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Pregunta:





Cuando una persona fallece y es enterrada al día siguiente, ¿permanece su alma suspendida antes del entierro? ¿Qué le sucede?





 





Respuesta:





Alabado sea Dios.





El imam Áhmad registró (17803) que Al-Bará' Ibn ‘Ázib (que Dios esté complacido con él) dijo que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:





“Ciertamente, cuando el creyente está por partir de este mundo e ingresar en el Más Allá, bajan ángeles del cielo con rostros blancos, radiantes como si en ellos estuviera el Sol. Traen con ellos una de las túnicas del Paraíso, y algo de su perfume. Se sientan con él, tan lejos como hasta donde se puedan ver. Luego el Ángel de la Muerte (la paz sea con él) llega y se sienta a su cabecera, y dice: “Oh alma pura, sal a encontrarte con el perdón y la complacencia de Dios”. Entonces su alma sale, fluyendo como una gota de agua que cae de una copa. Él toma su alma, y tan pronto como la saca los ángeles la recogen y la colocan en la túnica perfumada que trajeron.





Luego desde lejos llega la más excelente fragancia del almizcle que uno pueda encontrar en la Tierra. Ellos ascienden con el alma y no pasan por ningún grupo de ángeles sin que les pregunten: “¿Quién es esta alma pura?”, y ellos responden: “Es fulano de tal, el hijo de fulano”, usando los mejores apodos y expresiones con que fue conocido alguna vez en la Tierra. Lo llevan a la parte más baja del cielo y piden que se les abra la puerta, y se les abre. Aquellos que tienen un rango mayor que el suyo en cada parte del cielo lo acompañan, hasta que se aproxima al siguiente cielo, y así hasta que alcanza el séptimo cielo.





Luego Dios, glorificado y exaltado sea, dice: “Registren el libro de Mi servidor en el más alto cielo (‘Illiún), y llévenla de vuelta a la Tierra, porque la he creado de ella, y a ella la retornaré, y de ella la traeré nuevamente”. Entonces el alma retorna y dos ángeles vuelven con él y lo hacen sentarse”.





Luego el reporte menciona las preguntas de la tumba, y luego menciona cómo sale el alma del incrédulo:





“Luego los ángeles ascienden con el alma y no pasan por ningún grupo de ángeles sin que les pregunten: “¿De quién es esta alma horrible?”, y ellos responden: “Es de fulano de tal, hijo de fulano de tal”, usando los peores apodos y expresiones con que fue conocido alguna vez en la Tierra. Luego lo llevan a la parte más baja del cielo y piden abrir las puertas, pero no les son abiertas”.





Luego el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) recitó el verso (traducción del significado):





“A quienes hayan desmentido Nuestros signos y se hayan ensoberbecido no se les abrirán las puertas del cielo ni entrarán en el Paraíso hasta que un camello pase por el ojo una aguja. Así castigamos a los pecadores” (Al-A’ráf, 7:40).





Y luego continuó diciendo: “Luego Dios, glorificado y exaltado sea, dirá: “Registren el libro de Mi siervo en la parte más baja del Infierno (siyyín). Y luego el alma será arrojada a él”.





Luego el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) recitó (traducción del significado):





“Sed monoteístas y creed en Allah, no seáis idólatras. Quien atribuye copartícipes a Dios es como quien se cae del cielo y lo arrastran las aves o el viento hasta un lugar lejano” (Al-Hách, 22:31).





Y dijo: “Luego su alma retornará a su cuerpo y dos ángeles vendrán y lo harán sentarse”, y luego mencionó el interrogatorio de la tumba”. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih al-Yami’ (1676).





El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“Como este reporte indica que el alma sobrevive al cuerpo, que ascenderá y descenderá, y que volverá al cuerpo, contrario a lo que afirman muchos filósofos desviados. Luego el fallecido será cuestionado y quedará sujeto a la bendición o el castigo eternos”. Fin de la cita de Maymu’ al-Fatáwa, 4/292.





Ibn Máyah (4262) narró de Abu Hurairah que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Los ángeles llegan a la persona fallecida y si era honrada, dicen: “Sal, alma buena que residías en un cuerpo bueno. Sal a tu congratulación y a recibir las buenas nuevas del Paraíso y su fragancia, porque tu Señor no está enojado contigo”. Esto le será repetido hasta que salga, y luego será llevada al Cielo. Le serán abiertas las puertas de él, y otros ángeles dirán: “¿Quién es?”. Y se les responderá: “Es fulano de tal”. Entonces esos ángeles dirán: “Bienvenida alma buena que residías en un cuerpo bueno. Bienvenida a tu congratulación y a recibir las buenas nuevas del Paraíso y su fragancia, porque tu Señor no está enojado contigo”. Y escuchará esto hasta que será traída al Cielo sobre el cual está Dios, glorificado y exaltado sea.





