una de las principales diferencias entre los musulmanes que viven conforme a las enseñanzas del corán y los que rechazan a dios es ésta: la sabiduría que dios otorga a los que usan su conciencia y veneran a dios. (para una descripción detallada consultar el libro de harun yahya la verdadera sabiduría según el corán) gracias a esta sabiduría, los creyentes se dan cuenta inmediatamente de los motivos que subyacen tras las cosas que ocurren, mientras que los ateos y los que son incapaces de comprender la verdad las contemplan como casualidades sin sentido.
desde el momento en que un creyente se despierta por la mañana sabe que hay (como dios lo denomina en el corán) un “mensaje” en cada experiencia que tiene a lo largo del día. la palabra “mensaje” se aplica a esos eventos que son una prueba clara de la existencia, unidad y atributos de dios – y también es el nombre de un versículo del corán. otra idea de significado similar es “los hechos que conducen a la fe”. se puede definir como esos hechos que llevan a una persona hacia la fe y, al mismo tiempo, hacen que ésta aumente, crezca y se haga fuerte. pero sólo aquellos que se vuelven sinceramente a dios pueden reconocer estos “mensajes” y hechos que conducen a la fe. la aleya 19 del sura la casa de imrán es un ejemplo:
verdaderamente, en la creación de los cielos y de la tierra, y en la sucesión de la noche y el día hay, ciertamente, mensajes para todos los dotados de perspicacia. (sura la casa de imrán 3: 190)
para aquellos que tienen fe y viven de acuerdo con las enseñanzas del corán, cada nuevo día está lleno de pruebas de la existencia de dios y de hechos que conducen a la fe. por ejemplo, el abrir los ojos y comenzar el día es una de las bendiciones de dios hacia la humanidad y uno de dichos hechos que conducen a la fe y sobre los que se debe reflexionar. permanecemos inconscientes durante la noche y todo lo que podemos recordar de las largas horas de sueño son unos recuerdos borrosos que duran de 3 a 5 segundos. durante ese tiempo, no se tiene conexión con este mundo. el cuerpo y el espíritu se separan y este tiempo, durante el que pensamos que estamos dormidos, en realidad es un tipo de muerte. dios revela en el corán que se lleva a los humanos mientras duermen.
[únicamente] dios [tiene este poder- él] es quien hace morir a todos los seres humanos en el momento de su muerte [corporal], y [hace que estén como muertos], mientras duermen, a aquellos que aún no han muerto: así retiene él a aquellos para los que ha decretado la muerte, y remite a los otros hasta un plazo fijado [por él]. (sura las multitudes 39: 42)
y é les quien os hace estar [como] muertos por la noche y conoce lo que hacéis durante el día; y os devuelve a la vida cada día para que se cumpla un plazo fijado [por él]. (sura el ganado 6: 60)
en esta aleya, dios dice que nos lleva mientras dormimos, pero nos devuelve hasta que llegue la hora de nuestra muerte. mientras duerme, una persona pierde en parte su conciencia del mundo exterior. despertar de la “muerte” que es el sueño a la conciencia y al mismo estado en el que se estaba el día anterior y ser capaces de ver, oír y sentir perfectamente bien es un milagro que deberíamos tener en cuenta. una persona que se va a la cama por la noche no puede estar segura de si estas bendiciones incomparables se le otorgarán de nuevo por la mañana. y nunca podremos estar seguros de si nos enfrentaremos a algún tipo de desastre o de si nos despertaremos en buena forma.
un creyente que comienza un nuevo día piensa en todo esto y le da gracias a dios por protegerle con su gran misericordia y amparo. comienza el nuevo día como si fuese una oportunidad que dios le concede para que gane su favor y logre el paraíso. desde el momento en que abre los ojos cuando amanece por la mañana, dirige sus pensamientos hacia dios y comienza el día con una sincera oración, la oración del alba (salat al-fayyr) en el islam. durante el día, se conduce sabiendo que dios le está observando y trata de obtener su aprobación obedeciendo sus mandatos y consejos. estableció un estrecho vínculo con él y empezó el día con la oración del alba. así será poco probable que le olvide durante el transcurso de la jornada, o que ignore sus prohibiciones; se comportará sabiendo que dios le está poniendo a prueba en este mundo.
alguien que piensa en dios sinceramente recibe ayuda para darse cuenta de que debe reflexionar con detenimiento sobre los dones que se le han concedido y que no otro sino dios tiene ese poder. en el corán, nuestro señor dice que las personas debemos meditar sobre este asunto:
di: “¿qué os parece? si dios os privara del oído y de la vista y sellara vuestros corazones – ¿qué deidad sino dios podría devolvéroslos?” (sura el ganado 6: 46)
indudablemente, es dios todopoderoso y omnisciente quien hace del sueño un tiempo de descanso para los seres humanos y les restituye sus dones por la mañana. aquellos que lo saben, sienten la proximidad de dios desde el momento en que comienzan el día y están contentos con dichos dones.
por el contrario, los que rechazan la religión y rehúsan considerar esta realidad nunca tienen plena conciencia de los mismos ni experimentan el gozo de los creyentes. por lo general, tienen dificultades para dejar la comodidad de sus camas por la mañana temprano y se estresan a causa de la angustia que les produce enfrentarse al nuevo día. algunos sufren ansiedad y depresión cuando piensan en lo que tienen que hacer cada mañana. no quieren abandonar su lecho, se debaten entre levantarse o quedarse en cama un minuto más. una de las características de este tipo de personas es su irritabilidad, estrés y tristeza al levantarse.
los ateos no disfrutan del placer que supone beneficiarse de los dones que dios otorga; desde el momento en que se levantan vuelven a la monotonía de hacer lo mismo día tras día. existe otro tipo de personas que no se dan cuenta de que puede que el nuevo día sea la última oportunidad que dios les ha dado: se disponen a empezar el día con presteza, ávidos por hacer más dinero, por presumir ante otros de sus posesiones o apariencia, para llamar la atención de los demás y para que les admiren.
