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Introducción


Cuando se le preguntó por el mejor de los creyentes, el Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) contestó: "Son los que tienen el mejor carácter y los mejores modales"[1]





El buen carácter será la obra virtuosa más pesada que se ponga en la escala de obras de una persona en el Día del Juicio Final.





El Profeta Muhammad dijo: "Ninguna obra que se ponga en la balanza de las obras (en el Día del Juicio) será más pesada que el buen carácter. De hecho, una persona con buen carácter alcanzará el rango de aquellos con un buen historial de ayunos y oraciones voluntarias"[2].





1.   Veracidad


El Islam enseña que la veracidad es mucho más que decir la verdad. En el Islam, la veracidad es la conformidad de lo externo con lo interno, la acción con la intención, el discurso con la creencia, y la práctica con la prédica. Como relató el Profeta Muhammad:





"Les ordeno que sean veraces, porque la verdad conduce a la rectitud, y la rectitud conduce al Paraíso. Un hombre continúa siendo veraz y se esfuerza por ser veraz hasta que es registrado como una persona veraz ante Allah. Y cuídense de la falsedad, porque la falsedad conduce al pecado, y el pecado conduce al Fuego. Un hombre continúa diciendo mentiras y esforzándose en la falsedad hasta que es registrado como un mentiroso ante Allah"[3].





2.   Honestidad e integridad


La honestidad, un ingrediente esencial del carácter del musulmán, incluye ser veraz con Allah adorándolo sinceramente; ser veraz consigo mismo, adhiriéndose a las leyes de Allah; y ser veraz con los demás al decir la verdad y ser honesto en todos los asuntos, tales como la compra, la venta y el matrimonio. No debe haber fraude, engaño, falsificación o retención de información, sino que una persona debe ser la misma por dentro y por fuera.





El Corán dice:





“¡Ay de los tramposos!, que cuando compran exigen el peso exacto, pero cuando venden hacen trampa [dando menos] en el peso y la medida” (Corán 83:1-3).





3.   Tolerancia


El hecho de que los musulmanes puedan estar en desacuerdo con otros sistemas ideológicos y dogmas religiosos, no debe impedirles una interacción tolerante y respetuosa con los no musulmanes:





"Debatan con la Gente del Libro con buenas maneras, excepto con aquellos que cometen injusticias. Digan: 'Creemos en lo que nos ha sido revelado a nosotros, así como en lo que les fue revelado a ustedes. El Dios de ustedes y nuestro Dios es uno, y a Él entregamos nuestra voluntad [como musulmanes]'" (Corán 29:46).





A lo largo de su historia, el Islam ha concedido a los pueblos de otras religiones el más alto grado de tolerancia, permitiéndoles seguir su camino, aunque algunas de sus prácticas puedan haber estado en conflicto con la religión de la mayoría.





Incluso entre ellos mismos, los musulmanes deberían ser generalmente tolerantes con sus diferencias.





4.   Ser amable y compasivo


La bondad es el sello de un musulmán. Allah dice de Sí mismo:





"Allah es Compasivo y Misericordioso con la gente" (Corán 2:143).





Allah ha descrito al Profeta Muhammad como amable en el Corán (9:128). El Mensajero de Allah dijo: "El creyente es bondadoso y clemente, porque no hay bien en quien no es bondadoso ni clemente. La mejor de las personas son aquellas que son más beneficiosas para los demás"[4].





Incluso ordenó a sus esposas que fueran bondadosas: "Oh Aisha, Allah es bondadoso y ama la bondad en todos los asuntos"[5].





5.   Confiabilidad


Una parte importante del noble carácter islámico es ser digno de confianza. El Profeta Muhammad era conocido, incluso antes de ser Profeta, como Al Amin (el Confiable). Ser digno de confianza implica ser honesto, justo en el trato y puntual, así como honrar los pactos y cumplir las promesas y los compromisos.





