¿QUÉ ES LA SUNNAH? (PARTE 1 DE 2): UNA REVELACIÓN COMO EL CORÁN
La Sunnah, de acuerdo con los eruditos del Hadiz, es todo aquello que ha sido relatado del Mensajero, que Dios exalte su mención, de sus declaraciones, acciones, aprobaciones tácitas, personalidad, descripción física o su biografía. No importa si la información relatada se refiere a algo anterior a su misión profética o a algo posterior a ella.
Explicación de esta definición:
Las declaraciones del Profeta incluyen todo lo que el Profeta dijo, por varias razones y en diferentes ocasiones. Por ejemplo, él dijo:
“Las acciones dependen de las intenciones, y cada personas obtendrá acorde a lo que se propuso”.
Las acciones del Profeta incluyen todo lo que él hizo y que nos fue relatado por sus Compañeros. Esto incluye cómo él hacía las abluciones, cómo hacía sus oraciones y cómo hizo la peregrinación.
Las aprobaciones tácitas del Profeta incluyen todo lo que sus Compañeros dijeron o hicieron, hacia lo cual él mostró su aprobación o al menos no objetó. Todo lo que tuvo la aprobación tácita del Profeta es tan válido como cualquier cosa que él mismo dijo o hizo.
Un ejemplo de esto es la aprobación que fue dada a los Compañeros cuando ellos usaron su criterio para decidir cuándo orar durante la campaña de Bani Quraydhah. El Mensajero de Dios les dijo:
“Ninguno de ustedes debe hacer sus oraciones de la tarde hasta que lleguen a Bani Quraydhah”.
Los Compañeros no llegaron a Bani Quraydhah sino hasta después de la puesta del sol. Algunos de ellos tomaron las palabras de Profeta de manera literal y pospusieron la oración de la tarde, diciendo: “No vamos a orar hasta cuando lleguemos allá”. Otros entendieron que el Profeta estaba sólo indicándoles que debían apresurarse en su viaje; por lo tanto, se detuvieron y realizaron la oración de la tarde en su tiempo.
El Profeta supo acerca de lo que los dos grupos habían decidido, pero no criticó a ninguno de los dos.
En lo que tiene que ver con la personalidad del Profeta, esto incluiría la siguiente declaración de Aishah (que Dios esté complacido con ella):
“El Mensajero de Dios nunca era indecente o vulgar ni gritaba en el mercado. Nunca respondía al abuso de los otros con abusos de su parte. En lugar de eso, era tolerante y perdonador”.
La descripción física del Profeta se encuentra en declaraciones como la que es relatada por Anas (que Dios esté complacido con él):
“El Mensajero de Dios no era ni muy alto ni era bajo. No era ni excesivamente blanco ni negro. Su pelo no era ni excesivamente rizado ni liso”.
La relación entre la Sunnah y la Revelación
La Sunnah es revelación de Dios a Su Profeta, que Dios exalte su mención. Dios dice en el Corán:
“…y [recordad] el Libro [el Corán] y la sabiduría [la tradición profética] que os reveló para exhortaros con ello…” (Corán 2:231)
La Sabiduría se refiere a la Sunnah. El gran jurista Ash-Shafi’i dijo: “Dios menciona el Libro, el cual es el Corán. He oído de la gente que yo considero autoridades en el Corán que la Sabiduría es la Sunnah del Mensajero de Dios, que la misericordia y las bendiciones de Dios sean con él”. Dios dice:
“En verdad, Dios le confirió un gran favor a los creyentes cuando les envío a su Mensajero de entre ellos mismos, recitándoles Sus señales y purificándolos, instruyéndolos en el Libro y la Sabiduría”.
Es claro de los versículos precedentes que Dios reveló a Su Profeta tanto el Corán como la Sunnah, y que Él le ordenó transmitir ambos a la gente. El Hadiz profético también atestigua sobre el hecho de que la Sunnah es revelación. Es relatado por Mak-hul que el Mensajero de Dios dijo:
“Dios me dio el Corán y algo similar de la Sabiduría”.
Al-Miqdam b. Ma’di Karab relata que el Mensajero de Dios dijo:
“Me ha sido dado el Libro y con él algo similar”.
Hisan b. Atiyyah relata que Gabriel solía bajar ante el Profeta con la Sunnah, justo como lo hacía con el Corán.
Una opinión del Profeta no era simplemente sus propios pensamientos o sus deliberaciones sobre una materia; era lo que Dios le revelaba. De esta forma, el Profeta era diferente a otras personas. Él estaba apoyado por la revelación. Cuando él ejercía su propio razonamiento y estaba en lo correcto, Dios se lo confirmaba; y si alguna vez cometía un error, Dios lo corregía y lo guiaba hacia la verdad.
Por esta razón, es relatado que el Califa Umar dijo desde el púlpito: “¡Oh pueblo! Las opiniones del Mensajero de Dios eran correctas sólo debido a que Dios se las revelaba. Con respecto a nuestras opiniones, ella no son nada sino pensamientos y conjeturas”.