los que ignoran los hechos que dios ha revelado en el corán puede que empiecen el día a su manera, pero les une una común falta de conocimiento de cómo se comportan: no tienen en cuenta que dios les ha creado, que tienen la responsabilidad de servirle y de obtener su aprobación y que puede que el nuevo día sea su última oportunidad de cumplir sus obligaciones para con él. dios revela la situación en que se encuentran con estas palabras:
se acerca a los hombres su ajuste de cuentas: pero ellos siguen obstinadamente despreocupados [de su llegada]. (sura los profetas 21: 1)
está claro que los que viven inmersos en este error han cometido una grave equivocación. no debemos olvidar que cada mañana puede ser el principio del último día de nuestra vida terrenal. la muerte puede llegar en cualquier momento debido a un accidente de tráfico, a una enfermedad inesperada o a otro incontable número de causas. entonces, como ya hemos dicho, debemos pensar en qué debemos hacer al enfrentarnos al nuevo día para lograr la aprobación de dios.
algunas personas, incluso aunque su conciencia les dicte que deben perdonar a alguien que les ha causado algún mal o hablar con amabilidad a quien se ha dirigido a ellos en un tono poco amable, prefieren no hacerlo y responder al insulto con uno mayor. según esta forma de pensar tan equivocada, ostentar un tono de irritación, ridiculizar a otra persona con palabras arrogantes e insultos y responder con insolencia y falta de respeto es un signo de superioridad.
ni qué decir tiene que estas ideas son del todo contrarias al corán. en él, dios nos pone los siguientes ejemplos de la bendición que supone hablar con amabilidad y cómo resulta siempre beneficioso para los seres humanos:
¿no ves cómo dios propone la parábola de una palabra buena? [es] como un árbol bueno, firmemente enraizado, [que extiende] sus ramas hacia el cielo, y que da sus frutos en cada estación con la venia de su sustentador. y [así es como] dios propone parábolas a los hombres, para que reflexionen [sobre la verdad]. y la parábola de una palabra mala es un árbol malo, arrancado [de sus raíces] sobre el suelo, totalmente incapaz de resistir. [así,] dios da firmeza a quienes han llegado a creer por medio de la palabra de firmeza inquebrantable en esta vida y en la otra; pero deja que se extravíen los malhechores: pues dios hace lo que quiere. (sura abraham 14: 24-27)
como podemos inferir de esta aleya, una persona que utiliza palabras edificantes y vive según ellas, hallará una gran belleza y dones incomparables en este mundo y en el que está por llegar. por otro lado, una persona que usa palabras poco adecuadas y vive según las mismas, camina sobre una oscura carretera que le conducirá al infierno.
un creyente se dirige con palabras correctas y sabias a todo el que se encuentra en el transcurso del día. dondequiera que esté, habla de la religión de dios, da consejos que provienen del corán, pronuncia palabras que recuerdan a dios y el buen carácter del mensajero de dios, la paz y las bendiciones de dios sean con él, y habla a los demás con respeto. para animar a sus amigos, elogia sus buenas cualidades que son las que nos enseña el corán y la sunna y conversa de modo que ayude a los demás a pasar el día de forma más alegre y animada. podemos comparar este comportamiento que muestran los creyentes con el buen árbol frutal de la aleya anterior.
sin embargo, algunos prefieren no destacar las buenas cualidades de otros, sino humillarles exponiendo sus errores y defectos. como ya hemos señalado, en las aleyas del sura abraham, nuestro señor nos previene sobre este modo de actuar y compara el lenguaje utilizado con un árbol malo que no da fruto. así como una mala palabra destruye una buena relación, también enfría el entusiasmo de la otra parte y es causa de pena y remordimiento.
por otro lado, cuando un creyente habla con alguien dándole un consejo sobre cómo remediar sus defectos o señalando sus errores, tendrá cuidado en elegir las mejores palabras. al hacerlo así, cumplirá el siguiente mandato de dios:
y di a mis siervos que hablen [a esos que no comparten sus creencias] con suma amabilidad: ciertamente, satán está siempre dispuesto a sembrar la discordia entre los hombres – pues, ¡en verdad, satán es enemigo declarado del hombre! (sura el viaje nocturno 17: 53)
tal y como dice dios en esta aleya, el demonio intenta que no nos digamos cosas buenas unos a otros y, de este modo, hacer que nos enemistemos. cuando se dice algo negativo, el demonio intenta, inmediatamente, introducir sospechas para entrometerse y enemistar a las dos partes. una persona que se siente incómoda porque se han dirigido a ella de modo desagradable se verá influenciada por las insinuaciones que el diablo le hace y responderá a la otra del mismo modo. esto dañará o incluso destruirá su amistad. sin embargo, una palabra positiva evitará el peligro de que satán nos induzca a error. por este motivo, los creyentes intentan hablarse del modo más positivo posible para que el demonio no tenga ni la ocasión ni la oportunidad de interferir entre ellos. tal actitud será el modo de estrechar sus lazos de amistad. nuestro profeta, la paz y las bendiciones de dios sean con él, ha ordenado que los creyentes mantengan siempre una conducta elevada y que hablen elogiando a los demás.
