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LAS NECESIDADES DE LA HUMANIDAD Se encuentran en el mensaje del Profeta Muhámmad





La Adoración Monoteísta de Dios


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) a través de la


revelación de Dios (cuyo nombre en lengua árabe es “Al-lah”)2,


transfirió a la humanidad de la obediencia y el sometimiento a


otros seres humanos a la adoración y el sometimiento a Dios,


alabado sea, sin asociarle nada en los actos de adoración y


devoción. En consecuencia, la humanidad se libró de la


servidumbre hacia cualquier otro que no sea Dios, y ese es el


mayor honor que puede recibir la humanidad.


La condición que reinaba antes de la misión del Profeta


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) era un


sistema de clases basado en lealtades tribales, supremacía


financiera y esclavitud. Los líderes ricos e influyentes eran


amos a quienes se les debía obediencia, mientras que los


pobres y de piel más oscura (mayormente negros) eran


servidumbre y seguidores sometidos. Los esclavos no eran más


que posesiones materiales que una persona podía tener,


comprar, vender o regalar sin la más mínima consideración por


los sentimientos humanos al separar a un padre de un hijo o a


un hombre de su esposa al realizar la transacción.


Los amos de la sociedad imponían las costumbres y


condiciones que prácticamente eran la legislación, obligando a


las personas a cumplirlas. Se habían interpuesto como rivales


en autoridad del mismísimo Dios, cuando solamente Él es


digno de alabanza y obediencia. Todas las personas, ya sean


blancas, negras, ricas, pobres, de alta sociedad o esclavos,


deben someterse solamente a la autoridad de Dios y Su juicio.


Es por esto que Él envió a Su Profeta, Muhámmad (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él), con el mensaje del Islam, un


6


mensaje que se encuentra resumido en el siguiente


testimonio:


“No existe dios excepto Dios (Al-lah), y Muhámmad es el


Mensajero de Dios”.


El paganismo era practicado en forma de adoración de ídolos,


adoración de estatuas, árboles y piedras. Por el contrario, el


Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él)


invitaba a las personas a reconocer la unicidad de Dios en Su


señorío, Su divinidad y Su derecho a una adoración


incondicional y obediencia exclusiva. Dios dijo lo siguiente en el


Corán:


“¡Oh, humanos! Adorad a vuestro Señor Quien os creó a


vosotros y a quienes os precedieron, para que así seáis


piadosos.” (2:21)


Y también dijo:


“¡Oh, hombres! Se os expone un ejemplo, prestad atención:


Por cierto que aquellos [ídolos] que invocáis en vez de Dios


no podrán crear jamás ni una mosca, aunque todos se reúnan


para ello; y sabed que si una mosca les quitare algo [a los


ídolos], éstos no podrían impedirlo. Ciertamente ambos son


débiles.”3 (22:73)


Uno de los compañeros del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios


sean con él) describió la transformación que el Islam le trajo a la


vida de los árabes, de la deshonra y la esclavitud al honor y la


dignidad; cómo abandonar la oscuridad de la servidumbre por


la adoración monoteísta de Dios. Esto les permitió percibir el


verdadero alcance y la capacidad de este mundo. Como dijo


7


Rab'i ibn 'Amir (que Dios esté complacido con él) al dirigirse a un


general persa:


“Dios nos envió a liberar a quien lo desee, de la adoración de


los seres creados a la adoración de Dios, de la restricción de


este mundo a su exuberancia y de la tiranía de otras religiones


a la justicia del Islam”. 4


El francés Etienne Donet (que luego adoptó el nombre


“Nasiruddin”), habla en su libro titulado “Muhámmad (la paz y


las bendiciones de Dios sean con él), el Mensajero de Dios” sobre el


equilibrio, la universalidad y el posible rol futuro del mensaje


divino. Él dice lo siguiente:


“Algo muy importante es la ausencia de un intermediario entre


la persona y su Señor. Es lo que las personas de mente práctica


encuentran en el Islam, debido a su carencia de misterio y


adoración de santos. No hay necesidad de templos ni


santuarios porque el mundo entero es un sitio adecuado para


adorar a Dios. Aún más, algunos de quienes creen en Dios


expresando sus aspiraciones mayores pueden encontrar en el


Islam una perspectiva pura sobre la creencia en Dios.


Encontrarán allí los actos más extraordinarios y sublimes de


adoración e inimaginables expresiones de súplica.”5


8


Liberar la Mente de la Superstición


A través de la revelación de Dios, Muhámmad (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él) liberó la mente humana de la


superstición, el engaño y el sometimiento a falsos objetos de


adoración como también a conceptos que contradicen la


razón, como decir que Dios tuvo un hijo carnal a quien sacrificó


para perdonar los pecados de la humanidad.


Antes de la venida del Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones


de Dios sean con él), la mente de los árabes estaba dominada por


muchas creencias y leyendas incompatibles con la razón firme


y con el intelecto sano. Una creencia prominente del período


pre-islámico de la ignorancia era que las rocas o la madera


talladas por las personas con sus propias manos podían


beneficiarlas o perjudicar por si mimas. Por lo tanto, algunas


personas las adoraban junto con Dios, o incluso en Su lugar.


