Términos Arábigos

·       Masyid: La palabra árabe para "mezquita".

·       Sahabah (plural de sahabi): Se traduce como "compañeros". Un sahabi, como se utiliza comúnmente la palabra en la actualidad, es alguien que vio al Profeta Muhammad, creyó en él y murió como musulmán. 

·       Kabah: La estructura en forma de cubo ubicada en la ciudad de La Meca. Sirve como un punto focal hacia el cual se orientan los musulmanes durante la oración. 

·       Hayy: Es la peregrinación a La Meca donde el peregrino realiza un conjunto de rituales. El Hayy es uno de los cinco pilares del Islam, y todo musulmán adulto debe realizarlo al menos una vez en su vida si cuenta con los medios económicos y es físicamente capaz [para realizar tal viaje]. 

·       Qiblah: La dirección hacia donde uno se orienta durante las oraciones formales. 

Sacred-Cities-Part-1.jpgUno de los sahabah una vez le preguntó al Profeta Muhammad cuál fue la primera masyid construida en el planeta. Él respondió: "La Sagrada Mezquita de la Meca". "¿Cuál fue la segunda", preguntó el sahabi, y el Profeta respondió: "La Mezquita del Al Aqsa en Jerusalén"[1].

El Profeta aconsejó a sus seguidores no prepararse para un viaje religioso excepto para visitar tres mezquitas[2].

Esos tres lugares son los sitios más sagrados en el Islam y están situados en tres ciudades sagradas: Meca, Medina y Jerusalén. Todas ellas están en el Medio Oriente, dos en la actual Arabia Saudita, y la tercera en el otro lugar sagrado hoy conocido como Palestina o Israel. En estas dos lecciones veremos la importancia de las tres ciudades y discutiremos qué representan para los musulmanes en todo el mundo

Meca


La ciudad de La Meca es donde se encuentra la mezquita más grande del mundo: Masyid Al Haram (la Mezquita Sagrada). Es todo el predio que rodea la Kabah, estructura con forma de cubo considerada por los musulmanes la primera casa de adoración. En el siglo XXI, esta mezquita tiene una gran terraza al aire libre con pisos de mármol blanco que reflejan la luz durante el día y noche. Es un espacio enorme que puede recibir 4 millones de personas en la temporada de Hayy, pero siempre está lleno de vida y gente de todo el mundo llega hasta allí para pasar sus días y noches adorando y en contemplación. La Meca de hoy en día es muy diferente a la de sus humildes orígenes. 

El área en donde yace la ciudad ha sido objeto de historias que se remontan al principio de los tiempos. Tanto el Corán como la Biblia mencionan el nombre anterior de la ciudad, Bakka, como lugar de adoración. "... benditos sean aquellos cuya fuerza está en Ti y han puesto sus corazones para realizar la peregrinación. Cuando pasan por el valle de Bakka, lo usan como lugar de fuentes...”[3].

“El primer templo erigido para los seres humanos es el de Bakkah [la Kabah]..." (Corán 3:96).

Los primeros musulmanes rezaban en dirección a Masyid Al Aqsa en Jerusalén. Durante su exilio en Medina el Profeta Muhammad recibió una revelación de Dios instruyéndole que se orientara hacia la Kabah. De esta forma se convirtió en la qiblah para todos los musulmanes en el mundo. Los historiadores y sabios del Islam difieren sobre quién construyó la Kabah. Algunos dicen que fueron los ángeles, otros que fue el padre de la humanidad, Adán, pero que luego de muchos siglos de estar descuidada fue refaccionada por el Profeta Abraham y su hijo, Ismael. Todos están de acuerdo que la Kabah fue construida o refaccionada por Abraham.  

“Y [recuerden] cuando Abraham e Ismael levantaron los cimientos de La Casa, dijeron: '¡Oh, Señor! Acepta nuestra obra. Tú eres el que todo lo oye, todo lo sabe" (Corán 2:127).