Pero si el alma era malvada, los ángeles le dirán: “Sal, alma malvada que habitaba un cuerpo malvado. Sal a tu vergüenza y recibe las noticias del agua hirviendo, las pestilencias y los tormentos que te corresponden (lit. Saad, 38:58). Y se le repetirá esto hasta que salga. Luego será llevada hasta el Cielo, y no se le abrirá la puerta. Y se le dirá: “No hay bienvenida para un alma malvada que habitaba en un cuerpo malvado. Vuelve en el oprobio, porque las puertas del cielo no te serán abiertas”. Entonces será enviada de vuelta, y volverá a su tumba”. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Ibn Máyah.





Estos dos reportes describen lo que le sucede al alma luego de la muerte y antes del entierro. Si la persona era un alma buena, entonces los ángeles le darán las buenas nuevas antes de llevarla. Le darán las noticias del perdón y la complacencia de Dios, la perfumarán, y luego se la llevarán bendecida hasta su Señor, glorificado y exaltado sea. Luego Dios, glorificado y exaltado sea, dirá: “Registren el libro de Mi servidor en el más alto cielo (‘Illiún), y llévenlo de vuelta a la Tierra”. Entonces el alma retorna a su cuerpo, y dos ángeles vuelven con él y lo hacen sentarse y lo cuestionan en la tumba. Dios hará que el alma responda con firmeza a todos los cuestionamientos, y hará su estancia espaciosa para él, tan lejos como puedan llegar sus ojos.





Pero si se trata del alma de un incrédulo, los ángeles le darán las noticias del Infierno y del enojo de Dios, y luego llevarán su alma, maldita, humillada y atemorizada, y las puertas del Cielo no le serán abiertas. Será arrojado de vuelta a la Tierra y regresará a su cuerpo, y será atormentado en su tumba, que será comprimida para él, y sentirá el humo y el calor del Infierno.





Con respecto al período entre la partida del alma y el entierro, y el interrogatorio en la tumba, para el alma buena es la primera etapa de la felicidad eterna. Le serán dadas las noticias del Paraíso y de la bendición eterna, y su libro será registrado en Ilion, el cielo más alto. Entonces el alma se regocijará de felicidad y nunca más se sentirá miserable otra vez.





Pero en el caso del alma malvada e incrédula, esta será la primera etapa del tormento eterno, pues Dios está enojado con él y no le dará permiso para que ingrese por las puertas del Cielo, se le negará la misericordia, y su libro será registrado en as-Siyyín, el Infierno más bajo. Luego su alma será constreñida y nunca volverá a sentirse dichoso.





El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“Todos los reportes auténticos y ubicuos indican que el alma retornará al cuerpo. Algunos sabios sugirieron que el cuerpo recibiría el interrogatorio sin estar el alma en él, pero la mayoría no estuvo de acuerdo. Similarmente, la idea de que el interrogatorio involucrará al alma pero no al cuerpo fue sugerida por Ibn Maisarah e Ibn Házm, pero si ese fuera el caso, la tumba no tendría nada que ver en el suceso”. Fin de la cita de Maymu’ al-Fatáwa, 5/446.





Consulta también: “Fatáwa Nur ‘ala ad-Dárb, por el Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín, 4/310-311.





En segundo lugar, estos son asuntos de lo oculto, cosas que el musulmán sólo puede conocer mediante la Revelación, y sobre los cuales no es posible obtener evidencias. Nadie conoce los detalles de todo esto excepto Dios, glorificado y exaltado sea.





El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) fue consultado:





“La muerte de una persona es la partida del alma del cuerpo. Cuando es enterrada en su tumba, ¿el alma vuelve al cuerpo, o dónde va? Si el alma regresa al cuerpo cuando está en la tumba, ¿cómo sucede esto?”





Él respondió:





“Se ha probado que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) afirmó esto, que cuando una persona muere su alma sale y luego regresa a su cuerpo en la tumba, y allí es cuestionado por los ángeles acerca de Dios, de su religión y su Mensajero. Y que Dios dará firmeza a los creyentes para que respondan, tanto en este mundo como en el Más Allá (lit. Abrahán, 14:27). Entonces el creyente dirá: “Mi Señor es Dios, mi religión es el Islam, mi Profeta es Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”. Pero en el caso del incrédulo y el hipócrita, cuando sean interrogados balbucearán y dirán: “Oh, eh, no sé. Oí a la gente diciendo algo, entonces yo también lo dije”.





Este retorno del alma al cuerpo en la tumba no será un fenómeno como los que podemos medir y conocer en este mundo, porque será la vida en el Más Allá y no sabemos cómo es, los reportes no nos informan de todos los detalles. Con respecto a todos los asuntos del Más Allá que no han sido relatados en los textos revelados del Islam, lo que debemos hacer es limitarnos a aceptarlos y no hablar de lo que no sabemos, porque Dios dijo (traducción del significado):





“No hagáis ni digáis nada si no tenéis conocimiento. Por cierto que seréis interrogados en qué habéis utilizado el oído, la vista y el corazón” (Al-Isrá’, 17:36)”.





Fin de la cita de Fatáwa Nur ‘ala ad-Dárb, por Al-‘Uzaimín, 4/2.





Y Allah sabe más.



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