Dios, creador de los seres humanos y de los animales, ha dispuesto a los animales para servirnos. Dependemos de ellos para comer y beber su leche. Traemos animales a nuestros hogares por amor y compañerismo. Sobrevivimos enfermedades críticas y vivimos más tiempo gracias a investigaciones biomédicas en animales. Visitamos los zoológicos y acuarios para la apreciación de la espectacular diversidad de la vida en la tierra. Nos beneficiamos de los perros entrenados que detectan drogas, guían a los ciegos y asisten a los incapacitados. Dios dice en el Corán:
“Y creó a los ganados, de los cuales obtenéis vuestros abrigos y otros beneficios y también de ellos os alimentáis. Vosotros os regocijáis cuando los arreáis por la tarde y cuando los lleváis a pastar por la mañana. Llevan vuestras cargas a lugares que vosotros no podríais llegar sino con mucha dificultad. Por cierto que vuestro Señor es Compasivo, Misericordioso. Y [creó] los corceles, las mulas, los asnos como montura y para que os luzcáis con ellos. Y creó muchas otras cosas que no conocéis.” (Corán 16:5-8)
La misericordia del Islam se extiende no sólo a los seres humanos sino que alcanza a todas las creaturas vivientes. El Islam prohíbe la crueldad con los animales. Hace mil cuatrocientos años, mucho antes que el moderno movimiento por los derechos de los animales comenzara con la publicación del libro de Peter Singer “Liberación Animal”, en 1975, el Islam solicitó bondad hacia los animales y ¡la crueldad con ellos fue estipulada como una razón suficiente para que una persona mereciese el Infierno!
En una ocasión, el Profeta de la Misericordia habló del perdón de Dios debido al tratado de los humanos para con los animales. Les contó a sus compañeros la historia de un hombre que tuvo sed en su camino. Encontró un pozo, saltó dentro de él, y sació su sed. Cuando salió vio un perro jadeando, lamiendo el barro debido a su extremada sed. Este hombre pensó: ‘El perro está tan sediento como yo’ el hombre volvió a bajar al pozo y llevó agua al perro. Dios apreció su buen acto y lo perdonó. Los compañeros preguntaron: ‘Oh Profeta de Dios, ¿somos recompensados por el buen trato que le damos a los animales?’ él dijo: ‘Si, hay una recompensa por (hacer el bien) a cualquier ser viviente’.[1]
En otra ocasión, el Profeta Muhammad, que Dios le de paz, describió el castigo que mereció una mujer que fue enviada al Infierno por maltratar a su gato, a quien mantuvo encerrado, no lo alimentó ni lo dejó libre para que se alimentara él mismo.[2]
En otra instancia dijo: ‘Si un ser humano mata a un pájaro u otro animal sin derecho, Dios lo cuestionará en el Día del Juicio’. Le preguntaron: ‘¿Cuál es ese derecho, Oh Mensajero de Dios?’ Él respondió: ‘Que lo mate para alimentarse, y no que corte su cabeza y luego tire al animal’.[3]
El Islam establece normas para el degüello de los animales para alimento. El Islam insiste en que la manera debe ser lo menos dolorosa posible para el animal. El Islam requiere que los instrumentos no sean afilados frente al animal, también prohíbe matar un animal frente a otro. Nunca, antes del Islam, el mundo ha presenciado tal preocupación por los animales.
El buen trato a los animales establecido por el Islam puede resumirse con los siguientes puntos:
Primero, el Islam requiere que a las mascotas o animales de granja se les provea el alimento apropiado, agua y lugar adecuado para vivir. En una ocasión el Profeta vio un camello consumido por el hambre, y dijo:
“Ten temor de Dios con respecto a estos animales que no pueden pedir. Si los utilizas, trátalos adecuadamente (alimentándolos), y si los comes, trátalos adecuadamente (engordándolos y haciendo que estén saludables)” (Abu Dawud)
Segundo, un animal no debe ser torturado. En una ocasión el Profeta de la Piedad vio a un animal con una marca en su cara. Él dijo: ‘¿No te has enterado que he maldecido al que marca a los animales en sus caras o les pega?’[4] El Profeta de la Piedad aconsejó a su esposa que tratara bondadosamente a un camello indisciplinado en el que iba.[5] El Profeta prohibió hacer que los animales se peleen entre ellos por puro entretenimiento.[6]
Tercero, el Islam prohíbe utilizar animales o pájaros como blanco para practicar tiro. Cuando Ibn Umar, uno de los compañeros del Profeta Muhammad vio unas personas practicando tiro con arco y flecha con una gallina como blanco, dijo:
“El Profeta ha maldecido a cualquiera que haga de algo viviente blanco (para su práctica).”
El Profeta Muhammad también dijo:
“Quien mate a un pájaro u otro animal sin su debido derecho, Dios preguntará por él.’ Se dijo: ‘¿Oh Mensajero de Dios! ¿Cuál es el debido derecho?’ El respondió: ‘¡Matar para comer… y no sacar su cabeza, y tirarla!’” (Targhib)
Tirar a palomas vivas fue en algún momento un evento olímpico y hoy en día aun está permitido el tiro a palomas en muchos lugares.
Cuarto, separar pájaros recién nacidos de sus madres no esta permitido en el Islam.
Quinto, esa prohibido mutilar cualquier animal cortándole las orejas, uñas u otras partes del cuerpo.
Sexto, un animal enfermo bajo nuestro cuidado debe ser tratado adecuadamente.
A través de estas reglas y normas legisladas con respecto a los animales, el musulmán comprende que las criaturas no deben ser utilizadas ni abusadas por nuestro deseo, sino que, como los seres humanos, tienen derechos que deben ser respetados para asegurar la justicia y merced del Islam para todos los habitantes de la tierra.