Después de leer y escuchar conferencias sobre el Islam y de comparación de religiones durante los últimos dos años, he comenzado a mirar las tres principales religiones monoteístas desde una perspectiva diferente.

Comencé a darme cuenta de que el Cristianismo tiende a atraer más a las emociones.

Los cristianos te dirán que Dios es amor y que su fe es una experiencia rica e interna. Esto es cierto y es una hermosa manera de ver la fe.

En el Judaísmo, por otro lado, la educación sigue siendo uno de los principios más elevados.

Hay un énfasis en aprender principios y leyes. Para muchos judíos, la religión es un proceso cerebral que dura toda la vida. Esta es una práctica noble y muy beneficiosa.

Pero el Islam combina los dos.

Dios es amor. Dios se llama a Sí Mismo Al-Wadud un término superlativo para el amor que se ha traducido como «el que está lleno de amor». La religiosidad debe ser un sentimiento personal y emocional de conexión con el Creador.

Dios dice en el Corán:

Los corazones de los creyentes se sosiegan con el recuerdo de Dios. ¿Acaso no es con el recuerdo de Dios que se sosiegan los corazones? (13:28)

Del mismo modo, en el Islam, la educación es vital.

El profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:

Buscar conocimiento es una obligación para todos los musulmanes.  (Ibn Majah)

Por lo tanto, existe una obligación de por vida de continuar adquiriendo conocimiento.

De hecho, los primeros versos del Corán revelados al profeta Muhammad tenían que ver con la adquisición de conocimiento:

¡Lee! [¡Oh, Muhammad!] En el nombre de tu Señor, Quien creó todas las cosas. Creó al hombre de una célula embrionaria. ¡Lee! Que tu Señor es el más Generoso. Enseñó la escritura con la pluma y le enseñó al hombre lo que este no sabía. (96: 1-5)

No podemos dejar de lado el conocimiento. Si lo hacemos, seremos de los que se descarrilan.

Tampoco podemos dejar de lado el amor. Si lo hacemos, seremos los que se hayan ganado la ira de Dios. Y le pedimos a Dios que nos salve de estos destinos cada vez que rezamos.

¡Guíanos por el camino recto! El camino de los que has colmado con Tus favores, no el de los que cayeron en Tu ira, ni el de los que se extraviaron. (Corán 1: 6-7)

Mucho se ha escrito y comentado sobre la adquisición de conocimiento religioso.

Es un asunto importante para los nuevos musulmanes especialmente.

Pero es muy importante enfatizar también el crecimiento en el amor a Dios, a nuestro din, nuestro Profeta, nuestras familias, nuestros cónyuges, nuestros hermanos y toda la creación de Dios.

El amor y todo lo que conlleva (compasión, empatía, ternura, etc.) es una parte esencial de una forma de vida islámica que a veces pasamos por alto.

Y hay muchas maneras diferentes en las que deberíamos experimentar este amor en el Islam.

AMOR POR DIOS

El amor a Dios es el amor que debemos buscar primero y siempre.

No podemos ofrecer amor a los demás cuando nuestros propios corazones están vacíos. Entonces, primero debemos llenar nuestros corazones con la fuente del amor: Dios. Para amar a Dios primero debemos conocerlo.

Conoce los Nombres y Atributos de Dios, cómo habla sobre ellos en el Corán y cómo el Profeta nos habla sobre Dios en los hadices.

Un ejemplo es el Atributo de Dios de la misericordia: el profeta Muhammad  dijo:

«En verdad, la misericordia de Allah tiene 100 partes, y es por una parte de esta misericordia que existe un amor mutuo entre la gente y las noventa y nueve restantes están reservadas para el Día de la Resurrección». (Muslim)

Y uno de los nombres de Dios es El Más Misericordioso: Ar-Rahim.

Dios nos dice en el Corán:

Tu Señor es Poderoso, Misericordioso. (26: 9)

Para amar a Dios, debemos hablar con Él. Se nos prescriben las cinco oraciones diarias para que podamos acercarnos a Dios y regresar a Él en adoración.

La súplica es otra forma de encontrar el amor a Dios. Pedirle Sus favores usando Sus hermosos Nombres y Atributos es una excelente manera de sentirse más conectado con Él.

Para amar a Dios, agradécele. Se agradecido con el Creador por todo lo que ha creado, por todo lo que tenemos.

Esta es una forma poderosa de sentir amor y conexión con Dios. Podemos (y debemos) incluso agradecerle por darnos la mente, el corazón y la lengua, la capacidad de agradecerle.

A través de este amor a Dios podemos encontrar amor por el resto de Su creación.

AMOR POR EL PROFETA MUHAMMAD

Una vez que establezcamos nuestro amor a Dios, podemos formar un vínculo con el Profeta (la paz sea con él). Dios lo envió a la humanidad para transmitir Su mensaje y misericordia a la humanidad.

Ante pruebas extremas y oposición, el Profeta Muhammad se puso de pie y declaró la verdad sobre Dios. Dijo la verdad sobre la guía.

Durante amenazas de muerte, insultos, tortura, miedo, pérdida de bienes y la muerte de seres queridos; El Profeta se mantuvo firme.

Incluso cuando parecía que el mundo estaba en contra de él, transmitió la misericordia de Dios a la humanidad, a nosotros para que pudiéramos ser guiados.

Es por todo esto y por el amor de Dios que amamos al Profeta Muhammad:

Di: «Si verdaderamente aman a Dios, ¡síganme!, que Dios los amará y perdonará sus pecados». Dios es Absolvedor, Misericordioso. (3:31)

AMOR POR TUS HERMANOS Y HERMANAS

El amor entre los creyentes es natural. Como dice la expresión, cualquier amigo de tal y tal es amigo mío.

De esta manera, ¿encuentran los creyentes el amor mutuo a través de su amor compartido de Dios y Su Mensajero (la paz sea con él)?

Nos amamos los unos a los otros como musulmanes porque nos damos cuenta de que todos somos creaciones de Dios, todos estamos luchando en el camino hacia Dios y queremos ayudarnos mutuamente.

El profeta dijo:

Ninguno de ustedes creerá hasta que deseen para su hermano lo que desean para sí mismos. (Al-Bujari y Muslim)

Si amamos a Dios, a los demás y a toda la creación como deberíamos, con misericordia, gentileza, paciencia, compasión y mucho más, obtendremos recompensas por ello.

El profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:

Allah Todopoderoso dirá en el Día de la Resurrección: «¿Dónde están los que se amaron por Mi Grandeza? Hoy, el Día en que no haya sombra excepto la Mía, los pondré debajo de ella» (Muslim)

(Del archivo de Descubriendo el Islam).