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Términos árabes:





·       Ayat (singular: ayah): Esta palabra puede tener muchos significados. Casi siempre se utiliza cuando se habla de pruebas provenientes de Allah. Estas incluyen evidencias, versículos, señales y revelaciones. 





·       Shaitan: Es la palabra usada en el Islam y en el idioma árabe para referirse al demonio o Satanás, la personificación del mal.





·       Sahabah (plural de sahabi): Se traduce como "compañeros". Un sahabi, como se utiliza comúnmente la palabra en la actualidad, es alguien que vio al Profeta Muhammad, creyó en él y murió como musulmán. 





·       Salah: Palabra árabe para indicar la conexión directa entre el creyente y Allah. Más específicamente, en el Islam se refiere a las cinco oraciones diarias formales, y es el acto de adoración más importante. 





·       Subhan Allah: Cuán Perfecto es Allah, está libre de cualquier defecto. 





·       Tafsir: Puede ser traducido como exégesis. Por lo tanto, es una explicación o interpretación de un texto. Por lo general un texto sagrado, en este caso alude al Corán.   





·    Waswas: Insinuaciones del Shaitan, particularmente para interrumpir o arruinar la adoración. 





·       Sutra: Una "barrera" material que la persona pone frente a ella al rezar. 





·       Din: La forma de vida basada en la revelación islámica, la suma total de la fe y la práctica del musulmán. Din a menudo se usa para referirse a la fe o la religión del Islam. 





·       Du’a: Súplica, plegaria, pedirle algo a Allah. 





·       Adhan: La forma islámica de llamar a los musulmanes a realizar las cinco oraciones obligatorias. 





¿Qué es el jushu?


En algún momento u otro podrás escuchar a alguien decir que desearía tener más jushu en su oración. Jushu se puede traducir como humildad y devoción al rezar. Es un estado mental que nos permite trascender las preocupaciones del día a día que se cuelan en nuestros pensamientos y nos distraen durante la oración. Todos necesitamos más jushu, algunos más que otros, pero incluso el más devoto de nosotros puede quejarse de su falta de concentración.





Jushu en la oración significa concentración, humildad y sumisión. Es la idea de resistir poderosamente toda distracción o waswas que entra en nuestra mente cuando deberíamos estar totalmente concentrados en adorar a Allah. Una de las artimañas del Shaitan es arruinar la oración. Al hacer esto, logra dos objetivos: quita de la persona la felicidad de adorar a Allah y la hace perder toda recompensa. Uno de los sahabah nos cuenta que el Profeta Muhammad dijo: "Lo primero que perderán de su religión es el jushu, y lo último que perderán es el salah…"[1].





“Bienaventurados los creyentes que en sus oraciones son humildes [ante Dios]” (Corán 23:1-2).





Podemos decir que hemos alcanzado el jushu cuando hemos vaciado nuestro corazón y mente para enfocarnos completamente en la oración sin distraernos con nada más. Sabemos que esto puede ser difícil, especialmente cuando estamos plagados por el waswas del Shaitan.   





Cuando nos ponemos de pie dispuestos a rezar, Shaitan siente celos y comienza un ataque destinado a arruinar nuestra oración. Distraerá al creyente de toda forma posible, por ejemplo, susurrándole: "¿Hiciste bien tu ablución?" "¿Dejaste el horno encendido?" Utilizará incluso asuntos del din para hacerte pensar en cualquier cosa que no sea el rezo. 





Ocho maneras fáciles para lograr y mantener el jushu.


1)     Prepárese de forma adecuada para la oración. Puede hacer esto repitiendo las frases del adhan o haciendo du'a, también prestando atención a su ablución y recordando a Allah. Asegúrese de que su ropa y lugar de rezo estén limpios y ordenados. Allah es Quien más merece ver nuestra vestimenta y lugar de adoración limpios.





2)     Diríjase con calma al lugar de oración y lo mismo cuando reza. No cambie de una posición a otra como una gallina comiendo del piso. El apuro impide el jushu. 





3)    Recuerde la muerte y lo que nos espera después de ella. El Profeta Muhammad dijo: "Recuerden la muerte en las oraciones, ya que aquel que lo hace rezará apropiadamente, y recen como si no lo pudieran volver a hacer nunca más"[2].





4)    Piense en las palabras de la oración y los versos que se reciten del Corán. El Corán fue revelado para que reflexionemos sobre él, y para esto ayudaría mucho leer un tafsir. Haga una pausa al final de cada ayat e interactúe con las palabras. Por ejemplo, cuando el Profeta Muhammad recitaba un versículo que mencionaba glorificación, decía Subhan Allah; si el versículo mencionaba buscar refugio en Allah, él lo hacía[3].





5)    Recite en tono lento y rítmico, e intente embellecer su voz. Allah dice en el Corán: "... y recita el Corán claramente y meditando en su significado" (Corán 73:4). Una velocidad lenta y mesurada conduce más a la reflexión.





6)    Tenga en cuenta que Allah responde las oraciones. El rezo es un vínculo y una conversación con Allah y se le debe dar el valor necesario. Hable lentamente y deje una pausa para que Allah responda. 





7)     Rece (en lo posible) frente a una sutra. Esto puede ser una pared o árbol si estamos al aire libre, o colocando una silla delante de nuestro lugar de oración. Esto limitará su campo visual y frenará a aquel que quiera pasar delante de usted. Es también recomendable no rezar en lugares ruidosos o donde haya muchas distracciones. 





8)    Mirar el lugar de postración. Aisha, la amada esposa del Profeta Muhammad, informó que él solía rezar con su cabeza inclinada hacia adelante y mirando el piso[4]. Trata de no distraer su vista, o con sonidos o pensamientos, procure que haya la menor cantidad posible de distracciones.  





Ventajas de tener jushu  


1)    El Profeta Muhammad dijo: "Aquel que, cuando llega el horario establecido de oración, realiza su ablución, tiene la actitud adecuada de jushu, y se inclina correctamente, habrá expiado sus pecados pasados, siempre y cuando no sean mayores. Esto es así durante toda la vida"[5].





2)     La recompensa de la oración va en proporción al nivel de jushu, teniendo en cuenta el esfuerzo y la intención. 





3)    Aquel que reza con jushu se sentirá más liviano y refrescado al final de la oración, como si sus cargas hubiesen sido levantadas.





En conclusión, debemos siempre tener en cuenta que el jushu en la adoración es un tema serio, y no tenerlo es simplemente una calamidad. Incluso el Profeta Muhammad se refugiaba de un corazón sin jushu[6].



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