9. Aplazar todo para después
La persona que aplaza sus deberes para después se encontrará con que muchos asuntos se le han acumulado, por lo que no podrá cumplir con todos debidamente o a su tiempo, y se vuelven una carga pesadísima sobre sus hombros, y le resultará difícil deshacerse de ella. Esto lo llevará a hacer mal las cosas y/o, en el peor de los casos, dejar de hacerlas. Dijo el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “Apresúrense a hacer obras buenas antes de que les pase una de sietes cosas que les puede ocurrir. No ven que la pobreza hace olvidar al hombre ocupándolo en la búsqueda del dinero, la riqueza lo hace soberbio, la enfermedad lo detiene, la vejez lo hace débil, la muerte corta sus obras, el Dayyal (el falso mesías) lo engañará y perderá, y cuando llegue la Hora Final ya no habrán obras que valgan” [Tirmidhi].
Los Salaf (predecesores virtuosos), que Al-lah esté complacido con todos ellos, no hicieron oídos sordos a estas palabras, por lo que aprovechaban cada instante de su vida cumpliendo con todo lo que tenían que hacer y más. Basta con escuchar las palabras de Omar ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él: “La fuerza verdadera está en no dejar lo que hay que hacer hoy para mañana”.
Y finalmente, encontramos que el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, aconsejando a un hombre, dijo: “Aprovecha cinco cosas antes de que te sucedan otras cinco: Tu juventud antes que te llegue la vejez, tu salud antes de que te sobrevenga una enfermedad, tu riqueza antes de que seas pobre, tu tiempo libre antes de que estés muy ocupado, y tu vida antes de que mueras” .
10. Ver a las personas ejemplares descuidar sus acciones
Para terminar con las acusas que llevan a las personas a descuidarse y dejar de hacer obras de bien durante el día y la noche, mencionamos una razón más que puede llevar a la gente a caer en este grabe problema. En ocasiones el ser humano se deja llevar por lo que ve de los demás, en especial cuando se trata de una persona ejemplar. Algunos piensan que aquellos, que son un ejemplo para los demás, están exentos de caer en el descuido de sus acciones e incluso en pecados, lo cual no es verdad.
Este tal vez sea uno de los motivos por los cuales el Islam es tan radical en cuanto a la prohibición de que los pecados se hagan en publico y/o públicos, tal como lo señaló el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, cuando dijo: “Toda la gente de mi nación será perdonada, menos aquellos que hagan públicos sus pecados. Y ciertamente hacer públicos los pecados es cuando alguien peca por la noche sin que nadie lo haya visto, pero por la mañana esta persona cuenta a otro lo que hizo, siendo que Al-lah había ocultado su falta del conocimiento de los demás” .
Por otra parte, tenemos al Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, educando a la gente y llamándola a actuar con razonabilidad, no dejándose llevar por lo que hagan o dejen de hacer los demás, dijo: “No sean como las colas que son llevadas por el cuerpo, diciendo: si los demás hacen el bien, pues entonces yo lo haré; y si hacen el mal, yo también lo haré. Más bien hagan el bien si la gente lo hace; pero si hacen el mal, eviten hacerles el mal a ellos” .
Con anterioridad hemos expuesto a lo que nos referimos con: desperdiciar el día y la noche descuidando la adoración, y algunas de las causas que llevan al musulmán a caer en este descuido. Así que es pertinente que hablemos ahora de los efectos que tiene este mal sobre el la persona y los demás, incluso sobre la divulgación y enseñanza del Islam mismo.
Efectos del descuido en la realización de obras de bien sobre los trabajadores
Dentro de los efectos de este descuido sobre los trabajadores podemos mencionar:
1. Preocupación, ansiedad y depresión:
Esto se debe a que la tranquilidad y la paz interior solo se logran con el cumplimiento de las acciones que se deben realizar durante el día y la noche y la continuidad en ellos. Por lo tanto, quien las descuida, está dejando de alimentar su corazón, de tomar la medicina que alivia todos los males del alma y se está alejando de la fuente de su felicidad y tranquilidad, lo que tiene como resultado que se apodere de él la preocupación, la ansiedad y la depresión, qué veraces son las Palabras de Al-lah cuando dijo (lo que se interpreta en español): {Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera} [Corán 20:124]; y (lo que se interpreta en español): {A quien niegue el Mensaje de su Señor, Él le conducirá a un duro castigo} [Corán 72:17].
