Después de todas estas reflexiones sobre la creación del universo, nos pareció correcto mencionar algunas de las razones por las que Allah creó a estos enormes seres y asombrosos signos.
1. Someterlas al hombre: Cuando Allah decretó crear un sucesor en esta tierra que lo adoraría y habitaría la tierra, creó para él todas estas cosas, para así tener una vida correcta y que sus asuntos terrenales y su morada final sean correctos para él. Dice Allah:
“Y os sometió cuanto hay en los cielos y la Tierra por Su gracia. Ciertamente en esto hay signos para quienes reflexionan.”
(Corán 45:13)
También dice:
“Allah es Quien creó los cielos y la Tierra e hizo descender la lluvia del cielo con la que hace brotar los frutos para vuestro sustento. Él os sometió las naves para que con ellas surquéis el mar por Su designio, y os sometió los ríos [para que os beneficiéis de ellos].También sometió el sol y la luna, que siguen su curso incesantemente, y dispuso que la noche suceda al día. Él os ha dado todo cuanto Le pedisteis. Sabed que si intentarais contar las gracias de Allah no podríais enumerarlas; ciertamente el hombre es injusto, desagradecido.”
Corán 14:32-34
2. Hacer que los cielos y la tierra y todo lo que hay en el universo sean pruebas del Señorío de Allah y signos de Su Unicidad. Porque lo más grandioso en esta vida es afirmar el Señorío y la Unicidad de Allah. Y debido a que es el asunto más grandioso, Allah ha establecido en su apoyo evidencias asombrosas y lo demostró con las pruebas más convincentes. Por eso, Allah creó los cielos, la tierra y todos los otros seres para que sean evidencias de ello. Es por eso que frases como “Y entre Sus signos” se mencionan en abundancia, como en los siguientes versículos:
Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la Tierra, la diversidad de vuestras lenguas y razas. Por cierto que en esto hay signos para quienes los comprenden.” “Y entre Sus signos está [haberos creado] la noche para que descanséis en ella y el día para que procuréis Su gracia [el sustento]. Por cierto que en esto hay signos para quienes escuchan.” “Y entre Sus signos está hacer que el relámpago sea para vosotros motivo de temor y anhelo [de las lluvias] y el agua que hace descender del cielo para vivificar con ella la tierra árida. Por cierto que en esto hay signos para quienes razonan. “Y entre sus Signos está que el cielo y la Tierra se sostengan por Su voluntad, y luego cuando Él os convoque [el Día del Juicio] saldréis de la tierra [para comparecer ante Él].”
(Corán 30:22-25)
3. Convertirlos en evidencias de la existencia del Día de la Resurrección; dado que la vida encierra dos vidas, una vida de este mundo y una vida del más allá y la vida del más allá es la vida verdadera. Dice Allah:
“Esta vida mundanal transitoria no es más que distracción y diversión, y la verdadera vida [y eterna] está en el Paraíso. ¡Si supieran!”
(Corán 29:64)
Esto es así porque la morada del más allá es la morada de la recompensa y la reflexión y habrá regocijo eterno para quienes se lo merecen y tormento eterno para quienes lo merecen. Puesto que el hombre no puede llegar a esa morada a menos que muera y resucite, su existencia es negada por quienes tienen una relación cercenada con el Señor, cuya naturaleza ha sufrido una recaída y cuyo sentido de la razón ha sido dañado. Es por esto que Allah ha establecido pruebas y evidencias para que las almas puedan creer y sus corazones tengan convicción; pues la reproducción del alma es mucho más fácil que su primera creación y la creación de los cielos y la tierra es mucho más grande que la reproducción del hombre. Dice Allah:
“Él es Quien origina la creación y luego la reproduce, y ello Le es aún más fácil [que crear por primera vez]. A Él pertenecen los más sublimes atributos en los cielos y en la Tierra, y Él es Poderoso, Sabio.”
(Corán 30:27)
Dice también:
“Por cierto que la creación de los cielos y la Tierra es más grandiosa que la creación de los hombres; pero la mayoría de ellos lo ignoran.”
(Corán 40:57)
Y también dice:
“Allah es Quien elevó los cielos sin columnas, luego se estableció sobre el Trono; sometió al sol y a la luna haciendo que cada uno recorra [su orbita] por un plazo prefijado; Él decreta todos los asuntos y explica detalladamente Sus preceptos para que tengáis certeza de que ante Él compareceréis.”
