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El núcleo de la religión del Islam es la atestación de dos frases:





(i)   La ilaha illa Allah (lo que significa: "No hay dios con derecho a ser adorado sino Allah").





(ii)  Muhammad rasulu Allah (lo que significa: "Muhammad es el Mensajero de Allah").





A estas dos frases se les conoce como Shahadah, o testimonio de fe. A través de la creencia y atestación de estas dos frases, se entra al camino del Islam. Esta es la creencia central que un creyente mantiene a lo largo de su vida, y es la base de todas sus creencias, adoración y existencia en este mundo.





Cada musulmán, incluyendo a alguien nuevo en el Islam, debe comprender los significados de estas dos frases e intentar vivir su vida en concordancia con ellas. 





La importancia del testimonio de fe


Este testimonio de fe es de lejos el más importante aspecto de la religión del Islam y sobre el cual toda la religión se construye. El Islam es la única religión verdaderamente monoteísta, al enfatizar que ninguna adoración debe dirigirse a otro que no sea Allah. Es un estilo de vida donde la persona obedece y sigue las órdenes de Allah y de nadie más. 





Este testimonio de fe (Shahadah) nos recuerda nuestro propósito en la vida, que es la adoración exclusiva a Allah.  Allah dice en el Corán:





“No he creado a los yinnes y a los seres humanos sino para que Me adoren” (Corán 51:56).





El mensaje de la Unicidad de Dios (Tawhid) que se encuentra en el testimonio no fue exclusivo del mensaje del Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él). Este fue el mensaje universal de todos los Profetas de Allah. Desde los albores de la humanidad, Allah envió mensajeros para cada pueblo y nación, instruyéndolos para que Lo adoraran únicamente a Él, y rechazaran todas las falsas deidades. Allah dice:





“Envié a cada nación un Mensajero [para que los exhortara a] adorar a Dios y a rechazar la idolatría” (Corán 16:36).





El significado de "La ilaha illa Allah"


El significado de cada palabra en la frase es:





La: No hay; ilaha: dios (divinidad); illa: excepto;  Allah: Allah (Dios).





Y en consecuencia el sentido literal de esta frase es: “No hay dios  (divinidad) excepto Allah”.





Primera parte de esa frase: Rechazo


"No hay dios (divinidad)"… Aquí, dios con "d" minúscula, es cualquiera que sea adorado. Mucha gente ha tomado cosas de entre la creación como sus dioses y deidades, pero todos son falsos y son erróneamente adorados, pues no tienen derecho a ser adorados ni lo merecen. Este rechazo se extiende a todas las supersticiones, ideologías, estilos de vida o cualquier figura de autoridad que proclame devoción divina.





Algunas personas imaginan el Reino Divino de Dios similar a los reinos terrestres. Del mismo modo como un rey tiene varios ministros y asociados de confianza, ellos imaginan que los "santos" y deidades menores pueden ser nuestros intercesores frente a Dios. Los toman como agentes a través de los cuales Dios se acerca. En realidad, no hay intrcesores en Islam ni ningún tipo de clérigo frente al cual la persona deba "confesar" sus pecados para ser perdonado. Un musulmán ora directa y exclusivamente a Dios. También rechazamos prácticas supersticiosas tales como la astrología, la lectura de la mano, amuletos para la buena suerte, y las prácticas de adivinación. 





Segunda parte de esta frase: Afirmación


"Excepto Allah"… Tras denegar el derecho de cualquier ser de la creación a ser adorado, el testimonio afirma la divinidad única y excusivamente para Allah, con "...excepto Allah".





Allah, en el Corán, menciona en muchas partes que todas aquellas cosas que la gente toma como objetos de adoración además de Allah no merecen ninguna adoración ni tienen ningún derecho a esto, puesto que los mismos son de la creación y no tienen poder alguno para atraer cualquier beneficio.





"Pero [los que se niegan a creer] adoran en vez de Dios a ídolos que no pueden crear nada, pues ellos mismos han sido creados, ni siquiera tienen el poder de apartar de sí mismos un perjuicio ni de atraer hacia sí mismos un beneficio. Tampoco tienen poder sobre la muerte, la vida ni la resurrección" (Corán 25:3).





Así, "la ilaha illa Allah" significa, “No hay verdadero dios excepto Allah” o “No hay dios digno de alabanza excepto Allah”.





El signficado de Muhammad rasulu Allah


El significado de cada palabra en la frase es:





Muhammad: El Profeta Muhammad;  rasulu: Mensajero;  Allah: Allah (Dios)





Y, en consecuencia, esta frase significa: “Muhammad es el Mensajero de Allah”.