La revelación que el Profeta recibía era de dos tipos:
A. Revelación Informativa: Dios le informaría acerca de algo por medio de la revelación en una forma u otra, como es mencionado en el siguiente versículo coránico:
“Dios no habla con los Mensajeros directamente, sino que lo hace detrás de un velo [como lo hizo con Moisés] o enviando un mensajero [el ángel Gabriel] para transmitirle por Su voluntad lo que Él quiera de la revelación o mediante inspiraciones divinas; porque es Sublime, Sabio”. (Corán 42:51)
Aishah relató que al-Hariz b. Hisham le preguntó al Profeta cómo le llegaba la revelación, y el Profeta le respondió:
“Algunas veces, el ángel viene a mí como el tañido de una campana, y esto es lo más difícil para mí. Ello pesa sobre mí y yo memorizo lo que él dice. Y algunas veces el ángel viene a mí en la forma de un hombre y me habla y yo memorizo lo que él dice”.
Aishah dijo:
“Yo lo he visto cuando la revelación le venía en un día extremadamente frío. Cuando terminaba, su ceño estaba lleno de sudoración”.
Algunas veces, él era preguntado acerca de algo, y permanecía en silencio hasta que la revelación le llegaba. Por ejemplo, los paganos de La Meca le preguntaron acerca del alma, pero el Profeta permaneció en silencio hasta cuando Dios le reveló:
“Te preguntan acerca del espíritu. Diles: El espíritu es una de las creaciones de Dios, de las que sólo Él tiene conocimiento. Y no se os ha permitido acceder sino a una parte del inmenso conocimiento de Dios”. (Corán 17:85)
También, le fue preguntado acerca de cómo debía ser dividida la herencia, pero él no contestó hasta cuando Dios le reveló:
“Dios dictamina respecto a [la herencia de] vuestros hijos…” (Corán 4:11)
B. Revelación afirmativa: Aquí es donde el Profeta ejercitaba su propio juicio acerca de un asunto. Si su opinión era correcta, la revelación vendría confirmándola; y si era incorrecta, la revelación vendría para corregirla, haciéndola justo como cualquier otra revelación informativa. La única diferencia aquí es que la revelación venía como el resultado de una acción que el Profeta había hecho primero por su propia cuenta.
En tales instancias, el Profeta era dejado para que usara su propio criterio sobre un asunto. Si él escogía lo que era correcto, entonces Dios confirmaba su elección a través de la revelación. Si él escogía mal, Dios le corregía para proteger la integridad de la fe. Dios nunca permitiría que Su Mensajero transmitiera un error a la gente, debido a que esto causaría que sus seguidores cayeran en error también. Esto contravendría la sabiduría detrás de enviar Mensajeros, la cual es que la gente de allí en adelante no tendría excusa ante Dios. De esta forma, el Mensajero era protegido de caer en un error, pues si él alguna vez erraba, la revelación vendría a corregirlo.
Los Compañeros del Profeta sabían que la aprobación tácita del Profeta era de hecho la aprobación de Dios; debido a que si ellos hubieran alguna vez hecho algo en contra del Islam durante el tiempo de vida del Profeta, la revelación hubiera descendido condenando lo que ellos estaban haciendo.
Yabir dijo: “Nosotros solíamos practicar el coitus interruptus[1] mientras el Mensajero de Dios estaba vivo”. Sufian, uno de los narradores de este Hadiz, comentó: “Si algo como esto fuera prohibido, el Corán lo hubiera prohibido”.
¿QUÉ ES LA SUNNAH? (PARTE 2 DE 2): LA SUNNAH EN LA LEY ISLÁMICA
La diferencia entre la Sunnah y el Corán
El Corán es el fundamento de la Ley Islámica. Es el milagroso discurso de Dios que fue revelado al Mensajero, que Dios exalte su mención, por medio del ángel Gabriel. Ha sido transmitido a nosotros con tantas cadenas de autoridad que su autenticidad histórica es incuestionable. Está registrado por escrito, y su recitación es una forma de adoración.
La Sunnah es todo lo que vino del Mensajero de Dios aparte del Corán. Ella explica y provee los detalles para las leyes encontradas en el Corán. También, provee ejemplos de la aplicación práctica de estas leyes. Se trata de revelaciones directas de Dios o decisiones del Mensajero que eran luego confirmadas por la revelación. Por lo tanto, la fuente de toda la Sunnah es la revelación.
El Corán es la revelación que es formalmente recitada como un acto de adoración, y la Sunnah es la revelación que no es formalmente recitada; aunque la Sunnah es justo como el Corán en el sentido de que es revelación cuya obediencia es obligatoria.
El Corán toma precedencia sobre la Sunnah en dos formas. Por un lado, el Corán consiste en las palabras exactas de Dios, es milagroso por naturaleza, hasta el último versículo. La Sunnah, sin embargo, no son necesariamente las palabras exactas de Dios, sino que son sus significados explicados por el Profeta.
La posición de la Sunnah en la Ley Islámica
Durante el tiempo de vida del Mensajero, el Corán y la Sunnah eran las únicas fuentes de la Ley Islámica.
El Corán provee las órdenes generales que formaron la base de la Ley, sin entrar en todos los detalles y la legislación secundaria, con la excepción de unas pocas imposiciones que están establecidas junto con los principios generales. Estas órdenes no están sujetas a cambio en el tiempo o a las circunstancias cambiantes de la gente. El Corán, de la misma forma, tiene los principios de la creencia, establece actos de adoración, menciona las historias de las naciones de la antigüedad y provee los lineamientos morales.
