ACERCA DE LOS AUTORES
NAJWA AWAD
Najwa Awad es una psicoterapeuta apasionada por ayudar a los musulmanes a curarse, crecer y prosperar en la adversidad. Ella tiene más de una década de experiencia brindando asesoría online y personalmente a niños, adultos y familias. A Najwa también le gusta dar talleres para desestigmatizar las enfermedades mentales, abordar los problemas actuales de salud mental dentro de la comunidad y promover la salud psicológica desde una perspectiva islámica.
SARAH SULTAN
Sarah Sultan es una consejera profesional con licencia que se esfuerza empoderando a sus pacientes mediante el logro de vidas y relaciones más sanas y satisfactorias al mismo tiempo que se reconectan con Allah durante el proceso de curación. Sarah obtuvo una maestría en consejería de salud mental y ha practicado terapia durante casi 10 años. También es instructora en la Universidad de Mishkah, donde imparte un curso sobre las intersecciones entre el Islam, la psicología y la orientación psicológica.
Esta publicación es el Capítulo 1 de TU SEÑOR NO TE HA ABANDONADO: ABORDANDO EL IMPACTO DEL TRAUMA EN LA FE
¿POR QUÉ SIEMPRE ME PASAN COSAS MALAS?
DISTORSIÓN COGNITIVA: FILTRO
No podemos resolver nuestros problemas con el mismo nivel de pensamiento que los creó.
-Albert Einstein
Muadh es un hombre de 52 años, muy respetado en su comunidad musulmana local. Mirando desde afuera, él tiene muchas cosas buenas a su favor: un trabajo prestigioso, trabaja en una empresa listada en Fortune 500, una linda casa, y un hermoso automóvil deportivo. Sin embargo, las paredes de su casa cuentan una historia diferente. Muadh está actualmente separado de su tercera esposa y sus hijos tienen problemas para comportarse bien en la escuela y en el hogar. Cuando Muadh se casó esta vez, pensó que sería diferente, pero los mismos patrones de relación persistieron como antes: disputas constantes, grandes peleas por cosas insignificantes y sentirse totalmente solo. “¿Cómo pasaría esto de nuevo?” y “¿Por qué solo me pasan cosas malas?” eran las preguntas que Muadh se haría a menudo. No podía evitar tomar como algo personal este último divorcio como si él fuese el común denominador en todas sus relaciones fallidas. Muadh podría sentir que su autoestima era baja y tenía dificultades para ver las cosas positivas en su vida fuera de sus relaciones. Muadh sentía que era una buena persona después de todo, pero estaba convencido de que debía haber algo malo con él porque seguía metiéndose en malas relaciones una y otra vez.
¿QUÉ ME ESTÁ PASANDO?
Sentirse atrapado dentro de los límites del mismo problema una y otra vez es agobiante y abrumador. Ya sea que el asunto sea un conflicto interminable con un miembro de la familia, recurrentes sentimientos de derrota, o algo que te impida vivir la vida que imaginaste, es emocionalmente agotador enfrentar lo mismo día tras día, a veces año tras año. Una dificultad que sigue resurgiendo, a veces bajo diferentes disfraces, puede sentirse como empujar una gran roca cuesta arriba; gastas demasiada energía tratando de hacer un progreso solo para encontrarte con más resistencia.
Con el tiempo puede que te preguntes:
«Tiene que haber algo mal conmigo».
«¿Cómo pueden pasarle tantas cosas malas a una persona?»
«¿Por qué me siguen pasando cosas malas?»
O podrías adoptar un enfoque diferente y pensar:
«¿Cómo podría el mundo ser un lugar tan malo?»
«Hay tantas personas malvadas».
«¿Por qué todos quieren sacarme de quicio?»
No importa cómo interpretes tu experiencia, cada vez es más difícil ver algún bien en cualquier cosa o persona a través del dolor. Mientras más cosas negativas experimentes, más negativo se verá el mundo. Cuanto peor te tratan las personas, peor te sientes contigo mismo. Y cuanto más difíciles sean tus pruebas, más imposible se siente cambiar.
