Los presagios
Términos árabes
· Tawhid: La Unidad y Unicidad de Allah con respecto a Su señorío, Sus nombres y atributos, y en Su derecho a ser adorado.
· Shirk: Una palabra que implica asociar copartícipes con Allah o conferir atributos divinos a otro que no sea Allah; o creer que la fuente de poder, daño y bendiciones viene de otro fuera de Allah.
· Tiiarah: Ver presagios en los movimientos de los pájaros u otras cosas.
Un presagio se define como un signo que anuncia un evento futuro. Algunos presagios son tomados como señales de buena fortuna, mientras que otros son interpretados como señal de un mal inminente. Existen muchas supersticiones sobre los buenos y malos augurios en el mundo, y un musulmán debe tener un entendimiento claro de cómo afecta sus creencias. Los presagios no son pequeñas cosas sin sentido en las que la gente solo cree; sino que están basados en ideas paganas que nada tienen que ver con el Islam. Hay que tener en cuenta que la idolatría no apareció de la noche a la mañana; tales supersticiones primero echan raíces y abren la puerta a la adoración de ídolos, dioses humanos y astros. Poco a poco la gente ha ido olvidando las enseñanzas puras de sus profetas, y las han mezclado con supersticiones. El Islam cierra todas esas puertas y arranca de raíz toda superstición que pueda afectar la creencia pura y simple en el Tawhid.
Los siguientes son algunos ejemplos de presagios comunes:
(1) Romper un espejo significa sufrir siete años de mala suerte. Antes de la invención de los espejos, el hombre miraba su reflejo, percibido como su "otro yo", en piscinas, estanques y lagos. Si la imagen estaba distorsionada, se tomaba como un signo de desastre inminente. Así, los espejos metálicos "irrompibles" de los primeros egipcios y griegos eran objetos muy valorados debido a sus propiedades mágicas (como la propiedad de reflejar sin distorsiones). Después de la introducción de los espejos de vidrio, los romanos comenzaron a considerar el espejo roto como un signo de mala suerte, ya que cada pieza reflejaba y multiplicaba su "otro yo". La duración de la desgracia prescrita vino de la creencia romana de que el cuerpo del hombre se rejuvenece físicamente cada 7 años y se convertía, en efecto, en un hombre nuevo.
(2) Golpear madera: La antigua creencia de que los espíritus vivían en los árboles o los protegían. Los griegos adoraban el roble ya que era sagrado para Zeus, los celtas creían en los espíritus de los árboles, y ambos creían que tocar los árboles sagrados traía buena fortuna. La tradición irlandesa sostiene que "tocar madera" es una forma de agradecer a los duendes por un poco de suerte. Los paganos también tenían creencias similares sobre los espíritus protectores de los árboles. Los chinos y los coreanos pensaban que los espíritus de las madres que murieron en el parto permanecían en los árboles cercanos. Otra explicación apunta a la cruz cristiana de madera como el origen de la "buena suerte", aunque es probable que esta sea una adaptación cristiana de prácticas paganas anteriores.
(3) Se cree que el derramamiento inadvertido de sal es seguido por la desgracia, por lo que se derrama deliberadamente o se tira sobre el hombro izquierdo para contrarrestar el mal. Las supersticiones sobre la sal se remontan a los tiempos bíblicos, cuando la sal era una mercancía muy apreciada. Era costosa, crucial para la conservación de los alimentos, y a menudo se utilizaba en lugar de la moneda. Así que derramar sal era considerado una ofensa casi sacrílega, y lo dejaba a uno expuesto a las maquinaciones del diablo. Arrojar sal por encima del hombro se considera una forma de mantener al diablo a raya mientras se está en una situación especialmente vulnerable. La sal tiene la intención de cegar al diablo para que no pueda presenciar el error o evitar que se acerque sigilosamente a uno mientras limpia el desorden.
(4) Viernes 13: La cultura occidental ha considerado el viernes 13 particularmente desafortunado durante cientos de años. En muchos edificios de gran altura en Estados Unidos se omite el piso 13 y la numeración salta directamente al 14. También es común creer que el sexto día de la semana es de mala suerte, al igual que el número 13. La combinación, que ocurre de una a tres veces al año, conduce inevitablemente a esta superstición reforzada.