El Profeta Muhammad dijo:





"Allah dice: 'Hay tres personas a las que me opondré en el Día del Juicio: un hombre que recibió algo en Mi Nombre y luego traicionó; una persona que vende a un hombre libre (como esclavo) y consume su ganancia; y un hombre que contrata a un trabajador, hace uso de su servicio y luego no le entrega su salario"[6].





6.   Humildad


La humildad es una de las mayores bendiciones que Allah puede otorgar a un ser humano. Permite lograr una sumisión genuina a Allah. La humildad viene de conocer a Allah y reconocer Su grandeza, venerarlo, amarlo y sentir temor de Él; y viene de conocerse a sí mismo y sus propias faltas y debilidades. Allah da esta característica a aquellos que se esfuerzan por acercarse a Él a través de obras de piedad y rectitud. El Profeta Muhammad dijo,





"La riqueza no disminuye a causa de la caridad, y Allah aumenta el honor de Su siervo cuando perdona a otros. Y nadie se humilla ante Allah sin que Allah lo eleve [en estatus]"[7].





Se espera que un musulmán respete a los demás y sea modesto con ellos.





7.   Ser justos y equitativos


En la perspectiva del mundo islámico, la justicia denota colocar las cosas en el lugar que les corresponde. También significa dar a los demás un trato igualitario. El Profeta del Islam declaró:





"Hay siete categorías de personas a las que Dios amparará bajo u sombra el día en que no habrá más sombra que la Suya. Uno es el líder justo"[8].





Allah le habló a Su Mensajero de esta manera:





"Oh siervos Míos, Yo Me he prohibido la injusticia para Mí y la he prohibido también para vosotros. Así que eviten ser injustos unos con otros"[9].





8.   La generosidad


La generosidad estaba entre las innumerables virtudes del Profeta Muhammad. Era el más generoso de la gente y solía ser el más generoso durante Ramadán.





Algunas personas se acercaron al Profeta Muhammad y le preguntaron: "Si alguien no tiene nada que dar, ¿qué debe hacer?". Dijo: "Debe trabajar con sus manos y beneficiarse a sí mismo y también dar en caridad [de lo que gane]". La gente preguntó de nuevo: "¿Si no puede hacer ni siquiera eso?". Él respondió: "Deberá ayudar a los necesitados que piden ayuda". Y la gente le siguió preguntando: "¿Y si no puede hacer eso?" Él contestó: "Entonces debe hacer buenas obras y mantenerse alejado de las malas, y esto será considerado como una obra de caridad"[10].





9.  Ser agradecido


Un musulmán siempre agradece a Allah por todas Sus innumerables bendiciones. Hay muchas maneras de expresarle gratitud. La primera y más importante manera es adorarlo de la manera que Él ha establecido. Los Cinco Pilares del Islam fueron ordenados por Allah y nos guían a adorarlo fácilmente. El creyente también expresa su gratitud dando caridad. Allah dice:





“Recuérdenme que Yo los recordaré; agradézcanme y no sean ingratos” (Corán 2:152).





Un musulmán también aprecia y agradece a las personas que lo favorecen. Allah dice:





“¿Acaso la recompensa del bien no es el bien mismo?” (Corán 55:60).





El Profeta Muhammad dijo: "Al que te haga un favor, devuélveselo; y si no encuentras nada con qué devolverle el favor, ruega por él hasta que creas que le has devuelto el favor"[11].





10.  Perdonar


El perdón significa renunciar al derecho de represalia que usted tiene sobre alguien por algún mal que le haya hecho. Allah ofrece innumerables recompensas para aquellos que perdonan. Dice en el Corán:





"... y [es mejor] que los perdonen y los disculpen. ¿Acaso no aman ser perdonados por Dios? Dios es Indulgente, Misericordioso" (Corán 24:22).





"Pero tener paciencia [ante las injusticias] y perdonar, es algo que requiere de gran determinación" (Corán 42:43).





"… controlan su enojo y perdonan a las personas, y Allah ama a los que hacen el bien" (Corán 3:134).