ENTENDIENDO TUS PENSAMIENTOS Y EMOCIONES
EL FENÓMENO DEL FILTRADO
Cuando ocurren cosas desfavorables consecutivamente, es fácil desanimarse y comenzar a mirar el mundo a través de un lente o filtro pesimista. El filtrado es una distorsión cognitiva, o una forma de pensar poco saludable, que distorsiona la forma en que una persona ve el mundo y hace que todo se perciba desde un sesgo negativo.[1] Las experiencias de la vida pasan por un filtrador que retiene lo bueno y solo lo negativo sale y le llama a uno la atención. Ejemplos cotidianos comunes incluyen:
Enojarte con tu hijo cuando generalmente obtiene buenas calificaciones, pero esta vez trajo una mala calificación.
Enojarse con un amigo, que generalmente es confiable y amable, cuando comete un error.
Cuando una persona tiene un historial de trauma, un filtro internalizado puede ser incluso más doloroso que para una persona promedio. Los eventos traumáticos dejan impresiones más grandes en la mente y el cuerpo y cortan el alma de una manera más profunda. Algunos de estos ejemplos incluyen:
En general, una persona puede tener buenas relaciones, pero después de una violación comienza a temer que la mayoría de las personas quieren lastimarla porque el peligro parece estar presente en todas partes.
Alguien que fue atacado físicamente debido a su religión puede comenzar a pensar que todas las interacciones negativas con otros tienen que ver con su fe, aunque la mayoría de las experiencias en su vida diaria sean neutrales o positivas.
SESGOS COGNITIVOS
Con el paso del tiempo, los pensamientos filtrados se vuelven estructuras más intrincadas, las cuales hacen un impacto en cómo el ambiente en general es experimentado. Un filtro bloquea los estímulos positivos y permite que solo los negativos pasen. Este filtro, junto con el temperamento individual de cada persona, experiencia y circunstancias conducen al desarrollo de sesgos. Los sesgos son patrones de pensamiento que se forman en un periodo de tiempo y afectan la manera de ver el mundo.
Algunos de estos sesgos incluyen:
El fracaso es inevitable, independientemente del trabajo duro o el esfuerzo, por lo tanto, no tiene sentido intentarlo.
Los humanos son egoístas, y nunca debes bajar la guardia porque la gente te hará daño.
Los humanos no son confiables y no puedes depender de la familia y los amigos para nada.
La paciencia es el mejor recurso sin importar qué, incluso si otros te lastiman o abusan de ti.
Cuando más de una persona te lastima es porque algo anda mal contigo y no con ellos.
Es mejor estar con personas que te lastiman que estar solo.
Una vez que un filtro y los sesgos se establecieron puede ser difícil liberarse de esos patrones de pensamiento. Estos sesgos cognitivos y emocionales son como lentes de colores que pueden afectar cómo vemos todo desarrollándose en nuestras vidas, y al final terminan influenciando nuestra toma de decisiones. Antes de que ahondemos en cómo los sesgos afectan nuestra toma de decisiones vamos a discutir por qué o cómo la gente forma filtros y sesgos en primer lugar.
COLABORADORES EN EL DESARROLLO DE FILTROS Y SESGOS
Pesimismo aprendido
La decepción es desagradable, y a veces es muy dolorosa. Cuando una persona es defraudada a menudo, ya sea por eventos o gente en su vida, lo saludable es ajustar las expectativas, intentar algo nuevo, o ver la situación de forma diferente. Otra opción es dejar totalmente de esperar que pasen cosas buenas—esto previene futuras decepciones ya que uno no tiene esperanzas de que algo bueno pase en primer lugar. La lógica es: Si no espero que algo bueno me pase, entonces no seré decepcionado cuando no tenga éxito o cuando lo bueno no venga a mí. Esta forma no saludable y perjudicial de ver el mundo es inicialmente desarrollada para protegerse a uno mismo; sin embargo, a largo plazo hace más mal que bien. Con el paso del tiempo, esta forma de pensar construye un pesimismo profundamente enraizado y una forma reactiva (en vez de proactiva) de abordar los asuntos.