Luego Dios envió al Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de


Dios sean con él) con la religión del Islam, honró al hombre a


través de su inteligencia y lo hizo digno de una gran


responsabilidad debido a las obligaciones y prohibiciones


religiosas. El Islam promueve y recompensa a quien usa su


mente para descubrir hechos sobre el universo en los campos


de la ciencia. Y prohíbe todo lo que afecte la claridad de la


mente, como son los distintos tipos de embriagantes y drogas.


El Islam comenzó purificando la doctrina religiosa de la


superstición y el engaño. Su credo se dirige a la mente, para


convencerla de la verdad transmitida en el Corán y para refutar


las falsas creencias como el politeísmo y la idolatría. Un


ejemplo es la siguiente frase de Dios mencionada en el Sagrado


Corán:


9


“Dios no ha tenido un hijo, ni existe otra divinidad salvo Él. Si


así fuera, cada divinidad acapararía su propia creación, y


entonces pretenderían predominarse unas sobre otras.


¡Glorificado sea Dios! Dios está por encima de lo que Le


atribuyen.” (23:91)


Este claro argumento en palabras tan concisas demuestra que


el verdadero Dios es un Creador dinámico que puede


beneficiar a Su siervo y protegerlo de lo perjudicial. Por lo


tanto, si hubiese más de un dios, el otro también habría creado


y actuado, por lo que habría una rivalidad entre ellos. Uno de


ellos se apoderaría de la creación del otro, como hacen los


reyes de este mundo en sus reinos. Y cuando uno no pueda


someter a los otros, se pueden dar los siguientes tres


escenarios:


• Cada uno se aferrará a sus propias creaciones y


soberanía.


• Algunos de ellos superarán a los demás.


• Todos ellos se someterán a un único soberano o Dios,


que tendrá control total sobre ellos.


La organización de los mundos celestial y terrenal, su


interrelación y su operación según un sistema preciso que


nunca cambia ni se corrompe es la evidencia más fuerte de que


existe un solo controlador, aparte del cual no existe otra


deidad. Como es imposible tener dos creadores iguales para el


mundo, es imposible tener dos objetos de adoración. Esto no


es más que una parte de las evidencias que dan fe de la


firmeza de lo que el Profeta de Dios, Muhámmad (la paz y las


10


bendiciones de Dios sean con él), transmitió respecto a la unicidad


de Dios.


Un solo Señor, quien es el único digno de alabanza, es lo más


aceptable para las mentes inteligentes. Esto se destaca contra


las afirmaciones que dicen que Dios es parte de una trinidad o


que los ídolos pueden compartir Su divinidad y el derecho


exclusivo de Dios a ser adorado. Entonces, ¿qué puede ser más


evidente que este claro concepto de monoteísmo, que era


desconocido en los tiempos en que el Profeta de la


Misericordia (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) fue enviado


a la humanidad? ¿Y qué creencia acerca de Dios es más


compatible con el intelecto sano que ésta?


11


La Tolerancia y la Coexistencia


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) estableció las


bases para la tolerancia entre las personas. En el Corán, Dios le


reveló a Su Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que


no debe haber imposición en las creencias. Muhámmad (la paz y


las bendiciones de Dios sean con él) también aclaró los derechos de


los no musulmanes que no agredan a los musulmanes, y


garantizó la protección de sus vidas, su propiedad y su honor.


Aún hoy, existen ciudadanos judíos y cristianos viviendo en paz


y seguridad en muchos países musulmanes; muy diferente de


la situación de las Inquisiciones españolas en las que


musulmanes y judíos fueron exterminados en una limpieza


étnica y religiosa que violó todos los principios humanitarios


establecidos por la cultura occidental.


Uno de los más grandes principios de la religión traídos por


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), el Profeta de


la Misericordia, fue que la aceptación del Islam, ya sea por


individuos o grupos, queda librada a la convicción personal, y


que la invitación al mismo debe basarse en la sabiduría y el


buen consejo, no en la cocción. Esto se menciona en muchos


pasajes del Corán y las enseñanzas proféticas (Sunnah). Por


ejemplo, dijo Dios en el Corán:


“No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha


diferenciado del desvío. Quien se aparte de Satanás y crea en


Dios, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que


nunca se romperá. Y Dios es Omnioyente, Omnisciente.”


(2:256)


Y también dijo:


12


“Y diles: La Verdad proviene de vuestro Señor. Quien quiera


que crea y quien no quiera que no lo haga.” (18:29)


Además, la religión transmitida por Muhámmad (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él) se ocupaba también de los no


musulmanes. La misma prohibió agredirlos y de hecho


ordenaba ser amables y correctos con ellos. Pues el Corán dice:


“Dios no os prohíbe ser benevolentes y equitativos con


quienes no os han combatido por causa de la religión ni os


han expulsado de vuestros hogares, pues ciertamente Dios


ama a los justos.” (60:8)


Y entre los principios más grandiosos establecidos por el Islam


está el respeto por los derechos de los no musulmanes, ya sea


que estén bajo la protección de un estado islámico o fuera de


él. Todos y cada uno de ellos tienen derechos que deben ser


respetados por todos los musulmanes, tal como se protegen a


sí mismos, a sus propiedades, a sus mujeres y a sus hijos.