(Corán 13:2)
¡Hombre, después de todo esto! Si todo este universo fuera sometido a ti y todos sus signos y pruebas te fueran mostrados, testificarías que no existe Señor digno de alabanza excepto Allah, Que no tiene compañeros. Cuando hayas sabido que tu resurrección y la vida después de la muerte son más fáciles que la creación de los cielos y la tierra, te encontrarás con tu Señor Quien te llamará a que rindas cuenta de tus actos y sabrás que todo este universo adora a su Señor y que todas Sus criaturas glorifican a su Señor con alabanzas:
“Todo cuanto existe en los cielos y en la Tierra glorifica a Allah. Ciertamente Él es Poderoso, Sabio.”
(Corán 62:1)
Todos se postran ante Su Majestad, pues Él dice:
“¿Acaso no ves que se prosternan ante Allah quienes están en los cielos y la Tierra, y el sol, la luna, las estrellas, las montañas, los árboles, las bestias, y muchos de los hombres? Pero también muchos [de los hombres y genios] merecen el castigo. Y a quien Allah humilla no habrá quien pueda dignificarlo; ciertamente Allah hace lo que Le place.”
(Corán 22:18)
Incluso aquellos seres adoran a su Señor de una manera que les corresponde, tal como explica Allah en este versículo:
“¿Acaso no ves que todo cuanto existe en los cielos y la Tierra glorifica a Allah? Hasta las aves con sus alas desplegadas lo hacen. Todos saben cómo adorarle y glorificarle; y Allah bien sabe lo que hacen.”
(Corán 24:41)
Si tu cuerpo funciona realmente según el decreto de Allah y lo que Él determina: El corazón, los pulmones, el hígado y todas las otras partes del cuerpo se someten a la voluntad del Señor… ¿Tu decisión final después de todo esto sería creer en su Señor o descreer de Él? ¿Su decisión sería ser incrédulo y desviarte de ese camino bendito que te rodea, incluso a tu cuerpo?
La Creación del Universo
El universo con sus cielos, tierra, plantas, estrellas, galaxias, mares, y todos los seres vivos son creados de la nada por Allah, alabado y glorificado sea. Él nos dice:
“Diles: ¿Cómo es que no creéis en Quien creó la Tierra en dos días y Le atribuís copartícipes? Éste es el Señor del Universo. Dispuso en ella [la Tierra] firmes montañas y la bendijo [con abundantes cultivos y ríos] y determinó el sustento para sus habitantes en cuatro días; [esto en respuesta clara] para quienes pregunten [acerca de la creación]. Luego estableció crear el cielo, el cual era humo [en un principio], y les dijo al cielo y a la Tierra: ¿Me obedeceréis de buen grado, o por la fuerza? Respondieron: Te obedecemos con sumisión. Creó siete cielos en dos días, y decretó para a cada cielo sus órdenes, y embelleció el cielo de este mundo con estrellas luminosas que son una protección [para que los demonios no asciendan y escuchen las órdenes divinas]. Éste es el decreto del Poderoso, Omnisciente.”
(Corán 41:9-12)
También dice:
“¿Acaso los incrédulos no reparan que los cielos y la Tierra formaban una masa homogénea y la disgregamos, y que creamos del agua a todo ser vivo? ¿Es que aún después de esto no creerán? Y por cierto que afirmamos las montañas en la Tierra para que no se sacudiera, y dispusimos caminos para que viajéis por ellos. E hicimos del cielo un techo, al cual contenemos para que no se desplome [sobre la Tierra], pero los incrédulos a pesar de ello se niegan a reflexionar en Sus signos.”
(Corán 21:30-32)
Allah creó el universo con muchos fines grandiosos. En todo sitio de él hay una gran sabiduría y asombrosas señales. Si uno reflexiona detenidamente en las señales del universo, verá maravillas. Contemple las maravillas de la creación de Allah en las plantas en las que casi todas las hojas, tallos y frutos están llenos de beneficios que el intelecto humano apenas puede comprender completamente. Contemple cómo el agua fluye por esos tiernos y débiles tallos, que los ojos apenas pueden ver a menos que se lo observe con microscopio, cómo pueden llevar agua de abajo hacia arriba y cómo el agua se desplaza por dentro de la planta según su capacidad. Luego se divide en partículas que no pueden ser percibidas por el ojo humano. Luego contemple el fruto de un árbol y cómo pasa de una etapa a otra. Observe el árbol que pasa de un simple tallo desnudo sin ningún tipo de cobertura, luego su Señor y Creador lo cubre con hojas de la manera más hermosa. Luego hace salir su tierno y débil fruto después de la hoja para conservarlo y protegerlo del calor, el frío y otros fenómenos naturales, cual si fuese un abrigo. Luego le brinda alimento a esos frutos a través de los tallos y vasos para que puedan nutrirse, tal como un niño se nutre con la leche de su madre. Luego alimenta los frutos y los desarrolla hasta que están totalmente maduros. Por lo tanto, surge un fruto delicioso de un elemento de madera.
