La muerte del Falso Mesías traumatizará a los cristianos y los judíos que lo hayan seguido, pues ella finalmente les revelará que él no era lo que decía ser. De hecho, el papel de Jesús en su derrota convencerá a la mayoría de los cristianos sobrevivientes de que el Falso Mesías ciertamente era el Anticristo profetizado en sus propias escrituras. El Profeta del Islam, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo:
“El hijo de María pronto descenderá entre ustedes y juzgará justamente (de acuerdo con la Ley de Dios[1]): romperá la cruz y matará al cerdo…” (Sahih Al-Bujari)
El rompimiento de la cruz puede ser figurativo o literal: la destrucción de los ídolos erigidos en la Iglesias y derribar las cruces de sus pedestales y campanarios, así como prohibir el uso de cruces personales como símbolos de la religión; o la destrucción del mito de que fue ejecutado por los romanos en una cruz ante la instigación de los judíos. De la misma forma, la muerte de los cerdos puede ser tanto literal como figurativa: literalmente conducir una campaña para matar a todos los cerdos para que el consumo de su carne sea imposible, permitir que ellos sean matados o simplemente reimponer la prohibición de Dios hecha desde tiempos inmemoriales[2]de comer su carne, efectivamente forzando a los granjeros criadores de cerdos a deshacerse de su ganado. En efecto, dos de los pilares principales de la extendida práctica cristiana serán removidos, indicando que la religión como es enseñada por los cristianos modernos será anulada de allí en adelante, y marcará el retorno a la religión originalmente pretendida (Islam).
“… y no habrá Yizia”. (Sahih Al-Bujari)
Más aún, luego de la masiva pérdida de vidas entre los judíos, la muerte de su líder probará a los judíos que él había sido no más que otra falsa esperanza. Posiblemente, el reclamo de divinidad del Falso Mesías pudo haber ya sembrado semillas de duda en sus corazones, de todas formas, cuando Jesús anuncie que la Yizia[3] no será más un medio por el cual los no-musulmanes puedan evitar someterse a la ley de Dios, ellos estarán listos para dejar de seguir la guía de sus Rabinos en favor de volver a la guía[4] de Dios. El hecho de que ninguna Yizia será aceptada subraya la abolición de toda religión excepto una. La Gente del Libro deberá seguir la Ley del Islam la cual Jesús impondrá.
“La hora final no vendrá hasta cuando los musulmanes luchen contra los judíos y los venzan. Los judíos buscarán refugio detrás de piedras y árboles, pero la piedra y el árbol hablará: ‘Oh siervo de Dios, aquí hay un judío detrás de mí, ven y mátalo’. Pero el árbol Gharqad no hablará porque este está a favor de los Judíos”. (Sahih Muslim)
No hay mención de la suerte de aquellos que no son ni musulmanes ni de la Gente del Libro en esta etapa, pero creemos que algunos de ellos también caerán bajo el dominio del gobierno de Jesús o morirán. Tal vez otros serán destruidos por aquellos que son referidos como Gog y Magog.
La invasión de Gog y Magog[5]
Quiénes son Gog y Magog exactamente no se conoce, aunque se sabe por un Hadiz encontrado en los dos principales libros de narraciones auténticas (Sahih Al-Bujari y Sahih Muslim), que ellos son de las naciones de la humanidad[6]. Sobre ellos, el Corán dice:
“Hasta llegar a un valle entre dos montañas donde encontró un pueblo que apenas comprendía sus palabras. Dijeron: ¡Oh, Dhul Qarnein! Por cierto que Gog y Magog corrompen la Tierra. ¿Quieres que te paguemos a cambio de que levantes una muralla entre ellos y nosotros?” (Corán 18:93-94)
Luego de que Dhul Qarnein llevó a cabo su petición (sin exigir retribución), les dijo:
“Dijo [Dhul Qarnein]: Ésta es una misericordia de mi Señor, pero cuando llegue la promesa de mi Señor [próximo al Día del Juicio] la reducirá a polvo. Y la promesa de mi Señor es verdadera. Ese día dejaremos que surjan [Gog y Magog] a la humanidad [y la corrompan], luego será tocada la trompeta y los congregaremos a todos”. (Corán 18:98-99)
Esto significa que ellos serán un pueblo que no está bajo la jurisdicción de Jesús cuando él acepte el compromiso de los ex judíos y cristianos. Y son Gog y Magog quienes serán la amenaza final de los creyentes antes de su reinado de paz. De nuevo, el Corán dice:
“[Y cuando se aproxime el Día del Juicio] Abriremos la barrera de Gog y Magog, y ellos se precipitarán desde todas las laderas [y devastarán cuanto encuentren a su paso]. En verdad que se acerca el Día del Juicio con el que se os había amenazado y no hay duda de ello. Cuando llegue, la mirada de los incrédulos quedará fija [y exclamarán:] ¡Ay de nosotros! Por cierto que fuimos indiferentes con esta comparecencia, y fuimos unos injustos’”. (Corán 21:96-97)
Ni siquiera Jesús será capaz de resistir la venida de Gog y Magog, pues ellos llenarán la tierra destructivamente, como langostas.