"no os envidiéis, no os odiéis, no os deis la espalda y no os vendáis barato unos a otros, sino sed, oh siervos de dios, hermanos.” (muslim)
"saludar a una persona es un acto de caridad. actuar justamente es caridad. una buena palabra es caridad." (bukhari y muslim)
"no hay nada que pese más en la balanza que el buen carácter." (imam ahmad y abu dawud
en casi todas las sociedades hay personas que no son creyentes pero que viven, más o menos, según los valores que dios ha descrito en el corán. cuando es necesario, estas personas se pueden comportar de forma amable, gentilmente y con abnegación, misericordia y justicia. pero no importa la elevada moral que manifiesten, seguro que hay momentos en los que no mantienen este comportamiento. por ejemplo, alguien que tiene que hacer un examen importante se queda dormido por la mañana porque se le ha estropeado el despertador. cuando se despierta va corriendo a la escuela y se queda atrapado en un atasco. quiere llamar a la escuela para decirles que llegará tarde, pero la línea está ocupada. si, en ese momento, un amigo que esté sentado a su lado le hiciese una pregunta, le contestaría con un tono de irritación o se le quedaría mirando enfadado sin responderle. esta persona cree que es amable y comprensiva pero, en una situación como la descrita, podemos decir que su paciencia se ha agotado y que se comporta de modo poco amable.
un creyente tiene la firme determinación de actuar según los valores del corán en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia. se muestra paciente con los que dicen o hacen cosas equivocadas o desagradables. (para profundizar en el tema, véase el libro de harun yahya la importancia de la paciencia en el corán).
por ejemplo, con alguien que le empuja para subir primero en el autobús, con un amigo que le insulta lleno de rabia, con un conductor descuidado que le llena de barro cuando camina por la acera. podemos poner infinidad de ejemplos. una persona que adopta las enseñanzas del corán se da cuenta de que todo esto ha sido creado así porque es su destino y nunca se comportará de manera impropia, ni se irritará ni se pondrá de mal humor. por supuesto, intentará que algo así no le vuelva a suceder y hará todo lo que pueda por evitar aquello que le pueda hacer enfadar. de acuerdo con las enseñanzas del corán, incluso en el caso de que ocurra algo que le lastime, una persona debe tener paciencia con los demás y, si es posible, devolver con un bien el mal comportamiento. en el corán, dios llama nuestra atención sobre el hecho de que, con paciencia, los creyentes pueden repeler amablemente las malas acciones:
pero [como] el bien y el mal no pueden equipararse, repele [el mal] con algo que sea mejor - ¡y, he ahí, que aquel entre el cual y tú existía enemistad [se volverá entonces] como si [siempre] hubiera estado cercano [a ti], un verdadero amigo! sin embargo, no es dado [conseguir] esto sino a los que acostumbran a ser pacientes en la adversidad: ¡no les hes dado sino a los sumamente afortunados! (sura expuestos con claridad 41: 34-35
según los dictámenes de dios: "… y haced el bien a vuestros padres, a los parientes, a los huérfanos, a los pobres, al vecino que es de vuestra gente y al vecino que es un extraño, al compañero que tenéis al lado, al viajero y a aquellos que vuestras diestras poseen (los esclavos)" en la aleya 36 del sura las mujeres (4), los creyentes se comportan bien con aquellos que tienen a su alrededor. no son pendencieros, tercos ni negativos sino que se relacionan con los demás positiva y correctamente. puesto que viven según las enseñanzas del corán, muestran un carácter conciliatorio y abierto. saben que la ira, las disputas y las discusiones de los que no siguen la religión no tienen lugar en lo que nos enseña el corán. por este motivo, perdonan, son tolerantes e intentan ver el lado bueno de los demás. en el corán, dios llama nuestra atención sobre esto y lo califica de expresión de la superioridad de carácter:
pero, aún así, si uno es paciente en la adversidad y perdona - ¡ciertamente, he aquí algo que requiere en verdad de la mayor determinación! (sura la consulta 42: 43)
dios nos ordena ser comprensivos, tolerantes y perdonar a los demás. lo hace en la siguiente aleya:
así pues, [aunque hayáis sido víctimas de la difamación,] que aquellos de vosotros que hayan sido agraciados con el favor [de dios] y una vida acomodada no se muestren reacios a ayudar a [los infractores de entre] sus parientes, a los necesitados, y a aquellos que han abandonado el ámbito del mal por la causa de dios, sino que perdonen y sean tolerantes. ¿no deseáis que dios perdone vuestros pecados? (sura la luz 24: 22)
por esta razón, un creyente cuida de tratar con comprensión y tolerancia a cualquier creyente con el que se encuentre a lo largo del día. por ejemplo, será indulgente con un creyente que hace ruido y le despierta por la mañana. sabe que actúa así por decreto de dios; él quiere que se levante en ese preciso momento y la persona que hace ruido es su instrumento. es una manera de ver las cosas. sin embargo, lo dicho puede ser motivo para que alguna gente se irrite y pelee. un creyente se esfuerza por actuar correctamente con otros creyentes que le ocasionan algún mal por accidente. no importa lo grave de la situación; no se enfada, ni pierde la compostura, ni molesta a los que se encuentran a su alrededor. espera el mismo comportamiento de los demás cuando él cometa un error. como dijimos con anterioridad, espera que dios, con su infinita misericordia, le perdone sus equivocaciones. si no intenta dar ejemplo con su propio comportamiento del atributo de dios que dice que es “indulgente”, sabe que su actitud le conducirá a actuar en contra de las enseñanzas del corán.
una persona que vive según las enseñanzas del corán será poseedor de una naturaleza de carácter excelente. con la madurez que demuestra en el transcurso del día ya sea en casa, en la escuela o en el trabajo, evita que surja cualquier tipo de tensión o angustia. además, el comportamiento de un creyente es un ejemplo para los demás. lo más importante es que su conducta es la que se elogia en el corán y que actúa de manera que agrada a dios.
de la información que obtuvo de los expertos, imam al-ghazali escribió lo que sigue sobre el comportamiento ejemplar de nuestro profeta, la paz y las bendiciones de dios sean con él, hacia los que le rodeaban:
"… solía ser el primero en saludar a quien se encontraba. no se levantaba o sentaba sin recordar a dios…
… solía llamar a sus compañeros por sus títulos, para honrarles, y solía dar títulos a quienes no tenían.
