Como musulmanes, compartimos con las comunidades judía y cristiana muchos puntos en común. Ellos incluyen: la creencia en Dios, creer que Él reveló escrituras a la humanidad y envió una sucesión de profetas. El Corán, como vemos, se dirige a los judíos y cristianos desde el punto de vista de esos puntos de acuerdo.
En este artículo nos interesa un punto particular en común entre musulmanes y cristianos, a saber, nuestra reverencia por Jesús y nuestro reconocimiento de que él es el Mesías, el Cristo. El mundo cristiano acaba de celebrar la ocasión del nacimiento de Jesús. Como musulmanes, no celebramos la Navidad, pero celebramos a Cristo en nuestras vidas de forma completa, con constancia y devoción inquebrantable. Nuestra celebración de Cristo es una de fe, recuerdo y emulación.
Los musulmanes honran a Cristo (la paz sea con él) a través de su fe. Lo siguiente se afirma en el Corán:
1. Fe en la concepción milagrosa de Cristo. Jesús (la paz sea con él) nació de una virgen.
Dice el Corán:
"Recuerda [¡oh, Muhammad!] la historia de María que se menciona en el libro, cuando se apartó de su familia para retirarse a un lugar al este y puso un velo para apartarse de la vista de los hombres de su pueblo. Entonces le envié a Mi ángel, quien se le presentó con forma humana.
Ella dijo: ‘Me refugio en el Compasivo de ti, [apártate de aquí] si es que tienes temor de Dios’. Le dijo: ‘Soy un enviado de tu Señor para agraciarte con un hijo puro’.
Ella dijo: ‘¿Cómo voy a tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre ni he fornicado?’. Le dijo [el ángel]: ‘Así será, pues tu Señor dice: «Eso es fácil para Mí. Lo convertiré [a tu hijo] en un milagro y una misericordia para la humanidad. Es un asunto decidido»’". (Corán 19:16-21)
2. Fe en el milagro del nacimiento de Cristo y en los milagros de su infancia.
Dios dice:
"Se presentó ante su pueblo llevándolo en brazos [a Jesús]. Le dijeron: ‘¡Oh, María! Has hecho algo abominable. ¡Tú desciendes de Aarón! Tu padre no era un hombre deshonesto ni tu madre una fornicadora’. Ella lo señaló [al niño], y entonces le dijeron: ‘¿Cómo vamos a hablar con un niño que aún está en la cuna?’. Entonces [Jesús] habló: ‘Soy un siervo de Dios, Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta. Seré bendecido dondequiera que me encuentre, y me ha encomendado hacer la oración, dar caridad mientras viva, honrar a mi madre, y no ser arrogante ni insolente. La paz fue conmigo el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado’". (Corán 19:27-33)
3. Fe en los milagros que ocurrieron a través de Cristo.
Jesucristo realizó numerosos milagros durante el tiempo de su prédica.
Por ejemplo, el Corán nos dice:
"Y será Profeta para los hijos de Israel, a quienes dirá: ‘Les he traído un milagro de su Señor. Modelaré para ustedes un pájaro de barro. Luego soplaré en él y, con el permiso de Dios, tendrá vida. Con la anuencia de Dios, curaré al que nació ciego y al leproso, y resucitaré a los muertos. Les revelaré lo que comen y guardan dentro de sus casas. Esos milagros son suficientes para que crean en mí, si es que son creyentes’". (Corán 3:49)
4. Fe en la ascensión de Cristo.
Los musulmanes creen que Dios salvó a Jesús (la paz sea con él) de los planes de sus enemigos, ascendiéndolo hacia Él. Leemos en el Corán:
"Y dijeron: ‘Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Dios’. Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Quienes discrepan sobre él [Jesús] tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero, sino que siguen suposiciones, pero en la realidad no lo mataron. Dios lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Dios es Poderoso, Sabio". (Corán 4:157-158)
5. Fe en el Evangelio de Jesús.
Los musulmanes creen en la escritura que le fue revelada a Jesús. Las siguientes aleyas del Corán dan fe de ello:
"Él te reveló [¡oh, Muhammad!] el Libro con la Verdad, para confirmar los mensajes anteriores, y ya había revelado la Torá y el Evangelio". (Corán 3:3)
"Hice que Jesús hijo de María siguiera [el ejemplo de los profetas anteriores], en confirmación de la verdad que aún quedaba en la Torá. A él le he revelado el Evangelio en el que había guía y luz, como confirmación de lo que aún quedaba de la Torá, y como guía y exhortación para los que tienen temor de Dios y piedad". (Corán 5:46)
"Dios dirá: ‘¡Oh, Jesús hijo de María! Recuerda las bendiciones que te concedí a ti y a tu madre, cuando te fortalecí con el Espíritu Santo para que pudieras hablar a la gente desde la cuna y de adulto, y te enseñé la escritura, la sabiduría, la Torá y el Evangelio’". (Corán 5:110)
Dios describe a los seguidores de Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) en términos del evangelio, diciendo:
"… en el Evangelio se los compara con una semilla que germina, brota, se fortalece, cobra grosor y se afirma en su tallo, causando alegría a los sembradores". (Corán 48:29)
Nuestra creencia en el Evangelio de Jesús es un principio de fe para los musulmanes, pues es parte de la creencia de los musulmanes en las escrituras, un de los seis pilares fundamentales de la fe islámica. Dios dice en el Corán:
"Todos creen en Dios, en Sus ángeles, en Sus Libros y en Sus Mensajeros [diciendo:] ‘No hacemos diferencia entre ninguno de Sus Mensajeros’". (Corán 2:285)
Esto significa que la creencia de un musulmán en el Corán no es válida a menos que el musulmán crea también en el Evangelio que le fue revelado a Jesús (la paz sea con él)[1]. ¿A qué se debe esto? A que el Corán vino a confirmar lo que estaba originalmente escrito en el Evangelio, así como en la Torá.
