HABLEMOS DEL SUICIDIO: ¿A DÓNDE VAMOS DESDE AQUÍ?

La vida puede ser difícil, pero no tiene que ser imposible. El carácter pensativo puede salvar vidas, y es hora de que el tema del suicidio no sea descartado como nada más que un grito para llamar la atención.

Como terapeuta con más de 5 años de experiencia, sé que los obstáculos de la vida a veces pueden parecer prácticamente imposibles de superar. Desde mi experiencia de trabajar con víctimas de violencia doméstica y hacer terapia individual, de los puntos de ruptura puede ser difícil de recuperarse. Sin la capacidad de empatizar, lo que se podría ver como algo insignificante podría ser traumatizante o impactante para otra persona.

Sara* era brillante. Debido a sus logros en la escuela secundaria, su futuro ya estaba determinado. Asistiría a una universidad de alto rango, se especializaría en un título que es considerablemente difícil, y adquiriría calificaciones altas. Luego tendría un gran trabajo, se casaría y criaría a hijos perfectos. O eso pensaba el mundo. La realidad es que el peso de la universidad se volvió demasiado abrumador para ella, por lo que se retiró. Su lucha contra la depresión era un obstáculo difícil que enfrentaba diariamente. Pronto se convirtió en más de lo que podía soportar. Ayer, Sara se despidió del mundo. Su propio mundo se volvió demasiado para manejarlo. Como escape, ella recurrió al suicidio.

Mientras lees su historia y te sorprendes volviendo atrás a los detalles específicos, te preguntas en voz alta: «¿Quién era esta chica?» Ante todo, Sara era una hija querida. Esta joven era una hermana cariñosa, una buena amiga y una vez brillante y dedicada estudiante. Ella también era musulmana. Su historia tira de las cuerdas de tu corazón porque hasta cierto punto puedes identificarte con ella. Si has pasado por la universidad, conoces el estrés abrumador que conlleva querer complacer a tus padres, el deseo de hacerlo todo increíblemente bien y la presión para tener éxito.

La sensación de ser empujado más allá de tus límites para lograr lo imposible es algo con lo que estás familiarizado. Podría haber funcionado para ti, pero no siempre funciona para todos. También conoces la presión de tener que encajar en el mundo real, o la decepción cuando descubres que a veces tus resultados son más bajos que los resultados del estudiante promedio. Si no eres tú (pero seamos honestos, todos están luchando), entonces conoces a alguien que ha luchado o que está luchando actualmente. Como todos los demás, la idea de alguien mencionando el suicidio es un tema que temes incluso tocar. Si bien la mayoría de las personas pueden dejar de lado este pensamiento después de que desaparecen sus luchas mentales, para algunos se convierte en una acción irreversible.

Si bien existe un diálogo abierto limitado sobre el suicidio, hay factores de riesgo comunes que deben tenerse en cuenta. Algunos de estos factores incluyen:

1. Conflicto de opiniones con los padres sobre las opciones de vida. Esto podría estar relacionado con el futuro cónyuge, temas sobre la universidad y opciones de carrera.

2. Depresión. Es posible que una persona pueda tener depresión y no recibir tratamiento para ella, debido a la vergüenza de tener que buscar tratamiento de salud mental.

3. Baja autoestima. Tener una racha continua de mala autoestima puede dificultarle la vida a alguien a diario.

4. Pérdida reciente. No saber cómo lidiar adecuadamente con una muerte social o una muerte permanente puede convertirse en un factor de riesgo para algunos.

5. Sentirse aislado. Esto es especialmente cierto para los estudiantes universitarios, que a menudo están separados de sus familiares y amigos.

Desafortunadamente, el suicidio es un tema tabú para discutir. Una chica musulmana se suicida y la atención se centra inmediatamente en cómo arruinó su vida posterior a su muerte. Se habla poco sobre la lucha que tuvo con la depresión (que también es un tabú discutir) o el hecho de que estaba más que deprimida y suicida, sino que también era divertida y extrovertida con una mente creativa y una personalidad genuinamente amorosa. Podría ser que ella amaba tanto a Dios, pero sus luchas mundanas le impedían tener esa relación que siempre soñó con su Creador. Dios lo sabe, pero nosotros no. Lo que sí sé es que a veces los pensamientos de suicidio son inevitables para aquellos que consideran que la vida es una lucha diaria. No ayuda que la mayoría de las veces, estas luchas sean desconocidas.