Ningún musulmán puede transgredir este límite de ninguna


forma. El Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con


él) dijo:


“Aquel que mate a una persona que está protegida bajo un


tratado no olerá la fragancia del Paraíso. Ciertamente, su


fragancia será reconocible a cuarenta años de distancia [de


viaje]”. 6


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) también dijo:


“Ciertamente, una persona que ataca a otra protegida bajo un


tratado o la menosprecia, le obliga a trabajar o le quita algo


contra su voluntad, yo seré su oponente el Día de la


Resurrección.”7


13


En las cortes legales de un estado islámico los musulmanes y


los no musulmanes son iguales ante un juez. Al-Ash’az narra el


siguiente episodio:


“Hubo una disputa entre un judío y yo por una parcela, por lo


que lo llevé donde el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con


él), quien dijo: '¿Tienes alguna evidencia?'. Le dije que no. Él le


dijo al judío: ‘Haz un juramento'. Le dije: ‘Oh Mensajero de


Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), cuando jure, me


quitará mi propiedad'.


Entonces, Dios reveló este versículo:


“Quienes cambiaron el compromiso que tomaron con Dios


por un vil precio y faltaron a sus juramentos, no tendrán


ninguna recompensa en la otra vida. Dios no les dirigirá la


palabra ni les tendrá compasión el Día de la Resurrección, no


les purificará y tendrán un castigo doloroso.” (3:77)8


Esta condición ha continuado en tierras musulmanas hasta el


día de hoy. Los judíos, cristianos y seguidores de otras


religiones han vivido en regiones musulmanas disfrutando


seguridad, justicia y tolerancia que rara vez encuentran afuera.


La exterminación masiva de miembros de una raza o religión


en particular sigue siendo una práctica común en algunos


países que no son musulmanes, y es una evidencia del valor


que el Islam les ha ofrecido a los demás. De igual forma, los


musulmanes han sufrido limpiezas étnicas y persecución


religiosa; la más infame de ellas fue la Inquisición Española. Ni


siquiera perdonaban a cristianos de otras denominaciones,


mucho menos a judíos y otros, quienes pudieron refugiarse


con seguridad en diversos países musulmanes de África.


14


Misericordia Completa


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) fue una


misericordia enviada por Dios a todos los pueblos sin importar


su raza o credo. De hecho, sus enseñanzas incluían


misericordia para todas las criaturas y prohibía provocarles


daño alguno sin derecho ni razón. La piedad del Profeta (la paz y


las bendiciones de Dios sean con él) también se extendió más allá de


la humanidad, hacia las aves y animales en general. Él ordenó


el respeto a la naturaleza y les advirtió a quienes


atormentaban o torturan animales que les esperaría el castigo


del Fuego del Infierno en el Más Allá. El Profeta (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él) también prohibió que se les


disparase a las aves u otras criaturas vivas diciendo:


“No usen como blanco un ser con alma.” 9


“Una mujer tuvo como destino el Fuego del Infierno a causa


del maltrato que daba a su gato. Lo encerraba y no le daba de


comer ni tampoco lo dejaba comer por sí mismo.” 10


“Cuando un perro estaba rodeando un pozo de agua a punto


de morir de sed, una prostituta lo vio, se quitó el zapato y lo


hizo beber de él, por lo que Dios la perdonó.” 11


“Cuando un hombre caminaba muy sediento, bajó a un pozo y


bebió de él. Al salir, vio un perro jadeando y comiendo tierra


debido a su sed. Dijo el hombre: ‘Esta criatura está sufriendo lo


que yo sufrí’, por lo que volvió a bajar, llenó su zapato y subió


con el zapato en la boca par dar de beber al perro. Dios apreció


ese hecho y perdonó sus pecados”. Los compañeros le


preguntaron: “Oh Mensajero de Dios, ¿somos recompensados


15


por comportarnos correctamente con los animales?”. Él


respondió: “En toda criatura viva hay recompensa.” 12


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) prohibió


encerrar animales para matarlos luego con flechas o lanzas.


Una vez, pasó junto a un camello que mostraba signos de


hambruna y dijo: “Teman a Dios por estas bestias.


Manténganlas sanas para montar y alimentaros.”13


16


Respeto y Aprecio por Todos los Profetas


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) mostraba un


respeto y un aprecio sin igual por todos los profetas que lo


precedieron; entre ellos Abraham, Moisés y Jesús (la paz sea con


todos ellos). Dios le reveló palabras para expresar que quien


niegue o le falte al respeto a cualquiera de los profetas no


puede ser musulmán. El Islam considera a todos los profetas


como una hermandad, e invita a las personas a creer en que no


existe deidad digna de alabanza excepto Dios, único, sin


compañeros.


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) hablaba con


mucho afecto de sus hermanos, los profetas y mensajeros,


refiriéndose a algunos de ellos como “el siervo ejemplar” o “mi


hermano”. Él instaba a sus seguidores a respetarlos y les


prohibía considerarlo a él mejor que cualquiera de ellos. Aún


más importantes son las muchas palabras que Dios reveló en el


Corán alabando a los profetas y mensajeros anteriores, y


ordenándole al Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios


sean con él) que los tomara como modelos a seguir. Esto


confirma tanto la hermandad de los profetas como el gran


aprecio que el último tenía para con los primeros; su respeto y


alabanza hacia ellos. De hecho, Dios hizo que los relatos de los


profetas anteriores fueran un alivio para el Profeta


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) durante el


abuso y cansancio que sufrió mientras convocaba a las


personas al Islam.