… era muy afectuoso y amable cuando trataba con la gente” (“ihya ulum-id-din”, imam al-ghazzali)
sin lugar a dudas, lo que tenemos que emular es el noble carácter de nuestro profeta, la paz y las bendiciones de dios sean con él. aquellos que adoptan los valores del corán y siguen la sunna de nuestro profeta, la paz y las bendiciones de dios sean con él, pueden esperar llevar una buena vida en este mundo por deseo de dios y recibir una gran bendición de dios en el más alláh.
de vez en cuando, una persona se encuentra ante situaciones incómodas tales como tener que esperar en la esquina de una calle llena de basura, en una cocina pestilente o en lugares estrechos, oscuros, húmedos y fríos. para un creyente, incluso los sitios sucios y angustiantes cumplen un propósito dentro de la creación. esta clase de lugares le recuerdan al creyente el infierno y su miseria, cuya suciedad sobrepasa cualquiera que se pueda encontrar en este mundo. en el corán, dios revela que el infierno es un lugar de oscuridad, suciedad e inmundicias:
"ciertamente, ¡qué horrible como morada y como posición!" (sura el criterio de la verdad 25: 66)
pero los que han perseverado en el mal - ¿qué será de los que han perseverado en el mal? [se hallarán] entre vientos abrasadores, y ardiente desesperación, bajo una sombra de humo negro, ni fresca ni agradable. (sura lo que ha de ocurrir 56: 41-44)
y cuando sean arrojados en su interior, en un espacio angosto, atados [todos] entre sí, suplicarán su inmediato exterminio. [pero se les dirá:] “¡no supliquéis hoy un sólo exterminio, sino suplicad muchos exterminios!”(sura el criterio de la verdad 25: 13-14)
una persona que recuerda estos versículos reza inmediatamente para que el señor lo libre de los sufrimientos del infierno y le pedirá perdón por las cosas que ha hecho mal.
según la descripción que dios hace en el corán, el infierno es un lugar pestilente, opresivo, ruidoso, oscuro, húmedo, frío y lleno de humo y hollín. incluso existen unas zonas más peligrosas que otras dentro de él y un calor abrasador que penetra las células. allí se encuentran las comidas y bebidas más repugnantes. las ropas están hechas de fuego y los sufrimientos no tienen fin. es un lugar donde se quema la piel, donde las gentes imploran para que se les libere e incluso prefieren morir para evitar el sufrimiento, aunque ya han muerto y no pueden volver a hacerlo. en cierto sentido, el infierno se puede comparar a cómo queda el mundo tras una guerra nuclear en las películas. sin embargo, la oscuridad que se describe en éstas no tiene parangón con la extrema suciedad y ambiente depresivo de aquel. se trata tan sólo un símil, porque el infierno es mucho peor y más terrible que el más execrable de los sitios que uno pudiera imaginar en este mundo.
los lugares opresivos, sucios, oscuros y calurosos son muy duros de soportar para el ser humano. en el infierno, esta atmósfera claustrofóbica se intensifica al máximo. los que, en este mundo, han desarrollado métodos de protección contra el calor estarán indefensos allí. es más caliente que el más caliente de los desiertos, más deprimente y sucio que la celda más oscura, húmeda y fría. como nuestro señor dice en el corán, el calor penetra en las células más pequeñas del ser humano. para un malhechor, no existe protección ni alivio frente al calor ardiente. al mismo tiempo, en el infierno, los sentidos se agudizan mucho más de lo que lo están en este mundo. aquí, la mayor parte de los sufrimientos se alivian después de un periodo de tiempo, las heridas cicatrizan e incluso las huellas de una quemadura grave desaparecen con el tiempo. una persona siente las punzadas del infierno continua e intensamente y este sufrimiento nunca tiene fin, a menos que dios quiera.
a través de los siguientes ejemplos mostraremos otra reflexión que se puede hacer sobre los lugares abandonados y sucios: un lugar puede estar sucio a causa de la dejadez u olvido de alguien. sin embargo, tan pronto como el creyente lo ve, se da cuenta de lo misericordioso que dios se muestra con él y lo mal que se ha portado él con dios; reconoce que dios le ha dado un lugar ideal en el que vivir y que él es sólo un invitado. por este motivo, se da cuenta de que debe proteger meticulosamente todas las bendiciones que se le han otorgado y dar gracias con su trabajo. de otro modo, estará actuando de modo que no plazca a dios. un creyente que se percata de este hecho comprenderá de inmediato que se ha equivocado y volverá a dios; limpiará lo que tiene que limpiar, aprenderá de sus errores y no los volverá a comete.