Abu Sa’id Al-Judri narró que el Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo que sólo los musulmanes que se retiren a sus ciudades y fuertes con su ganado y ovejas sobrevivirán al ataque.[7] También fue dicho:
Dios revelará a Jesús, hijo de María: “Yo he traído gente de Mis criaturas contra quienes nadie podrá ser capaz de luchar. Lleven a Mis siervos adoradores al Monte Tur para que estén seguros”. (Sahih Muslim)
Gog y Magog serán tantos que cuando la última horda pase a través del lecho de un lago cuya agua bebieron los primeros, ellos se lamentarán diciendo: “Aquí solía haber agua”. Todos, excepto los musulmanes en sus fortalezas y refugios, serán asesinados, y la horda declamará: “Hemos derrotado a la gente de la tierra. Ahora sólo queda la gente del cielo [para que los derrotemos]”. Entonces uno disparará una flecha al cielo, y ella caerá de vuelta a la tierra manchada con sangre.[8]
Aunque Gog y Magog pensarán que han obtenido la victoria, su mismo alarde será la causa de su caída, pues la sangre en sus armas no será sino una prueba de Dios. El siguiente artículo tratará cómo Gog y Magog serán derrotados y qué pasará luego de eso.
Cuando Gog y Magog hayan llevado a los musulmanes a esconderse en sus fortalezas y refugios, y cuando vean la sangre en sus armas, las cuales hayan retornado del cielo, tomarán esto como evidencia de su inminente victoria sobre los musulmanes. Sin embargo, esa tarde:
“Jesús y sus compañeros le pedirán a Dios, y Dios enviará contra ellos (Gog y Magog) gusanos que atacarán sus cuellos; y en la mañana, todos ellos perecerán como uno sólo”. (Sahih Muslim)
Sin saber que la horda estaba destruida, los musulmanes en sus fortalezas llamarán a un voluntario para que salga a explorar lo que el enemigo está haciendo. El voluntario, sabiendo que probablemente morirá, descenderá para encontrarlos a todos muertos, yaciendo unos sobre otros. Retornando, gritará: “¡Musulmanes, regocíjense! Dios nos ha bastado contra nuestros enemigos”.[1]
Cuando Jesús y la gente que buscó refugio en el Monte Tur desciendan, encontrarán la misma escena, sin una sola mancha de tierra alrededor de ellos libre del putrefacto olor de los cuerpos en descomposición. Tan dañina y peligrosa para la salud será la situación que Jesús orará a Dios de nuevo, Quien enviará grandes pájaros para llevárselos[2] y arrojarlos al mar por donde el sol se levanta.
