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Términos árabes





·       Salah: Palabra árabe que denota una conexión directa entre el creyente y Allah. Más específicamente, en el Islam se refiere a las cinco oraciones diarias formales y es la forma más importante de adoración.





·       Fayer: La oración de la mañana.





·       Ghusul: Baño ritual.





·       Wudú: Ablución.





·       Dhiker (plural: adhkar): Recuerdo de Allah.





·       Rakah: Unidad de oración.





       Las actividades ordinarias de todos los días pueden convertirse en actos de adoración recompensados si un musulmán los hace con la intención de complacer a Allah. Los mejores entre ellos son los que se realizan de forma regular y consistente. El Mensajero de Allah (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: "Los actos más amados por Allah son los que se hacen de forma constante, aunque sean muy pequeños"[1]. No tenemos que hacer nada extraordinario en nuestro día para obtener recompensas divinas, pero debemos establecer una rutina diaria que incorpore no solo nuestras oraciones, sino también la lectura del Corán, el recuerdo de Allah (adhkar), y otras buenas acciones. Esto traerá satisfacción al corazón, sanará el alma y mantendrá al creyente en el camino recto.





Muchos de nosotros somos estudiantes o trabajamos a tiempo completo; somos adolescentes, padres solteros, madres a tiempo completo o jubilados. Los musulmanes tienen diferentes actividades, y esto significa que cada uno tiene una vida y un horario únicos, pero las prácticas espirituales comunes del Islam traen armonía y equilibrio a nuestras vidas. Esta lección intentará abordar ese lado espiritual en la vida diaria de un musulmán promedio, el cual reconecta lo mundano con lo divino.





Temprano en la mañana


(1)  La primera cosa que un musulmán hace al levantarse por la mañana es agradecer a Allah por haberle dado vida, diciendo la súplica:





"Al-Hamdu-lil-laa-hil ladhi Ah-ya-naa baa-da maa Amaa-tanaa wa ilai-hin nu-shur)





(Toda alabanza es para Allah, que nos dio la vida después de habérnosla quitado, y ante Él resucitaremos)[2]





(2)  La segunda cosa que hace un musulmán es el wudú o el ghusul (si es necesario) para la oración del Fayer, excepto las mujeres que están menstruando o en periodo postnatal, ya que no deben rezar. Antes de entrar en el baño se dice Bismillah, seguido de la súplica:





"Allah-humma in-ni aa’udho-bi’ka min-al khub-thi wal-kha-baa’iz".





(Comienzo con el nombre de Allah. Oh Allah, busco refugio en Ti del mal y de las cosas malas)[3]





Luego se entra en el baño con el pie izquierdo.





(3)  Asegúrese de usar la mano izquierda en el baño para limpiarse. Aisha (que Allah esté complacido con ella) dijo que el Mensajero de Allah usaba su mano derecha para hacer la ablución y para tomar la comida, y usaba su mano izquierda en el inodoro y similares[4].





(4) Cepillarse los dientes[5]. El Profeta dijo:





“Si no lo hubiera encontrado difícil para mis seguidores, les habría ordenado que se limpiaran los dientes antes de cada oración”[6].





(5)  La súplica al terminar el wudú es:





"Ash-hadu ann la-i’laaha il’lalaah wah-da-hu la sharika-lah wa ash-hadu an-naa Muhamma-dann abduhu wa-rasuluh".





(Doy testimonio de que nadie tiene derecho a ser adorado excepto Allah, Único, sin asociados; y doy testimonio de que Muhammad es Su siervo y Mensajero)[7]





 (6) Al salir del baño se debe decir:





"Ghufraa’nak".





([Te pido] Tu perdón)[8]





(8)  Antes de ir al trabajo o a la escuela, los musulmanes comienzan su día realizando la oración obligatoria del Fayer, precedida por dos rakahs (unidades) de oración sunnah (voluntaria). Un musulmán debe acostumbrarse a realizar la oración lo más pronto posible después de que su tiempo haya comenzado. Se le preguntó al Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) qué acción era la más amada por Allah, él dijo:





       “La oración realizada en su tiempo”[9].