una persona consciente de su fe será firme y se pondrá en manos de dios cuando esté enferma porque se da cuenta de que su enfermedad es una prueba, así como el estar sano también lo es. se da cuenta de que tanto las desgracias e infortunios que le acaecen como el bienestar, la prosperidad y la facilidad son pruebas que provienen de dios y, de hecho, estas últimas son probablemente las más serias y difíciles. por esta razón, no importa lo incómodo que se encuentre, será constante y seguirá rezando con sinceridad. sabe que es dios quien creó la enfermedad y que es él quien tiene la cura. en el corán, dios ensalza la paciencia del creyente durante su enfermedad y la enumera entre una de las cualidades de los "piadosos":
… piadoso, en verdad, es quien cree en dios, en el último día, en los ángeles, en la revelación y en los profetas; y gasta de lo que tiene – a pesar de su apego a ello- en sus parientes, en los huérfanos, los necesitados, los viajeros, los mendigos y en rescatar a otros del sometimiento; es constante en la oración y paga el impuesto de purificación; y [piadosos en verdad son] los que, cuando prometen, cumplen sus promesas, y son pacientes en la desgracia, en la adversidad y en los momentos de peligro: esos son los que han sido fieles a su palabra, y esos son los que han sido conscientes de dios. (sura la vaca 2: 177)
además de tener paciencia, el creyente se tomará el tratamiento apropiado para sentirse mejor. no se comportará de modo emocional ni infantil para llamar la atención de aquellos que están a su alrededor. seguirá dicho tratamiento y tomará las medicinas adecuadas para su enfermedad. este comportamiento es en realidad una forma de orar. al mismo tiempo, y como resultado de vivir de acuerdo con las enseñanzas del corán, reza constantemente a dios para que le ayude y cure. en el corán, dios pone a job (que dios esté complacido con él) como ejemplo de la actitud que proviene de la fe:
y [recuerda a] job, cuando invocó a su sustentador: “¡la desgracia ha hecho presa en mí: pero tú eres el más misericordioso de los misericordiosos!”. (sura los profetas 21: 83)
debemos decir que todas las medicinas son un medio para lograr una cura. si dios quiere, hará que el tratamiento sea una manera de curarse. es él quien crea las materias primas (micro-organismos, materias animales y vegetales) que se usan en la composición de los medicamentos. en resumen, es dios quien crea la cura. en el corán, se llama nuestra atención sobre lo dicho a través de las palabras de abraham (que dios esté complacido con él): "y cuando caigo enfermo, es él quien me devuelve la salud." (sura los poetas 26: 80)
sin embargo, los miembros de una sociedad atea se rebelan en cuanto caen enfermos. se comportan de forma contraria a lo decretado por dios cuando dicen: “¿por qué me ha ocurrido esto?” una persona que piensa de esta manera nunca se pondrá en manos de dios durante su enfermedad ni la contemplará como un beneficio.
sin embargo, los creyentes piensan en el motivo de su enfermedad y la ven como una oportunidad para acercarse a dios. una vez más, comprenden el gran don que es la salud y lo indefensos que estamos los seres humanos. incluso una simple enfermedad como la gripe puede hacer que una persona tenga que guardar cama. en esta situación, no importa lo poderoso, respetado o rico que uno sea, estamos indefensos y debemos descansar y tomarnos medicinas. bajo estas circunstancias, nos acordamos de lo mucho que necesitamos a dios y nuestra enfermedad es un modo de recordarle y acercarnos a él. y, para el creyente, toda enfermedad es una advertencia de que el mundo es transitorio y de que la muerte y el más allá están cerca
son varias las dificultades con las que una persona puede encontrarse a lo largo del día, pero no importa el número, un creyente se pone en manos de dios y piensa: “dios nos pone a prueba a través de todo lo que hacemos y pensamos en esta vida terrenal. éste es un hecho muy importante que nunca debemos perder de vista. por tanto, cuando nos encontramos con alguna dificultad en lo que hacemos, o pensamos que las cosas no nos están saliendo bien, no debemos olvidar que nuestro señor la ha puesto en nuestro camino para comprobar nuestra reacción.”
en el corán, dios dice que es él quien decreta cualquier dificultad a la que nos enfrentemos:
di: “¡nada nos puede sobrevenir salvo lo que dios ha decretado! él es nuestro señor supremo; y ¡que en dios pongan los creyentes toda su confianza!" (sura el arrepentimiento 9: 51)
todo cuanto experimentamos a lo largo de nuestra vida lo ha decretado dios y es beneficioso para los creyentes no sólo en este mundo y sino también en el que está por venir; esto está claro para cualquiera que observe con fe (para más información, véase viendo el bien en todas las cosas, de harun yahya, islamic book service, 2003). por ejemplo, el que un creyente pierda alguna posesión que quería es algo muy favorable. exteriormente, parece ser una desgracia pero puede ser el modo en que dicho creyente se dé cuenta de sus errores, tenga mayor conciencia y comprenda que debe ser más precavido en algunos aspectos. otro aspecto positivo de este tipo de desgracia es que nos recuerda que nada nos pertenece, que dios es el que todo lo posee.
lo dicho es válido para cualquier contingencia, grande o pequeña, que ocurre en nuestra vida cotidiana. por ejemplo, como resultado de un malentendido o del descuido de alguien, puede que se efectúe mal un pago; un trabajo que alguien ha estado haciendo en el ordenador durante horas puede que se pierda en un momento por culpa de un fallo eléctrico; un estudiante puede caer enfermo y perderse los exámenes de selectividad para los que se ha estado preparando durante tanto tiempo; debido a algunas transacciones burocráticas, una persona puede estar esperando durante días; puede que unos documentos nunca se firmen, causando así los consabidos atrasos; una persona que tiene una cita importante puede perder su autobús o avión… todos estos son la clase de sucesos que pueden ocurrir en la vida de cualquiera y que parecen ser auténticos reveses.
sin embargo, desde el punto de vista de alguien que tiene fe, existe una gran perfección en estos hechos. sobre todo, un creyente tiene en mente que dios pone a prueba su conducta y su firmeza, que morirá y que darle vueltas a las dificultades es una pérdida de tiempo puesto que va a dar cuenta de ello en la otra vida. sabe que existe un resquicio de esperanza en todas las cosas que ocurren. nunca se descorazona, sino que reza para que dios haga fácil su trabajo y que todo le salga bien. y cuando el alivio llega después de la dificultad, le da gracias por haber aceptado y respondido a sus oraciones.
una persona que comienza el día con esto en mente raramente perderá la esperanza, no importa lo que le ocurra, ni se angustiará, ni tendrá miedo, ni se desesperará, y si, momentáneamente, olvida, recordará de nuevo y volverá a dios. sabe que él creó todas estas cosas con un propósito bueno y beneficioso. y no pensará así sólo cuando le vaya a suceder algo grave sino, como hemos dicho antes, ante cualquier contingencia grande o pequeña que le ocurra en su vida cotidiana.
por ejemplo, imagina a una persona que no consigue realizar una tarea tan rápido como deseaba; en el último minuto, justo cuando está a punto de acabarla, tropieza con un serio problema. esta persona estalla de rabia, se angustia, abate y tiene otra serie de reacciones negativas. sin embargo, alguien que cree que todo tiene su lado bueno, intentará hallar lo que dios le quiere decir a través de lo que le ha sucedido. puede pensar que intenta llamar su atención para que tome más precauciones en este asunto. las tomará y le dará gracias, porque probablemente ha evitado un mal mayor.
