La controversia del Código Da Vinci está en todas partes! El libro de Dan Brown sostiene que Jesús no es divino ni es Dios, que los evangelios, como nosotros los conocemos, han sido cambiados, y que después de que Jesús estuvo en la tierra, los hombres elevaron su estatus al nivel de Dios. ¿Puede algo de esto ser verdad?
Antiguos secretos de la Iglesia, escondidos por siglos, han sido actualmente revelados y publicados en libros anteriores a los escritos de ficción de Brown en “El código Da Vinci”. Baigent y Leigh han producido otros libros desde el punto de vista de los investigadores durante las últimas dos décadas, incluyendo “La Decepción de los Manuscritos del Mar Muerto”, “Sangre Sagrada, Grial Sagrado” y “El Legado Mesiánico”. Esos libros fueron temas de conversación de las comunidades religiosas cuando fueron publicados al inicio de los años 90 y han incentivado el creciente interés sobre quién exactamente era Jesús, cuál era su mensaje y qué ocurrió con él.
El Islam dice haber “descifrado el código”, por así decirlo, desde hace más de 1.400 años. La respuesta, de acuerdo con los eruditos musulmanes, ha estado en el Corán por más de 14 siglos.
Algunos pueden quedarse sorprendidos al saber que los musulmanes creen en el nacimiento milagroso y otros milagros asociados a la personas de Jesús. Los musulmanes consideran a Jesús como el Mesías y siempre dicen “la paz sea con él” cuando mencionan su nombre. Sin embargo, niegan rotundamente cualquier conexión entre Dios y Jesús como una asociación o como una divinidad, y descartan la idea de que Dios tenga un hijo (o hija).
Así es como los eruditos musulmanes presentan sus conceptos y “descifran el código”:
Cómo los eruditos musulmanes “descifraron el código”
La creación en sí misma nos dice que existe un Creador desde el inicio de los tiempos: Allah (en árabe: ‘el Dios único’), Quien es el único que debe ser adorado. Esto es claramente enseñado a través del Antiguo Testamento (Tora), las escrituras que Jesús mismo afirmó como revelaciones de Dios. Dios es uno, y no uno de tres; por ejemplo, Deuteronomio 4:35 dice: “A ti te fue mostrado, para que supieras que Jehová es Dios y que no hay otro fuera de Él”. Lo mismo es mencionado en el libro de Marcos en el Nuevo Testamento, capítulo 12, versículo 29, cuando Jesús, la paz sea con él, fue preguntado acerca del más grande mandamiento, él contestó:
“Y Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es”.
De acuerdo a las copias más antiguas y auténticas de los manuscritos y pergaminos disponibles a través de los siglos, Jesús, la paz sea con él, nunca reclamó ser Dios o el Creador, o Aquel a quien se debe rezar; él nunca dijo a sus seguidores que lo veneraran como a Dios. Esas ideas surgieron de los labios de otros que vinieron décadas y hasta siglos después.
Mientras Jesús estuvo en la tierra jamás proclamó ser el Creador o nos pidió que lo reverenciáramos como Dios. Su nacimiento milagroso es una señal de que es un profeta de Dios:
“Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Allah es semejante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: ¡Sé!, y fue”. (Corán 3:59)
Al igual que todos los grandes y nobles profetas de Dios, como Adán, Abraham, Moisés, Isaac y David, Jesús vino con un mensaje: adorar, amar, obedecer y someterse al único Dios verdadero, el Creador de todo, y no adorar a nadie más que a Él.
A través de la historia, la gente adoró cosas o personas junto con Dios, o simplemente adoraron algo como el poder, el estatus, el dinero, etc. Incluso los nombres de las religiones parecen tener más que ver con la creación y nada que ver con el Creador; por ejemplo: budismo –Buda (el nombre de un hombre)–, confucionismo –Confucio (el nombre de un hombre)–, hinduismo –Hindi (el nombre de una región)–, judaísmo –Judá (el nombre de una tribu)– y cristianismo –Cristo (título asignado a un gran profeta, Jesús).
El Islam es distinto. Islam es una palabra derivada del verbo aslama, y lleva el significado de “entrega”, “sumisión”, “obediencia”, “sinceridad” y “paz” entre una persona y el Todopoderoso Dios, y no a un ser humano o a algo de la creación. Cualquiera que practica el Islam se entrega y adora a Allah solamente, sin ningún tipo de socio.
