejor preguntar «¿por qué?» saber con certeza las intenciones detrás de decir eso. No quieres presentar hostilidad cuando no es necesario.
Debes asegurarte de que cuando se presenten conversaciones difíciles no solo dejes en claro que estás escuchando activamente, sino que sepas si la otra persona también lo está o no, de lo contrario puede terminar en un círculo interminable de debates o discusiones.
La escucha activa te llevará mucho más lejos cuando trates con personas que están tratando de convencerte de que hagas lo que quieren, porque sabrás cómo responder positivamente al problema real en cuestión y no lo que parece ser el problema.
TRATANDO CON LA CRÍTICA DE LOS NO MUSULMANES
Todos sabemos que hay muchos no musulmanes criticones por ahí.
Con la islamofobia en aumento, las críticas solo aumentarán. Debes prepararte para ello.
Es posible que no tengas todas las respuestas a las preguntas que te plantean, o que no sepas cómo refutar los conceptos erróneos que existen, pero llegará con el tiempo a medida que adquieras conocimientos.
La familia a menudo puede ser la fuente de crítica más importante que afectará más tu estado mental y tu vida. Hay que tener en cuenta que pueden ser ignorantes acerca de las cosas relacionadas con el Islam, y eso genera temor en sus mentes por tu bienestar. Se preocupan por ti, como se supone que debe hacer la familia.
La mejor herramienta para contrarrestar estas críticas es armarte con el mayor conocimiento posible sobre los conceptos erróneos comunes que existen sobre el Islam y cómo responderlos. No tienes que ser un erudito, solo lee sobre los conceptos erróneos comunes y cómo responder con la información adecuada.
Lo importante para recordar es que si dicen algo insultante sobre el Islam, o tuercen la información, no les hagas lo mismo con respecto a su propia religión. Siempre responde con calma, y si no sabes la respuesta a algo, díles que obtendrás la información para ellos y haz un seguimiento.
Nunca les dejes sentir que tienes dudas sobre algo simplemente porque te falta conocimiento sobre un tema, de lo contrario pensarán que encontraron tu punto débil y se centrarán más en esa área en el futuro, para tratar de ponerte dudas sobre el Islam.
Incluso si tienes este conocimiento, algunas personas simplemente no están interesadas en escucharte, y mucho menos lo aceptan. TÚ debes aceptar ESTE hecho. Una vez que puedes aceptar este hecho, puedes sentirte más cómodo al saber que has hecho todo lo posible para responder en un asunto intelectual.
Nunca te enfades con las personas cuando hacen estas cosas, y no las critiques. Sé que es difícil, especialmente cuando son vulgares e insultantes, pero siempre responde de una manera respetuosa y educada. Esto te llevará mucho más lejos que regresarles los insultos. Dirige con el ejemplo, porque quieren que respondas de manera negativa. Mantente cortés y positivo.
In sha’ Allah, con el tiempo, se darán cuenta de que no pueden influir en ti y comenzarán a aceptar tus elecciones, incluso si no les gusta.
LIDIANDO CON CRÍTICAS INJUSTAS
Tratar con un crítico injusto requiere una respuesta inmediata, tranquila y equilibrada, sin expresar ira u odio. Puede determinar que las interacciones futuras con este individuo sean positivas o negativas. Si respondes con ira u hostilidad, estarás cavando un agujero más profundo del cual salir.
Tómate un momento para responder, recuperate emocionalmente y reacciona con cortesía SIEMPRE. Si ven que te están sacando de las casillas, sentirán que te han derrotado, y tú creerás lo mismo.
Asegúrate de no estar malinterpretando las críticas, repítelas en tus propias palabras para su confirmación de una manera no agresiva, y con suerte quitarás el foco del choque de personalidad y te centrarás únicamente en el asunto que se critica.
Por ejemplo, cuando tu madre critica tu elección de comenzar a usar el hiyab y te dice: «¿Por qué debes mostrarles a todos que ahora eres una de «ellos», los terroristas, vistiéndote como ellos?», En lugar de gritarle y llamarla estúpida, y salir de la casa, repítele con tus propias palabras la declaración que hizo para que pueda ver lo ridículo que suena.
Díle: “entonces, ¿el usar ropa modesta me va a dar ganas de andar matando gente inocente? ¡Porque si eso es lo que estás diciendo, entonces todas las monjas católicas también deben tener intenciones de matar gente! ¿De verdad crees que haría esas cosas?»