si pierde el autobús, pensará que llegar tarde o no haber cogido ese autobús le evitará tener un accidente u otro desastre. éstos son sólo algunos ejemplos. puede que reflexione sobre la existencia de otras razones ocultas. dichos ejemplos se pueden multiplicar muchas veces a lo largo de la vida de una persona, pero lo importante es esto: los planes no siempre salen como uno desea. puede que nos encontremos en un entorno completamente diferente del que habíamos pensado, pero que resulta beneficioso para quien se pone en manos de dios y por tanto intenta encontrar un propósito divino para todo lo que le ocurre. en el corán, dios revela lo siguiente:
…puede ser que os desagrade algo y sea bueno para vosotros, y puede ser que améis algo y sea malo para vosotros: dios sabe y vosotros no. (sura la vaca 2: 216)
como dios dice, no sabemos lo que es beneficioso o dañino, pero él sí lo sabe. una persona debe trabar amistad con dios y someterse a él, el más misericordioso y el benévolo.
en esta vida terrenal, una persona puede perder todo lo que tiene en un momento. puede perder su casa en un fuego, sus inversiones en una crisis económica o sus posesiones más valiosas en un accidente. dios dice en el corán que la gente pasará por este tipo de pruebas:
y ciertamente os pondremos a prueba por medio del peligro, del hambre, de la pérdida de bienes, de vidas y de frutos [del trabajo]. pero da buenas nuevas a los que son pacientes en la adversidad. (sura la vaca 2: 155)
dios dice a la gente que pasarán por varios tipos de prueba y que recibirán una buena recompensa por su paciencia en circunstancias difíciles. por ejemplo, una persona pierde algo que le pertenece y no lo encuentra; la paciencia que dios describe en el corán consiste en que se pone por completo en manos de dios y se somete a su voluntad desde el momento en que sabe que su posesión, ya sea grande o pequeña, se ha extraviado. no pierde de vista el hecho de que dios lo ha creado todo y no deja que su actitud o comportamiento le trastornen.
una persona puede incluso sufrir mayores pérdidas en el transcurso del día. por ejemplo, si alguien pierde una fuente de ingresos en la que ha invertido la mayor parte del día, se convierte en una tragedia para alguien que cree que su futuro depende de ello. a mucha gente se la ha educado desde su infancia con la idea de conseguir un buen trabajo. pasan cada momento de sus vidas deseando un trabajo mejor o un ascenso o promoción en su trabajo. por tanto, si lo pierden, se vuelven depresivos y se angustian y sus vidas, como vulgarmente se dice, dan un vuelco.
por otro lado, un creyente sabe que es dios quien le proporciona su sustento diario y que sus fuentes de ingresos obedecen únicamente a este propósito. es decir, para un creyente, las bendiciones que dios le ha otorgado son sólo un medio. por este motivo, si una persona que tiene fe pierde sus fuentes de ingresos, aceptará este hecho con paciencia y sumisión. en tales circunstancias, será constante, rezará y se pondrá en manos de dios. no olvidará nunca que dios le procura su sustento diario y que se lo puede quitar en el momento que desee.
una persona que tiene el corán como guía tomará inmediatamente las riendas de sus pensamientos y se hará dueño de sus acciones si pierde su fuente de ingresos, si sufre algún daño, si no puede estudiar en el sitio que ha elegido o si le sucede alguna otra circunstancia similar. considerará si su comportamiento agrada a dios o no y pensamientos como los que enunciamos a continuación pasarán por su mente:
- ¿he dado gracias suficientes por los bienes, posesiones y propiedades que he perdido?
- ¿he sido tacaño o desagradecido con las bendiciones que se me han otorgado?
- ¿me he olvidado de dios y de la vida del más allá, apegándome demasiado a mis propiedades y posesiones?
- ¿he sido arrogante o altivo a causa de mis posesiones y me he alejado del camino de dios y de las enseñanzas del corán?
- ¿he intentado obtener la admiración de los demás en vez de buscar la aprobación de dios y he buscado satisfacer mis propios deseos?
un creyente responderá honesta y francamente a estas preguntas. de acuerdo con sus respuestas, intentará corregir el comportamiento que no agrade a dios y rezará para que él le ayude. se acercará a dios con sinceridad. se refugiará en él de las cosas equivocadas que ha hecho por olvido o por mala conducta. en el corán, dios describe el modo de rezar que tienen los que creen:
… “¡oh sustentador nuestro! ¡no nos culpes si olvidamos o erramos, sin querer! ¡oh sustentador nuestro! ¡no nos impongas una carga como la que impusiste sobre los que nos precedieron! ¡oh sustentador nuestro! ¡no nos hagas llevar una carga que no podamos soportar! ¡y borra nuestras faltas, perdónanos y concédenos tu misericordia! ¡tú eres nuestro supremo señor!… (sura la vaca 2: 286)
al ser puesta a prueba, una persona puede sufrir grandes pérdidas, una tras otra. pero una persona que tiene una fe profunda sabe que existe una razón para su sufrimiento. una de las razones más importantes es el entrenamiento espiritual que viene con la dificultad:
…por eso, él os pagó en aflicción, la aflicción [que causasteis al enviado], para que no os lamentarais [sólo] por lo que se os había escapado, ni por lo que os había ocurrido: pues dios está bien informado de lo que hacéis. (sura la casa de imrán 3: 153)
no ocurre calamidad alguna en la tierra, o en vosotros mismos, que no esté [registrada] en nuestro decreto antes de que la causemos: realmente, todo esto es fácil para dios. ¡[recordad esto,] para que no desesperéis por lo [bueno] que se os ha escapado ni os alegréis [en exceso] por lo [bueno] que os ha llegado: pues dios no ama a los que, por vanidad, actúan de forma jactanciosa! (sura el hierro 57: 22-23)
para un creyente, las situaciones difíciles que le ocurren, una tras otra, durante el día son el medio a través del cual recuerda que se encuentra en un lugar de prueba para acercarse más a dios, para madurar y para abrazar las enseñanzas del corán. es consciente de que dios le está poniendo a prueba y le está preparando para las bendiciones sin fin de la vida que está por venir.