El Corán dice:
“No adoréis a falsas divinidades. Por cierto que Yo soy la única divinidad, temedme sólo a Mí. A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Se debe adorar solamente a Él. ¿Acaso vais a temer a otro que no sea Allah?” (Corán 16:51-52)
¿No es acaso la hora de tú te unas a Jesús, el hijo de María, junto con todos los otros profetas de Dios y practiques la “sumisión a la voluntad de Dios” (es decir, el Islam)? O simplemente tomes la decisión de adorar al Creador y no a seres creados.
En el Sagrado Corán Jesús tiene una gran posición, preeminente con relación a otros profetas que realizaron muchos milagros.
El mismo Jesús era un milagro, ya que había nacido de una madre virgen. Dios describe a Jesús y a su madre María de la siguiente manera en el Sagrado Corán:
“Y recuerda a la que guardó su castidad, y luego insuflamos en ella de Nuestro espíritu e hicimos de ella y de su hijo un símbolo para toda la humanidad.” (Corán 21:91)
En el Corán, se describe a Jesús como un profeta destacado por la realización de muchos milagros, cualidad que no se encuentra en otros profetas. Dios dice:
“Dimos a Moisés la escritura divina y enviamos a una sucesión de enviados después de él; y dimos a Jesús, hijo de María, las pruebas evidentes de la verdad y le fortalecimos con la sagrada inspiración.” (Corán 2:87)
A continuación mencionaremos los milagros realizados por Jesús descritos en el Sagrado Corán.
1. La Mesa Servida
En el quinto capítulo del Corán, La Mesa Servida (Al-Ma’ida), se menciona uno de los milagros de Jesús. En este capítulo coránico, los discípulos de Jesús le pidieron que rogara a Dios para que enviase una mesa llena de comida…
“Cuando los discípulos dijeron: “¡Oh, Jesús, hijo de María! ¿Puede tu Señor hacer descender para nosotros una mesa servida del cielo? Respondió: “¡Sed conscientes de Dios, si sois creyentes!” Dijeron: “¡Queremos sólo beneficiarnos, para que se tranquilicen nuestros corazones y saber así que nos has dicho la verdad, y para que seamos de los que dan testimonio!” Dijo Jesús, hijo de María: “¡Oh Dios, Señor nuestro! ¡Haz que descienda para nosotros una mesa servida del cielo, que sea una fiesta conmemorativa para nosotros, para los primeros y los últimos de nosotros, y un signo procedente de Ti! ¡Y provéenos de sustento, pues Tú eres el mejor de los que proveen!” (Corán 5:112-114)
Este milagro se asemeja a otro: la denominada “Última Cena”, también llamada “La Cena del Señor”, la Eucaristía o la Comunión. La Eucaristía ha estado siempre en el centro de los actos de adoración cristianos. La Enciclopedia Británica dice al respecto:
La “eucaristía” es un sacramento cristiano que conmemora la acción de Jesús en su Última Cena con sus discípulos… Las cartas de Pablo y los Hechos de los Apóstoles, aclaran que la cristiandad primitiva creía que esta institución incluía el mandato de perpetuar esta celebración. La Eucaristía se ha transformado en el rito central del culto cristiano”.