Los siguientes son textos del Corán que lo confirman:


“Éstos son los que Dios ha guiado; sigue, pues, su ejemplo. Y


diles [a la gente de La Meca]: No os pido remuneración


17


alguna a cambio, [el Corán] es un Mensaje para la


humanidad.” (6:90)


Y también dijo:


“El Mensajero y sus seguidores creen en lo que le fue


revelado por su Señor. Todos creen en Dios, en Sus Ángeles,


en Sus Libros y en Sus Mensajeros. No hacemos diferencia


entre ninguno de Sus Mensajeros. Y dicen: Oímos y


obedecemos. Perdónanos Señor nuestro, pues ciertamente a


Ti volveremos.” (2:285)


En el Corán hay un capítulo entero titulado “Al-Anbiyaa” (Los


Profetas). Después de mencionar a varios de ellos y algunos de


sus destacados atributos, Dios concluye diciendo:


“Les agraciamos porque siempre se apresuraban a realizar


obras buenas, Nos invocaban con temor y esperanza, y eran


sumisos.” (21:90)


El Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él)


declaró:


“Soy la persona más cercana a Jesús, hijo de María, en este


mundo y el que vendrá. Los profetas son hermanos; sus


madres son diferentes pero nuestra religión es una sola”. 14


Y también agregó:


“Digo lo que dijo el siervo ejemplar (o sea, Jesús): ‘Fui testigo


de ellos en tanto y en cuanto estuve entre ellos’.” 15


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) también dijo


parafraseando al profeta Salomón como es citado en el Corán:


18


“¡Oh, Señor mío! Perdóname y concédeme un reino tan


poderoso, que nadie pueda igualarlo después de mí;


ciertamente Tú eres Dadivoso.” (38:35)16


Esta es una actitud positiva del Corán y la Sunnah (enseñanzas


proféticas) respecto a los profetas y mensajeros de Dios. En


realidad, el Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean


con él) les informó a todos los musulmanes a través de la


revelación de Dios que quien rechace a cualquiera de los


profetas anteriores no es musulmán. Dice en el Corán:


“Por cierto que quienes no creen en Dios ni en Sus


Mensajeros y pretenden hacer distinción entre [la fe en] Dios


y Sus Mensajeros diciendo: Creemos en algunos y en otros no,


intentando tomar un camino intermedio. Son los verdaderos


incrédulos.” (4:150-151)


Además, en el Corán encontramos una condena a aquellos que


mataron y atacaron a los profetas:


“Concertamos el pacto con los Hijos de Israel y les enviamos


Mensajeros. Siempre que un Mensajero se presentaba ante


ellos con algo que no les gustaba, le desmentían o le


mataban.” (5:70)


Dios también reveló:


“Dondequiera que se encuentren serán humillados, a menos


que sean amparados según lo establecido por Dios o por un


pacto con los hombres. Cayeron en la ira de Dios y se les


impuso la miseria. Ello por no haber creído en los signos de


Dios y por haber matado a los Profetas injustamente, por


haber desobedecido y violado la ley.” (3:112)


19


La Protección de los Derechos Humanos


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) defendió los


derechos humanos de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, sin


importar su posición social. Estableció una serie de sublimes


principios; un ejemplo de ello es el discurso que dio durante su


peregrinación de despedida en el que declaró la prohibición


estricta de transgredir contra la vida de las personas, su


propiedad y su honor. Estos principios fueron establecidos


mucho antes de que el mundo conociera la Carta Magna de


1215, la Declaración de Derechos de 1628, la Ley de Libertades


Personales de 1679, la Declaración de Independencia de los


Estados Unidos de 1776, la Declaración de Derechos Humanos


y Ciudadanos de 1789 o la Declaración Universal de Derechos


Humanos de 1948.


Los principios de los derechos humanos establecidos por el


sistema legal islámico precedieron a todas las otras


declaraciones de derechos humanos por muchos siglos, y


extendieron esa protección a animales, plantas y al medio


ambiente en general como una de las ramas de la fe. El Profeta


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo:


“La fe tiene unas setenta y tantas ramas, la más alta de ellas es


[atestiguar] que no existe deidad [digna de alabanza] excepto


Dios y la menor de ellas es apartar algo peligroso del camino”.


17


De igual manera, prohibió realizar las necesidades fisiológicas


en sitios de sombra done la gente se detiene a descansar.


Algunas otras reglas generales sobre este aspecto son:


20


1. Proteger la vida


El Islam introdujo legislaciones como:


La prohibición de quitar la vida sin derecho legal,


considerándolo un pecado grave equivalente a matar a toda la


humanidad. Dijo Dios en el Corán:


“Quien mata a una persona sin que ésta haya cometido un


crimen o sembrado la corrupción en la Tierra es como si


matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como


si salvase a toda la humanidad.” (5:32)


La prohibición de suicidarse. El Profeta (la paz y las bendiciones de


Dios sean con él) dijo:


“Todo aquel que se mate arrojándose de una montaña se


estará arrojando al Fuego del Infierno de manera eterna, y


todo aquel que se mate bebiendo veneno tendrá el veneno en


su mano, y beberá de él en el Fuego del Infierno”.18


La prohibición de los medios que provocan la muerte. Dijo el


Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él):


“Todo aquel que nos amenace con un arma no es los


nuestros.” 19


La prohibición de amenazar y aterrorizar, aún si se hiciera en


broma.