puesto que la riqueza, el esplendor y la belleza son características del paraíso, sus imitaciones en este mundo nos lo recuerdan. esto incrementa el deseo de un creyente por conseguirlas, pero el que no cree decide quedarse con las de esta vida y no muestra interés en las de la otra.
todo (los ríos que fluyen incesantemente, los lugares de gran belleza paisajística, los jardines de deslumbrantes colores, la belleza humana, las composiciones estéticas y las increíbles obras de arte) son dones y una gracia de dios para con la humanidad. en cada una de estas bendiciones de la vida terrenal hay un indicio de la creación de dios. un creyente contemplará la belleza de este mundo como si fuese el reflejo de un original, y como modelo y anuncio de buenas noticias:
pero a aquellos que han llegado a creer y hacen buenas obras dales buenas nuevas de que tendrán jardines por los que corren arroyos. siempre que se les den, como sustento, frutos de ellos, dirán: “¡esto es lo que antes recibíamos como sustento!” – porque se les dará algo que les evocará aquel [pasado]. tendrán esposas puras y allí permanecerán. (sura la vaca 2: 25)
sin embargo, aunque muchas de las bendiciones del más allá se parecen a las que existen en el mundo, son superiores a ellas en cuanto a su realidad y en el hecho de que son eternas. dios ha creado un jardín perfecto y lo ha dotado de numerosas bendiciones. una persona con los valores que enseña el corán meditará sobre la creación y la excelencia del paraíso en todo lo que ve. cuando observe el cielo, pensará en "un jardín tan vasto como los cielos y la tierra" (sura la casa de imrán 3: 133); cuando mire casas bonitas, pensará en "mansiones en ese paraíso por el que corren arroyos", (sura la araña 29: 58); cuando repare en joyas deslumbrantes, pensará en los adornos del paraíso "brazaletes de oro y perlas" (sura el originador 35: 33); cuando contemple ropa elegante y atractiva, pensará en la ropa del paraíso que está hecha de "vestidos verdes de seda y brocado" (sura la cueva 18: 31); cuando pruebe comida y bebida deliciosas, pensará en los "arroyos de agua que el tiempo no corrompe, arroyos de leche cuyo sabor nunca se altera, arroyos de vino que es delicia de quienes lo beben [que no indispone ni les embriaga], arroyos de miel limpia de toda impureza" (sura muhammad 47: 15) del paraíso; cuando vislumbre bonitos jardines, pensará en el paraíso "de un profundo verdor" (sura el más misericordioso 55: 64); cuando advierta muebles bonitos, pensará en los "lechos de felicidad incrustados de oro" (sura lo que ha de ocurrir 56:15) del paraíso.
las razones que subyacen bajo este modo de pensar es que todas las cosas bellas de este mundo son, para una persona que tiene fe, fuente de gran placer y motivo de agradecimiento, ya posea alguna de ellas o no. al mismo tiempo, harán aumentar su deseo por alcanzar el paraíso y redoblará sus esfuerzos para conseguir llegar a él.
un creyente que vive según indica el corán no sentirá envidia ni se enfadará cuando vea a alguien que es más rico o más atractivo que él. por ejemplo, a diferencia de mucha gente, no lamentará no tener una bonita casa porque uno de los objetivos principales en la vida de un creyente es aspirar a la belleza eterna, no a la transitoria; su verdadera casa es el paraíso. dios llama nuestra atención sobre esto en el corán:
su sustentador les da la buena nueva de su gracia y de [su] complacencia, y de jardines que les aguardan, llenos de un deleite perdurable. (sura el arrepentimiento 9: 21)
los que evitan las enseñanzas del corán ignoran el hecho de que su verdadera casa es el paraíso y por ello se encuentran íntimamente ligados a los placeres efímeros de este mundo. sus principales objetivos son: que se hable bien de ellos, ser respetados e importantes por derecho propio, incrementar sus bienes materiales y llevar una buena vida. a lo largo de su existencia corren en pos de valores mundanos que son transitorios, sin importancia y engañosos. el contemplar cosas buenas que no poseen lo único que hace es acrecentar su envidia, codicia y tristeza. por ejemplo, no les agrada estar en una bonita casa que no les pertenece. sus mentes están ocupadas en cuestiones como éstas: “¿por qué no soy tan rico?” y “¿por qué no tengo una casa tan bonita como esta?”. para dicha clase de gente, las cosas bellas que hay en el mundo son normalmente causa de irritación porque, para lograr satisfacción, deben poseerlas.
sin embargo, los que viven según las enseñanzas del corán saben cómo apreciar las cosas bellas, les pertenezcan o no. por ejemplo, una persona que tiene conciencia de su fe, como parte de la prueba que dios le pone en este mundo, puede que no viva en un barrio rico, quizá ni siquiera ha visto uno, pero se da cuenta de que hay una razón inequívoca para su situación. un creyente sabe que no tiene que ir a tales sitios para contemplar la belleza de la creación. con su especial percepción y comprensión, un creyente observará las incomparables bellezas que dios ha creado en cualquier lugar y en todo momento. el esplendor de las estrellas por la noche y la incomparable belleza, color y diseño de una rosa son dos ejemplos que cualquiera puede ver y apreciar todos los días.
