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Términos árabes:





·       Shaitan: Es la palabra utilizada en el Islam y en idioma árabe para referirse al demonio o Satanás, la personificación del mal.





·       Yinn: Creación de Allah que fue creada antes que la humanidad a partir de fuego sin humo. A veces se los denomina seres espirituales, la llorona, poltergeists, fantasmas, etc. 





·       Shirk: Palabra que implica asociar copartícipes con Allah o conferir atributos divinos a otro que no sea Allah; o creer que la fuente de poder, daño y bendiciones viene de otro distinto de Allah.





·       Jushu: El acto de ser completamente solemne, sumiso y humilde ante Allah durante la oración.





Shaytan01.jpgA diferencia de las descripciones del demonio en la doctrina cristiana, el Shaitan no es un ángel caído, sino que es un yinn que puede pensar, razonar y tiene libre albedrío. Él fue el más recto entre los yinnes, así que Allah lo elevó a una posición entre los ángeles. Debido a su orgullo y arrogancia, que se puede leer en la historia de Adán en el sitio web www.islamreligion.com, él perdió la esperanza de conocer alguna vez la misericordia de Allah y se ha comprometido a no habitar las profundidades del Infierno solo. El deseo de Satanás es llevarse con él al Infierno a tantos seres humanos como le sea posible.





“¡Oh, hijos de Adán! Que no los seduzca el demonio...” (Corán 7:27).





“El demonio es para ustedes un enemigo, tómenlo como un enemigo...” (Corán 35:6).





“... Quien tome al demonio como aliado en lugar de Dios estará evidentemente perdido” (Corán 4:119).





Es importante entender que incluso Satanás mismo reconoce la Unidad y Unicidad de Allah y Su derecho a ser adorado. Allah nos ha informado que las promesas de Satanás no son más que mentiras y engaños, y Satanás está de acuerdo, pues él no puede ofrecer nada.





 “Entonces Shaitan dirá, cuando todos hayan sido sentenciados: 'La promesa que Dios les hizo era verdadera, en cambio yo les hice promesas que no cumplí. Yo solo tenía poder para seducirlos mediante susurros, pero fueron ustedes quienes me siguieron. No me culpen ahora, sino que repróchense a ustedes mismos...” (Corán 14:22).





Todo acto de desobediencia que es odiado por Allah es amado por Shaitan, él ama la inmoralidad y el pecado. Él susurra en los oídos de los creyentes, interrumpe su oración y el recuerdo de Allah. Uno de los más grandes eruditos del Islam, Ibn Al Qaiem (que Dios lo tenga en Su misericordia) dijo: “Una de sus estrategias (de Satanás) es que siempre hechiza a las personas hasta que son engañadas, y hace atractivo para la mente lo que la dañará”. 





Satanás tiene una amplia experiencia en el campo del engaño. Tiene trucos y tentaciones y susurra implacablemente. Satanás es capaz de incitar y azuzar, implantando pensamientos y deseos. Sin embargo, Allah no ha dejado a la humanidad indefensa, Él nos ha proporcionado armas, y una de las mayores es la información. Satanás es nuestro enemigo mortal, y para combatir sus trucos e ilusiones, debemos conocerlo bien. El objetivo final de Satanás es privar del Paraíso a la mayor cantidad posible de personas, y llevárselas al Infierno. Para lograr su objetivo, él ha establecido una serie de metas a corto plazo. Ser conscientes de esas metas nos da la capacidad de armarnos para defendernos.





Metas a corto plazo


1.     Hacer que las personas cometan el gran pecado del shirk. Todo aquel que adora algo que no se a Allah, sea un ídolo, una estatua, el Sol, la Luna, una persona o un principio, en esencia está adorando a Satanás[1].





2.     Alentar a las personas a cometer pecados y actos de desobediencia. Cuando Satanás pierde la esperanza en ser adorado, se contenta con ser obedecido en asuntos que parecen insignificantes[2]. Él ama la inmoralidad y el pecado, porque estos tienen un efecto directo en el compromiso religioso de una persona.