Invalidación Infantil
Los padres, los maestros y los cuidadores juegan un papel importante en cómo vemos e interactuamos con el mundo. Cuando tenemos modelos a seguir que son muy pesimistas o tienen formas no saludables de ver las cosas, somos susceptibles a internalizar las mismas formas de pensamiento. Vamos a tomar un ejemplo muy común de esfuerzo por buenas calificaciones. Imagina un niño que trabajó duro todo el semestre para obtener buenas calificaciones. Este niño hizo sus tareas, dio lo mejor de sí en clases, y esperó su libreta de calificaciones para mostrársela a sus padres. Este niño resultó ser exitoso llegando al cuadro de honor teniendo todas Aes y una sola B. Él está entusiasmado y feliz con los resultados de su trabajo arduo, pero cuando les muestra la libreta a sus padres, la primera cosa que sus padres dicen es, “¿Por qué tienes esa B?” Esta reacción inesperada instantáneamente desinfla el orgullo del niño por su trabajo duro en el curso de semanas en tan solo segundos. Esta reacción no solo le enseña al niño a enfocarse en lo negativo y en las fallas, sino que todo su esfuerzo, sentimientos, y pensamientos no son válidos ni tienen valor. Cuando un niño piensa o siente algo solo para que un adulto diga que su experiencia está mal (no solo acerca de la escuela sino también acerca de cualquier otra experiencia de vida) crea duda, ansiedad y falta de seguridad.
Genética
Un estudio llevado a cabo por Todd y compañía en el año 2013 sugiere que el pesimismo puede estar parcialmente basado en la genética.[2] Los investigadores están explorando si la composición genética de una persona puede hacerla más susceptible de percibir el vaso como medio vacío. Si este es el caso, entonces los individuos con este gen tendrán que esforzarse un poco más que otros para apreciar el aspecto más brillante de las cosas.
IMPLICACIONES DE TENER UN FILTRO NEGATIVO
De acuerdo a la teoría conductual cognitiva, los pensamientos impactan nuestros sentimientos, los cuales a su vez influencian nuestro comportamiento, a la larga teniendo grandes implicaciones para nuestros filtros y posibles sesgos. Si una persona tiene una forma torcida o sesgada de pensamiento acerca del mundo, ya sea a través de un filtro particular o sesgo, es inevitable que los sentimientos y los comportamientos en esa área particular sean afectados también. Si alguien piensa que no va a tener éxito, se sentirá como si ya hubiese fallado, y no tomará los pasos apropiados para ser exitoso. Como consecuencia, no tendrá éxito. Esto se llama profecía auto cumplida.
Hay dos tipos de profecías auto cumplidas: las auto impuestas y las impuestas por otros (también conocidas como efecto Pigmalión). Las profecías auto cumplidas son internas, vienen desde nuestro interior y pueden ser acerca de nosotros mismos o acerca de otra gente. Si un hombre piensa que todas las mujeres son irracionales, va a comportarse de una manera que va a confirmar esto a través de sus interacciones con las mujeres; él hablará a las mujeres de una manera despectiva y ofensiva y va a interpretar sus respuestas como irracionales cuando ellas se molesten, validando así su percepción inicial. Similarmente, si una mujer piensa mal de sí misma, ella interactuará con los demás en una forma que eventualmente causará que la vean de esa manera, de ese modo afirmará su baja autoestima (por ejemplo, ella será demasiado crítica de sí misma cuando hable con otros).
El efecto Pigmalión ocurre cuando una persona se comporta de manera que cumple las expectativas de otros sobre ellos. En el famoso experimento de Rosenthal y Jacobson (1966), los investigadores describieron a ciertos estudiantes como “listos para prosperar” y darse cuenta de su potencial. [3] Siendo desconocidos por sus profesores, los estudiantes fueron etiquetados de esta manera al azar, en vez de basarse en sus habilidades intelectuales. Los estudiantes que creyeron que estaban a un paso del éxito académico por sus profesores se desempeñaron de acuerdo con estas expectativas como se ve por los avances sustanciales en su coeficiente intelectual al final del estudio. Los estudiantes que no fueron etiquetados como “listos para prosperar” no tuvieron avances en su coeficiente intelectual similares. Una investigación adicional ha apoyado la conclusión de que las expectativas de los profesores tiene un efecto sustancial en el desempeño académico de los estudiantes debido a que los niños cumplen con las expectativas de aquellos alrededor de ellos—en esencia, una profecía auto cumplida.[4]
COMENZANDO A CAMBIAR UN FILTRO O SESGO
Una vez que hayas identificado un filtro negativo y sesgos no saludables, es importante mirar qué respuestas aprendidas has desarrollado como resultado de tus cogniciones. Si estás viendo un patrón en los problemas de la vida o conflictos interpersonales, es decir, los mismos problemas siguen surgiendo en diferentes formas, es importante no solo reflexionar en los sesgos que contribuyen a tus pensamientos, sino también en tu comportamiento aprendido.