La prohibición de dañar, incluso de provocar un daño


potencial. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él)


ordenó que quienes pasen por un mercado llevando flechas


deben cubrirlas para evitar lesionar a alguien


involuntariamente. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean


con él) dijo:


21


“Todo aquel que pase por una de nuestras mezquitas o


mercados con flechas deben sostenerlas por su punta para que


ningún musulmán se pueda lastimar con ellas”. 20


Son numerosos los dichos proféticos que prohíben el daño y


ordenan su cese:


“Todo aquel que apunte una espada a su hermano, los ángeles


lo maldecirán, aún si fuera su hermano de padre y madre”.21


También consideraba abstenerse de dañar a otros como una


de las cosas que hacen las personas que van por el camino


correcto y que un musulmán está obligado a seguir. 22


2. Proteger la salud mental


La prohibición de todo lo que corrompa físicamente la salud


mental y el discernimiento, tal como dijo el Profeta (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él):


“Todo embriagante afecta la mente y todo lo que afecte la


mente está prohibido (su consumo)”. 23


La prohibición de todo lo que corrompa la salud mental como


la superstición, la magia, la imitación ciega de otras personas o


la negación a razonar lógicamente.


3. Proteger la institución de la familia


Fomentar el matrimonio. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de


Dios sean con él):


22


“¡Jóvenes! Todo aquel de ustedes que pueda casarse debe


hacerlo.” 24


La prohibición de matar niños y abortar indiscriminadamente.


Dijo Dios:


“No matéis a vuestros hijos por temor a la pobreza.” (17:31)


El Islam prohibió matar a un feto o abortarlo a menos que


exista riesgo para la vida de la madre.


4. Proteger el honor


La prohibición de la fornicación y el adulterio. Dijo Dios:


“Apartaos de todo lo que os lleve a la fornicación, pues esto


es una inmoralidad y conduce al mal.” (17:32)


La prohibición de acusaciones falsas y la difamación. Dijo Dios:


“Quienes difamen a las mujeres honestas, inocentes y


creyentes serán maldecidos en esta vida y en la otra, y


sufrirán un gran castigo.” (24:23)


Y dijo Dios:


“Y a quienes difamen a mujeres decentes [acusándolas de


fornicadoras o adúlteras] y no presenten cuatro testigos de


ello, aplicadles ochenta azotes y nunca más aceptéis su


testimonio. Ellos son los descarriados.” (24:4)


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo:


“Eviten los siete pecados principales”, y mencionó entre ellos


la difamación de mujeres castas, creyentes e inocentes.


23


5. Proteger la propiedad individual


Instar a la moderación en el gasto. Dios, el Poderoso y


Majestuoso dijo:


“No seáis avaros ni tampoco pródigos, porque seríais


censurados y os empobreceríais.” (17:29)


Medidas legislativas respecto a la trasgresión contra la riqueza


y la propiedad de los individuos.


Mandamientos para salvaguardar las propiedades de los


huérfanos y miembros débiles de la sociedad.


La prohibición del interés bancario, la usura y la expropiación


con falsos pretextos.


6. Proteger el honor de las mujeres


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) defendía


firmemente el cuidado de las mujeres. En ese sentido, dio


numerosas instrucciones, como las siguientes palabras:


“Les recomienda ser bondadosos con las mujeres.” 25


“Los mejores de ustedes son los mejores de ustedes con sus


esposas, y yo soy el mejor de ustedes con mis esposas”.26


La afirmación de que las mujeres son en su humanidad iguales


a los hombres. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean


con él):


“Las mujeres son hermanas de los hombres.” 27


24


La participación de las mujeres con los hombres en los ritos


religiosos y el trabajo social. Dijo Dios:


“Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros,


ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración


prescrita, pagan la contribución social obligatoria y obedecen


a Dios y a Su Mensajero. Dios tendrá misericordia de ellos; y


Él es Dios, Poderoso, Sabio.” (9:71)


Otorgar a las mujeres el derecho a aprender y educarse.


Diversas fuentes confirman que una mujer educada de entre


los compañeros le enseñó a escribir a la esposa del Profeta (la


paz y las bendiciones de Dios sean con él), Hafsah bint Umar. Su


reconocimiento de ello apunta a su aprobación de la educación


de las mujeres puesto que su propio hogar era un ejemplo para


los demás musulmanes.


Otorgar a las mujeres derechos financieros. El Islam estableció


para ellas el derecho a la herencia y les dio preferencia por


sobre los hombres en su derecho a una dote y manutención,


aún cuando tengan riqueza propia. También estableció su


derecho a comprar, vender, alquilar, dar regalos y donaciones


de caridad sin necesitar de la aprobación de su padre o esposo.


25


Una Invitación a Nobles Modales


El Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él)


elevó la importancia de la moralidad en la vida del ser humano.


