La palabra "coranismo" describe una creencia desviada en la que el Corán es aceptado como revelación de Dios, pero la Sunna del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y la colección del Hadiz[1] son rechazados. Aquellos que comparten esta creencia son conocidos como coranitas. La doctrina coranita afirma que el mensaje en el Corán es claro y completo y, por ello, puede ser comprendido sin hacer referencia a la Sunna ni al Hadiz.
Los eruditos islámicos, incluyendo aquellos que a menudo son denunciados como demasiado liberales, condenan esta creencia. Ellos señalan el hecho de que el Corán les ordena a los musulmanes seguir el ejemplo o Sunna del Profeta Muhammad. Muchos eruditos agregan que, sin la literatura del Hadiz, muchos conceptos islámicos serían abstractos y no tendrían sustancia. Por ejemplo, es la literatura del Hadiz la que nos enseña cómo rezar, cómo ayunar, cómo dar la caridad obligatoria, y cómo hacer el peregrinaje a La Meca.
Es difícil estimar el número de personas que siguen esta secta desviada del Islam, dado el hecho de que, como regla general, evitan cualquier grupo u organización religiosos. Sin embargo, hay varios grupos que se han reunido bajo diversos nombres, como Ahl ul Qur’an, Submitters, y en Nigeria surgió un grupo llamado Kala Kato. En su Sunna, el Profeta Muhammad nos advirtió sobre estas personas:
"No quiero ver a ninguno de ustedes reclinado en su sofá y que cuando escuche mis instrucciones y advertencias, diga: ‘No lo acepto, no encuentro nada de ello en el Libro de Dios’"[2].
"¿Alguno de ustedes pensaría que Dios solo describiría lo que está prohibido en el Corán? Les digo, por Dios, que he advertido, ordenado y prohibido cosas que son tan importantes como las que están en el Corán, o más"[3].
El Islam nos enseña que el Hadiz y la Sunna del Profeta Muhammad explican y completan el Corán. La evidencia de esto proviene del Corán mismo. Dios dice que Él le reveló el Corán al Profeta Muhammad para que pudiera dejarlo claro y comprensible para la humanidad (Corán 16:44). La importancia de obedecer a Muhammad se puede entender en esta aleya:
"… no creerán [realmente] a menos que te acepten [a ti, Muhammad,] como juez de sus disputas, y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan completamente" (Corán 4:65).
Dios nos advierte que no desobedezcamos al Profeta Muhammad, afirmando que quien lo haga será condenado. Él dice:
"…Que estén precavidos aquellos que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Dios, no sea que les sobrevenga una desgracia o los azote un castigo severo"
(Corán 24:63)
El Corán y la Sunna, incluyendo los hadices auténticos, no se pueden entender correctamente sin recurrir el uno al otro. Todos los eruditos del Islam están de acuerdo en que la sugerencia de los coranitas de que todos los hadices son fabricados, no tiene sentido. A lo largo de la historia islámica, los eruditos han tenido cuidado en purificar la Sunna de cualquier elemento extraño o extravagante. Si tenían alguna duda sobre la veracidad de cualquier narrador, o si existía la menor posibilidad de que un narrador hubiera olvidado algo, eso era motivo suficiente para rechazar un Hadiz.
Autenticar un Hadiz es una ciencia meticulosa que implica la adherencia estricta a procedimientos desarrollados durante siglos. Contiene toda la rigurosidad académica occidental y más (de hecho, la historiografía occidental derivó de la metodología de la ciencia del Hadiz). Un Hadiz es autenticado y clasificado de muchas formas distintas, y antes de que lo leas, ha pasado por muchos métodos de clasificación, de los cuales el más conocido es la clasificación de acuerdo a la confiabilidad y la memoria de sus narradores.
Cuando una persona rechaza el Hadiz o la Sunna del Profeta Muhammad, surge una pregunta importante. ¿Cómo adora un musulmán a Dios sin recurrir a las enseñanzas del Profeta Muhammad? Por ejemplo, el Corán no proporciona una descripción detallada de la oración ni de las condiciones requeridas para que una oración sea aceptada. Cuando Dios ordena a los creyentes que recen, Él no menciona las horas de las oraciones ni los detalles de cómo realizarlas. Sin embargo, el Profeta Muhammad aclaró esto cuando dijo: "Recen como me han visto rezar a mí"[4]. Y la literatura del Hadiz nos da detalles de cómo hacerlo.
Dios hace que la peregrinación sea obligatoria, pero no explica los detalles en el Corán acerca de cómo realizar este acto de adoración. El Profeta Muhammad explicó sus complejidades y reglas. Cuando Dios hizo obligatoria la entrega de la caridad anual (Zakat), Él no mencionó sus detalles. La Sunna, sin embargo, aclara esto y lo pasa de una orden general a un conjunto específico de detalles. En resumen, son los actos y los dichos del Profeta Muhammad los que explican e ilustran lo que Dios nos dice en el Corán.
La amada esposa del Profeta Muhammad, Aisha, dijo que el carácter de su esposo era el Corán[5]. El Imam An-Nawawi, un apreciado erudito del Hadiz, dijo que esto significa que el Profeta Muhammad actuaba de acuerdo al Corán, respetaba sus límites, se apegaba a su disciplina, prestaba atención a sus parábolas y lecciones, reflexionaba sobre sus significados, y lo recitaba de manera correcta. Las tradiciones, la Sunna y los hadices auténticos son, de hecho, inseparables del Corán.
La gran mayoría de los musulmanes reconoce que el Corán y la Sunna están entrelazados. Uno está incompleto sin el otro. Siglos de eruditos han dejado a los musulmanes en la envidiable posición de poder seguir los pasos del Profeta Muhammad. Somos capaces de construir una imagen muy clara de su vida y su época. Sabemos que sus compañeros lo buscaban para que explicara y aclarara las revelaciones que le fueron enviadas por Dios.
Lamentablemente, aunque no son las primeras personas en hacerlo, los coranitas buscan confundir a la gente al rechazar la literatura del Hadiz. Algunos de esos grupos, pequeños pero muy activos, hacen todo lo posible para presentarse como el verdadero Islam, cuando es de lejos obvio que no lo son. En esta época en que la gente tiene acceso a enormes cantidades de información con el toque de un botón, es importante reconocer cuándo un sitio en internet se autoproclama como algo que no es. A ellos les gusta dar la apariencia de tener muchísimos seguidores y tratan de trazar sus raíces y fuentes a lo largo de siglos de erudición islámica. Si te topas con uno de esos sitios web, no debería ser difícil darte cuenta de su error. Los sitios web coranitas usualmente revelan, en sus páginas introductorias, que le dan importancia al Corán como la única fuente de la ley islámica. Por otro lado, la gran mayoría de los sitios web islámicos llaman la atención sobre las dos fuentes de la ley, el Corán y la Sunna.