3.     Evitar que las personas hagan buenas obras. Satanás no solo hace que las personas cometan pecados y actos de desobediencia, también se contenta con evitar que hagan actos de bien. Satanás es paciente, espera tranquilo mientras llena nuestras mentes de dudas y supersticiones. Cuando una persona está planeando hacer una buena obra, él le susurra para evitarlo, y siembra pequeñas dudas en su mente.





4.     Dañar los actos de adoración. Si Satanás no es capaz de evitar que una persona obedezca a Allah y deje de realizar buenas obras, se esfuerza por corromper sus actos de adoración. Cuando la persona está orando, le susurra y la distrae. El deseo de Satanás es evitar que la persona obtenga su recompensa por orar con jushu y, finalmente, alejarla de Allah.





5.     Causar daño mental y físico. Además de hacer que los creyentes cometan actos de shirk, Satanás también tiene como objetivo causar daño físico y mental, por ejemplo, envía malos sueños para causarle angustia y temor a la persona. Molesta a la gente desde el momento en que nace hasta su muerte. En sus momentos finales, él continúa susurrando y acosando para evitar que la persona invoque a Allah y confirme su creencia solo en Dios.





Los medios utilizados por Shaitan para engañar a la gente


Hacer que las mentiras y los engaños sean atractivos. El Shaitan hace que la falsedad parezca verdad y que la verdad parezca falsedad. Esto lo logra plantando dudas en las mentes de las personas, del mismo modo que tentó a nuestros padres Adán y Eva. Susurros, dudas e ilusiones son parte de su paquete de trucos. Hoy en día vemos a muchos practicando actividades ilícitas, y a ellos les parecen atractivas y les dan nombres que atraen a las demás personas. Dios nos ha dado una gran línea de defensa: una vez nos equipamos con el conocimiento de las leyes del Islam, esto nos revela los planes de Satanás y nos deja claras sus intenciones.





Tentar a la gente al extremismo o la negligencia. Si Satanás encuentra que una persona es seria y cautelosa y trata siempre de hacer lo correcto, la tienta para que se vaya a los extremos. Le susurra que no duerma mientras los demás duermen, que no rompa su ayuno cuando lo hacen los demás, etc. Si Satanás ve que una persona es perezosa o que se inclina a tomar la vía fácil, la tentará a ser indiferente o negligente. Él anima a la procrastinación y la pereza. Para protegerse de ello, uno debe apegarse a la Sunnah del Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él).





Hacer promesas falsas. El Corán subraya esta estrategia maligna muchas veces y con mucho énfasis. “Shaitan les hará falsas promesas y les dará esperanzas; el demonio no hace sino engañar” (Corán 4:120). Satanás llena la cabeza de la persona con deseos vanos y caprichos, y mantiene a la gente ocupada trabajando en sueños y recompensas falsos. Esto los distrae de las cosas importantes y de trabajar por el Más Allá. Él convoca a la humanidad al pecado y la transgresión, mientras afirma estar dando consejo sincero.





Desviar gradualmente a la gente. Satanás hace que los pecados menores parezcan poca cosa, hasta que estos se apilan uno sobre otro. Siempre que Satanás engaña a una persona para que cometa un pecado, lo empuja hacia otro pecado, y luego hacia otro, y cada vez los pecados son más graves, hasta que la persona, finalmente, comete el peor de todos los pecados: descreer de Allah o atribuirle socios.