Él convocó a los buenos modales, la honestidad, la lealtad y la


castidad, y fortaleció los lazos sociales como el respeto a los


padres y parientes y practicar lo que se predica. Él prohibió y


advirtió contra la mentira, la envidia, la traición, la fornicación


y faltar el respecto a los padres y enseñó a enfrentar estas


problemáticas para cambiar y mejorar la persona.


Dios alabó a Su Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) en


el Corán diciendo:


“Ciertamente eres de una naturaleza y moral grandiosas.”


(68:4)


Incluso antes de ser Profeta, Muhámmad (la paz y las bendiciones


de Dios sean con él) era conocido como “el Sincero” debido a su


sinceridad y honestidad. Y cuando emigró de La Meca, no se


olvidó de hacer responsable a ‘Ali bin Abi Talib de regresarles a


sus dueños todas las posesiones que se le habían depositado


en confianza; algunos de quienes eran los incrédulos que lo


forzaban a emigrar de su tierra.


Por lo tanto, el Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios


sean con él) siempre llamaba a tener un excelente carácter y lo


alentaba hablando de la promesa de la recompensa del más


allá. De hecho, algunos de los muchos versículos coránicos que


promueven la buena moral fueron la causa de que muchas


personas de La Meca aceptasen el Islam. En la biografía del


Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), se menciona que


26


le recitó un versículo coránico a dos mensajeros de un líder


tribal:


“Dios ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los


parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y


la opresión. Así os exhorta para que reflexionéis.” (16:90)


Ellos regresaron a su jefe y dijeron:


“Nos dijo unas palabras…”, y cuando se las repitieron a su líder,


este dijo:


“Veo que fomenta los modales nobles y prohíbe los malos”.


Uno de los principios morales mencionados en el Corán son las


siguientes palabras de Dios:


• “¿Acaso la recompensa del bien no es el bien


mismo?” (55:60)


• “Hablad cortésmente” (2:83)


• “Y no olvidéis lo bueno que hubo entre vosotros.”


(2:237)


• “Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate


de quienes se comportan contigo en forma


ignorante.” (7:199-200)


Los principios morales mencionados en las palabras del Profeta


(la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ofrecen soluciones a


muchos de los problemáticas individuales y sociales de todos


los tiempos. Los mismos fueron transmitidos por él por


compasión, como instrucción y salvación de los males de este


mundo y el castigo en el Más Allá. Algunos de ellos son:


27


“No es fuerte quien derriba al otro; fuerte es aquel que se


controla cuando está furioso.” 28


“No actúes bajo la ira (Estas palabras las repitió varias veces a


una persona que le pidió su consejo).” 29


“El que no es agradecido con la gente no es agradecido con


Dios.” 30


“Los mejores de ustedes son los que tienen los mejores


modales.” 31


“Ninguno de ustedes cree [de verdad] hasta tanto quiera para


su hermano lo que quiere para sí mismo.” 32


28


Una Invitación a Reflexionar y Buscar


Conocimiento


A través de la revelación divina, Muhámmad (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él) invitaba a las personas a utilizar la


mente, a descubrir el universo que las rodeaba y a adquirir


conocimiento. Él confirmó que Dios recompensa tales acciones


en un momento en el que los científicos e intelectuales de


otras civilizaciones sufrían persecución y acusaciones de


herejía y blasfemia, eran aterrorizados en cárceles, torturados,


e incluso asesinados.


El primer versículo revelado al Profeta Muhámmad (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él) fue:


“¡Lee! [¡Oh, Muhámmad!] En el nombre de tu Señor, Quien


creó todas las cosas.” (96:1)


Dios también reveló:


“¿Acaso son iguales quienes saben y quienes no saben? Y por


cierto que sólo reflexionan los dotados de intelecto.” (39:9)


“Y sabed que Dios elevará en grados a los creyentes y a


quienes agracie con el conocimiento, y que Dios está bien


informado de cuánto hacéis.” (58:11)


Y aún más, las escrituras reveladas al Profeta Muhámmad (la


paz y las bendiciones de Dios sean con él) contienen una gran cantidad


de hechos científicos. Esto además de su naturaleza milagrosa


puesto que dicha información no podría haber sido generada


por una persona analfabeta que no sabía leer ni escribir. En


realidad, era imposible que el Profeta (la paz y las bendiciones de


Dios sean con él) haya conocido esa información en ese entonces


29


– datos como la existencia de una barrera invisible entre los


cursos de agua dulce y salada, la inmensidad de las estrellas,


las tres capas de oscuridad en el vientre de una mujer y la


formación del feto en el vientre de la madre. Estos y otros


tantos datos científicos han sido registrados por los eruditos


como milagros del Corán y han sido apoyados por muchos


científicos no musulmanes. Están a disposición de todos en


publicaciones, grabaciones, etc.


Entonces, ¿cómo es posible que alguien considere que un


profeta a quien Dios le reveló dicha información pudiera estar


en contra de la investigación científica? El conocimiento y la


investigación académica y científica se expandieron durante los


siglos de la civilización islámica porque la religión del Profeta


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) lo alentaba y


promovía. Además, el Islam considera culpable a toda la


comunidad si la misma ignora una rama de conocimiento que


necesitan sus integrantes.