       Un musulmán debe realizar su oración con la atención y concentración apropiada, ya que la oración será lo primero por lo que una persona deberá rendir cuentas en el Día del Juicio. El Profeta dijo:





"Cuando se levanten para realizar la oración, háganla como si fuera la última; no digan una palabra por la cual tengan que poner excusas al día siguiente; y no mantengan ninguna esperanza sobre lo que está en manos de los hombres"[10].





(9)  Las horas tranquilas de la madrugada son una buena oportunidad para recitar el Corán, ideal para concentrarse completamente y así obtener el mayor beneficio espiritual. El Profeta dijo:





"La recitación del Corán al amanecer siempre es atestiguada por los ángeles de la noche y los ángeles del día"[11].





Está permitido regresar a dormir después de la oración del Fayer si uno así lo desea.





Desde la mitad de la mañana hasta su final


(1)  Allah sabe lo que es mejor para Su creación, y por eso nos ha proporcionado alimentos naturales y beneficiosos para nuestra salud. El Profeta solía comer alimentos saludables, como dátiles, aceitunas, aceite de oliva, miel, pan, carnes y leche. Es mejor evitar los alimentos procesados y comer alimentos naturales si están disponibles. Tratar de seguir su ejemplo con la intención de agradar a Allah será naturalmente recompensado como un acto de adoración. Con esto en mente, los padres musulmanes deben ocuparse de satisfacer las necesidades nutricionales de sus hijos sin dar lugar a la obesidad. También debe prestarse atención a la limpieza, que debe observarse en todos los aspectos, especialmente en la preparación y manipulación de los alimentos.





(2)  Un musulmán empieza a comer sus alimentos en el nombre de Allah diciendo: "Bismillahir-Rahmanir-Rahim", y come o bebe con su mano derecha. El Profeta le enseñó a un niño los modales a la hora de comer mientras estaban comiendo juntos en una ocasión:





"... Menciona el nombre de Allah, come con tu mano derecha y come de la comida que está más cerca de ti"[12].





 (3) Después de terminar la comida, un musulmán agradece a Allah por habérsela proporcionado, diciendo la súplica:





"Al-Hamdu-lil-laa-hil ladhi At-a’ma-ni hadza wa-raza-qani-hi min ghayri haw-linn min’ni wa la qu-wa".





(Toda la alabanza es para Allah, Quien me alimentó y me ha provisto sin ningún poder de mi parte)[13]





       Comer en exceso es malo para la salud. El Mensajero de Allah dijo:





"El ser humano no llena ningún recipiente más desagradable para Allah que su estómago. Unos pocos bocados le bastarán para conservar su fuerza. Si tiene que llenarlo, entonces debe dejar un tercio para su comida, un tercio para su bebida y dejar un tercio vacío para facilitar la respiración"[14].





(4)  Criar a sus hijos es una tarea importante y honorable para una mujer. Una madre musulmana debe pasar tiempo de calidad con sus hijos, y los más pequeños son los que necesitan de mayor cuidado. Es esencial establecer un periodo de tiempo diario para estar con los hijos cuando se tiene una agenda muy ocupada. El tiempo de calidad puede incluir actividades tales como leer libros, enseñar modales básicos y valores morales, leer el Corán juntos, juegos, ir al parque y a la biblioteca, entre otras. El énfasis debe estar en el desarrollo espiritual, intelectual, emocional y físico de los niños. Hacer esto temprano en el día también aumenta las posibilidades de que los niños se contenten con jugar solos más tarde, dejando tiempo libre para otras actividades.





       Los padres también deben pasar tiempo con sus hijos, ya que tienen un papel importante que desempeñar en su crianza. Un padre musulmán debe pasar tiempo con sus hijos tanto como le sea posible, escuchar sus preocupaciones y establecer un vínculo con ellos realizando actividades saludables juntos. Sin embargo, lo esencial es que el tiempo que le dedique a sus hijos no sea solo por ellos o por usted mismo, sino que lo haga buscando la complacencia de Allah.