Dice Dios: "Él te reveló [¡oh, Muhammad!] el Libro con la Verdad, para confirmar los mensajes anteriores, y ya había revelado la Torá y el Evangelio". (Corán 3:3)
Otra razón por la que nuestra fe en el libro revelado a Jesús (la paz sea con él) es esencial, es que a los musulmanes se les exige creer en todas las escrituras que Dios ha revelado. Dios ordena: "Diles: ‘Creo en los Libros que Dios reveló [en su forma original], y me fue ordenado establecer justicia entre ustedes’". (Corán 42:15)
Preguntamos: ¿Existe algún otro grupo sobre la Tierra, fuera de la cristiandad, que honre y celebre el Evangelio como parte esencial de su fe, además de los musulmanes?
Esta celebración de Jesucristo (la paz sea con él), incluyendo su concepción, su nacimiento, sus milagros, su escritura y su mensaje no es una mera idea, sino que es una realidad viva para los musulmanes, embebida a diario en las prácticas fundamentales de nuestra fe y nuestra adoración. Cuando un musulmán recita el Corán, en especial las suras tituladas María, La familia de Imrán y La mesa servida (que se refiere a la cena que Jesús tuvo con sus discípulos), ello implica recitar las enseñanzas sobre Cristo como forma de adoración. Las aleyas que honran y elogian a Cristo también son recitadas como parte de nuestras oraciones diarias. La creencia en Cristo es parte de las creencias fundamentales del Islam, que le son enseñadas a todo musulmán.
Todo esto debe alentarnos, tanto a musulmanes como a cristianos, a redoblar nuestros esfuerzos hacia un entendimiento mutuo. No es propicio para una atmósfera de entendimiento que muchos cristianos en todo el mundo tengan la idea errónea de que los musulmanes son hostiles hacia Jesús (la paz sea con él) o que lo niegan, y peor aún es su falta de consciencia de que los musulmanes reverenciamos y amamos a Cristo desde lo más profundo de nuestros corazones. La falta de consciencia de los cristianos respecto a nuestras verdaderas creencias, no solo es un error de conocimiento, sino un obstáculo para el entendimiento entre nuestras religiones, que es necesario para fomentar la tolerancia y disipar la intransigencia.
Si los cristianos entienden nuestras verdaderas creencias acerca de Jesucristo (la paz sea con él), ello los llevará a respetar al Profeta del Islam, incluso si no llegan a creer que Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es un Profeta. Hablamos de respeto humano básico, como exigen los dictados de la razón y la ética, un respeto que excluye la posibilidad de calumnias y abusos.
Piénsalo: Si algunas de las grandes corporaciones estadounidenses o europeas se reunieran y movilizaran recursos financieros y humanos masivos con el propósito de "conocer a Cristo", representando a Jesús (la paz sea con él) de la manera más bella posible, como un servicio absolutamente gratuito al público, ¿qué sentirían los cristianos con respecto a dicho esfuerzo y cómo lo describirían? Sin duda, considerarían que es un esfuerzo noble y positivo.
El esfuerzo corporativo descrito es un escenario imaginario, pero hay una realidad que lo sobrepasa con creces. Estamos hablando de algo que ha estado enseñándole a la gente acerca de Jesucristo (la paz sea con él) en los términos más nobles y sublimes, diciéndoles a las personas que crean en él, lo honren y lo amen. Esta realidad es que Muhammad, el Profeta del Islam, vino con un libro que celebra y honra a Jesucristo (la paz sea con él), un libro que todos los musulmanes, durante más de 1.400 años, y los más de 1.500 millones de musulmanes de la actualidad, aceptan como la Palabra infalible de Dios. Este programa de "conoce a Cristo" no fue un esfuerzo de corto término, ha sido constante en su éxito desde el siglo VI hasta el día de hoy.
Entonces, ¿qué debería sentir un cristiano acerca del Profeta que enseñó a literalmente miles de millones de personas en todo el mundo a creer, amar y honrar a Cristo? Como mínimo, esa persona sentirá respeto por aquel que respeta y ama lo que ella misma tiene en alta estima.