La incapacidad de perdonar puede afectarnos profundamente, de forma emocional, espiritual e incluso física; causa estrés y mala salud.





1.   Cumplir las Promesas


La sociedad humana no puede funcionar sin la institución de las promesas y las garantías de su cumplimiento. Es obligatorio cumplir promesas y pactos, y es haram romperlos y traicionar. Allah dice:





“Cumplan con sus compromisos, porque se los interrogará por ellos” (Corán 17:34).





Cumplir las promesas es un medio para alcanzar la seguridad en este mundo y evitar el derramamiento de sangre, y para proteger los derechos de las personas, tanto musulmanas como no musulmanas, como Allah dice:





"Pero si piden que los auxilien para preservar su religión, deben hacerlo, salvo que se encuentren en un pueblo con el que ustedes hayan celebrado un pacto. Dios ve bien lo que hacen" (Corán 8:72).





2.   Ser puntual


Sin duda, el nivel de puntualidad nos dice cuánto respeto se tiene por el tiempo. La puntualidad incluye ser respetuoso con el tiempo de los demás. Cuando uno le da a alguien un tiempo para reunirse o hacer algo, entonces debe cumplirlo puntualmente.





A nivel de la comunidad, si hay un programa, este debe comenzar según lo planificado, y los que llegaron a tiempo no deben tener que esperar a los que llegan tarde. Asimismo, el programa debe terminar a tiempo para permitir que las personas se vayan a cumplir con otros compromisos que puedan haber programado, en lugar de detenerlos más tiempo del que esperaban.





El día de un musulmán se organiza en torno a las oraciones que debe realizar en momentos específicos, y esto se convierte en una práctica bastante buena para ser puntual. Las otras creaciones de Allah, como el sol, la luna, la noche y el día siguen un curso disciplinado:





“¿Acaso no ven que Dios inserta la noche en el día y el día en la noche, y sometió el sol y la luna haciendo que cada uno recorra [su órbita] hasta un plazo prefijado? Dios está bien informado de lo que hacen” (Corán 31:29).





3.   Ser amable y respetuoso


Para ser uno de los que tienen éxito, el Islam requiere que cada individuo aprenda a obedecer al Creador y así tratar a la humanidad, al medio ambiente, a los creyentes y a nosotros mismos con respeto.





El respeto implica mantenerse completamente alejado de los principales pecados de la murmuración, la mentira, la calumnia y los chismes.





El respeto por la humanidad significa mantenerse alejado de los pecados que sembrarán discordia entre la gente y conducirán a la destrucción. El respeto incluye desear para nuestros hermanos y hermanas lo que deseamos para nosotros mismos; implica tratar a los demás de la manera en que esperamos ser tratados y de la forma en que esperamos que Allah nos trate, con compasión, amor y misericordia. 





4.  Ser amigable


Un musulmán que realmente entiende las enseñanzas de su religión es gentil, amigable y simpático. Se mezcla con la gente y se lleva bien con ellos. Entiende que mantenerse en contacto con la gente y ganarse su confianza es importante. el Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:





"¿Quieren que les diga quién de ustedes es el más amado para mí y estará más cerca de mí en el Día de la Resurrección?" Lo repitió dos o tres veces, y ellos dijeron: "Sí, oh Mensajero de Allah". Él dijo: "Aquellos de ustedes que tengan la mejor actitud y el mejor carácter"[1].





Algunos relatos añaden: "Aquellos que tienen los pies en la tierra y son humildes, que se llevan bien con los demás y los demás se sienten cómodos con ellos".





5.   Autocontrol


El autocontrol es una cualidad que está arraigada en la religión del Islam. Nos enfrentamos a elecciones y tentaciones por doquier. Se nos pide que bajemos la mirada, que controlemos nuestra ira y que consideremos nuestras palabras antes de hablar. Ramadán, el mes del ayuno, es un ejercicio de autocontrol. Nos abstenemos de comer y beber desde el amanecer hasta el anochecer. Puede que tengamos hambre y sed, pero ejercitamos el autocontrol para complacer a Allah y aumentar nuestra paciencia. Seguir nuestros propios deseos no es algo que el Islam fomente.