 Al testificar este hecho, la persona afirma que el Profeta Muhammad es de hecho un Profeta y Mensajero que Dios hizo surgir de entre la humanidad para comunicar y entregar el mensaje de Dios, como lo hicieron otros profetas y mensajeros. Testificar este hecho implica una multitufd de significados. Estos incluyen:





1.  Creer que él fue el último Profeta y Mensajero.





“Muhammad no es el padre de ninguno de sus hombres, sino que es el Mensajero de Dios y el sello de los Profetas. Dios lo sabe todo” (Corán 33:40).





2. Creer que comunicó el mensaje de Allah fielmente, del mismo modo como lo recibió sin deficiencia alguna. Allah dice:





“[...] Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión [...]” (Corán 5:3).





3. Creer que fue un Profeta para toda la humanidad. Allah dice:





“Di [oh, Muhammad]: "¡Oh, gente! Soy el Mensajero de Dios para todos ustedes […]” (Corán 7:158).





4. Creer que todo lo que dijo sobre la religión fue revelado por Allah. Él debe ser tomado como ejemplo y se lo debe obedecer sin reserva, puesto que habla en el Nombre de Allah, y obedecerlo es obedecer a Allah.





“Ni habla de acuerdo a sus pasiones. Él solo trasmite lo que le ha sido revelado" (Corán 53:3-4).





“Quien obedezca al Mensajero obedece a Dios [...]” (Corán 4:80).





5. Debemos adorar a Allah de acuerdo a la ley que él trajo. Abolió todas las leyes anteriores, incluyendo la Ley Mosaica.





“Quien profese una religión diferente al Islam no le será aceptada, y en la otra vida se contará entre los perdedores” (Corán 3:85).





6. Debemos amar y honrar al Profeta Muhammad. Conocer sobre su moral, su sacrificio para expandir el monoteísmo, y su paciencia con sus oponentes, todo esto incremeta el aprecio por él. Cuanto más aprendamos sobre su vida y características, más incrementaremos nuestro amor por él.





En resumen, dar el testimonio de Muhammad rasulu Allah,  significa obedecer al Profeta Muhammad en lo que ordena, creer en lo que informa, evitando lo que ha prohibido, y adorando a Allah exclusivamente de la forma como nos ha enseñado. Estos asuntos no se limitan solo a ciertas personas ni a un momento específico.





¿Dónde está Allah?





El Misericordioso Creador se describe a Sí Mismo en el Corán, y el Profeta ha descrito a su Señor en la Sunnah, porque el intelecto humano es limitado y no puede comprender el alcance infinito de lo divino. Allah nos dice lo que es necesario que sepamos de Él, ayudándonos a prevenir cualquier confusión sobre Su ser, Sus acciones y Su localización. Después de todo, ¿cómo podemos amar a quien no conocemos? Entonces, el Corán y la Sunnah nos indican todo lo que necesitamos saber para adorar a nuestro Creador. El atributo divino de ‘Uluw (Elevación o Trascendencia) es el tema de esta lección.





Significado e importancia


El atributo divino de ‘Uluw significa que Allah está por encima de Su creación, y nada está por encima de Él. Allah no está dentro de Su creación ni es parte de Su creación. La creación no puede abarcarlo. El Creador está completamente separado de Su creación y es distinto a ella.





Antes del Islam, los hindúes creían que Dios residía en los animales, los seres humanos y en innumerables ídolos. La tradición judía establece que Dios descendió a la Tierra en forma humana y luchó con el Profeta Jacob, quien lo derrotó (Genesis 32:24-30). Los cristianos alegan que Dios se convirtió en carne y vino a la Tierra en la forma de un hombre que debía ser crucificado. Algunos herejes trajeron tales ideas al Islam; por ejemplo, Hallay, un extremista místico, declaró abiertamente que él y Allah eran uno. Estas ideas desviadas se han extendido tanto, que si uno pregunta a muchos musulmanes hoy en día: "¿Dónde está Allah?", ellos responderán que está en todas partes.





El principal peligro de esta idea es que abre la puerta para la adoración de las criaturas. Si Dios está en todas partes, significa que Él está en Su creación también. Si eso es verdad, ¿por qué no adorar entonces a la misma creación? Así, se hace bastante fácil que la gente diga que Dios está en ellos y que acepten ser adorados. De este modo, numerosos reyes, individuos ordinarios, como los faraones de Egipto y Jesús fueron adorados, aunque Jesús no aceptó ser adorado por sus seguidores.





La evidencia


Allah no está en todas partes. Hay cinco evidencias básicas de ello:





(1)  El Islam afirma que el ser humano nace con ciertas tendencias que no son resultado de su medio ambiente. Los seres humanos nacen con un instinto natural de que hay un Creador que está separado y por encima de Su creación. La mera idea de que Dios esté en lugares inmundos, que sería la consciencia natural de que Dios esté en todas partes, es repulsiva para la naturaleza humana.