(5) Un musulmán sale de su casa confiando en Allah y dice esta súplica:





"Bismillah. Tawak-kaltu ‘al-Allah wa la hawla wa la qu-wata illah billah".





(Empiezo en el nombre de Allah, dependo de Allah, no hay poder ni fuerza sino con Allah)[15]





El Mensajero de Allah dijo:





“Cuando un hombre sale de su casa diciendo: 'Comienzo en el nombre de Allah, dependo de Allah, no hay fuerza ni poder sino de Allah', se le dice en ese momento: 'Te guían, te cuidan, te protegen'. Los demonios se apartarán de él, y otro demonio dirá: '¿Cómo puedes dañar a una persona que ya está guiada, cuidada y protegida?'”[16].





La tarde


(1)  El musulmán debe comer un almuerzo saludable, respetando los lineamientos islámicos referentes a los alimentos.





(2)  Realizar los cuatro rakahs de la oración del Dhuhur. Además, se debe tratar de rezar dos o cuatro rakahs de sunnah[1] antes y dos rakahs después. Los hombres deben tratar de realizar las oraciones obligatorias en congregación en la mezquita, especialmente si la mezquita está cerca de su trabajo/escuela y los fines de semana. En cuanto a las oraciones en congregación, el Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:





“La oración en congregación es superior a la oración realizada individualmente por veintisiete grados”[2].





       En cuanto a las oraciones de la Sunnah, Aisha (que Allah esté complacido con ella) dijo:





"Cuando el Profeta estaba en mi casa, rezaba cuatro rakahs sunnah antes de la oración del Dhuhur, luego iba y dirigía a la congregación, y después regresaba a casa y rezaba dos rakahs sunnah. Luego salía para dirigir la oración del Maghrib en congregación; regresaba y rezaba dos rakahs sunnah. De la misma manera, después de haber dirigido la oración del Isha, regresaba y rezaba dos rakahs sunnah"[3].





     Es preferible que las mujeres realicen las oraciones obligatorias y las oraciones sunnah en su casa. En cuanto a la oración de una mujer, el Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:





"No impidan que las mujeres vayan a las mezquitas, aunque sus casas son mejores para ellas".





(3)  El musulmán debe realizar la oración del Aser (4 rakahs) a tiempo, siendo consciente de su importancia, como dijo el Profeta:





"El que abandona la oración del Aser es como uno que ha perdido a su familia y sus bienes”[4].





"Una persona que haya realizado las oraciones del Fayer y el Aser no será enviada al Infierno"[5].





(4)  Existen varias súplicas que pueden ser recitadas antes del anochecer, pero son bastante largas, por lo que serán guardadas para otra lección.





La noche


(1)  Un musulmán entra en su casa en el nombre de Allah diciendo la súplica:





"Bismillahi wa-layna, wa Bismillahi jarayna, wa-’ala Rabbinaa tawak-kalnaa".





(En el nombre de Allah entramos y en el nombre de Allah salimos, y ponemos nuestra confianza en nuestro Señor)[6]





(2)  Realiza las tres rakahs de la oración del Maghrib, tratando de realizar dos rakahs de sunnah al finalizar. El hombre musulmán debe hacer todo lo posible por rezar en la mezquita, si vive razonablemente cerca de una. Es aconsejable llevar a los niños para que se acostumbren a adorar a Allah en la mezquita. Aquellos que viven demasiado lejos de la mezquita deben esforzarse por realizar las oraciones juntos en familia, esta es una buena manera de fortalecer el vínculo familiar y de dar un ejemplo positivo a los niños.





(3) Realizar un círculo de estudio dentro de la casa. La noche es un buen momento para que los miembros de la familia se reúnan para estudiar el Corán, el Hadiz, la Sirah (biografía del Profeta Muhammad) y otras áreas del conocimiento del Islam. Esto es algo que se puede incluir en el programa de actividades diario o semanal de la familia. Aunque los padres serán los principales responsables de impartir los temas de estudio, se les puede encargar a los niños mayores que preparen algún tema para que lo presenten al grupo. Alentarlos a participar activamente aumentará su entusiasmo e interés en el aprendizaje. Se pueden utilizar métodos creativos y atractivos para mantener la atención de los niños más pequeños, aunque no se los debe obligar a sentarse durante largos períodos de tiempo. En cuanto a la importancia de la enseñanza, el Profeta dijo:





"Cada uno de ustedes es un pastor, y cada uno de ustedes es responsable de su rebaño. El gobernante es un pastor y es responsable de su rebaño. Un hombre es el pastor de su familia y es responsable de su rebaño. Una mujer es la pastora de la casa de su esposo y es responsable de su rebaño”[7].