Muchas veces no se menciona un suicidio en la comunidad musulmana por temor a que pueda afectar el nombre de la familia, o peor aún, puede hacer que la gente crea que la persona que sucumbió a las presiones de este mundo tenía una enfermedad mental.

Me pregunto: «¿A dónde vamos desde aquí?» Si bien lamentablemente es demasiado tarde para salvar las vidas que se han perdido, tal vez esta historia reciente pueda allanar el camino para un cambio de pensamiento. Más importante aún, podría contribuir a un cambio de corazón necesario. La misericordia de Dios prevalece sobre Su ira, así que tal vez es hora de que seamos más misericordiosos con los demás. Es hora de aceptar el hecho de que incluso los musulmanes pueden volverse suicidas cuando la vida se vuelve difícil. ¿Qué tan difícil es sentirse lo suficientemente empático como para decirle a un alma que lucha: “No tienes que ocultar tu voz cuando se vuelve débil y temblorosa».

Podría ser un gran alivio para alguien escuchar «No eres un mal musulmán por no querer estar aquí ahora mismo».

Nuestro objetivo debe ser escuchar a la persona que está luchando, en lugar de hablar.

Es tan fácil predicar algo de lo que ya podrían ellos estar conscientes, en lugar de escuchar lo que les impide practicar lo que estás intentando predicarles. En el área del estrés universitario, tal vez necesites aprender a soltar un poco y dejar que tu hijo disfrute de ser un estudiante universitario. Pregúntate: “¿El estrés que estoy ejerciendo sobre mi hijo lo ayuda a tener más éxito? ¿Soy parte de por qué no disfrutan lo que estudia o hace?

Para alguien que lucha con tendencias suicidas, es muy importante que dejemos de lado las críticas y que nos hagamos esta simple pregunta, «¿Cómo puedo estar aquí para ti?» Según mis experiencias como terapeuta y como alguien que ha trabajado directamente con pacientes suicidas, esto podría ser una circunstancia a largo plazo. El apoyo incondicional es crucial. Hay una luz al final del túnel, y puede ser que esta luz esté iluminada por un apoyo incondicional y un sincero deseo de simplemente escuchar. Tu cambio de corazón podría ser la razón por la que otro corazón continúe latiendo.

* El nombre de la persona fue editado por respeto de confidencialidad.

POBREZA ESPIRITUAL Y RITUALES ROBÓTICOS


Escrito por Monique Hassan

Piensa en las veces que estabas recitando Corán y lo sentiste en tu corazón, realmente lo sentiste. Me encantan esos momentos en que abrimos el Corán y leemos un verso que parece hablarnos, como si Allah (el Más Honrado y Exaltado) estuviera respondiendo. Sin embargo, así como tenemos niveles altos espirituales, tenemos bajos niveles espirituales.

Un corazón que carece de la conexión divina mientras está en adoración comienza a funcionar como un robot. Tenemos que rezar, esto es obligatorio, pero a veces el que está rezando actúa como un robot, frío, que realiza los movimientos pero carece de concentración y sinceridad. Está actuando en piloto automático.

SUMISIÓN PROFUNDA ANTE EL NIVEL ESPIRITUAL BAJO


Uno de mis momentos más profundos en la vida fue antes de declarar la Shahadah. Estaba en un mal estado psicológico, en mi punto de ruptura. Pero aquí era donde tenía que estar porque tenía que romperme antes de poder reconstruirme. Caí en postración sollozando, no sabía qué era la postración en ese momento, pero mi cuerpo entró en esta posición de sumisión y vulnerabilidad mientras derramaba mi corazón hacia Allah (glorificado y exaltado sea Él) y rogué por ayuda.