La Sunnah concuerda con el Corán. Esta explica los significados de lo que no está claro en el texto, provee los detalles para lo que está descrito en términos generales, especifica lo que es general, y explica las órdenes y sus objetivos. La Sunnah también trae órdenes que no están provistas en el Corán, pero ellas están siempre en armonía con sus principios y avanzan sobre los objetivos que están señalados en el Corán.
La Sunnah es una expresión práctica de lo que está en el Corán. Esta expresión toma muchas formas. Algunas veces, viene como una acción llevada a cabo por el Mensajero. Otras veces, es una declaración que él hizo en respuesta a algo. Algunas veces, toma la forma de una declaración o una acción de uno de los Compañeros que él no previno u objetó, sino que permaneció en silencio acerca de ella o expresó su aprobación por la misma.
La Sunnah explica y clarifica el Corán en muchas formas. Explica cómo hacer los actos de adoración y cómo llevar a cabo las leyes que están mencionadas en él. Dios ordena a los creyentes orar sin mencionar el número de veces que las oraciones deben ser hechas o la manera de hacerlas. El Mensajero clarificó esto a través de sus propias oraciones y al enseñar a los musulmanes cómo orar. El dijo:
“Oren como me han visto orar”.
Dios hace obligatoria la peregrinación sin explicar sus ritos. El Mensajero de Dios explica esto al decir:
“Tomen de mí los ritos de la peregrinación”.
Dios hace obligatorio el impuesto del Zakah sin mencionar ante qué tipos de riqueza y productos éste debe ser recaudado. Dios tampoco hace mención de la cantidad mínima de riqueza que hace el impuesto obligatorio. La Sunnah, a pesar de esto, lo aclara todo.
La Sunnah especifica las declaraciones generales halladas en el Corán. Dios dice:
“Dios dictamina respecto a [la herencia de] vuestros hijos: Al varón le corresponde lo mismo que a dos mujeres”. (Corán 4:11)
Esta redacción es general, se aplica a cada familia y hace a cada niño o niña un heredero o heredera de sus padres. La Sunnah hace esta regulación más específica al excluir a los hijos del Profeta. El Mensajero de Dios dijo:
“Nosotros los Profetas no dejamos detrás herencia alguna. Lo que sea que dejemos detrás es para caridad”.
La Sunnah califica declaraciones no calificadas en el Corán. Dios dice:
“Y si estáis enfermos o de viaje, o alguno de vosotros viene de hacer sus necesidades o habéis tenido relaciones con vuestras mujeres y no encontráis agua, recurrid a tierra limpia y pasáosla por el rostro y las manos”. (Corán 5:6)
Este versículo no hace mención de la extensión de la mano, dejando la pregunta sobre si uno debe frotarse las manos hasta la muñeca o hasta el antebrazo. La Sunnah aclara esto al mostrar que es hasta la muñeca, debido a que esto es lo que el Mensajero de Dios hizo al realizar la ablución seca.
La Sunnah también está haciendo énfasis en lo que está en el Corán o proveyendo legislación secundaria para una ley estipulada allí. Esto incluye todos los Hadiz que indican que la oración, el Zakah, el ayuno y la peregrinación son obligatorios.
Un ejemplo de dónde la Sunnah provee legislación subsidiaria para un mandamiento encontrado en el Corán está la regulación hallada en la Sunnah de que está prohibido vender un fruto antes de que éste empiece a madurar. La base de esta ley es la declaración del Corán:
“No consuman su propiedad entre ustedes de manera injusta, excepto que ello sea un trato entre ustedes por consenso mutuo”.
La Sunnah contiene regulaciones que no están mencionadas en el Corán y que no vienen como aclaraciones para algo mencionado en él. Un ejemplo de esto es la prohibición de comer carne de burro y la carne de las bestias depredadoras. Otro ejemplo de esto es la prohibición de casarse con una mujer y con su tía al mismo tiempo. Estas y otras regulaciones que son provistas por la Sunnah deben ser acogidas.
La obligación de adherirse a la Sunnah
Un requerimiento de creer en la condición de profeta es aceptar como cierto todo lo que el Mensajero de Dios dijo. Dios escogió a Sus Mensajeros de entre Sus adoradores para llevar Su Ley a la humanidad. Dios dice:
“…Dios sabe mejor que nadie en quién confiar Su Mensaje…” (Corán 6:124)
Dios también dice:
“…los Mensajeros sólo tienen la obligación de transmitir el Mensaje con claridad”. (Corán 16:35)
El Mensajero está protegido del error en todas sus acciones. Dios ha protegido su lengua de no decir nada sino la verdad. Dios ha protegido sus miembros de no hacer nada sino lo que es correcto.
Dios lo ha salvaguardado de mostrar aprobación por algo contrario a la Ley Islámica. Él es la más hermosa creación de Dios. Esto está claro en la manera en la que Dios lo describe en el Corán:
“Por la estrella cuando desaparece [al amanecer] que vuestro compañero [el Profeta Muhammad] no se ha extraviado ni está en un error ni habla de acuerdo a sus pasiones. Él sólo trasmite lo que le ha sido revelado”. (Corán 53:1-4)
Nosotros vemos en el Hadiz que ninguna circunstancia, sin importar de qué se tratara, podía impedir que el Profeta hablara con la verdad. Tener ira nunca le impidió hablar la verdad. Tener ira nunca afectó su discurso. Nunca dijo una mentira, incluso cuando estaba bromeando. Sus propios intereses nunca le alejaron de hablar la verdad. La única meta que él buscaba era complacer al Dios Todopoderoso.