¿Por qué cierta gente termina estando en la misma situación una y otra vez? ¿Por qué algunas mujeres siguen involucrándose en relaciones abusivas? ¿Por qué algunos hombres siguen perdiendo su empleo una y otra vez? ¿Por qué algunas familias se encuentran en una dificultad financiera tras otra? La mayoría de las veces estas situaciones no ocurren por coincidencia, sino debido a un filtro negativo y patrones de comportamiento perjudiciales aprendidos. Vamos a ver algunas teorías sobre por qué subconscientemente (no totalmente consciente) o inconscientemente (completamente inconsciente) nos encontramos en los mismos aprietos una y otra vez.
LA PERSPECTIVA COGNITIVA
La teoría cognitiva sugiere que los individuos cometen los mismos errores una y otra vez porque esos errores son respuestas aprendidas. Los teóricos creen que tenemos vías neuronales en nuestro cerebro que son reforzadas por el hábito. Una buena manera de visualizar esto es un camino de tierra. Cuantas más veces pases por este camino de tierra, mejor establecido y llano estará, y menos probable será que pases por la parte cubierta de hierba o arbolada. Es mucho más fácil recorrer un camino marcado y llano que uno cubierto de rocas y ramas.
También hay una explicación fisiológica del principio islámico de que cuanto más practicas algo, más fácil se vuelve. Cuanto más hagas buenas o malas acciones, más fácil se volverá. Cuanto más a menudo te levantas para tahajjud, más fácil se vuelve, al igual que cuanto más miras pornografía, más fácil se vuelve. Esto se debe a que las vías neuronales relevantes se fortalecen cada vez que se repite un comportamiento.
La teoría cognitiva también sugiere que te pasan cosas malas porque estás atrapado en un ciclo donde cometes los mismos errores una y otra vez. Esto no significa que no seas inteligente o una buena persona, sino que todavía no sabes cómo romper el ciclo. Si estás atrapado en una habitación y la única forma que sabes cómo salir es a través de la puerta, pasarás todo el tiempo tratando de abrir la cerradura, cuando tal vez la única manera de salir es a través de la ventilación en el techo. Es posible que la solución este en aquello con lo que no estas cómodo o que no sabes que existe.
Un ejemplo:
Un adolescente solitario se siente desesperado y comienza a participar de un comportamiento autodestructivo y placentero a través de las fiestas (beber, salir de fiesta y tener relaciones sexuales ocasionales). Su filtro negativo le hace sentir que no hay nada bueno en su vida y su sesgo le hace pensar que también puede hacer lo que quiera, bueno o malo, porque no importa. A medida que se involucra en conductas de riesgo, se siente mejor temporalmente y aprende que sus acciones brindan alivio, aunque se siente exponencialmente peor por las consecuencias de sus acciones posteriores. Él internaliza la idea de que es mejor sentirse bien durante cortos períodos de tiempo, en lugar de sentirse mal todo el tiempo. Con el tiempo, se queda estancado en un ciclo y no sabe cómo sentirse mejor sin involucrarse en un comportamiento autodestructivo.
La teoría del comportamiento cognitivo sugiere que los individuos pueden aprender formas perjudiciales para hacer frente a sus problemas y, con el tiempo, estos comportamientos se vuelven habituales. Cuanto más alguien entre en el patrón de cometer el mismo error una y otra vez, más difícil será cambiar el comportamiento.
LA PERSPECTIVA PSICODINÁMICA
La teoría psicodinámica ofrece una perspectiva diferente sobre por qué caemos en los mismos patrones, especialmente en las relaciones. De acuerdo a una teoría, los individuos siguen cometiendo los mismos errores una y otra vez porque están tratando de sanar necesidades insatisfechas del desarrollo de la primera infancia. Una persona seguirá metiéndose en el mismo aprieto porque, subconsciente o inconscientemente, quiere usar la situación actual como una oportunidad para resolver lo que pasó en el pasado. Desafortunadamente, porque la persona no ha aprendido mejores caminos para lidiar con la situación, sigue tomando las mismas decisiones una y otra vez, lo que lleva a más luchas sin resolver.