El Profeta Muhammad nació en la ciudad de Meca en el 570 E.C. En ese entonces la ciudad era un oasis en las rutas de comercio entre Yemen y el Mar Mediterráneo. Hay evidencia histórica que indica que los bienes de todo el mundo conocido entonces fluían a través de los mercados de La Meca, y los peregrinos visitaban la Kabah, la cual estaba llena de estatuas e ídolos por aquellos años.    

Todos los años los peregrinos llegaban a La Meca y la tribu a la que pertenecía Muhammad, Quraish[4], recaudaba mucha riqueza comerciando con ellos. La misión profética de Muhammad puso ese negocio lucrativo en jaque y esta fue una de las tantas razones complejas por las cuales ellos persiguieron a los musulmanes y eventualmente los hicieron salir de la ciudad.    

El Profeta Muhammad una vez dijo sobre La Meca: "Por Allah, tú eres la mejor y más amada de las tierras de Allah para Él. Si no me hubiesen perseguido, nunca te habría dejado"[5]. Y observó en una ocasión: "Allah, no la gente, ha hecho de La Meca un santuario; es por ello que aquel que cree en Allah y el Último Día jamás puede derramar sangre sobre ella o cortar sus árboles"[6]. 

Cuando el Mensajero de Allah regresó a La Meca tomó control de la ciudad con gran diplomacia y una misericordia inusitada con sus habitantes. Purgó la Kabah y toda la península arábiga de ídolos y de cualquier forma de adoración que no fuera hacia Allah. La Meca tomó su lugar en la historia como centro espiritual del Islam.   

Medina


Sacred-Cities-Part-1_b.jpgMedina, también en la actual Arabia Saudita, es el segundo lugar más sagrado del Islam. Su importancia proviene de la presencia de la Masyid An-Nabawi (también conocida como la Mezquita del Profeta). Está situada sobre el hogar que tenía el Profeta en Medina y es el lugar donde yacen sus restos. Medina también cuenta con dos importantes mezquitas: Masyid Al Quba, la primera mezquita construida cuando el Profeta y los sahabah huyeron a Medina (conocida en ese entonces como Iázrib), y la Masyid Al Qiblatain, construida en el sitio donde el Profeta Muhammad recibió la revelación de cambiar la dirección de la qiblah de Jerusalén a La Meca. Al Baqi, cementerio donde muchos miembros de la familia del Mensajero de Allah, califas y eruditos descansan, también se encuentra dentro de su territorio. 

Medina (continuación)


Sacred-Cities-part-2.jpgLa segunda ciudad más sagrada del Islam es Medina; está en la región oeste de Arabia Saudita, en el área conocida como Hiyaz. Madina es la palabra árabe para "ciudad" y se la conoce como "la ciudad", o sea, la ciudad del Profeta Muhammad. A veces también se la llama Madina Al Munawarah (ciudad de la iluminación). Originalmente llamada Iázrib, Medina es la ciudad a la cual el Profeta Muhammad y la emergente nación islámica emigraron cuando la vida se volvió imposible en La Meca.  

La primera Mezquita del Profeta era un edificio al aire libre con una plataforma elevada para dar los sermones. Tenía forma cuadricular y una superficie de 30 o 35 metros cuadrados, construida con troncos de palmera y paredes de barro. Se podía entrar en ella por tres puertas, y su plano original fue adoptado por muchas otras mezquitas en todo el mundo. 

Esta masyid también contaba con un área cubierta en su lado sur, y un área de rezo orientada al norte en dirección a Jerusalén. Cuando se cambió la qiblah hacia La Meca, también se cambió la orientación de la masyid hacia ella. Este predio se usaba también como centro comunal, corte y escuela. En solo siete años el espacio de la masyid se duplicó para dar lugar al creciente número de musulmanes. 

Es aquí en la masyid donde se encuentra la tumba del Profeta Muhammad. Dado que a los profetas se los entierra en el lugar donde fallecen, el Profeta fue enterrado en el hogar de su esposa Aisha. Esa casa estaba inicialmente unida a la mezquita, pero con el pasar de los siglos el predio se ha expandido tanto que el cementerio conocido como Al Baqi, en sus orígenes afuera de la ciudad, ahora marca el recinto externo de la mezquita. Las tumbas de algunos de los miembros de la familia del Profeta y muchos sahabah y primeras generaciones de sabios están allí. 

