Los “milagros en la naturaleza” de los que se habla popularmente hoy en día

Pregunta

Recientemente en algunos sitios web y salas de chat se ha hecho común ver tópicos y publicaciones con imágenes o videos que muestran supuestos milagros, como una fuente que brota en el desierto, o en nombre de Dios escrito en la piel de una cabra, o nubes formando el nombre de Dios, o una muchacha que fue transformada en un animal. La mayoría de estas historias y fotos son trucadas o fabricadas, no son verídicas, pero sin embargo están muy difundidas. ¿Cuáles son las normas sobre estas cosas?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

Muchos son los signos de Dios en el universo; cada átomo en él es un testimonio de Su grandeza y majestad, y confirma Su unidad. 

Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):

“Hâ'. Mîm. Este Libro [el Sagrado Corán] es la revelación que dimana de Allah, Poderoso, Sabio. Por cierto que en los cielos y la Tierra hay signos para los creyentes.  También en vuestra creación y en la diseminación de los animales hay signos para quienes tienen certeza de su fe. Y en la sucesión de la noche y el día, las lluvias que Allah envía del cielo con las cuales revive la tierra azotada por la sequía y los cambios de los vientos hay, sin duda, signos para quienes reflexionan. Éstos son los signos de Allah que te revelamos con la Verdad ¿Y en qué otro Mensaje creerán si no creen en Allah y en Sus signos?” (al-Jáziyah, 45:1-6). 

Esto es una invitación a meditar y pensar sobre docenas de versos en el Sagrado Corán que nos encomiendan prestar atención a los signos visibles y meditar en ellos, como forma de incrementar nuestra fe y certidumbre en el Creador y Su unidad absoluta, glorificado y exaltado sea. 

Lo que estos signos tienen en común es que son visibles para toda la gente. La Tierra, el cielo, el Sol, la Luna, los animales, la lluvia, nuestra propia alma, son todos signos que pueden ser vistos y conocidos por el ser humano. Cada individuo puede comprender la grandeza de estos signos y darse cuenta de que señalan a Dios. Aún cuando los científicos pueden conocer detalles que el público no sobre estas realidades, son visibles para todos, y cada persona puede aprender de ellas de acuerdo a su nivel de conciencia. 

Pero con respecto a lo que hoy conocemos como “milagros de la naturaleza”, incluidos los que tú mencionas, hay que recordar que Dios tiene poder sobre todas las cosas, y que nada es imposible para él. De hecho, los musulmanes creemos que muchas de esas transformaciones sucederán, como el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos dijo. 

At-Tirmidi (2212) narró que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “En mi comunidad habrá gente que será tragada por la tierra y convertida en monos y en cerdos, y serán azotados con piedras”. Un hombre entre sus compañeros le preguntó: “Oh, Mensajero de Dios, ¿cuándo sucederá eso?”. Él respondió: “Cuando las juergas con música, mujeres, y vino se difundan ampliamente entre la gente”. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidi. 

Esto es en lo que respecta a poder de Dios, glorificado y exaltado sea, que no tiene límites. Pero sobre si estos “milagros” que mencionas que circulan hoy en día sucedieron o no, es algo que no puede verificarse. La mayoría de estas cosas que algunos musulmanes se pasan unos a otros en las salas de chat y foros de internet es pura charlatanería, y las fuentes de su autoría no son conocidas. ¿Necesitan los musulmanes realmente estas historias para probar que su religión y creencias son ciertas? ¿Acaso hay alguna falencia en nuestra evidencia, basada en la certeza y el sentido común, para que tengamos que recurrir a estos rumores? 

La actitud correcta que debemos adoptar sobre estas historias es abstenernos de ellas. Entonces, no creemos en ellas, ante la posibilidad de que sean falsas, y no las contradecimos, porque pueden ser verdaderas. Esta es la actitud que debemos tomar en tanto no tengamos una clara evidencia que lo pruebe, si tales evidencias existen como para estar seguros en ese caso. 

El musulmán sabio, el que está consciente de las normas de su religión sobre verificar las noticias y testimonios antes de sacar conclusiones, no debe apresurarse a creer en estas cosas, para no difundir algo de lo que no estamos seguros. 

Pero lo que está pasando es lo opuesto a eso; muchos musulmanes creen en estas historias, y comienzan a difundirlas y comentarlas en sus reuniones, reenviándoselas unos a otros a través de sus teléfonos móviles y correos electrónicos, y luego súbitamente unos días después se dan cuenta que fue un invento o una fabricación de musulmanes que son devotos y celosos del Islam, pero ignorantes e ingenuos, o fraguada por grupos herejes para burlarse. Esto ha causado mucha confusión, y Dios es El Único Cuya ayuda buscamos. 

Lo que objetamos es que la gente se apresure a creer en estas cosas considerándolas como milagros o desafíos, contándole a todo el mundo acerca de ellas, y convirtiéndolas en un fenómeno cuya polémica nunca termina. Cada día hay una historia nueva; el asunto ha llegado hasta el nivel de la estupidez, de forma que nadie que esté sano mentalmente puede creer semejantes cosas. Vemos eso por ejemplo en la historia del rugido del león, en el cual mucha gente, con una inmensa dosis de imaginación, dice escuchar el nombre de Allah. Y mucho peor que esto es lo que está pasando en un país en donde la gente ha comenzado a tocar un árbol en cuyo tronco apareció una figura similar al nombre de Dios, buscando con ello obtener una bendición o curación a sus males. Luego de una investigación, se hizo claro que esta figura había sido tallada por alguien que simplemente quería engañar a la gente. 

Los musulmanes debemos abstenernos de propagar tales rumores, que pueden confundir a la gente.

Le pedimos a Dios que nos ayude a comprender nuestra religión. 

Y Allah sabe más.

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