Abdullah bin Amr bin al-Aas relató que él solía escribir todo lo que el Mensajero de Dios decía. Luego, la tribu de Quraish le prohibió que lo hiciera, diciéndole: “¿Tú escribes todo lo que el Mensajero de Dios dice, y no es él sino un hombre que habla por satisfacción y en momentos de ira?”
Abdullah bin Amr dejó de escribir y mencionó esto al Mensajero de Dios, quien le dijo:
“Escribe, pues por Aquel en cuyas manos está mi alma, sólo la verdad sale de mí”… y apuntó a su boca.
El Corán, la Sunnah y el consenso de los juristas todos apuntan al hecho de que obedecer al Mensajero de Dios es obligatorio. Dios dice en el Corán:
“¡Oh, creyentes! Obedeced a Dios, obedeced al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad y conocimiento. Y si tenéis un conflicto, remitidlo al juicio de Dios y del Mensajero, si es que creéis en Dios y en el Día del Juicio, porque es lo preferible y el camino correcto”. (Corán 4:59)
¿Qué es el Corán?
El milagro del Corán
"Alif, lam, mim. Este Gran Libro, en el cual no existen dudas, constituye una base para guiar a los temerosos (de Dios: los creyentes)" Sagrado Corán, 2 :1 y 2 )
Introduccción :
El Sagrado Corán es la Revelación que Dios Altísimo hiciera al Profeta Mohammad a lo largo de los últimos veintitrés años de su noble vida, hace unos 1400 años aproximadamente. Es uno de los Libros Celestiales, junto con la Torah, los Salmos y el Evangelio, con la particularidad de ser el último de ellos y, por consiguiente, el más cercano a nuestro tiempo. Fue registrado en la medida en que se iba revelando, durante la vida del Santo Profeta (Bendiciones y Paz de Dios), quien personalmente supervisó toda la tarea a fin de que no sufriera alteraciones, modificaciones, omisiones ni agregados.
En consecuencia, el Libro que hoy tenemos en nuestras manos es, sinlugar a ningún tipo de dudas, exactamente el mismo que transmitiera nuestro amado Profeta Muhammad (Bendiciones y Paz de Dios) para la posteridad. No ha existido en toda la historia del Islam, ninguna clase de asamblea, reunión o concilio para realizar algún cambio, ni siquiera en una palabra. Sí existen interpretaciones o exégesis del Corán, pero expuestas en forma independiente al Libro, no como una parte misma del texto. En el Islam nadie puede alegar la "inspiración del Espíritu Santo" para realizar alguna alteración o agregado al texto coránico. En estas cuestiones, el criterio de todas las escuelas Islámicas es unánime.
El Sagrado Corán es la Palabra de Dios Altísimo, y como tal resulta incomparable con cualquier palabra humana, del mismo modo en que cualquier objeto de la Creación Divina (desde los átomos y las células hasta el mismo ser humano y el Cosmos en general) es inimitable, sin que nada en absoluto de lo que el hombre pueda hacer pueda asemejársele. En definitiva : el Sagrado Corán es un milagro en sí mismo.
En la presente exposición nos abocaremos a realizar un breve análisis de esta cualidad milagrosa del Libro de Dios de la manera más objetiva posible, a fin de que podamos aceptarlo como lo que realmente es : la Palabra de Dios Altísimo.
Algunas características generales del Corán :
Antes de entrar de lleno al análisis del milagro del Corán, mencionaremos algunas de sus características generales :
1. Amplitud : El Corán a pesar de no ser un libro excesivamente extenso (está contenido íntegramente en un tomo, dividido en 114 "suras" o capítulos con algo más de 6.000 versículos o "aleyas"), abarca una amplia variedad de temas : el conocimiento de Dios (teología), de la Creación, del alma humana, de la Historia, de lo referente al Más Allá, al Día del Juicio Final, así como numerosas cuestiones que hacen a la vida social, como ser los derechos, las leyes, la economía, la política, etc. Es decir : abarca todos los temas de mayor importancia e interés para el ser humano.
2. Vigencia : A pesar de ser un texto de algo más de mil cuatrocientos años de antigüedad, resulta actualmente vigente. Los temas que desarrolla no han perdido actualidad ni importancia, y su lenguaje es perfectamente comprensible. Por otra parte, se encuentra escrito en idioma árabe, que es una lengua viva que es usada en gran parte del mundo, por lo que podemos tener acceso al texto en su idioma original, sin que pierda su vigencia en absoluto.
3. Frescura :Lo mencionado anteriormente nos permite comprobar, a través de su lectura, la frescura del Corán : Dios nos habla por su intermedio en una forma clara, con ejemplos simples, accesibles a todo nivel de entendimiento, y a la vez con una profundidad insondable e inabarcable.
4. Respuesta a todas las cosas : Los interrogantes que el ser humano pueda llegar a plantearse en su existencia, sean éstos de mayor o menor importancia, pueden hallar respuesta en el Corán, ya sea en forma directa o a través de las lecciones, ejemplos e historias que expone.