Esta perspectiva es útil para aquellos que tienden a entrar en los mismos tipos de relaciones tóxicas una y otra vez, pero no entienden por qué.
Un ejemplo:
Una niña crece en una casa donde su padre maltrata a su madre, lo que la hace sentir insegura y vulnerable. Ella desarrolla sesgos de que el mundo no es seguro y que necesita ser protegida por otros para poder sobrevivir. Cuando crece, se siente atraída por hombres muy fuertes que se comportan como bravucones porque esto la hace sentir segura. Esto inicialmente la hace sentir bien, pero con el tiempo se da cuenta de que estos hombres exagerados a veces también son controladores y violentos con ella. Ella encuentra que estos hombres son en realidad muy parecidos a su padre, aunque esto era exactamente de lo que estaba tratando de escapar en primer lugar.
En casos como este, a menudo hay dos fuerzas principales que contribuyen a la toma de decisiones del individuo.
- Los seres humanos se sienten atraídos por lo que están acostumbrados porque se siente más familiar y cómodo. Alguien que crece en un hogar abusivo puede odiarlo, pero puede ser parte de uno como adulto porque esa es la dinámica y el tratamiento al que está acostumbrado.
- Los seres humanos tienen una necesidad innata de resolver conflictos y cuando no puedan hacerlo, crearán conflictos futuros similares para resolver problemas anteriores. Estos conflictos no se crean a propósito, sino subconscientemente, para ayudar a curar heridas pasadas.
CAMBIANDO TU MENTE, CUERPO Y CORAZÓN
Si sientes que eres un imán para las cosas malas que te suceden, es posible que estés lidiando con una combinación de filtro negativo y formas perjudiciales aprendidas de adaptarte al estrés en tu ambiente. No te preocupes: los filtros y sesgos no son permanentes, a menos que quieras que lo sean. Lo bueno de aprender diferentes teorías psicológicas es que puedes obtener las herramientas necesarias para cambiar los pensamientos, sentimientos y comportamientos con reflexión y práctica.
Lo más lógico que hacer si tienes sesgos es cambiarlos; sin embargo, si eres como la mayoría de la gente, probablemente no estés seguro de qué sesgos tengas en primer lugar. Lo complicado acerca de los sesgos es que cuando no se los examina puede que parezcan lógicos, saludables, y como cualquier otro pensamiento que puedas tener. Un filtro o sesgo puede que haya estado presente por tanto tiempo que no recuerdas cómo es ver el mundo sin él. Con el fin de ayudar a descubrir algunos de tus sesgos tienes que ir hacia atrás a partir de ciclos repetitivos de conflicto en tu vida. Tómate un momento para reflexionar:
- ¿Qué me causa la mayor angustia en mi vida de forma regular? No pienses en factores estresantes o individuos específicos, sino en asuntos de tu vida. ¿Es lo que me molesta lo que hace conflicto con los demás? ¿No te sientes lo suficientemente bien? ¿Temes a lo que otros puedan pensar? ¿Es abandono? ¿Te sientes atacado?
- ¿Tienes tendencias en tus emociones? ¿Estás crónicamente enojado, triste o ansioso? ¿Qué factores estresantes en tu ambiente suelen estar presentes cuando experimentas estas emociones?
Una vez que tengas las respuestas a estas preguntas, puedes comenzar a trabajar hacia atrás y reflexionar sobre si hay errores en tu pensamiento que contribuyan a tu angustia. Veamos algunos ejemplos:
Si notas un asunto en tu vida con el que otras personas tienen mala voluntad hacia ti, entonces es posible que tengas un sesgo en tu visión hacia otras personas. Digamos que te encuentras teniendo los siguientes pensamientos:
«Me llamaron a la reunión porque mi jefe sabía que no sabía la respuesta y quería avergonzarme».
«Mi esposo llegó a casa tarde a propósito hoy porque no quería pasar tiempo conmigo».
«Mi amiga se tarda en enviarme un mensaje de texto porque en el fondo ella no me quiere».
