Hay un hadiz Qudsi de Dios hablando de este pecador:
Mi siervo se vuelve hacia Mí sabiendo que soy muy indulgente. Ha cometido un pecado y vuelve hacia Mí. Él dice: «Oh Dios, tú eres mi Señor, perdóname».
Entonces Dios les dice a los ángeles:
Lo he perdonado porque sabe que tiene un Señor que siempre perdona.
Y esto continúa y continúa. Este hombre regresa y comete el mismo pecado nuevamente y se vuelve hacia Dios diciendo:
«¡Oh Dios, lo he vuelto a hacer!»
Hizo un sincero arrepentimiento y volvió a llorar. Y se resbala de nuevo y encuentra que Dios lo perdona. El hombre regresa y comete el mismo pecado una y otra vez y sigue regresando y Dios le sonríe. Él les dice a los ángeles:
Miren a Mi siervo, él sabe que es un pecador, y sabe que tiene un Señor y sabe que su Señor es compasivo. Oh, Mis Ángeles dan testimonio de que lo he perdonado sin importar lo que haga. (Al-Bujari y Muslim)
Entonces, el único verdadero fracaso, verdadera destrucción, verdadero camino hacia el fuego del infierno es cuando escuchas a Satanás cuando él te dice que eres demasiado despreciable, has cometido demasiados pecados: “¡no hagas duaa!”
Cuando cedes ante eso, has fallado.
CONTINUA REGRESANDO A DIOS
La batalla no es acerca de ser perfecto, la batalla es acerca de seguir volviendo a Dios a pesar de todo.
Corran hacia Dios. (Corán 51:50)
En el momento en que dejas de volver a Dios y te entregas a tus pecados, es el día que te has destruido a ti mismo.
Mientras sigas volviendo a Dios, irás al Yannah, In sha’ Allah.
Hay otro hadiz de este pecador que lucha toda su vida pecando una y otra vez, en el Día del Juicio, Dios lo llama. Es llamado y la balanza es puesta delante de él. Este era un hombre cuyas buenas acciones eran muy pequeñas, había cometido muchos pecados una y otra vez. Pero él seguía volviendo a Dios.
Entonces Dios trajo sus pecados y los ponía en la balanza, y el hombre se avergonzó. Dios ponía un pecado tras otro en la balanza,… Esto continuó durante tanto tiempo que este hombre pensó: «seguramente iré al infierno, estoy destruido».
Y hay dos de estas narraciones: una dice que Dios tomó su shahadah, su verdadera creencia en un único Dios: «la ilaha illa Allah, Muhammad rasul Allah». La puso en la balanza de las buenas obras y superó el peso de todos sus pecados.
Otra narración dice que lloró a su Señor y le dijo:
«Oh Allah, mírame, estoy destruido. ¿Hay alguna piedad para mí hoy?
Y Dios dice:
Es por Mi misericordia que estás aquí. Cubrí estos pecados en el dunia y los cubrí hoy en el Día del Juicio y los he perdonado. Entra en mi Paraíso.
El día que te entregas a Satanás y a tu desesperación, es el día que te has destruido a ti mismo. Nunca desesperes. Dios es indulgente y perdonará.
Por Discovering Islam Team