(2)  El salah debe realizarse en un lugar sin imágenes ni estatuas. Un musulmán tiene prohibido inclinarse o prosternarse en adoración a cualquier criatura. Si Allah estuviese en todas partes o en todos los seres, las personas podrían adorarse a sí mismos o a otros seres.





(3)  Dos años antes de que el Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) migrase hacia Medina desde La Meca, fue llevado en un viaje milagroso desde La Meca hacia Jerusalén, y desde Jerusalén ascendió por encima de los siete cielos para encontrarse con Allah. Allah habló directamente con el Profeta Muhammad. Si Allah estuviese presente por todas partes, no hubiera sido necesario que el Profeta ascendiese por encima de los siete cielos.





(4)  Muchos versos del Corán nos dicen que Allah está por encima de Su creación.





El Corán nos dice que los ángeles ascienden hacia Allah:





“... que luego ascienden a Él en un día que equivale a mil años de los que ustedes cuentan” (Corán 32:5).





Las oraciones también ascienden hacia Allah:





“Hacia Él ascienden las buenas palabras y Él eleva las obras piadosas” (Corán 35:10).





Allah Se describe a Sí Mismo como estando por encima de Sus criaturas:





“Él es el imperante por sobre Su creación” (Corán 6:18, 61).





Él describe a Sus adoradores como:





“Temen a su Señor que está por encima de ellos" (Corán 16:50).





Uno de los bellos nombres de Allah es "Al 'Alí" (Al A'la) que significa ‘"El más Elevado", nada está por encima de Él.





(5)  Un discípulo del Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) llamado Ibn Al Hakam, tenía una esclava que cuidaba sus ovejas. Un día, fue a verla y descubrió que el lobo se había comido una de las ovejas del rebaño que ella cuidaba. Al darse cuenta, se enojó mucho y la abofeteó en el rostro, pero luego se arrepintió de haberlo hecho. Así que fue ante el Mensajero de Allah y le relató lo sucedido, entonces el Profeta le pidió que la trajese ante él. 





Cuando ella vino, el profeta le preguntó: "¿Dónde está Allah?"; ella respondió: "Encima del cielo". El Profeta le preguntó: "¿Quién soy yo?"; ella dijo: "Tú eres el Mensajero de Allah". Él dijo: "Libérala, pues ella es una creyente"[1].  





Aquí, el Profeta confirmó la afirmación de la esclava de que Allah estaba por encima del cielo. Si no fuese así, el Profeta se lo habría refutado, así como refutaba otras creencias falsas.





¿Está Allah separado de Su creación?


El hecho de que Allah esté separado de Su creación no significa que esté aislado de esta. Él está al tanto de todo lo que pasa en el universo, nada escapa a Su vista, oído, poder y capacidad. Las siguientes aleyas se entienden en este contexto:





“Estoy más cerca de él que su propia vena yugular” (Corán 50:16).





“Y sepan que Dios se interpone entre la persona y [los deseos de] su corazón” (Corán 8:24).





Estas aleyas no significan que Allah esté dentro del ser humano; significan que nada escapa a la sabiduría de Allah, Él conoce los asuntos más íntimos del ser humano, pues Allah dice en otra aleya del Corán:





“¿Es que no saben que Dios conoce lo que ocultan y lo que hacen público?” (Corán 2:77).





En resumen, basados en el Corán y en la Sunnah, Allah está por encima del universo en una manera acorde a Su magnificencia; la creación no está dentro de Él ni Él está contenido en la creación. Sin embargo, Él está al tanto y es Todopoderoso en su sabiduría, poder y capacidad de actuar dentro de cada una de las partículas del universo.





¿Podemos ver a Allah?





  La mente humana es una verdadera maravilla, pero en ciertas áreas es limitada. Allah es diferente de todo lo que la mente humana pueda pensar o imaginar. Por lo tanto, si tratamos de imaginar a Allah, ciertos aspectos serán ambiguos y abiertos a una interpretación indefinida. Sin embargo, es posible comprender los atributos de Allah que no requieren hacer ninguna imagen mental. Por ejemplo, uno de los nombres de Allah es Al Ghaffar, que significa "el Perdonador". Todo el mundo puede entender esto fácilmente y así es como la mente humana puede pensar claramente en Allah. Las enseñanzas judías y cristianas sobre Dios se confunden en parte debido a su comprensión incorrecta sobre este asunto. La Torá judía enseña que Dios es como el ser humano:





"Y dijo: Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. [...] Y Dios creó al ser humano a su imagen" (Génesis 1:26-27).





       Peor aún, algunos cristianos colocan estatuas o imágenes de un anciano de barba blanca que representa a Dios en sus iglesias. Algunas de ellas fueron producidas por personajes como Miguel Ángel, que representaba el Rostro y la Mano "de Dios" ―un anciano de aspecto duro― en sus pinturas.