Cuando se observa la tierra y cómo fue creada, se ve que es uno de los signos más grandiosos del Creador. Allah la convierte en lecho y lugar de descanso y la somete a Sus siervos. La convierte en su sustento, provisión y fuente de vida; y creó para ellos distintos caminos para que puedan desplazarse y satisfacer sus necesidades. Fijó la Tierra firmemente con montañas a las que convirtió en pilares para protegerla de los temblores. La extendió y creó llanuras que serán receptáculo de la vida que surge en su superficie y también para quienes mueren y sean enterrados. Su superficie es un sitio para la vida y su interior es la morada de los muertos.
Luego observe su órbita, girando alrededor del sol, con su luna satélite, las estrellas y astros; y contemple cómo giran continuamente en una órbita hasta el fin de los tiempos en su orden correcto; y observe las diferencias entre la noche, el día, las estaciones, el calor, el frío y cuáles son los resultados de dichos cambios maravillosos; y los beneficios que les dan a todos los animales y plantas que existen sobre la tierra.
Luego contemple la creación del cielo y vuelva a mirarlo; verá que es uno de los signos más grandiosos de Allah en su altitud, expansión y estabilidad. No existe pilar que lo sostenga ni tampoco nada de donde esté suspendido, sino que se mantiene por el infinito poder de Allah que sostiene el cielo y la tierra para que no se desplomen.
Cuando observa el universo, la composición de sus partes y su perfecta organización, que son prueba de la omnipotencia impecable de su Creador y Su perfecto conocimiento, sabiduría y gracia, descubrirá que es como un edificio construido en el que están provistos todas sus herramientas y requisitos. El cielo se erige con su techo elevado por encima; la tierra es un lugar de descanso y morada de sus habitantes; el sol y la luna son como lámparas que iluminan la tierra; y las estrellas son sus linternas y ornamentos que orientan a los viajeros por los caminos del universo. Las joyas y minerales ocultos en la tierra son como tesoros preparados para el fin que mejor se les ajuste. Los distintos tipos de plantas y animales también están preparados para lo que son beneficiosos. Algunos animales son buenos para cabalgar, otros para dar leche; algunos son buenos para alimento y otros para usarlos de bestias de carga. Y Él hizo que el hombre los controle y se beneficie de ellos.
Si reflexiona en el universo en todo su aspecto, verá un sinfín de maravillas. Si observa en profundidad y es sincero consigo mismo y se libera de las pasiones y prejuicios y la imitación ciega, ciertamente sabrá que este universo fue creado por el Todopoderoso, el Que Todo lo Sabe, el Más Sabio, que lo mesuró de la mejor manera y lo organizó también de la mejor manera. También sabrá con certeza que es imposible que el Creador sean dos; Él es el Único Señor junto a quien no existe nadie digno de alabanza y que de haber habido otro dios en los cielos y la tierra, se habrían corrompido, su orden se vería alterado y el bienestar se desmoronaría.
Sin embargo, si usted insiste en atribuirle la creación a otros aparte del Creador, qué dirá del mecanismo que gira en torno a un río y cuyas herramientas y composición han sido perfeccionadas y medidas excelentemente para que el observador no vea ningún defecto en él o en su imagen. Este río se halla en el centro de un largo jardín en el que hay diferentes tipos de frutos que obtienen el agua de este río; y en este jardín hay un cuidador que cuida perfectamente de él para que nada se vea afectado y ninguno de sus frutos se descomponga. Este cuidador luego divide las partes según las necesidades del hombre, dándole a cada grupo lo que merece y así repartiendo todo continuamente.
¿Diría usted entonces que todo esto sucedió sin la mano del creador, que tiene libertad de elección como planificador? ¿Diría usted que la existencia de ese mecanismo y ese jardín es algo accidental sin la participación de ningún creador ni planificador? ¿Puede imaginar qué le diría la razón si todo esto surgiera accidentalmente? ¿Puede imaginar adónde lo llevaría la razón y qué le aconsejaría? [1]
Este capítulo fue extraído de distintas partes del libro: “Miftaahu daaris-sa 'aadat, pág. 251-269.
En realidad, la persona que está en sus cabales se considera mucho más allá de la posibilidad entre ser incrédulo y desviarse en la enormidad de este universo.