5. Solución de todas las cosas : Todos los problemas que se le presentan al ser humano, en su vida individual o social, puede hallar una solución entre las tapas del Sagrado Corán. (Aclaramos que para este punto y el anterior existe en el Islam como complemento, la Tradición - en árabe :"Hadiz"-, que recoge todo lo expresado por el Profeta Muhammad (BPD), que explican, interpretan o complementan los diversos aspectos del Corán, brindando así la respuesta y solución a absolutamente todas las cuestiones que se le presenten al ser humano hasta el fin de los Tiempos).
6. Buena Guía : Para culminar este resumen, mencionaremos la principal función del Libro Celestial, la razón de ser del Mensaje de Dios : la Buena Guía de la Humanidad. Las Palabras del sagrado Corán exhortan y advierten al ser humano, le recuerdan el sentimiento y significado de su existencia, y lo encaminan hacia la Senda del bien, de la salvación, de la perfección, de la felicidad, previniéndolo sobre los riesgos de tomar el camino de la perdición.
Estas son algunas de las características generales del Sagrado Corán. Ahora pasaremos a analizar el aspecto milagroso del Libro de Dios, y luego veremos algunas tradiciones (ahadiz) sobre él, donde se exponen otras cuestiones sobre sus nobles cualidades.
El milagro del Corán
Un milagro es una trasgresión a las leyes de la naturaleza que va más allá de las capacidades humanas, por lo que resulta una prueba irrefutable del Poder de Dios. Con este sentido de prueba irrefutable, todos los Profetas y Mensajeros de Dios (Paz para todos ellos) han exhibido milagros, como un signo de su autenticidad , como una muestra cabal y contundente de su relación con Dios Altísimo. Estos milagros, consistentes en la transformación de la materia, la curación de las enfermedades y defectos hasta entonces incurables, la resurrección de muertos, etc., eran fenómenos imposibles de reproducir por aquellos que los presenciaban. No se trataba de hechos que tuviesen una explicación racional, como muchos científicos y pensadores actuales pretenden, tratando de justificar los eventos milagrosos atribuyéndolos a la ignorancia de la gente y a fenómenos naturales, a fin de negar lo innegable : el Poder de Dios.
Tampoco se trataba de actos de magia que engañaban a quienes los presenciaban, como se evidencia del relato coránico de Moisés (P) y su enfrentamiento con los magos del reino de Faraón (ver Corán 7 : 103 a 126).Tampoco consistían en poderes sobrenaturales o paranormales de los mismos Profetas (P), limitados al ámbito humano, como se evidencia en varios párrafos del Sagrado Corán (por ejemplo, Corán 5: 110 sobre los milagros de Jesús (P)). La doctrina coránica rechaza todas estas cuestiones, y sólo los atribuye al Poder de Dios Altísimo. Es Dios Mismo Quien puede modificar y transgredir dichas leyes a Su Voluntad. Esto no se encuentra en absoluto alejado de la razón y la lógica.
Como ya expresamos, todos los Profetas (P) han exhibido milagros, con el Permiso de Dios y por Su Poder y Voluntad, a fin de demostrar su vínculo con Dios y la autenticidad de sus misiones como Mensajeros Divinos. También el Profeta Muhammad (BPD) ha realizado milagros que demostraron su veracidad ante la gente. Pero el principal milagro que él presentó, tanto para sus contemporáneos como para la posteridad, es el Sagrado Corán. El Profeta (BPD), como Sello de la Profecía y último de los Mensajeros celestiales, presentó un milagro que pudiese ser presenciado por los hombres de todas las épocas y lugares hasta el fin de los tiempos, y que todos pudiesen analizar y corroborar su aspecto milagroso. En cambio, los otros milagros realizados por los Profetas (P) solamente presentan un valor completo para aquellos que los han presenciado, mientras que nosotros en última instancia, podemos dudar de su existencia y desconfiar de su autenticidad. Pero es imposible dudar del Corán, pues se encuentra al alcance de todos. Por otro lado, el Profeta Muhammad (BPD) ha sido enviado por Dios a toda la Humanidad, mientras que los Profetas (P) anteriores tenían una misión más limitada.
Por eso, el milagro que probase su autenticidad debía perdurar a lo largo del tiempo. Y este signo milagroso, esta pruba irrefutable de la veracidad del Profeta (BPD) y del Islam, es el Noble Corán, un Libro que a lo largo de catorce siglos se ha mantenido vigente, siempre fresco, útil, provechoso, actual, sabio, pleno de ciencia, claro, luminoso, infalible. Durante catorce siglos miles de enemigos del Islam han tratado de rebatirlo, alterarlo, hallarle errores, etc, y no lo han conseguido jamás. Han pasado decenas de civilizaciones diferentes, con culturas diversas, y una infinidad de condiciones cambiantes, pero sin embargo el Corán se ha mantenido siempre actual, vigente, y les ha hablado a todas la personas de todos los pueblos, en un lenguaje vivificador, guiando al ser humano hacia la rectitud, la luz y la felicidad. Sin dudas que se trata del mayor milagro que Dios le Ha presentado al hombre en toda su historia.
El Qurán es una transcripción de las palabras exactas reveladas por Allah ta'ala al Profeta Muhammad (‘alayhi salat wa salam), a través del Angel Gabriel.