       Hacer imágenes de Dios en el Islam está prohibido y equivale a incredulidad, ya que Allah nos dice en el Corán que nada se parece a Él:





“[...] No hay nada ni nadie semejante a Dios [...]” (Corán 42:11).





La petición de Moisés de ver a Allah


       Los ojos no pueden captar a Allah, Él nos informa esto en el Corán:





“La vista [de los seres humanos] no puede abarcarlo, pero Él sí ve [a todos Sus siervos] [...]” (Corán 6:103).





       Moisés, a quien Dios le habló y le mostró grandes milagros, fue elegido por Allah para ser Su Profeta. Se dice que Moisés pensó que, puesto que Allah solía hablarle, podría ser capaz de verlo si se lo pedía. La historia está registrada en el Corán, donde Allah nos cuenta lo que pasó:





"Cuando Moisés acudió al encuentro y su Señor le habló, [Moisés] Le pidió: 'Muéstrate para que pueda verte'. Dijo [Dios]: 'No podrías verme. Pero observa la montaña, si permanece firme en su lugar [después de mostrarme a ella], entonces tú también podrás verme'. Y cuando su Señor se mostró a la montaña, esta se convirtió en polvo y Moisés cayó inconsciente. Cuando volvió en sí exclamó: '¡Glorificado seas! Me arrepiento y soy el primero en creer en Ti'" (Corán 7:143).





       Allah dejó claro que nadie, ni siquiera el gran Profeta Moisés, puede soportar ver lo divino, porque Allah es demasiado grande para que los ojos humanos lo capten en esta vida. Según el Corán, Moisés se dio cuenta de que su petición era errada; por lo tanto, buscó el perdón de Allah por haber siquiera pensado en realizarla.





El Profeta Muhammad no vio a Allah en esta vida





       El Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) realizó un viaje milagroso a través de los cielos para encontrarse con Allah. La gente pensó que, ya que el Profeta Muhammad habló con Allah en ese viaje, probablemente también Lo había visto. Uno de los compañeros, Abu Dharr, le preguntó al respecto. El Profeta respondió:





“Solo había luz, ¿cómo podría verlo?"[1]





       ¿Cuál fue la luz que vio? El Profeta explicó:





"Ciertamente, Allah no duerme ni Le beneficia el dormir. Él es el que baja la balanza y la sube. Las obras de la noche suben a Él antes que las obras del día, y las del día antes que las de la noche, y Su velo es la luz"[2].





Visión de Dios en las experiencias espirituales





       Algunas personas, incluyendo algunos que dicen ser musulmanes, afirman haber tenido experiencias espirituales en las que vieron a Dios. Entre los relatos más comunes están el ver luces o un ser magnífico sentado sobre un trono. Tales experiencias suelen ir acompañadas del abandono de las prácticas islámicas básicas, como el salah y el ayuno, con la excusa errónea de que estas prácticas son solo para la gente común que no ha tenido esa clase de experiencias sobrenaturales.





       Uno de los fundamentos más importantes del Islam es que la ley revelada al Profeta Muhammad no puede ser cambiada o cancelada. Dios no hace legal para algunos lo que ha hecho ilegal para otros, ni comunica Su Ley a la gente a través de tales experiencias, sino que la Ley divina fue revelada a través del canal apropiado de revelación a los profetas, un canal que fue cerrado después del advenimiento del Profeta Muhammad, el último enviado de Dios. Es Satanás quien se hace pasar por Allah para engañar a la gente ignorante que cree en tales fenómenos y se extravía.





Ver a Allah en la otra vida


En esta vida Allah no puede ser visto, pero los creyentes verán a Allah en la otra vida, esto se establece claramente en el Corán y la Sunnah. El Profeta dijo: "El Día de la Resurrección será el primer día en que cualquier ojo mirará a Allah, el Poderoso y Glorificado"[3]. Describiendo los eventos del Día de la Resurrección, Allah dice en el Corán:





"Ese día, habrá rostros resplandecientes [de felicidad] contemplando a su Señor" (Corán 75:22-23).





Se le preguntó al Profeta si veríamos a Allah en el Día de la Resurrección, él contestó: "¿Te hace daño mirar la luna cuando está llena?"[4]. Respondieron: "No". Y él les dijo: "Ciertamente, Lo verán así". En otro hadiz el Profeta dijo: "Ciertamente, cada uno de ustedes verá a Allah el día en que se encuentren con Él, y no habrá velo ni intermediario entre Él y ustedes"[5]. Ver a Allah será una recompensa adicional al Paraíso para los musulmanes que vivirán en él. De hecho, la alegría de ver a Allah para un creyente será mayor que todas las alegrías del Paraíso combinadas. Los incrédulos, por otro lado, serán privados de ver a Allah y esto será un castigo mayor para ellos que todo el dolor y el sufrimiento del Infierno combinados.



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