La gente evita viajar en este día. Algunos dicen que el número 13 fue vilipendiado a propósito por los sacerdotes de las religiones patriarcales porque representaba la feminidad ya que correspondía al número de ciclos lunares (menstruales) en un año, y este número era reverenciado en las culturas que adoraban a las diosas de la antigüedad. Los hindúes creían que era de mala suerte que 13 personas se reunieran en un solo lugar. Esta convicción fue compartida por los antiguos escandinavos. Muchos eventos bíblicos considerados como malos supuestamente ocurrieron un viernes, incluyendo la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén, el comienzo del Gran Diluvio, y la supuesta crucifixión de Jesús.
El reglamento islámico sobre los presagios
Antes del Islam, los árabes consideraban que la dirección en la que volaban las aves era una señal de buen o mal augurio. Si una persona emprendía un viaje y veía un pájaro volando sobre él a su izquierda, regresaba a casa. Esta creencia se llamaba tiiarah. Los antiguos árabes veían presagios en el vuelo de los pájaros, otras naciones los veían en otros lugares; sin embargo, en esencia, todos son iguales. Por lo tanto, tiiarah se refiere a una creencia general en los presagios y el shirk subyacente en todos ellos es el mismo. El Islam invalidó tales prácticas supersticiosas porque dirigen una forma de adoración muy importante del corazón ―la confianza― a otro ser que no es Allah. El Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:
"La tiiarah es shirk, y quien la practica no es de los nuestros. Allah librará de ella (de esta creencia) a quien busque depender de Allah" (At-Tirmidhi).
Uno de los compañeros del Profeta mencionó que algunas personas seguían los presagios de los pájaros. El Profeta dijo:
"Esto es algo que ustedes han inventado, así que no dejen que los detenga" (Sahih Muslim).
Lo que el Profeta quiso decir es que tales presagios están solo en la imaginación del ser humano; por lo tanto, la gente no debe permitir que ello les impida hacer lo que planean hacer. Allah no hizo del patrón de vuelo de un pájaro una señal de buena o mala suerte.
Los compañeros del Profeta tomaron en serio la prohibición de los presagios. Ikrima dijo que una vez que estaban sentados con Ibn 'Abbas, el compañero del Profeta, un pájaro voló sobre sus cabezas y gritó. Un hombre exclamó: "¡Bien! ¡Bien!". Ibn Abbas lo corrigió: "No hay ni bien ni mal en ello".
Estas creencias supersticiosas atribuyen la capacidad de causar buena o mala fortuna a los seres creados por Allah. Además, el temor a la desgracia y la esperanza de la buena suerte se dirige a otro que no es Allah, cuando toda nuestra confianza debería estar dirigida solo a Él. Tales creencias también suponen que es posible predecir eventos futuros, mientras que Allah es el Único que sabe lo que sucederá en el futuro. Allah le dijo al Profeta en el Corán que dijera que, si hubiese conocido lo oculto, habría adquirido para sí mismo todo lo bueno (Corán 7:188)
El Mensajero de Allah dijo,
"La tiiarah es shirk, la tiiarah es shirk" (Abu Dawud).
En otro hadiz dijo:
"Quien que evite hacer algo por tiiarah, ha cometido shirk" (At-Tirmidhi, Ibn Mayah).
Cuando los compañeros preguntaron cuál era su expiación, les ordenó que dijeran:
"Allah-humma la jairaa illa jairuk, wa la taira illa tairuk, wa la illaha illa ghairuk".
"Oh Allah, no hay bien sino Tu bien, ni presagio sino Tu presagio, y no hay dios fuera de Ti" (Ahmad, Tabarani)
Conjuros y amuletos
Términos árabes
· Shirk: Una palabra que implica asociar copartícipes con Allah o conferir atributos divinos a otro que no sea Allah; o creer que la fuente de poder, daño y bendiciones viene de otro fuera de Allah.
· Ruqiah: En el Islam es la recitación del Corán que busca la protección de Allah; también es el dhiker y las súplicas que se utilizan como un medio para tratar enfermedades y otros problemas.
