Cualidades del Profeta Muhammad
Alabado sea Allah fuente de toda sabiduría y justicia que nos ha dado
intelecto para que comprendamos y no nos ha dejado abandonados a
nuestra suerte.
Alabado sea Allah que nos envió profetas y mensajeros para guiarnos por el
camino correcto, y envió a Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él, como el sello de la profecía.
Amar a Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, es
parte de nuestra religión. Dijo el Profeta: “Ninguno de ustedes ha de
completar su fe hasta que yo sea más amado para él que su hijo, su padre y
todas las personas”.
Para amar a Muhammad es necesario que lo conozcamos, y sepamos cómo
era su comportamiento y así poder tomarlo como ejemplo y guía, tal como
nos ordena el Corán cuando dice:
“Tienen en el Mensajero de Allah el mejor ejemplo para quienes tienen
esperanza en Allah y en el Día del Juicio”1T (33:21)
En esta Jutbah mencionaré algunas de sus características y modales, quiera
Allah concedernos así amarlo más y seguir más firmemente su ejemplo.
1. Recataba su mirada con tranquilidad y educación. Miraba mucho hacia el
cielo en contemplación y al invocar a Allah.
2. Cuando se encontraba con alguien era el primero en saludar con la paz,
salam.
3. No hablaba salvo que fuera necesario. Sus palabras nunca eran
desubicadas ni ofensivas.
4. Ante cualquier situación buena alababa y glorificaba a Allah. Jamás
criticaba lo que tenía o recibía. Jamás criticó una comida.
5. Solía sonreír y reír con alegría, pero no pronunciaba carcajadas
estruendosas. Dijo: “Yo bromeo pero no digo sino la verdad”.
6. Solía decir: “infórmenme sobre las necesidades de la gente”, porque sabía
que había personas que sentían timidez de presentarse ante él. Cuando se
presentó ante él un beduino que empezó a temblar por temor a él, le dijo:
“Tranquilízate, soy simplemente el hijo de una mujer que comía pan duro en
La Meca”. También se relató que “solía remendar su propia ropa y zapatos,
4
ordeñar su cabra y hacer todas las demás labores que hacen los hombres en
sus hogares”.
7. Solía visitar a sus compañeros y amigos, y estar atentos a sus situaciones
personales.
8. Al sentarse y al levantarse recordaba y agradecía a Allah. Al abandonar una
reunión siempre hacía una súplica pidiendo a Allah el perdón de cualquier
falta.
9. Al llegar a una reunión, se sentaba donde había un lugar vacío. No
aceptaba que nadie le cediera su lugar, y prohibió a sus compañeros que se
pusieran de pié para recibirlo con honores, siendo él mismo el ejemplo y
personificación de la humildad.
10. Honraba a todas las personas que lo visitaban y jamás ignoraba a alguien.
A tal punto que al terminar una reunión, todos se sentirían que habían sido
los más atendidos por el Profeta.
11. Jamás ignoraba los pedidos de la gente. Llegó a interrumpir una Jutbah
para atender el pedido de una anciana y complacer su necesidad.
12. No levantaba la voz a nadie. Dijo: “Moderen su voz, ya que la voz más
desagradable es el rebuzno del asno”.
13. No maldecía a la gente, no insultaba, no difamaba ni hablaba mal de un
ausente.
14. No se inmiscuía en los asuntos que no le correspondían. Dijo: “Es señal
del buen islam de una persona, el no entrometerse donde no debe”.
15. Escuchaba atentamente a quien le hablaba mirándolo de frente. No lo
interrumpía hasta que había dicho todo lo que éste tenía para decir.
16. Era educado y elocuente al hablar. Cuidaba sus palabras y se expresaba
claramente, repitiendo siempre que hiciera falta o fuera muy importante lo
que estaba diciendo, para recalcar.
17. Era educado y humilde en su actitud hacia la gente. No era altanero ni
soberbio. Dijo: “los bienes que yo tengo nunca lo guardaría si los necesitaran.
Quien se abstiene de pedir cosas, Allah lo perdonará y quién se complazca
con lo que tiene, Allah lo hará rico”.
18. Era valiente y el primero en preocuparse por la gente.
5
19. Era sensible y profundamente espiritual. Lloraba emocionado al recordar
a Allah y recitar el Corán.
20. Pedía perdón a Allah cada día más de 100 veces.
21. Solía atender a los pobres y dar de comer a los hambrientos y
necesitados, compartiendo con ellos sus escasos alimentos.
22. Visitaba y honraba a sus familiares.
23. Cuando se encontraba con alguien, lo hacía con una sonrisa honesta en el
rostro.
24. Se alegraba por la felicidad de sus compañeros y se entristecía con ellos
cuando sufrían una desgracia.
25. Vestía ropas humildes, comía con los pobres, saludaba dando la mano al
rico y al pobre, al adulto y al niño, y no le retiraba la mano hasta que la otra
persona lo hiciera primero.
26. Se sentaba en el piso y comía en el piso.
27. Era sencillo en la convivencia, siempre facilitaba las cosas, y no las
complicaba.
28. Siempre que le daban a elegir entre dos opciones, elegía la más fácil y
sencilla, a menos que fuera un pecado.
29. Cuidaba su apariencia y su higiene. Si se veía en el espejo arreglaba su
cabello, y se embellecía para su esposa. Se cepillaba los dientes al menos 5
veces al día, y se perfumaba siempre que tenía oportunidad.
30. Antes de comer, alababa a Allah por su generosidad, mencionaba su
nombre, comía de lo que tenía adelante, no criticaba la comida, si le gustaba
comía, si no le gustaba no comía, elogiaba lo que había para comer, comía
con su mano derecha y tomaba dando cortos sorbos, generalmente tres, al
finalizar la comida agradecía a Allah por los alimentos y por la guía del Islam.
31. Era muy devoto en su adoración a Allah. Le gustaba orar largamente por
las noches y recitar el Corán, lo hacía hasta que sus tobillos se hinchaban.
32. Le gustaba el retiro espiritual y el ayuno.
6
33. Era altruista y prefería a los demás antes que su propia persona; daba
generosamente y pasaba un mes o dos meses en su casa sin que se
encendiera fuego para cocinar.
34. Era profundamente compasivo con la gente. Enseñó con sabias palabras:
“Quien no es misericordioso con quienes están en la tierra, no será
misericordioso con él quien está en los cielos”.
35. Jamás golpeó a un niño ni a una mujer, y dijo: “No es de los nuestros
quien no honra a nuestros ancianos y no respeta a nuestros niños”.
36. Enseñaba con las palabras y el ejemplo la igualdad y la equidad. Dijo:
“Gente, vuestro Dios es uno; un árabe no es superior a un no árabe, ni un no
árabe es superior a un árabe; ni un blanco es superior a un negro, ni un negro
es superior a un blanco, excepto ante Allah por la devoción y la piedad”.
¡Qué Allah te bendiga, de paz, aumente tu honra y tus seguidores Oh
mensajero de Allah!
¡Oh Allah! bendice a tu Profeta Muhammad. Allah haz que nuestra vida sea
una expresión de nuestro amor por él, y concédenos morir siguiendo su guía
y religión. ¡Oh Allah! concédenos la fortaleza para seguir su Sunnah y
tradición, y regálanos su intercesión el día del Juicio, y concédenos estar
junto a él con quienes Alá ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que
murieron dando testimonio de su fe y los justos. ¡Oh Allah! bendice al Islam y
los musulmanes. Une nuestros corazones y concédenos unidad como nación
y comunidad.