¿Puedes reconocer el filtro y el sesgo? Un filtro negativo te impide ver las cosas buenas en otra gente y enfocarte en lo negativo, mientras que tu sesgo impacta en tu habilidad de ver objetivamente e interactuar con los otros. Este sesgo puede ser algo que aprendiste de tu ambiente con el tiempo o puede ser el resultado de un trauma (por ejemplo, alguien traicionó tu confianza)
Vamos a tomar otro ejemplo. Al reflexionar, puede que te hayas dado cuenta que la mayor parte de tu angustia viene de ti mismo. Eres tu peor crítico. Eres perfeccionista y no aguantas cuando haces mal las cosas. Puede que tengas pensamientos como:
«Nunca puedo hacer nada bien».
«¿Cómo lo arruiné todo de nuevo?»
«Dios, ¡soy tan tonto!»
¿Puedes ver el filtro y el sesgo aquí? Puedes estar filtrando todo lo bueno sobre ti y solo miras lo negativo. Tu prejuicio es que tienes fallas y que hay algo malo contigo. Esto puede ser algo que llegaste a pensar por ti mismo o que otros te lo hayan dicho. Puede ser también el resultado de un trauma, como el abuso emocional en la infancia.
Una vez que hayas identificado los filtros negativos que tengas, puedes comenzar a trabajar en ellos usando pensamientos contrarios. Si tienes pensamientos de que los demás quieren sacarte de quicio, practica la sunna de husn ad-dhan (pensar bien de los demás) y darle a los otros muchas excusas. Si tienes un filtro de que no vales nada y que no eres bueno en nada, contrarresta esos pensamientos con cualidades positivas acerca de ti. Intenta tener 1-3 pensamientos contrarios por cada pensamiento derivado de tu filtro negativo. Puede que sea difícil y que no se sienta genuino al comienzo, pero cuanto más practiques reemplazar esos pensamientos, cuanto más esos nuevos pensamientos serán parte de tu sistema de creencias. Sigue practicando todos los días hasta que obtengas los resultados que deseas. Si requiere semanas, no te sientas desanimado—tomó años y años desarrollar y mantener esos prejuicios negativos así que deshacer ese trabajo no sucederá de la noche a la mañana.
También nota cómo se siente en tu cuerpo cuando experimentas pensamientos negativos. Durante este ejercicio, cierra los ojos, respira profundamente y observa dónde se encuentra la tensión (tu frente, tu pecho, tu estómago, tus hombros, etc.). Cuando estés listo para contrarrestar tu pensamiento negativo, imagina que el pensamiento abandona ese lugar en tu cuerpo y que lo dejas flotar en un globo que se desplaza hacia el cielo. No olvides respirar profundamente todo el tiempo. Imagina que el globo se suelta, sale por la puerta, permanece cerca del suelo y luego se impulsa con el viento en el horizonte. No apresures al globo a salir y déjalo todo el tiempo que necesites hasta que sientas que el pensamiento negativo te ha dejado.
Cuando estés formulando tu pensamiento contrario, imagínate colocándolo suavemente en la parte de tu cuerpo de donde haya salido la negatividad. Continúa respirando profundamente. Imagina colocar algo terapéutico y reparador como una venda o una compresa para curar esa área. Cubre esa área con cuidado hasta que comience a sentirse sanar por debajo. Este ejercicio de visualización puede sonar tonto pero interviene en la conexión mente-cuerpo, reforzando un cambio cognitivo saludable y dejando ir el trauma almacenado en el cuerpo. El uso de la visualización puede tener efectos poderosos en su proceso de curación y se ha comprobado mediante una revisión sistemática de numerosos estudios .[5]
A continuación, se incluyen algunos ejercicios adicionales que puedes probar si sientes que solo te suceden cosas malas.
- A través de los ojos del profeta ﷺ:
Este ejercicio interviene en tu filtro negativo. El profeta Muhammad ﷺ tuvo algunos momentos increíblemente difíciles en su vida cuando no había comida, sus enemigos intentaron matarlo y él no tenía ningún tipo de seguridad física. Sus enemigos lo maltrataron, trataron de mancillar su reputación y trataron de rechazar las palabras de Allah. Tampoco tenía ninguno de los lujos modernos que tenemos hoy como agua corriente en el hogar, internet, electricidad, etc. Si el Profeta ﷺ hubiera tenido un filtro negativo, habría sido muy fácil vencerlo por un trauma, una caída en la depresión, y habría dejado de compartir el mensaje del Islam.