Ella lo dejaría así y se iría, o continuará expresando su ignorancia y odio. Si ella hace lo último, puedes responder simplemente explicando que hay un código de vestimenta para el Islam, pero que no hay un código de vestimenta para los terroristas, porque los terroristas no representan adecuadamente ninguna religión, ni la de ella ni la tuya. Luego vete en gracia con la cabeza en alto.
ASEGÚRATE DE QUE LOS OTROS CONOZCAN SUS LÍMITES
Los límites son como una cerca que construimos entre nosotros y los demás, que definen nuestros límites de lo que permitiremos que salga de la cerca, y también de lo que permitimos que entre.
Proporciona una guía que uno define de lo que se considera permitido para que otros actúen y hablen a tu alrededor, y cómo responderán a lo que se dice.
Hay dos tipos de límites que pueden existir en situaciones; pueden ser sanos o no sanos.
Digamos, por ejemplo, que todavía vives con tus padres, y que no quieren que seas musulmán, y tratan de controlar todo lo que dices y haces en su hogar, lo que hace que estar en casa sea un lugar de descontento en lugar de comodidad y relajación.
Los límites poco sanos generalmente son establecidos por otros; son hirientes, controladores, manipuladores, intrusivos, dominantes, duros y no removibles.
Esto puede manifestarse como tu padre exigiendo que si rezas en su casa como musulmán, serás expulsado. Este es un límite para ti (no por ti), lo que resulta en un castigo, si rezas, lo cual ni siquiera afecta a tu padre. Es solo una cuestión de control y manipulación para evitar que practiques el Islam.
Los límites sanos son apropiados, claros, protectores, firmes, receptivos y lo más importante: que TÚ los determinas.
Si utilizamos el ejemplo anterior, un límite sano que respetaría el de tu padre sería aceptar no rezar en su presencia, y hacerlo solo en una habitación privada, y mantener todo lo relacionado con el Islam, como libros, alfombra de oración, etc. en sus habitaciones privadas, y aceptar no predicarles sobre el Islam si no quieren escucharlo.
Esto te permitirá seguir practicando normalmente y no tener hostilidad entre tú y tus padres. Ambas partes tendrán límites que complacerán a cada persona.
MANTENIENDO TU POSICIÓN
Si posees algo caro, lo salvaguardarás, ¿verdad?
Tu Islam es más valioso que cualquier cosa que puedas encontrar en este planeta. Entonces, ¿no deberías protegerlo más de lo que lo harías con tus posesiones personales?
Solo tú puedes cuidar tu propio bienestar, y nadie más. Los límites solo funcionarán si los haces cumplir. Defiéndete, porque si ven que pueden cruzar esas vallas sin consecuencias, lo harán una y otra vez.
No puedes cambiar a los demás, solo a ti mismo, así que establece límites sobre cómo se les permitirá tratarte. Si suplicas repetidamente a tu hermano racista e intolerante que dejes de insultarte, tanto en privado como en público, díle que si no se detiene te irás, y luego házlo si no respeta.
ENCUENTRA LA PAZ DENTRO DE TI
Para sentir paz dentro de ti mismo debes sentirte seguro, estable y cómodo. Las zonas seguras pueden ser cosas que no sean solo lugares, como personas, objetos o tu fe.
Las zonas seguras consisten en personas con las que te sientes relajado y puedes ser tú mismo, como un mejor amigo. Aquellas que consisten en un objeto pueden ser un libro o ropa, o un recuerdo, mientras que los lugares pueden ser una mezquita, así como personas de una mentalidad con la que te identificas.
Para cada tipo de “zona segura” que tengas, enumera algunas para cada una y luego házte algunas preguntas.
¿Son estables? – ¿Tu amigo siempre está ahí para ti cuando lo necesitas?
¿Tienes el control? – ¿Puede ser influenciado o cambiado a tu propio deseo?
¿Lo cuidas? – ¿Inviertes tiempo para mejorarlo? De lo contrario, puede que no sean tan «seguros» y reconfortantes como les atribuyes.
La vida, incluidos sus altibajos, las personas y los problemas, hace que la gestión del cambio sea estresante y abrumadora, por lo que es importante tener y cultivar tus zonas seguras.
Si combinas tus zonas seguras con una firme creencia en el Islam y sabes que Allah tiene poder sobre todas las cosas, estarás a salvo.
El Islam es una zona segura para que todos los creyentes encuentren consuelo y alivio en la misericordia y la compasión de nuestro Creador en esta vida y en el más allá.
{Los corazones de los creyentes se sosiegan con el recuerdo de Dios. ¿Acaso no es con el recuerdo de Dios que se sosiegan los corazones?} (Corán 13:28)
Fuente: https://aboutislam.net/reading-islam/living-islam/adjusting-islamic-lifestyle-new-muslim/