La postguerra
Luego de eso, Dios enviará una intensa lluvia que penetrará en todas partes, durando 40 días. A diferencia del Diluvio,[3] esta lluvia torrencial será beneficiosa, pues:
“La tierra será lavada hasta que se vea como un espejo. Dios entonces le ordenará a la tierra: ‘Trae tu fruto y restaura tu bendición’”. (Sahih Muslim)
Los musulmanes dejarán que su ganado y rebaños pasten nuevamente, y engordarán mejor que con cualquier vegetación que los haya alimentado antes.[4] Los huertos producirán frutos de tamaño y calidad nunca conocidos, y el ganado producirá leche de fina calidad en cantidades copiosas, suficiente como para que nadie experimente escasez de ella.[5]
Entonces, los beneficios del advenimiento de Gog y Magog serán la aniquilación de los incrédulos y la abundancia de comida luego de que la tierra haya absorbido todos los cuerpos muertos y descompuestos resultado de su invasión y posterior exterminación. Por un periodo de tiempo, la riqueza será tan abundante que la gente no podrá encontrar a quiénes les puedan dar caridad.[6] Abu Hurairah narró que el Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo:
“…Y no habrá Yizia. Habrá dinero en abundancia y entonces nadie lo aceptará (en caridad)”. (Sahih Al-Bujari)
No tan beneficiosa será la reducción en el número de hombres, causando un desbalance mayor en la proporción de sexos. Las mujeres excederán de lejos a los hombres en número, posiblemente debido a las muertes en la guerra, como fue el caso en Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial.[7]
El reino y la muerte de Jesús
El reinado de Jesús, la paz sea con él, será con la Ley que Muhammad trajo, la paz y las bendiciones de Dios sean con él. Esto está de acuerdo con el Pacto que Dios tomó de todos sus Profetas. En el Corán, dice:
“Y recordad cuando Dios concertó un pacto con cada uno de los Profetas diciéndoles: Os concedo el Libro y la sabiduría, y cuando se os presente un Mensajero que confirme lo que se os haya revelado, creed en él y auxiliadle [y procurad que vuestros seguidores también cumplan este compromiso]. ¿Asumís tal compromiso? Respondieron: Estamos de acuerdo. Dijo: Entonces, sed testigos unos de otros; Yo también atestiguo con vosotros”. (Corán 3:81)
El reino de Jesús, por lo tanto, será de acuerdo al Pacto con Dios, y esto es apoyado por una explicación de lo dicho por el Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, por Abu Hurairah, cuando narró una pregunta que él le hizo a sus compañeros. Dijo:
“¿Qué harán cuando el Hijo de María descienda entre ustedes y lidere como uno de ustedes?”
Uno de los compañeros, Ibn Abu Zib, preguntó:
“¿Qué significa: ‘Liderará como uno entre ustedes’?”
Abu Hurairah replicó:
“Él los liderará de acuerdo al Libro de su Señor, Exaltado y Alabado sea, y el camino de Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Dios sean con él”.[8]
Su reinado estará marcado por el respeto mutuo, paz y prosperidad entre la gente. En otro Hadiz, Abu Hurairah dijo:
“El rencor, el odio y los celos desaparecerán, y cuando él (Jesús) llame a la gente a aceptar la riqueza, nadie lo hará”. (Sahih Al-Bujari)
La falta de rencor entre la gente será absoluta, no relativa, por lo menos por 7 años, en los cuales las personas no serán llevadas por la ira unos contra otros,[9] y la palabra entre ellos será “paz”. De hecho, la religiosidad y la piedad estarán a la orden del día, pues para cada persona:
“Una sola postración a Dios (en oración) será mejor que el mundo entero y lo que sea que haya en él”. (Sahih Al-Bujari)
Jesús mismo no sólo gobernará y juzgará con la Shariah islámica, sino que él completará todos los pilares del Islam. El Profeta del Islam dijo:
“Por aquel en Cuyas manos está mi vida, el hijo de María ciertamente invocará el nombre de Dios por el Hayy o la Umrah[10] o ambos en el valle de Rauha (un valle cerca de Medina)”. (Sahih Muslim)
Entonces, 40 años después de su segunda venida, él morirá, y los musulmanes harán la oración fúnebre por él.[11] Y este es el momento al que Dios se está refiriendo en el versículo coránico:
“Entre la Gente del Libro no habrá nadie que no crea en Jesús antes de su muerte. El Día de la Resurrección atestiguará contra ellos”. (Corán 4:159)
Si Dios quiere, toda la gente será de un Libro en ese tiempo.
Conclusión
Como podemos ver, el retorno de Jesús a la Tierra será un verdadero evento, rodeado por incidentes realmente magníficos, tan magníficos que uno incluso los puede encontrar fantasiosos. Jesús vendrá en un tiempo cuando el mundo esté en verdadera necesidad de ayuda divina. Ciertamente esta ayuda divina vendrá con Jesús, pero algunas pruebas en estos días serán tan grandes que ni siquiera él será capaz de enfrentar, huyendo a la cumbre de las montañas con sus seguidores. Sólo Dios será capaz de salvar a la humanidad en ese momento. No obstante, esta ayuda divina no vendrá únicamente a poner fin a las grandes pruebas enfrentadas por la humanidad desde el principio de los tiempos –el Falso Mesías y Gog y Magog–; sino que también vendrán a mostrar la verdad acerca de Dios, poniendo un fin a toda la falsedad, con todos unidos bajo la única y verdadera religión de Dios.