2. Mientras todavía estaba en la cuna…
Uno de los milagros mencionados en el Corán, aunque no se encuentra mencionado en la Biblia, es el hecho de que Jesús, estando aún en la cuna, habló para proteger y defender a su madre María de cualquier tipo de acusación que se pudiera suscitar en contra de ella por haber tenido un hijo sin padre, es decir, sin haberse casado. Cuando María fue preguntada a cerca de este extraño acontecimiento luego del alumbramiento, simplemente señaló al bebé Jesús y él habló milagrosamente, tal y como Dios se lo había prometido en el momento de la anunciación:
“Y hablará a la gente desde la cuna y de adulto, y será de los justos”. (Corán 3:46)
Jesús dijo a las personas:
“…En verdad, soy un siervo de Dios. Él me ha entregado la revelación y ha hecho de mí un profeta, y me ha hecho bendecido donde quiera que esté; y me ha ordenado la oración y la caridad mientras viva, y que sea bondadoso con mi madre; y no me ha hecho arrogante ni falto de compasión. ¡Y la paz fue conmigo el día en que nací, y será conmigo el día en que muera, y el día en que sea devuelto nuevamente a la vida!” (Corán 19:30-33)
3. Dio vida a un pájaro de barro:
Dios menciona en el Corán un milagro con el que no ha agraciado a nadie excepto a Jesús, un milagro similar a la propia creación de Adán. Nadie puede discutir la grandiosidad de este milagro. Dios menciona en el Corán que Jesús dice:
“Os traigo un mensaje de vuestro Sustentador. Os modelaré con barro la forma de un pájaro y luego soplaré en él, para que se convierta así en un pájaro con vida, con el permiso de Dios…” (Corán 3:49)
Este milagro no se encuentra en el Nuevo Testamento, pero sí se encuentra en el evangelio “apócrifo” llamado el “Evangelio de la infancia” atribuido a Tomás:
“Cuando este muchacho, Jesús, tenía cinco años, jugaba cerca de un arroyo rápidamente… convirtió la arcilla en doce gorriones… Jesús sólo aplaudió sus manos y gritó a los gorriones: “vuelen lejos”. Y los gorriones se fueron volando lejos ruidosamente”. (Evangelio de la infancia de Tomas: 2)
4. Sanando al ciego y al leproso:
Igual al Nuevo Testamento, el Sagrado Corán menciona también a Jesús sanando a los ciegos y leprosos:
“… y sanaré al ciego y al leproso, y resucitaré a los muertos con el permiso de Dios…” (Corán 3:49)
Los judíos, durante el tiempo de Jesús tenían conocimientos avanzados en medicina y estaban muy orgullosos de sus logros. Por esta razón, milagros de esta naturaleza fueron dados por Dios a Jesús, para que los judíos comprendieran que su poder provenía de una fuerza que estaba por encima del mundo natural.
5. Resucitar a un muerto:
“…y resucitaré a los muertos con el permiso de Dios”. (Corán 3:49)
Éste, como la creación del pájaro, era un milagro de naturaleza incomparable, mismo que debió exhortar a los judíos a creer en el don profético de Jesús. En el Nuevo Testamento, leemos tres casos donde Jesús devolvió la vida a los muertos con el permiso de Dios: la hija de Jairo (Mateo 9:18, 23; Marcos 5:22, 35; Lucas 8:40, 49), el hijo de la viuda de Nain (Lucas 7:11), y Lázaro (Juan 11:43).
6. Las provisiones de hoy y mañana:
A Jesús se le dio el milagro de saber qué habían comido las personas, así como lo que tenían en reserva para los próximos días. Dios dice en el Corán:
“…les informaré lo que coméis y lo que almacenáis en vuestras casas. En todo esto hay, ciertamente, un mensaje para vosotros, si sois creyentes”. (Corán 3:49)
7. Una demostración de la verdad:
De manera similar a otros profetas, Jesús realizó estos milagros para convencer a los escépticos de su veracidad, no para demostrar su divinidad. El Corán dice:
“Ciertamente, es una señal para vosotros, si sois creyentes”. (Corán 3:49)
Estos milagros sólo se realizaron por la voluntad de Dios, Quien los tenía decretados, ellos nunca podrían haber existido sino por la obra de Dios. Dios declara esto explícitamente en el Corán, diciendo:
“…por el permiso de Dios.” (Corán 3:49; 5:10)
Aunque los musulmanes no pueden confirmarlo, la Biblia, a través de ciertas narraciones, dice que Jesús en ocasiones no pudo realizar milagros. Una vez cuando Jesús intentó sanar a un hombre ciego, éste no se sanó después del primer intento, y Jesús tuvo que realizar un segundo intento (Marcos 8: 22-26). En otro caso: “Él no podría hacer ningún milagro, excepto la imposición de sus manos en unas personas enfermas, y así los sanaba”. (Marcos 6:5)
Queda claro que los milagros provinieron de Dios y no de la voluntad de los profetas. Estos tuvieron lugar por la voluntad de Dios, un hecho que se mencionó también explícitamente en la Biblia:
“Un hombre llegó a ustedes enviado por Dios, con milagros y maravillas y señales que Dios realizó a través de él”. (Hechos 2:22)