Durante miles de años la gente ha tratado de atraer la buena suerte y evitar la mala suerte para ellos y sus propiedades mediante el empleo de conjuros, amuletos y talismanes. Un conjuro es una fórmula mágica que se dice, recita o escribe para conseguir algo que se desea[1]. Un talismán es un objeto, a veces con figura o inscripción, al que se atribuyen poderes mágicos[2] y que es utilizado con el fin de evitar el mal y atraer la buena fortuna. Los amuletos se usaban para proteger al hombre o sus posesiones, tales como casas y ganado, de las influencias malvadas de las brujas, los demonios y otros poderes malignos, o para contrarrestar la desgracia y la enfermedad. Los amuletos han existido tanto en Oriente como en Occidente, entre tribus y naciones hasta nuestros días. Asirios y egipcios, griegos y romanos, judíos y cristianos, fomentaron esta antigua superstición y, en diversos grados, continúan fomentándola en la actualidad[3]. A pesar de los avances técnicos y científicos, las supersticiones y los amuletos continúan invadiendo la sociedad occidental. Algunos de los amuletos populares en el Occidente son:
(1) La herradura. Es uno de los amuletos más comunes hoy en día, se lo usa en forma de joyas, adornos de pared e imágenes impresas. El uso de herraduras desgastadas como amuletos mágicamente protectores ―especialmente colgados sobre o al lado de los portales― se originó en Europa, donde todavía se pueden encontrar clavadas en casas, graneros y establos desde Italia hasta Alemania, Gran Bretaña y Escandinavia.
(2) El trébol de cuatro hojas. Este es uno de los emblemas de la suerte más comunes de América del Norte, y es una imagen especialmente frecuente en las monedas y postales de la buena suerte.
(3) La espoleta o hueso de los deseos. Es el tercer amuleto más popular, después de la herradura y el trébol de cuatro hojas. Es un hueso que cubre el esternón de las aves de corral, como el pollo o el pavo. Es costumbre guardar este hueso intacto luego de comer el ave y secarlo sobre la estufa o junto al fuego hasta que esté quebradizo. Una vez seco, se da a dos personas, que lo separan hasta que se agrieta, cada uno pide un deseo mientras lo hace. La persona que obtenga la "mitad más larga" del hueso de los deseos verá su deseo "cumplido". Si el hueso se rompe por igual, ambas partes cumplirán sus deseos.
(4) La pata de conejo.
(5) Pulseras.
(6) Monedas de la buena suerte o "piezas de bolsillo".
(7) El Buda de la suerte o sonriente que se encuentra comúnmente en las tiendas y restaurantes orientales.
El crucifijo. Cuando se bendice, se considera un importante sacramento.
Amuletos hebreos: Dije de la Estrella de David en la hoja de uva. Antiguamente era usado como símbolo cabalístico mágico.
Conjuros y amuletos en la Arabia preislámica
Los amuletos árabes (tamimah) están hechos de perlas o huesos que usan en el cuello los niños o los adultos, o se cuelgan en casas o automóviles, con el fin de protegerse del mal ―especialmente del mal de ojo― o para conseguir algún beneficio. Los árabes en la época del Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) solían usar brazaletes, pulseras, collares de cuentas, conchas y amuletos similares para atraer la buena suerte o evitar la mala suerte.
El reglamento islámico sobre los amuletos
Allah es el Único Señor y Gobernante del mundo físico. "Señor" significa que Él es el Creador y controla todos los asuntos en el universo; el Reino del cielo y la Tierra Le pertenecen exclusivamente a Él, y Él es el Dueño de ellos. Solo Él sacó la existencia de la inexistencia y depende de Él para su conservación y continuación. Su poder es necesario en todo momento para sostener a todas las criaturas. Los ángeles, los profetas, los seres humanos y los reinos animal y vegetal están bajo Su control. Solo Allah sabe lo que depara el futuro. La buena suerte y la mala suerte son solo de Allah.
La fe en los conjuros, amuletos y talismanes contradice la creencia en el Señorío de Allah al atribuir a seres u objetos creados la habilidad de atraer buena suerte o evitar la mala fortuna, cuando solamente Allah es Quien puede traer el bien y evitar el daño. Por consiguiente, el Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) se opuso a estas prácticas supersticiosas y enseñó a la gente a creer firmemente en su Señor, en lugar de creer en amuletos que no pueden cambiar lo que Allah ha destinado y no pueden traer buena fortuna a nadie. Con el tiempo, la creencia en los amuletos generalmente lleva a la idolatría. Esto se puede ver entre los católicos, donde el crucifijo, las estatuas y los medallones de los santos son usados o guardados con el fin de obtener bendiciones y buena fortuna.