Fue una de las postraciones más sinceras que puedo imaginar, estaba absolutamente desesperada por la guía de Allah (glorificado y exaltado sea Él) así como una persona deshidratada tiene sed de agua. Esa duaa fue respondida más allá de lo que podría haber imaginado. Esto puede sonar extraño, pero ese momento en que me derrumbé fue enriquecido con la dulzura de la fe. Estaba en total y completa sumisión, gritando metafóricamente: “toma el volante Señor; Haré cualquier cosa que me mandes, solo mantenme cerca, te necesito». No digo que debamos ser quebrantados emocionalmente para tener riqueza espiritual, pero en nuestros momentos difíciles podemos alterar nuestra percepción y decir alhamdu lillah, este es un momento para acercarme a Allah (glorificado y exaltado sea Él).

Avanzando rápidamente años después, como muchos otros musulmanes a mi alrededor, me di cuenta de que algunos de mis actos de adoración se habían vuelto tan normales que se volvieron robóticos. Mis oraciones comenzaron a perder su dulzura y, a veces, se convirtieron en una tarea pendiente que cumplir. Me enfoqué tanto en las obligaciones, el haram/halal y las reglas, que mi foco en el amor divino y un corazón lleno de Allah (glorificado y exaltado sea Él) tomó el asiento del pasajero. Allah (glorificado y exaltado sea Él) es amor en la forma suprema más allá del amor de una Madre, la misericordia es amor, el Profeta (la paz sea con él) irradiaba amor, pero muchos de nosotros, incluida yo, fuimos a la deriva del amor y nos encontramos en un bajo espiritual.

LOS SUSURROS DE SHAYTÁN


En estos momentos de yihad contra nosotros mismos, es natural preguntarse «¿está influyendo el mal en esto?». La oscuridad disfruta de nuestra lucha y si no puede alejarnos de nuestros actos de adoración, intentará mancharlos. El mal es estratégico, no es tonto, si Shaytan no puede evitar que reces, él te quitará el foco y la sinceridad en la oración hasta que se convierta en un ritual robótico sin corazón. Siempre debemos buscar refugio en Allah (glorificado y exaltado sea Él).

¿CÓMO LLEGAMOS AQUÍ?


No te despiertas un día y te encuentras en un estado de pobreza espiritual de la nada, se acumuló con el tiempo. Imagína si dejaras caer una piedra en un balde todos los días, al principio el balde todavía es liviano, pero eventualmente se volverá pesado y abrumador.

Vemos a algunos musulmanes que están realizando muchos actos buenos voluntarios y empujándose a sí mismos. Esto no es necesariamente malo, pero cuando se vuelve demasiado será abrumador y no sostenible. Quemar nuestras energías para llegar a estos máximos extremos nos empujará a mínimos más bajos. Es mejor tener un nivel de religiosidad constante y moderado, evitando los extremos de izquierda y derecha para mantenernos equilibrados. Podemos ver mucha sabiduría aquí cuando recordamos que se nos advirtió que fuéramos moderados.

«La religión es muy fácil y quien se sobrecargue en su religión no podrá continuar de esa manera…»

[Al-Bujari]

CÓMO MEJORAR NUESTRA RIQUEZA ESPIRITUAL


Puedo sentarme aquí y profundizar en el tema todo el día, pero si no promuevo formas de elevar tu iman y ayudarte, entonces solo me estoy quejando.

Tengo que comenzar esto mencionando al Shaykh Omar Suleiman y un podcast reciente que lanzó llamado «Cómo evitar el entumecimiento espiritual». Él habló sobre diversificar tus actos de adoración; Esto tenía mucho sentido para mí. Leer el Corán es esencial, pero no debería ser lo único en tu caja de herramientas espiritual. Desde un punto de vista psicológico, este es un gran consejo, cuando no siempre sigamos la misma rutina, estaremos menos en piloto automático y más comprometidos. Piensa en cómo te concentras la primera vez que conduces en un vecindario nuevo versus cómo te concentras al conducir en tu propio vecindario. Tómate el tiempo para el dhikr, pasa tiempo con un huérfano, ayuda a limpiar la mezquita o visita a las personas sin hogar, etc.