Por otro lado, y siglos después de la misión de Muhámmad (la


paz y las bendiciones de Dios sean con él), vemos que hubo muchos


científicos y pioneros del mundo académicos condenados por


la Iglesia de Roma, acusados de oponerse a la voluntad del


Señor y de ser infieles como resultado de sus descubrimientos


y hallazgos científicos, como fue el caso de Galileo y otros. Su


trabajo no fue reconocido hasta haberse perdido muchas vidas


y muchos de los librepensadores fueron encarcelados, algo que


nunca sucedió en la civilización islámica establecida por el


profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).


30


Un Equilibrio entre las Necesidades del Alma y


las Necesidades del Cuerpo


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) trajo con una


revelación de Dios, presentando una religión compatible con la


naturaleza humana – una religión que satisface las necesidades


del alma y también las necesidades del cuerpo, y que establece


un equilibrio entre las acciones mundanas y las que se hacen


buscando la complacencia de Dios. El Islam es una religión que


disciplina los instintos y deseos sin suprimirlos por completo


como en otras culturas o religiones que se obsesionan con


ideales contrarios a la naturaleza humana, privando a los


religiosos entregados a la adoración de derechos humanos


naturales como el matrimonio o de reacciones naturales como


la defensa contra la agresión. Esto llevó a que sociedades


enteras rechazaran las enseñanzas religiosas y se sumergieran


en el mundo material que sólo sirve a los cuerpos y deja a las


almas en un estado de completo abandono.


Quien envió a Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con


él) con el mensaje del Islam no es otro que Dios, el Creador de


todas las personas. Él sabe lo que es mejor para los individuos


y lo que es compatible con su naturaleza, sus tendencias, sus


aptitudes y necesidades. La naturaleza humana necesita


expresarse, y si se pervierte o corrompe, dañará y


desestabilizará la vida del hombre sobre la tierra y provocará


enfermedades psicológicas y sociales trágicas. Esto es lo que de


hecho ha sucedido en muchas partes del mundo, en


sociedades que promueven dichas formas de oposición a la


naturaleza humana correcta como renunciar al matrimonio, la


abstención monástica, la homosexualidad, la reclusión de la


31


sociedad, el materialismo excesivo o la búsqueda de


gratificación física sin importar las necesidades y requisitos


espirituales.


Toda persona que contemple las enseñanzas religiosas


islámicas transmitidas por Dios a través del Profeta


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) notará un


equilibrio entre los diversos aspectos de la vida humana: entre


la necesidad física del cuerpo de comida y bebida; el


matrimonio y los derechos civiles; la necesidad del alma de


adorar y purificarse moralmente y la necesidad del intelecto de


obtener conocimiento, investigar y descubrir.


El Islam ha establecido un completo equilibrio para todas ellas


sin exceder los límites en ningún aspecto. Y lo confirmó


prohibiendo el exceso y la falta de moderación tal como


prohíbe la negligencia y la apatía. El Islam ordena la


moderación en todas las situaciones y su legislación fue


establecida para alcanzar dichas metas. Clarifica los límites que


no son inconsistentes con la naturaleza humana y el rol para el


cual fue creado el hombre: el servicio de Dios y el desarrollo


del mundo de forma benéfica individual y socialmente. La ley


islámica permite todo lo que tenga un beneficio potencial para


la humanidad y prohíbe todo lo que sea dañino o vaya en


detrimento de la vida.


Los siguientes son algunos de los versículos coránicos


revelados al Profeta Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios


sean con él) sobre estos aspectos.


“Y os sometió cuanto hay en los cielos y la Tierra por Su


gracia. Ciertamente en esto hay signos para quienes


reflexionan.” (45:13)


32


Es decir que Dios no creó este universo para que permanezca


ignorado sin beneficio alguno. Las palabras “Y os sometió”


indican que se ha facilitado al ser humano la exploración y


descubrimiento para beneficiarse de sus elementos y riqueza,


aunque aclara que el concepto de responsabilidad que implica


la correcta y responsable utilización, sin depredar ni destruir.


También dijo:


“Y trata de ganarte el Paraíso con lo que Dios te ha


concedido, y no te olvides que también puedes disfrutar de lo


que Dios ha hecho lícito en esta vida. Sé generoso como Dios


lo es contigo, y no corrompas la Tierra; ciertamente Dios no


ama a los corruptores.” (28:77)


Y Dios describió a sus siervos de la siguiente manera:


“Hombres a los que ni los negocios ni las ventas les distraen


del recuerdo de Dios, la práctica de la oración prescrita y la


caridad anual obligatoria.” (24:37)


Los creyentes incluso cuando hacen negocios, no olvidan las


obligaciones espirituales y morales debido al temor de


enfrentarse a Dios en el Más Allá. Imagine la conducta de los


empresarios con este tipo de creencia y carácter moral. La


historia da cuenta que los mercaderes musulmanes fueron la


causa de la expansión del Islam en regiones tan distantes y


vastas como Indonesia y Sudán, sin conquistas militares, al


contrario de lo que afirman quienes no estudian


correctamente la historia.