Hacer que la gente olvide es lo que más le conviene. Los seres humanos son olvidadizos. Esa es una característica que está en todos nosotros y que nuestro Creador conoce muy bien: “Ya antes había tomado un compromiso de Adán [de no prestarse a los susurros del demonio], pero lo olvidó [y comió del árbol prohibido], no tuvo una resolución firme” (Corán 20:115). Satanás lleva esto un paso más allá hasta lograr que una persona olvide lo que es bueno para sí misma, así como qué cosas la llevan al pecado. Un ejemplo de esto es cuando escuchamos burlas sobre la religión de Allah; Él nos advierte que no tomemos parte en tales conversaciones, dice:





“Cuando veas a los que se burlan de Mis signos, aléjate de ellos hasta que cambien de conversación. Pero si el demonio te hace olvidar, cuando lo recuerdes no permanezcas reunido con los injustos” (Corán 6:68).





Hacer que la gente tenga miedo de sus aliados. Otra forma en que Satanás extravía a la gente es hacer que teman a sus tropas y aliados. Él se rodea de secuaces malvados, tanto yinnes como seres humanos, y hace que la gente crea que esos aliados suyos son poderosos y temibles, y que si no los obedecemos pueden dañarnos.





“Así [es la estrategia del] demonio, que intenta atemorizar a quienes lo siguen. Pero no le teman a él, sino que témanme a Mí, si son verdaderamente creyentes” (Corán 3:175).





Satanás desvía a la gente a través de lo que aman y desean. Satanás descubre lo que amamos o deseamos y lo usa en nuestra contra. Él también les pasa esta información a sus ayudantes y ellos nos atacan con las cosas a las que estamos apegados. ¿Con qué frecuencia nuestras plegarias son perturbadas por los pensamientos sobre nuestros hijos o cónyuge? ¿Cuántas veces no nos distraemos en las compras y retrasamos nuestra oración? Satanás percibe qué nos gusta y luego se pone a retorcer nuestros pensamientos.





Infundiendo dudas. Shaitan no quiere que nadie se vuelva hacia Allah arrepentido, lamentándose (por los errores pasados) e inclinándose hacia lo correcto y lo bueno. En lugar de eso, él quiere desviar a la gente lejos de Allah usando muchas clases de tentaciones y de argumentos sin fundamento. Él infunde dudas para hacer que la persona se sienta ansiosa y con incertidumbre.





A través del alcohol, los juegos de azar, la idolatría, la brujería y la adivinación. Aunque Allah nos advierte contra estas prácticas, los seres humanos son débiles y Satanás aprovecha esto haciendo que estas prácticas parezcan atractivas o valiosas. Él anima a la gente a involucrarse en estas actividades, porque ellas pueden llevar fácilmente a consecuencias negativas y malos resultados. La gente puede involucrarse en este tipo de comportamiento pensando que será divertido o interesante, y pronto encuentra que las consecuencias son muy distintas de ello. Los juegos de azar producen una adicción seria que destruye la riqueza y la vida; el alcohol causa enfermedades y hace que la gente se comporte como idiota y asuma comportamientos riesgosos; la idolatría está cargada de malas consecuencias y es el peor pecado de todos, pues se adora a otros en lugar o además de Allah; y creer en la brujería y la adivinación es una señal de pensamiento irracional, y una persona irracional no tiene control sobre sí misma. Satanás puede llevar fácilmente a situaciones perversas que alejen a la persona más y más de Allah. 





“¡Oh creyentes! Los embriagantes, las apuestas, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte [por ejemplo] con flechas, son una obra inmunda del demonio. Aléjense de todo ello, que así tendrán éxito [en esta vida y en la próxima]” (Corán 5:90).





Fomentar la negligencia. Si el creyente se apega con firmeza al camino recto e invoca a Allah para que lo proteja, Shaitan no puede llevarlo por el mal camino ni engañarlo. Sin embargo, si es negligente o perezoso, Shaitan se aprovecha para atacarlo mientras sus defensas están bajas. Sumergirse en todos los aspectos del Islam es la manera de estar a salvo del Shaitan. Ser negligente en relación a las obligaciones islámicas nos mantiene alejados del flujo constante de la misericordia de Allah.





Cuando una persona crece fuerte en el Islam y su fe está firmemente arraigada en su corazón, es Shaitan quien teme.



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