Hay muchas formas de adoración.

PREGÚNTATE POR QUÉ


Mira tus elecciones diarias, ¿estás dejando que el dunia te distraiga? ¿Estás viendo televisión inapropiada durante horas mientras comes en exceso y apresuras la oración para volver a Netflix? ¿Te presionaste tanto en los detalles de lo que es haram o lo que es halal que descuidaste a tu corazón? ¿Cuándo fue la última vez que leíste el Corán?

Solo tú puedes realmente responder a esto y necesitas hacerlo si deseas mejorar. En un espíritu de honestidad y vulnerabilidad, sé que uno de mis problemas fue concentrarme demasiado en las leyes. Pasé de amar los tacones, el delineador de ojos y lápiz labial rojo a usar una abaya y un khimar, y andar sin maquillaje en menos de un año. Evité la carne occidental a pesar de que la mayoría de los eruditos dicen que está bien comer un Chicken McNugget. Me involucré con algunos círculos súper salafistas. Los respeto, pero el foco estaba en «no hagas esto, no hagas aquello». Las reglas eran primordiales. Podría seguir, pero me estoy desviando del tema.

Me abstuve de tantas cosas y me empujé hasta el punto en que me sentía encajonada. Necesitamos responsabilidad y estructura, pero en equilibrio con el corazón y el aqidah. Honestamente, no importa si tienes la barba más larga o si haces la mayor cantidad de actos de adoración voluntarios; Si tu corazón e intención no son puros, no significa nada.

ELIGE TU COMPAÑÍA SABIAMENTE


Es importante mantener a personas a tu alrededor que sean una buena influencia. No importa cuán fuerte creas que eres, si te pones en fitnah de forma constante, te impactará. Del mismo modo que los padres no quieren que sus hijos pasen el rato con la gente mala en la escuela, no deberíamos querer rodearnos de malas influencias. 

MIRA A LA FUENTE


Lo más importante, debemos correr hacia Allah (glorificado y exaltado sea Él). Si nuestros Coranes están llenos de polvo, entonces ya conoces parte del problema. Allah nos recuerda en el Corán: “Recuérdenme que Yo los recordaré; agradézcanme y no sean ingratos.”

[Corán 2: 152]

Mi consejo sería leer por calidad, no por cantidad. Es mejor para nosotros leer una página y reflexionar que leer 20 páginas para acelerar la lectura. Deberíamos hacer duaa con frecuencia, pero no estoy hablando de decir algunas que memorizaste hace 10 años y que ni siquiera meditas sobre ellas.

El Duaa sincero significa realmente pensar en lo que estás diciendo y decirlo en serio. Tiene más significado que alguien haga duaa sincero en inglés, que alguien que dice duaa de la sunna en árabe pero con cero corazón, solo para decir que cumplió con la tarea.

PENSAMIENTOS FINALES


Somos humanos; Es natural tener altibajos espirituales. Estos niveles bajos de espiritualidad pueden ser una oportunidad para renovar tu fe y profundizar en tu conexión espiritual. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, estoy en el mismo bote que tú, pero todos estamos juntos en esto. La misma Ummah. No esperes a que el Ramadán llegue para alcanzar la riqueza espiritual y convertir tus actos de adoración en esfuerzos sinceros. Trabaja hacia tu mejor ser espiritual para preparar tu alma para el Ramadán próximo.

Que Allah (glorificado y exaltado sea Él) llene nuestros corazones con Su luz y guíe nuestros caminos, Ameen.

Fuente: Muslim Matters

ACERCA DE MONIQUE HASSAN


Monique, una escritora profesional especializada en psicología islámica y salud conductual. También es consejera en línea con Noor Human Consulting para necesidades de salud espiritual y conductual. Certificada en Prevención e Intervención de Crisis. Tiene una Licenciatura en Ciencias en Psicología con especialización en Biología junto con años de experiencia en un hospital de salud conductual.