Las palabras fueron memorizadas por Muhammad (salla Allahou ‘alayhi wa salam) dictadas luego a sus compañeros y más tarde escritas por escribas, que las examinaron detenidamente mientras el profeta (salla Alahou ‘alayhi wa salam) aún vivía. Ninguna palabra des sus 114 capítulos, (Suras), ha sido cambiada desde entonces y, de este modo, el Qurán sigue siendo, en cada detalle, el texto único y milagroso revelado a Muhammad (salla Allahou ‘alayhi wa salam) hace catorce siglos. El Qurán, la última Palabra revelada por Allah, es la fuente principal de la fe y de la práctica de cada musulmán. Abarca todos los temas que nos conciernen como seres humanos; la sabiduría, la doctrina, el culto y la ley; pero su tema básico es la relación entre Allah y Sus criaturas. Al mismo tiempo, el Qurán suministra las líneas maestras para una sociedad justa, una conducta humana apropiada y un sistema económico equitativo. Todavía se puede consultar el Qurán en su forma competa y original, y en el lenguaje tal como fue revelado, el idioma pristino árabe.
Sí existen otras fuentes sagradas, la Sunnah, la práctica y el ejemplo del Profeta (salla Allahou ‘alayhi wa salam) , es la segunda fuente para los musulmanes.
Un Hadiz es un relato autorizado de lo que el Profeta (saLla Allahou ‘alayhi wa salam) dijo, hizo o aprobó. Creer en la Sunnah forma parte de la fe islámica. « Es un libro que se te ha hecho descender para que saques a los hombres de las tinieblas a la luz con el permiso de su Señor, hacia el camino del Poderoso, el Digno de Alabanza » (Corán 14: 1) « Os ha venido, procedente de Dios, una luz y un Libro claro, con el cual Dios guía a quienes buscan Su complacencia por los caminos de la salvación, con Su permiso, y los saca de las tinieblas a la luz y los guía al camino recto » (Corán 5: 15-16) « Si tenéis alguna duda sobre lo que hemos revelado a Nuestro siervo, traed una sura semejante. Llamad a vuestros testigos, fuera de Dios, si sois veraces. Si no lo hacéis - y no lo haréis - evitad el fuego, cuyo combustible son las gentes y las piedras, que fue preparado para los incrédulos. »
« Nosotros revelamos el Corán y nosotros nos encargamos de conservarlo ».
(Corán 15 : 9) Hay que tener en cuenta que el Sagrado Qurán fue revelado en árabe al profeta Muhammad (alayhi salat wa salam) por lo tanto cualquier traducción del mismo, ya sea en castellano o en cualquier otro idioma, no es el Qurán, ni es una versión del mismo; es tan solo una traducción de los significados del Qurán. El Qurán como tal, existe tan solo en árabe tal y como fuera revelado. Relató Abdul-lah, an-Nu'man Ibn Bashir (Ra): "He oído al Mensajero de Allah (sala allahou ‘alayhi wa salam), diciendo:
"Ciertamente, lo lícito es obvio, lo ilícito es obvio, y entre los dos hay asuntos dudosos acerca de los que mucha gente no sabe. Quien guarda de los asuntos dudosos se purifica en su religión y en su honor, y quien cae en los asuntos dudosos, caerá en lo ilícito. Como el pastor que pasta alrededor de un prado vedado, casi pastando en él. Por cierto, que todo rey tiene su vedado, ciertamente el vedado de Allah es lo ilícito, y ciertamente en el cuerpo hay un pedazo de carne, que si está sano, sanará todo el cuerpo, y si se corrompe, se corromperá todo el cuerpo y este es el corazón »
( إن الحلال بين ، وإن الحـرام بين ، وبينهما أمـور مشتبهات لا يعـلمهن كثير من الناس ، فمن اتقى الشبهات فـقـد استبرأ لديـنه وعـرضه ، ومن وقع في الشبهات وقـع في الحرام ، كـالراعي يـرعى حول الحمى يوشك أن يرتع فيه،ألا وإن لكل ملك حمى ، ألا وإن حمى الله محارمه ، ألا وإن في الجـسد مضغة إذا صلحـت صلح الجسد كله ، وإذا فـسـدت فـسـد الجسـد كـلـه ، ألا وهي الـقـلب)
(Lo Transmitieron al-Bujari y Muslim)
LAS FUENTES ISLÁMICAS: EL CORÁN Y LA SUNNAH (PARTE 1 DE 2)
La mayor manifestación de la gracia de Dios para la humanidad, la sabiduría máxima, y la belleza suprema de expresión; en resumen, la Palabra de Dios. Así es como el erudito alemán Muhammad Asad, describió una vez al Corán. Si uno fuera a preguntarle a cualquier musulmán que lo describiera, lo más probable es que diría algo similar. El Corán, para el musulmán, es la Palabra irrefutable e inimitable de Dios. Fue revelado por Dios Todopoderoso a través del Profeta Muhammad, que la misericordia y las bendiciones de Dios sean con él. El propio Profeta no participó en la autoría del Corán, él no fue más que un mensajero, repitiendo los dictados del Creador Divino:
“Él (Muhammad) no habla de acuerdo a sus pasiones. Él solo trasmite lo que le ha sido revelado”. (Corán 53:3-4)
El Corán fue revelado en árabe al Profeta Muhammad en un período de 23 años. Está compuesto en un estilo tan único, que no puede ser considerado poesía ni prosa, sino una especie de mezcla entre las dos. El Corán es inimitable, no puede ser imitado ni copiado, y Dios Todopoderoso reta a la humanidad a intentar hacerlo si cree que puede:
“Dicen: ‘[Muhammad] lo ha inventado’. Diles: ‘Entonces produzcan un capítulo similar [a un capítulo del Corán]. Recurran para ello a quienes quieran fuera de Dios, si es que dicen la verdad’”. (Corán 10:38)