Una de las razones más importantes y significativas por la cual los musulmanes de todo el mundo desean visitar esta ciudad llena de luz y conocimiento es porque está llena de bendiciones. 

"Aquel que ofrece 40 oraciones consecutivas en mi Masyid, sin perder una entre medio, se asegurará la inmunidad del Fuego del Infierno y otros tormentos, y también de la hipocresía"[1]. 

El Profeta Muhammad dijo: "Se me ha ordenado migrar a una ciudad que tragará (conquistará) otras ciudades llamada Iázrib, y es Medina, y aleja a las [malas] personas de la misma forma que un horno remueve la impureza del hierro". También dijo: "Hay ángeles cuidando las entradas [caminos] de Medina; ni la plaga ni el Dayyal (Anticristo) podrán entrar en ella"[2].

Medina y sus alrededores están llenos de lugares y paisajes rebosantes de historia islámica. El sitio de la batalla de Bard está aproximadamente a 20 millas al suroeste de la ciudad, y cuatro millas al norte está el sitio de la batalla de Uhud. También a una corta distancia está el lugar donde se peleó la batalla del Foso. Masyid Al Quba, también en Medina, fue la primera mezquita del Islam, y su piedra fundamental fue colocada por el mismo Profeta Muhammad; también está la Masyid Al Qiblatain, aquella donde se reveló el cambio de dirección de la qiblah. Antes de esa revelación los musulmanes oraban en dirección a Jerusalén. 

Jerusalén


La ciudad de Jerusalén es el tercer lugar más sagrado del Islam. De acuerdo a la historia islámica, el Profeta Jacob construyó una masyid en el predio de Al Aqsa, aproximadamente 40 años después de que su abuelo, el Profeta Abraham, construyó la Kabah en La Meca. Fue luego reconstruida y expandida por el Rey Salomón, un hombre también considerado por el Islam como Profeta. 

"Glorificado sea Quien transportó a Su Siervo durante la noche, desde la mezquita sagrada a la mezquita lejana cuyos alrededores bendije, para mostrarle algunos de Mis signos. Él todo lo oye, todo lo ve" (Corán 17:1).

Los musulmanes están muy unidos a Jerusalén, ya que Dios se refiere a ella en el Corán como "el lugar que hemos bendecido". Un complejo llamado Masyid Al Aqsa yace dentro de la ciudad. El nombre Al Aqsa se traduce como "la mezquita lejana". Vale la pena notar que hay múltiples mezquitas y centros de aprendizaje en el sitio de 144.000 metros cuadrados, incluyendo el edificio más icónico de Jerusalén, el Domo de la Roca. 

El brillante domo dorado se destaca en el horizonte de Jerusalén y es reconocido por musulmanes y no musulmanes. En un evento conocido como "el viaje nocturno y ascenso a los cielos", el Profeta Muhammad ascendió hasta el cielo más bajo desde una roca que hoy en día se encuentra dentro de este Domo. En ese mismo viaje, el Mensajero de Allah dirigió a los profetas anteriores a él en oración. Ese sitio está en el lado opuesto de Al Aqsa. Se puede encontrar más información del viaje nocturno y ascenso aquí. https://www.islamreligion.com/es/articles/1511/el-viaje-nocturno-y-la-ascension-parte-1-de-6/

Cuando cambió la orientación para rezar de Jerusalén a La Meca, la importancia de la primera no disminuyó en absoluto; este cambio solo representó un paso para establecer el mensaje del Islam. El inmenso valor de Jerusalén para los musulmanes continuó en ese momento, así como hoy en día.  

Una oración en la Masyid Al Aqsa equivale a 250 oraciones en cualquier otro lugar, excluyendo la Mezquita del Profeta en Medina, en la cual una oración es equivalente a 1.000, o en la Sagrada Mezquita de La Meca, donde una oración tiene la recompensa de 100.000 en otro lugar[3].