2. Dejar de cumplir con sus deberes y desanimarse en su trabajo:
Ser descuidado en el cumplimiento de la adoración es lo mismo que dejar sin alimento al cuerpo. Por lo que hacerlo lleva a que las obligaciones se dejen de cumplir, se descuiden y se pierdan las ganas de trabajar. Esto, sin lugar a duda, es sumamente peligroso, pues los daños que acarrea este descuido son más que evidentes. Qué sabias son las palabras de nuestro Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, cuando dijo: “Cuando uno de ustedes se va a dormir el demonio le ata tres nudos en la nuca, sellando cada nudo con: ‘Tienes una larga noche para dormir’. Pero si el hombre se despierta y recuerda a Al-lah se desata un nudo. Si realiza la ablución se desatan el segundo. Y si reza se deshace el tercero, y de esta manera amanecerá fuerte y optimista, pero si no se desata esos nudos, amanecerá pesimista y perezoso” [Bujari y Muslim].
3. No darle importancia a los pecados:
La adoración es la barrera que protege al siervo de los pecados, dijo Al-lah, Glorificado sea (lo que se interpreta en español): {… y haz la oración, que ciertamente la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables. Y sabe que tener presente a Al-lah en el corazón durante la oración es lo importante} [Corán 29:45]. También encontramos que en una ocasión un hombre le dijo al Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “Fulano reza por la noche, pero en la mañana roba”, el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, le respondió: “La acción que dices que él realiza le impedirá que robe nuevamente” . Por lo tanto, si alguien se descuida en la adoración o la deja de cumplir, romperá la barrera que hay entre él y el pecado, quedando en frente de él la puerta abierta para que cometa actos inmorales y reprobables sin vergüenza y sin que le importe para nada lo que está haciendo. Esto es a lo que probablemente se refería Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, cuando dijo: “A quien su oración no le incite a hacer y ordenar el bien, y a dejar y prohibir el mal, pues esta no lo está sino alejando más de Al-lah”.
4. Debilidad, pereza y descuido del cuerpo:
Cumplir con la adoración como se debe ayuda a fortalecer el cuerpo, incrementando las defensas, la fuerza y la resistencia. Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dijo en voz del Profeta Hud, que la paz de Al-lah sea con él, en el Corán (lo que se interpreta en español): {Oh, pueblo mío! Pedid perdón a vuestro Señor y arrepentíos, así Él os enviará del cielo copiosas lluvias y os aumentará vuestro poderío} [Corán 11:52]. Y ‘Ali, que Al-lah esté complacido con él, contó que su esposa (Fátima) se quejó por los callos que tenía en sus manos, producto de sus labores diarias, por lo que quería un sirviente. Entonces el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, fue a visitarlos de noche y los encontró ya listos para ir a la cama. Entró y se sentó en medio de los dos y les dijo: “¿Quieren saber qué es mejor para ustedes que un sirviente? Cuando se acuesten digan antes de dormir: Subhanal-lah (Glorificado sea Al-lah) 33 veces, Alhamdu lil-lah (Alabado sea Al-lah) 33 veces y Al-lahu Akbar (Al-lah está por encima de todo) 34 veces” . Quien descuida su adoración se acostumbra a la pereza, por lo que se vuelve débil y descuidado con su cuerpo.
5. La privación de la ayuda y la anuencia divina:
La ayuda y anuencia de Al-lah se obtiene cuando se logra una relación buena con Él por medio del cumplimiento de la adoración que se debe realizar en el día y la noche, y la continuidad en su aplicación, dijo Al-lah, Glorificado y Exaltado sea (lo que se interpreta en español): {Por cierto que Al-lah está con los piadosos y con los benefactores} [Corán 16:128]; y (lo que se interpreta en español): {A quienes luchen denodadamente por Nuestra causa los afirmaremos en Nuestro camino. Ciertamente Al-lah está con los benefactores} [Corán 29:69].
