“Hay un gran interés en las estadísticas misionales por el número de las personas convertidas al cristianismo y por el aumento de los miembros afiliados a las iglesias locales. El cristianismo, en este sentido, alcanza un extremo contradictorio al Islam, pues a pesar de que es una religión predicadora, al igual que el cristianismo, es menos presumida en cuanto a la gente que se convierte a él… La sociedad islámica atrae a la gente por el mero hecho de aceptarles como hermanos en el Islam. Esta orientación es seguida únicamente por aquellos que tienen una gran convicción de su religión hasta el punto de que no necesitan las estadísticas para confirmarlo, mientras encontramos que los cristianos occidentales están pasando por una crisis de falta de confianza.”