Cuando la gente aceptaba el Islam en los tiempos del Profeta, llevaban consigo amuletos de su antigua religión, y el Profeta les prohibió estrictamente aferrarse a ellos:
(1) El Mensajero de Allah (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: "Hechizos (ruqiah), conjuros de amor y amuletos son shirk" (Ahmad, Abu Dawud).
(2) El Mensajero de Allah dijo: "Que Allah no satisfaga la necesidad del que use un amuleto; y que Allah no le dé paz al que use una concha de mar" (Ahmad).
(3) Un grupo vino al Mensajero de Allah para jurarle lealtad y él aceptó la lealtad de nueve de ellos. Entonces dijeron: "Mensajero de Allah, tú aceptaste la lealtad de nueve, pero no la de este". El Profeta dijo: "Lleva puesto un amuleto".
El hombre metió su mano dentro de su camisa y se lo quitó, entonces el Profeta aceptó su juramento de lealtad, diciendo: "Quien usa amuletos comete shirk" (Ahmad).
Los compañeros acataron estrictamente la prohibición establecida por el Profeta sobre los amuletos. Se opusieron abiertamente a tales prácticas, incluso entre los miembros de sus familias. Por ejemplo, Hudhaifah, uno de los compañeros del Profeta, visitó a un hombre enfermo y, viendo que este usaba un brazalete, se lo arrancó y lo rompió, luego recitó el versículo:
“La mayoría de los que creen en Dios caen en dedicarle actos de adoración a otros” (Corán 12:106)[4].
En otra ocasión tocó la parte superior del brazo de un hombre enfermo y encontró un brazalete de cordón atado a él. El hombre le dijo a Hudhaifah que contenía un hechizo realizado especialmente para él, así que Hudhaifah lo arrancó y dijo: "Si hubieses muerto con él puesto, nunca habría rezado en tu funeral"[5].
Una vez, Ibn Mas'ud dijo: "Oí decir al Mensajero de Allah: 'Hechizos (ruqiah), amuletos y conjuros de amor son shirk'".
Zainab, la esposa de Ibn Mas'ud, dijo: "¿Por qué dices esto? Por Allah, mi ojo solía supurar, entonces fui donde fulano de tal, el judío, que me puso un conjuro aquí (indicando un collar de cuentas), y [mi ojo] se calmó". Ibn Mas'ud se lo arrebató del cuello y se lo rompió. "Ciertamente, la familia de Abdullah no tiene necesidad del shirk", dijo, "eso fue solo obra del diablo que lo estaba picando con su mano, y cuando (el judío) pronunció el hechizo, se detuvo. Todo lo que tenías que hacer era decir lo que el Mensajero de Allah solía decir:
"Adhhib il-ba's Rabb al-naas ishfi anta ash-Shaafi laa shifa'a illa shifaa'uka shifa'an laa iughaadiru saqaman".
"Quita el daño, oh Señor de la humanidad, y sana, Tú eres el Sanador. No hay sanación sino Tu sanación, una sanación que no deja ninguna enfermedad de lado" (Abu Dawud, Ibn Mayah).
Usar un amuleto es shirk porque, en lugar de confiar en Allah, el corazón se apega al amuleto confiando en que traerá buena suerte y amor, o evitará la mala fortuna o la enfermedad.
El reglamento islámico sobre los conjuros y amuletos del Corán
Algunos musulmanes usan el Corán como amuleto de la buena suerte, ya sea colgándolo dentro de sus automóviles, en llaveros, en brazaletes o collares, usan coranes en miniatura a modo de medallones. Palabras o frases como: Allah, Bismillah, la ilaha illa Allah, o versículos específicos del Corán, a veces escritos en letras pequeñas e ilegibles, se usan como colgantes o relicarios. Usar estas cosas como decoración no es shirk, pero la mayoría de la gente las usa para protegerse o para obtener bendiciones. Por lo tanto, esta práctica de usar el Corán como un amuleto para la buena suerte está prohibida por las siguientes razones:
(i) Puede llevar a usar amuletos de otros tipos que son considerados shirk.
(ii) La posibilidad de entrar en el baño usando algún objeto que contenga el nombre o la Palabra de Allah, lo cual es una falta de respeto. (Hay que tomar en cuenta que no siempre es posible quitarse estos accesorios cada vez que se entra al baño.)
(iii) El Profeta mismo no usó tales amuletos ni alentó a los miembros de su familia que los usaran como protección o bendición, sino que advirtió en contra de toda forma de amuletos.