Dijo Dios:


“Después de ellos enviamos a Nuestros Mensajeros. A Jesús,


hijo de María, le revelamos el Evangelio, e infundimos en los


33


corazones de quienes le siguieron la compasión y la


misericordia. Ellos establecieron el monacato sin que se lo


hubiéramos prescripto, sólo por deseo de satisfacer a Dios,


pero aún así no lo observaron como pretendían. A quienes de


ellos hayan creído sinceramente les recompensaremos, pero


muchos fueron corruptos.” (57:27)


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), el Profeta


del Islam, presentó los mejores ejemplos y directivas respecto


al equilibrio entre espiritualidad y materialismo. Él se


molestaba con quienes se oponían a la naturaleza humana


innata y las tradiciones de los profetas y mensajeros. Una vez,


oyó que unas personas, que estaban adorando a Dios, habían


hecho un juramente de no dormir, no casarse y no comer ni


beber. Su postura frente a ellos fue una estricta determinación


de mantener el equilibrio que se le había encomendado


enseñar. Anas bin Malik dijo lo siguiente:


“Tres personas fueron donde la familia del Profeta para


preguntar sobre cómo adoraba a Dios el Profeta (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él), y cuando se les informó, lo


consideraron poco y dijeron: ‘¿Cómo podemos compararnos al


Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) si Dios le ha


perdonado sus errores pasados y futuros?’. Entonces, uno de


ellos dijo: ‘En lo que a mí respecta, oraré toda la noche y no


dormiré’. Otro dijo: ‘Yo ayunaré todos los días y no romperé mi


ayuno’. El tercero dijo: ‘Yo evitaré las mujeres y nunca me


casaré’. Cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él)


se enteró de ello, preguntó: ‘¿Son ustedes los que dijeron eso?


Juro que soy el más consciente y más temeroso de Dios de


ustedes, pero yo ayuno y rompo mi ayuno, rezo pero también


34


duermo, y me caso con mujeres. Todo aquel que rechace mi


Sunnah (instrucción y ejemplo) no es uno de los míos.”33


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) alentaba el


trabajo y afirmaba que es la mejor y más digna fuente de


ingresos. Dijo en una ocasión:


“Nadie ha comido mejor comida que la ganada con el trabajo


de sus propias manos; el Profeta David solía comer sólo del


trabajo de sus manos.”34


35


La Hermandad de Todos los Seres Humanos


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le presentó al


mundo un modelo perfecto de hermandad entre los seres


humanos. Él enseñó que no hay una raza superior a otra, pues


todos son iguales en su origen e iguales en sus


responsabilidades y derechos. El grado de fe y corrección de la


persona es el único criterio para la preferencia. Sus


compañeros recibieron iguales oportunidades de pertenecer y


servir a la religión. Entre ellos hubo un bizantino, un abisinio


africano y un persa, todos ellos trabajaban lado a lado con sus


hermanos árabes.


Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nació en una


sociedad dominada por la discriminación social basada en la


riqueza, el origen étnico y la raza. Esto no era algo particular de


la Península Arábiga, sino que era una condición general del


mundo en ese entonces, y lamentablemente se ha perpetuado


hasta nuestros días en algunos lugares. Por lo tanto, podemos


percibir la inmensa transición que Muhámmad (la paz y las


bendiciones de Dios sean con él) provocó entre los árabes y otros


habitantes de la tierra a lo largo de la revelación que transmitió


de parte de su Señor. Este mensaje llamaba a una hermandad


y equidad entre los seres humanos y dejó claro que lo que


distingue a una persona de otra no es otra cosa que la


corrección, la moralidad, el beneficio que cause y las buenas


acciones; y que la apariencia, el color o la raza no dan


preferencia alguna.


Los árabes pre islámicos solían esclavizar personas. El esclavo


era considerado una posesión con la que el dueño podía hacer


lo que deseaba. Si quería matarlo, no se lo culparía ni criticaría


36


por ello, y las mujeres esclavas eran obligadas a practicar la


prostitución para aumentar los ingresos de su dueño.


Un profundo cambio fue comandado por Muhámmad (la paz y


las bendiciones de Dios sean con él) mediante la revelación de Dios


cuando declaró abierta y decisivamente que el sistema de


discriminación vigente en ese entonces quedaba anulado. Dice


un pasaje en el Corán:


“¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre


[Adán] y una mujer [Eva], y [de su descendencia] os


congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis unos


a otros. En verdad, el más honrado de vosotros ante Dios es


el más piadoso. Ciertamente Dios es Omnisciente y está bien


informado de lo que hacéis.” (49:13)


El Corán también afirmó un origen único para toda la


humanidad en muchos versículos, como los siguientes:


“He aquí que creamos al hombre [Adán] de barro.” (23:12)


“Él es Quien os creó de barro y luego decretó un término de


vida; y hay un término [también] que Él ha fijado [para la


Resurrección], sin embargo dudáis.” (6:2)


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) declaró:


“Oh seres humanos, sin duda alguna tu Señor es uno solo y tu


ancestro común es uno solo. No existe superioridad de un


árabe sobre uno que no lo es, ni de un no árabe por sobre un


árabe; tampoco la hay de un blanco sobre un negro o de un


negro sobre un blanco, excepto por su carácter y moral”. 35


Y también dijo:


37


“Todas las personas son hijos de Adán, y Adán fue creado del


polvo”. 36


38



 



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