El cuidado que uno tiene por enseñar a aquellos de quienes es responsable, si se hace con la intención de agradar a Allah en vez de a uno mismo o a la familia, es considerado como un acto adoración.





(4) Un musulmán debe ser cuidadoso con lo que ve en la televisión y con cuánto tiempo pasa en Internet o en salas de chat. Se debe dedicar una parte de la noche a conversar con la familia, ya que es un momento ideal para abordar asuntos familiares, y es más probable que la mayoría de los miembros de la familia estén presentes. El padre debe estar disponible para los miembros de su familia, discutir las reglas, horarios, planear vacaciones, tratar asuntos de la adolescencia, etc. Hacer esto regularmente inculcará responsabilidad y respeto en los niños, les hará sentir que son parte vital de la familia, y el padre desempeñará un papel responsable en la crianza de sus hijos. A medida que los niños maduran y alcanzan la edad de responsabilidad, se hace necesario incluirlos en las discusiones, en la toma de decisiones e incluso en la planificación financiera, especialmente en los asuntos que les conciernen. Este es realmente un tiempo para que aprendan cómo debe funcionar una familia, ya que eventualmente formarán sus propias familias. Obviamente, los padres deben esforzarse por dar un buen ejemplo de comportamiento a sus hijos para que ellos quieran imitarlos. Controlar sus actividades de ocio y fortalecer el vínculo familiar para complacer a Allah son acciones que pesarán a nuestro favor cuando se nos llame a rendir cuentas el Día del Juicio.





Un musulmán concluye cualquier reunión o encuentro diciendo:





"Subhanakal-laa’hum’ma wa be’ham’dik. Ash’hadu an laa e’laahah il’la anta astagh-fi’ruka wa a’tu-bu i’laik".





(Cuán perfecto eres, oh Allah, y yo Te alabo. Doy testimonio de que nadie tiene el derecho a ser adorado excepto Tú. Busco Tu perdón y me dirijo a Ti en arrepentimiento)[8]





(5) Realizar cuatro rakahs de la oración del Isha y, si es posible, rezar dos rakahs sunnah, y una o tres rakahs de Witr después de ella.





El Mensajero de Allah dijo:





"Ningún salah es más pesado para los hipócritas que el Fayer y el Isha, pero si supieran qué bendición hay en ellos, ciertamente vendrían por ellos, aunque tuvieran que arrastrarse...”[9].





(6)  Un musulmán no debe perder tiempo viendo películas, jugando a las cartas u otras actividades fútiles a altas horas de la noche. Evitar tales cosas para complacer a Allah será considerado una buena acción. Quedarse despierto hasta tarde en la noche es malo para la salud y hace que sea más difícil levantarse para la oración del Fayer.





Cada noche, cuando el Profeta se iba a la cama, juntaba sus manos y soplaba en ellas después de recitar las suras Al Ijlás, Al Falaq y An-Nas[10]. Luego frotaba sus manos sobre todo lo que alcanzaba de su cuerpo, empezando por la cabeza, la cara y la parte delantera de su cuerpo. Solía hacer eso tres veces[11].





Dijo el Profeta:





“Cuando se vayan a la cama, reciten el verso del Trono (Ayat Al Kursi): '¡Dios! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, el Viviente [Eterno], el Sustentador [y Gobernador de toda la creación]...' (Corán 2:255) hasta el final, porque entonces permanecerá sobre ustedes un guardián de Allah, y Satanás no se acercará hasta la mañana”[12].





También es preferible hacer wudú antes de dormir, y acostarse sobre el lado derecho.



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