Reflexionando sobre tu vida ahora, por más difícil que pueda sentirse, ¿cuáles son las cosas positivas que tienes que él ﷺ no tuvo? ¿Qué cosas buenas hay en ti? ¿Cuáles son los aspectos positivos que tienes en tu vida o las cosas que tienes el potencial de esperar? Imagínate sentado con el Profeta ﷺ conversando con él. Escribe esas bendiciones con las que cuentas en notas adhesivas y colócalas en tu espejo para verlas con frecuencia.
- Sigue el patrón:
Este ejercicio es para ayudar a explorar comportamientos resultantes de tu filtro y sesgos. En el campo de la psicología, hay un término llamado transferencia, que se produce cuando una persona interactúa subconsciente o inconscientemente con otra persona de cierta manera porque esa persona le recuerda a otra persona. Es probable que hayas experimentado esto en algún momento; por ejemplo, cuando una camarera en un restaurante tiene una voz similar a la de una amiga que tenías en la escuela primaria, o el tono de una persona te recuerda al jefe con el que tuviste dificultades en tu primer trabajo. La transferencia puede ser parte de los sesgos de una persona.
Si notas que te estás metiendo en el mismo tipo de relaciones no saludables repetidamente, intenta encontrar un hilo en común entre toda esta gente y reflexiona si ellos te recuerdan a algún trauma que experimentaste, quizá desde la infancia. Pregúntate a ti mismo: ¿Estos individuos me recuerdan a un cuidador o a alguien con quien tuve dificultades en una relación en el pasado? ¿Quién ha hecho el más grande impacto en mis emociones negativas cuando crecí? ¿Quién me ha hecho sentir ansioso, estresado o deprimido en mi desarrollo temprano? Reflexiona si la gente con las que tuviste relaciones tóxicas recientes tienen características similares y te recuerdan a una persona que pudo haberte herido en el pasado.
Si un patrón se vuelve claro, y encuentras la fuente de dolor, entonces trabajar sobre esa relación donde el dolor empezó primero es imperativo para sanar. Tú no intervienes directamente en la relación con la persona, y algunas veces no debes hacerlo; más bien, esto puede hacerse dentro de ti mismo. Una manera efectiva de tratar de reparar el daño de las relaciones anteriores es escribiendo cartas sinceras a la persona expresando todos tus sentimientos y frustraciones sobre lo que pasó. Esto es muy catártico y trae sensación de resolución para mucha gente, lo que puede ser útil para las futuras relaciones. Una vez que has terminado de liberar todos tus sentimientos en la carta, quémala, tritúrala, o tírala.
HADICES Y ALEYAS INSPIRADORES PARA LA REFLEXIÓN
El Mensajero de Allah ﷺ dijo: «Quienquiera de ustedes se despierte en la mañana seguro en su morada, con salud y con su comida para el día, entonces es como si el mundo se hubiera reunido para él».[6]
NO HAY DESGRACIA que ocurra [al hombre] que no sea con la venia de Dios: así pues, quien cree en Dios guía su corazón [a esta verdad]; y Dios tiene conocimiento de todo. (Corán 64:11)
Ibn Kathir dijo acerca de este verso:
Quien sufrió una aflicción y supo que esto ocurrió por el Juicio y el Decreto de Allah, y aguanta pacientemente, esperando la recompensa de Allah, entonces Allah guiará su corazón y lo compensará por su pérdida en esta vida dándole guía a su corazón y certeza en la fe. Allah reemplazará todo lo que perdió por Él con lo mismo o algo que sea mejor. Ali ibn Abi Talhah informó desde Ibn Abbas: «… y quien crea en Allah, Él guía su corazón». Allah guiará su corazón a la certeza. Por lo tanto, sabrá que no podría haber escapado de aquello que lo alcanzó y que aquello que no lo alcanzó no lo habría tocado jamás.[7]
Y ciertamente os pondremos a prueba por medio del peligro, del hambre, de la perdida de bienes, de vidas y de frutos [del trabajo]. Pero da buenas nuevas a los que son pacientes en la adversidad — que cuando les sucede una desgracia, dicen: «En verdad, de Dios somos y, ciertamente, a Él hemos de volver.» ¡Sobre ellos se derraman la gracia y las bendiciones de su Sustentador, y ellos son los que están en el camino recto! (Corán 2: 155-157)