El lenguaje del Corán es tan sublime, y su recitación tan conmovedora, que un erudito no musulmán señaló: “Fue como la cadencia del latido de mi corazón”. Debido al estilo único de su lenguaje, el Corán no solo es fácil de leer, sino también relativamente fácil de memorizar. Este último aspecto ha jugado un papel importante no solo en la preservación del Corán, sino también en la vida espiritual de los musulmanes. Dios mismo afirma: “He hecho el Corán fácil de comprender y memorizar. Pero, ¿habrá alguien que reflexione?” (Corán 54:17)
Una de las características más importantes del Corán es que se mantiene hasta el día de hoy como el único libro sagrado que nunca ha cambiado; se ha mantenido libre de cualquier adulteración. Sir William Muir anotó: “Probablemente no hay en todo el mundo otro libro que haya mantenido su texto tan puro por (catorce) siglos”. El Corán fue puesto por escrito durante la vida y bajo la supervisión del Profeta, quien era iletrado. Por lo tanto, su autenticidad es intachable y su preservación es vista como el cumplimiento de la promesa de Dios:
“Nosotros hemos revelado el Corán y Nosotros somos su custodio”. (Corán 15:9)
El Corán es un libro que proporciona al ser humano el alimento espiritual e intelectual que anhela. Sus principales temas incluyen la Unidad y Unicidad de Dios, el propósito de la existencia humana, la fe y la consciencia de Dios, el Más Allá y su importancia. El Corán también hace un fuerte énfasis sobre razón y el entendimiento. En estas esferas del entendimiento humano, el Corán va más allá de solo satisfacer el intelecto humano, y lo anima a uno a la reflexión. A diferencia de otras escrituras, hay desafíos coránicos y profecías. Asimismo, está lleno de hechos que solo recientemente han sido descubiertos. Uno de los campos más excitantes en los últimos años ha sido el descubrimiento de una cantidad importante de información científica en el Corán, incluyendo el evento del Big Bang, datos embriológicos, y otra información concerniente a biología, astronomía, etc. No hay una sola afirmación que no haya sido confirmada por los descubrimientos modernos. En resumen, el Corán satisface el corazón, la mente y el alma. Quizás la mejor descripción del Corán fue dada por Ali, el primo del Profeta Muhammad, cuando lo expuso así:
“El Libro de Dios. En él está el registro de lo que está ante ti, el juicio de lo que está dentro de ti, y las profecías que vendrán después de ti. Es decisivo, no son palabras vanas. Quien es tirano e ignora el Corán, será destruido por Dios. Todo aquel que busque guía fuera del Corán, será desviado. El Corán es el vínculo inquebrantable con Dios, es el recuerdo lleno de sabiduría y el camino correcto. El Corán no será distorsionado por las lenguas, ni puede ser desviado por los caprichos. Nunca embota por su estudio repetido, los eruditos siempre quieren más de él. Las maravillas del Corán nunca terminan. Quien hable a partir de él, dice la verdad, quien gobierne basado en él será justo, y quien se mantenga apegado a él será guiado por el camino recto” (At-Tirmidi).
LAS FUENTES ISLÁMICAS: EL CORÁN Y LA SUNNAH (PARTE 2 DE 2)
Sunnah
El término Sunnah proviene de la palabra raíz sanna, que significa: abrir el camino o hacer la ruta más fácilmente transitable, de modo que más tarde se convierta en una vía comúnmente seguida por todo el mundo. Así que Sunnah puede ser descrita como una calle, vía o camino en el que las personas, los animales y los vehículos viajan. Adicionalmente, puede aplicarse a una guía profética, es decir, la ley que los profetas trajeron y enseñaron como explicación o aclaración de un libro revelado divinamente. Normalmente, la guía profética incluye referencias a los dichos, actos, características físicas y rasgos del carácter de los profetas.
Desde el punto de vista islámico, Sunnah se refiere a todo lo narrado o relacionado con el Profeta Muhammad, que la misericordia y las bendiciones de Dios sean con él, rastreado auténticamente hasta él, que se refiera a su discurso, sus actos, sus rasgos y sus aprobaciones silenciosas.
Cada narración está compuesta de dos partes: el isnad y el matn. El isnad se refiere a la cadena de personas que relataron una narración en particular. El matn es el texto de la narración como tal. El isnad debe incluir individuos rectos y sinceros cuya integridad sea incuestionable.
El discurso del Profeta Muhammad
El discurso del Profeta Muhammad se refiere a sus dichos. Por ejemplo, él dijo:
“Las obras son según las intenciones, y cada persona será recompensada según su intención. Así pues, quien haya emigrado por algún beneficio mundanal o por casarse con una mujer, su emigración será para lo que él quiso” (Sahih Al Bujari).
El Profeta también dijo:
“Quien cree en Dios y en el Último Día, debería decir algo bueno o guardar silencio”.
Estos dos reportes muestran claramente que el Profeta dijo estas palabras. En consecuencia, son conocidos como su discurso.