“… Sabe que no hacen más que seguir sus propias pasiones. ¿Acaso existe alguien más extraviado que quien sigue sus pasiones sin ninguna guía de Dios?" (Corán 28:50).





6.   Ser útil y cooperar


Trabajemos juntos: en el campo de juego, en la oficina, criando a los niños. La humanidad no puede vivir si no es cooperando unos con otros. Nos necesitamos el uno al otro. Todo profesional necesita la ayuda de los demás. Al cooperar la vida continúa sin problemas; pero si no hay cooperación, la vida se paraliza. El Islam hace un llamamiento a la cooperación e insta a los musulmanes a que cooperen para mantener su unidad. Allah dice:





“Sino que cooperen con ellos a obrar el bien e impedir el mal, pero no cooperen en el pecado y la enemistad” (Corán 5:2).





7.   Tener empatía


La empatía es la capacidad de reconocer, entender y compartir los sentimientos de los demás, como caminar en los zapatos de otra persona. ¿Se fomenta la empatía en el Islam? ¡Absolutamente! Considere este versículo sobre nuestro Profeta Muhammad:





“Se les ha presentado un Mensajero de entre ustedes mismos que se apena por sus adversidades, se preocupa y desea que alcancen el bien [e ingresen al Paraíso]; es compasivo y misericordioso con los creyentes” (Corán 9:128).





Nuestro Profeta era capaz de sentir el sufrimiento de los demás y fue elogiado por Allah por su naturaleza empática.





El Profeta también nos animó a sentir empatía el uno por el otro:





"Los creyentes en su bondad mutua, compasión y simpatía son como un solo cuerpo. Cuando uno de los miembros sufre, todo el cuerpo responde con vigilia y fiebre"[2].





8.   Modestia


Todos los profetas y mensajeros alentaron la modestia, como dijo el Profeta:





"De las enseñanzas de los primeros profetas que te han llegado es: 'Si no tienes vergüenza, haz lo que quieras'"[3].





La modestia como un sentido de vergüenza o timidez en los seres humanos es la abstención del alma de la mala conducta, una cualidad que impide que uno se comporte mal con los demás o que anime a los demás a comportarse mal con uno mismo. La ética islámica considera la modestia como algo más que una simple cuestión de cómo se viste una persona, y más que una simple modestia frente a la gente; más bien se refleja en el discurso, la vestimenta y la conducta de un musulmán: en público con respecto a la gente, y en privado con respecto a Allah.





9.   Sinceridad


Ijlás (sinceridad) es hacer todo, interno y externo, deseando solo la complacencia de Allah. Es olvidarse de los ojos de la gente, y de si ellos ven nuestras acciones o no, teniendo en mente que está observando Allah. Hay bellos versículos en el Corán a este respecto, donde Allah describe a los piadosos en el Paraíso:





“[Son realmente creyentes] los que cumplen sus promesas y temen el Día del Juicio, cuyo alcance será extensivo. Y, a pesar del amor que tienen por sus bienes materiales, alimentan al pobre, al huérfano y al prisionero. Dicen: 'Les damos de comer simplemente porque anhelamos el rostro de Dios. En realidad no esperamos de ustedes retribución ni agradecimiento'” (Corán 76:7-9).





10.                   Rechazar el mal con el bien


Allah ha elogiado a aquellos que responden al mal con buenas acciones. Aquellos que repelen el mal con el bien encontrarán que sus enemigos se convertirán en sus amigos. Allah dice:





“No es lo mismo obrar el bien que obrar el mal. Responde con una buena actitud, y verás que aquel con quien tenías enemistad se convierte en un amigo ferviente. Esto no lo logran sino los que tienen paciencia; no lo logran sino los que son muy afortunados” (Corán 41:34-35).





Allah ha recordado a los creyentes en varios versículos que repelan el mal con el bien siendo pacientes, misericordiosos y perdonando.



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