6. Perder el carisma y la influencia entre la gente:
Quien descuida su adoración está perdiendo el arma más grande que puede poseer para influir en la gente y ganarse sus corazones. Este es el resultado natural de haber perdido la buena consideración que Al-lah tenía de la persona, por haberse alejado de Él, por lo tanto, esto mismo sucede con la gente.
Esto lo señaló claramente el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, cuando dijo: “Llegará un tiempo en el que las naciones del mundo se tirarán en contra de ustedes como lo hacen los carroñeros con su carroña” . Uno de los presentes le preguntó: “¿Tan pocos seremos en esa época?”. Respondió: “No, por el contrario, serán muchos, pero serán como la espuma que es llevada por la corriente de agua. Al-lah hará que el miedo que sus enemigos sienten por ustedes desaparezca y los hará a ustedes débiles” . Alguien le preguntó: “¿A qué te refieres con “débiles”?”. Dijo: “El amor exagerado por este mundo y el odio hacia la muerte” .
Medios para liberarse de ser descuidados en la adoración
Una vez que hemos hablado de lo que es ser descuidados en la adoración, las causas que llevan a la persona a caer en este mal y los efectos negativos, es más que lógico que mencionemos algunos de los medios más importantes que ayudarán a la persona a librarse de esta enfermedad. Los enumeramos a continuación:
1. Seguir y vivir las enseñanzas y dictámenes del Corán y la Sunnah. Dijo Al-lah, Glorificado sea (lo que se interpreta en español): {Y poned en práctica los preceptos que os han sido revelados [en el Corán] por vuestro Señor, antes de que os llegue el castigo repentinamente, sin que os deis cuenta. [Precaveos de que os llegue el Día del Juicio y os lamentéis] Diciendo: ¡Qué pena! Ahora estoy perdido por haber desobedecido las órdenes de Al-lah, y realmente me contaba entre quienes se burlaban [del castigo]. O digáis [el Día del Juicio]: ¡Cómo desearía que Al-lah me hubiera guiado para contarme entre los piadosos! O digáis, cuando veáis el castigo: Si pudiera retornar [a la vida mundanal], entonces me contaría entre los benefactores. [Pero Al-lah dirá:] Ya se os presentaron Mis signos evidentes [en el Corán] pero los desmentisteis, os ensoberbecisteis, y fuisteis incrédulos} [Corán 39:55-59].
2. Alejarse del pecado, especialmente los pequeños, pues estos son un peligro que puede llevar al musulmán a caer en faltas más graves.
3. No exagerar en la comida, la bebida y las comodidades que son lícitas.
4. Tomar conciencia de que ser constantes cumpliendo con la adoración que es obligatoria y voluntaria es un medio para llegar al éxito y lograr cumplir de la manera debida con todas las obligaciones que se tienen.
5. Agradecer y reconocer las bendiciones recibidas.
6. Hacer un balance entre las obligaciones mundanales y las religiosas, para cumplir con ambas y no descuidar ninguna de las dos.
7. Controlar el ser para no dejarse llevar por las pasiones, además de examinar detalladamente todo lo que se hace o se deja de hacer, y reconocer que no se es perfecto y completo.
8. Tener en cuenta los efectos contraproducentes que acarrea descuidar la adoración.
9. Relacionarse con los demás musulmanes y buscar establecer amistad con los más piadosos de ellos.
10. Sin lugar a dudas, pedir la ayuda de Al-lah.
11. Ser consciente de que esta vida es pasajera y que en el más allá se recogerá todo lo que se haya sembrado de bien o de mal en esta vida.
12. Conocer la vida del Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, en especial como era su adoración.
13. Conocer la vida y enseñanzas de los Salaf, que Al-lah esté complacido con todos ellos.
14. Tener siempre presente que la muerte llegará tarde o temprano y que nadie puede escapar de ella.