Los actos del Profeta Muhammad
Sus actos se refieren a todo lo que hizo, como está reportado auténticamente por los Sahabah (Compañeros). Por ejemplo, Hudhaifah informó que cuando el Profeta se levantaba por la noche, se limpiaba los dientes con un miswak (palito para limpiar los dientes). Además, Aishah reportó que el Profeta prefería hacerlo todo comenzando por el lado derecho: ponerse los zapatos, caminar, limpiarse y demás asuntos personales.
Las aprobaciones silenciosas del Profeta Muhammad
Sus aprobaciones silenciosas sobre diferentes temas se refieren a si no se oponía o no le importaba lo que veía, escuchaba o sabía acerca de los actos o dichos de sus compañeros. En una ocasión, por ejemplo, el Profeta supo por algunos de sus compañeros, de los actos de otros compañeros. Poco después de la batalla de Jandaq, el Profeta Muhammad dio la orden a los compañeros de que se apresuraran en ir a la tribu de Banu Quraidah, animándolos a darse prisa, pues quizás ellos iban a rezar el Asr (la oración de media tarde) allí. Algunos de los compañeros del Profeta respondieron de inmediato y salieron sin rezar el Asr. Llegaron después de la puesta del sol, acamparon y rezaron el Asr pasado el ocaso. Al mismo tiempo, otro grupo de compañeros formularon su juicio de manera distinta. Pensaron que quizás el Profeta solo los animaba a apresurar la marcha hacia su destino, en lugar de retrasar el Asrhasta después del atardecer. En consecuencia, decidieron quedarse en Medina hasta que rezaron el Asr. Inmediatamente después, se apresuraron a ir hacia la tribu de Banu Quraidhah. Cuando se le contó al Profeta que cada grupo había respondido de manera distinta a su orden, afirmó ambos juicios.
Los rasgos físicos y cualidades morales del Profeta Muhammad
Todo lo narrado auténticamente con respecto a la complexión del Profeta y sus demás características físicas, está incluido también en la definición de Sunnah. Umm Ma’bad describió lo que vio del gran Profeta. Ella dijo:
“Vi a un hombre de rostro radiante con un resplandor brillante, ni demasiado delgado ni demasiado gordo, elegante y guapo. Sus ojos tenían un tono negro profundo con pestañas largas. Su voz era agradable y su cuello largo. Tenía una barba espesa. Sus largas cejas negras estaban arqueadas y conectadas entre sí de manera hermosa. En silencio, se mantenía digno, llevando a la mayor admiración y respeto. Cuando hablaba, su discurso era brillante. De toda la gente, él era el más guapo y el más agradable, incluso cuando se aproximaba desde la distancia. En persona, era único y admirable. Dotado con lógica elocuente, su discurso era moderado. Sus argumentos lógicos estaban bien organizados, como si fueran un rosario de gemas. No era muy alto ni muy bajo, sino exactamente en el medio. Entre tres, él aparecía como el más radiante y vibrante. Tenía compañeros que lo honraban cariñosamente. Cuando hablaba, ellos lo escuchaban con atención. Cuando les daba órdenes, ellos las ejecutaban con presteza. Se reunían a su alrededor y lo custodiaban. Él nunca hablaba ni miraba con frivolidad” (Al Hakim).
Junto con sus características físicas, sus compañeros también describieron sus hábitos y comportamiento con la gente. Una vez, Anas reportó:
“Serví al Profeta de Al‑lah, Dios lo bendiga, por diez años. Durante ese tiempo, nunca me dijo ni siquiera una vez algo tan fuerte como ‘uf’ si yo hacía algo malo. Nunca me preguntó, si había dejado de hacer algo, ‘¿por qué no lo hiciste?’, y nunca me dijo, si yo había hecho algo mal, ‘¿por qué lo hiciste?’”
De lo anterior, podemos ver con claridad que cuando el término Sunnah aparece en un contexto general refiriéndose al Profeta Muhammad, comprende todo lo narrado sobre el Profeta y que ha sido rastreado auténticamente hasta él. Una vez que un musulmán conoce la autenticidad de una narración, está obligado(a) a seguirla y obedecerla en consecuencia. Tal obediencia es un mandato de Dios, pues Él declara:
“¡Oh, creyentes! Obedezcan a Dios y a Su Mensajero, y no le den la espalda al escuchar [el mensaje]”. (Corán 8:20)
En ocasiones, algunos musulmanes quedan perplejos cuando la gente dice que la Sunnah es algo que solo se recomienda y que no es obligatorio. Por lo tanto, concluyen que solo estamos obligados a seguir el Corán y no la Sunnah. Tal argumento resulta de un grave malentendido. Los eruditos de la jurisprudencia islámica utilizan el término Sunnah para denotar lo que está establecido auténticamente del Profeta Muhammad en actos que no fueron hechos obligatorios por Dios posteriormente.
Ellos sostienen que esto incluye cualquier dicho del Profeta Muhammad en el que anima a los musulmanes a realizar una tarea en particular, y se complementa con aquellas que sostienen tales atributos. Así, para ellos el término Sunnah se refiere a lo que es “recomendado” y no obligatorio (fard o wayib).
A partir de esto último, podemos ver con claridad que el término Sunnah toma diferentes significados cuando es utilizado en distintas disciplinas islámicas.