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del mes de Ramadán (el noveno mes).
Cada año, ¡que estén bien y felices! Que Allah acepte de nosotros y de ustedes las buenas acciones, y nos bendiga a nosotros y a ustedes en este mes noble. Le pido a Allah que nos conceda a todos salud, bendición y perdón, y que nos ayude en el ayuno, en las oraciones nocturnas y en la lectura del Corán.
Entre los mejores actos de virtud
Aunque en la mayoría de las religiones el ayuno es para la expiación de pecados o redención de pecados, en el Islam es principalmente para acercarse a Dios, como se afirma en el versículo
que Dios afirma en el Corán :
“¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad”. (Corán 2:183)” (Corán 2:183)
Por lo tanto, la conciencia de Dios es el requisito previo para la virtud y se pone gran énfasis en el ayuno en el Islam. Por lo tanto, no es sorprendente que se le haya preguntado al Profeta Muhammad, que la misericordia y las bendiciones de Dios estén sobre él:
“¿Cuál es la mejor acción?” Él respondió: “Ayunar, porque nada se iguala a eso.”
El ayuno sincero purifica y expía los pecados, como dijo el Profeta:
“Quien ayune en Ramadán con fe sincera y en busca de la recompensa de Dios, sus pecados anteriores serán perdonados.”
Los musulmanes expresan gratitud y amor por el Único y Verdadero Dios obedeciéndolo y adorándolo. Adoramos de acuerdo con Su guía revelada en el Corán y a través de las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad.
El Ramadán se extiende por todo el mundo cuando los musulmanes comienzan y terminan su ayuno juntos, un cuerpo, un pueblo, una nación. El Ramadán llega suavemente y sus actos ascienden gentilmente hacia Dios. Lejos de ser una prueba de privaciones, el mes de Ramadán es una alegría y un regalo sin comparación. Incluso antes de que el mes termine, los musulmanes comienzan a lamentar el final de este mes bendito y tratan de prolongar el tiempo estando con el Corán y adorando a Dios de la mejor manera posible.
La verdadera fe es tener esperanza y dependencia en la promesa de Dios. Dios Todopoderoso dice en el Corán:
“Adoradle, pues, y encomendaos a Él”. (Corán 11:123)
Nuestro propósito es adorar a Dios y Dios, en Su infinita sabiduría y misericordia, nos ha dado el Ramadán.