como dijimos con anterioridad, el deseo que los creyentes sienten por el paraíso les hace cambiar su entorno por lugares que se lo recuerden. ciertamente, el paraíso es un lugar que es una obra de arte mayor de lo que cualquiera pueda imaginar, con vistas perfectas y belleza que nadie en la tierra puede concebir, pero un musulmán que vive según las enseñanzas del corán utilizará todos los medios a su disposición para embellecer sus alrededores. sabemos por el corán que el patio de salomón estaba pavimentado de cristal (sura las hormigas 27:44) y que su casa estaba decorada con santuarios, estatuas, pilas grandes como estanques y calderas fijadas al suelo (sura saba' 34:13) en el corán, dios también dice que a la familia de abraham (que dios esté complacido con él) se le concedió un dominio inmenso (sura las mujeres 4:54).
a pesar de su elevada posición social, y a veces grandes posesiones y poder que les habían sido otorgados, los mensajeros de dios utilizaban todas sus bendiciones como dios les dijo y de acuerdo con su deseo. por este motivo, se les elogia en el corán. los creyentes toman a todos los profetas como ejemplo y se esfuerzan – como los “awliya” (los cercanos a dios) también hicieron - por usar los dones que tienen para agradar a dios.
los creyentes que dejan a un lado sus puntos de vista habituales y observan su entorno comprenden que todo lo que perciben es una bendición de dios. entienden que todo (sus ojos, oídos, cuerpo, la comida que ingieren, el aire puro que respiran, sus casas, bienes y propiedades, las cosas que poseen e incluso los microorganismos y las estrellas) están a su servicio. y estas bendiciones son demasiado numerosas para contabilizarlas. como dice nuestro señor en el siguiente versículo, ni siquiera es posible clasificarlas ni contarlas:
pues, si intentarais contar las bendiciones de dios, no podríais enumerarlas. ciertamente, dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia. (sura la abeja 16: 18)
un creyente puede utilizar legítimamente todas las bendiciones que se le otorgan en este mundo pero nunca debe dejarse engañar por ellas y olvidar vivir sin pensar en dios, la vida del más allá o las enseñanzas del corán. no importa cuántas posesiones, prosperidad, dinero o poder tenga.: no se volverá decadente o arrogante. en resumen, todo esto que hemos mencionado no hará que abandone nunca las enseñanzas del corán. es consciente de que todas estas cosas son bendiciones que provienen de dios y de que, si él quiere, se las puede quitar. siempre tiene presente que las bendiciones de este mundo son transitorias y limitadas, que son una prueba y son sólo reflejos de las verdaderas bendiciones del paraíso.
para alguien que vive según las enseñanzas del corán, las bendiciones de este mundo tales como las propiedades, las posesiones y la posición son sólo medios para acercarse a dios y darle gracias. por este motivo, su objetivo nunca es poseer las bendiciones de este mundo, que sabe que sólo disfrutará por un periodo de tiempo limitado. por ejemplo, uno de los bienes más duraderos de los cuáles puede disponer una persona en esta vida es una casa, pero como mucho le aprovecha durante un par de décadas. cuando termina su vida en este mundo, se irá y dejará la casa que amaba, valoraba y por la que tanto trabajó durante toda su vida para conseguirla. no hay duda de que la muerte marca la separación definitiva entre el individuo y sus bienes terrenales.
un creyente sabe que dios es el verdadero propietario de las bendiciones que posee y que únicamente provienen de él. hace todo lo posible para dar gracias a nuestro señor que las creó y mostrar su aprecio y gratitud. a cambio de sus innumerables bendiciones, se esforzará todo lo posible para dar gracias cuando habla y cuando actúa, para recordarlas y hablar a los demás de ellas. aquí tenemos unas aleyas relevantes:
y, en verdad, tu sustentador habrá de darte [cuanto tu corazón desea], y quedarás satisfecho. ¿no te encontró huérfano, y te amparó? ¿y no te encontró perdido, y te guió? ¿y no te encontró necesitado, y te dio lo suficiente? no sea, pues, injusto con el huérfano, y al que busca [tu] ayuda no le rechaces, y proclama siempre las bendiciones de tu sustentador. (sura las horas de resplandor matinal 93: 5-11)
¿os resulta extraño que os llegue una amonestación de vuestro sustentador por medio de un hombre de entre vosotros, para advertiros? recordad cómo os hizo herederos del pueblo de noé y os dotó de gran poder: recordad, pues, las bendiciones de dios, para que consigáis la felicidad. (sura la facultad del discernimiento 7: 69)
antes de dar gracias, algunas personas esperan alguna bendición especial o que se les resuelva algún problema. pero si pensasen un poco, comprobarían que cada momento de su vida está lleno de bendiciones. continuamente, a cada momento, se nos otorgan innumerables dones tales como la vida, la salud, la inteligencia, la conciencia, los cinco sentidos y el aire que respiramos. y deberíamos dar gracias por cada una de ellos por separado. la gente que se descuida a la hora de recordar a dios y las pruebas de su creación no se da cuenta, mientras las poseen, del valor que tienen las bendiciones con las que nos colma; no dan gracias y únicamente comprenden su valor cuando carecen de ellas.
sin embargo, los creyentes piensan en lo indefensos que se encuentran y en cuánto las necesitan y por eso siempre dan gracias a dios por las mismas. no dan gracias a dios únicamente por su riqueza, propiedades y posesiones sino que, sabiendo que dios es el propietario y el soberano de todo, le dan gracias por su salud, aspecto, sabiduría, inteligencia, amor por su fe y desprecio por el pecado, por encontrarse en el buen camino, por su amistad con los verdaderos creyentes, por su comprensión, perspicacia y percepción, y por su fuerza espiritual y física. enseguida que contemplan una vista maravillosa o cuando hacen bien su trabajo, cuando les dan algo que querían, escuchan una buena palabra y son testigo de acciones que muestran amor y respeto, y otras bendiciones que serían demasiadas para mencionarlas, dan gracias a dios. le recuerdan como el compasivo y misericordioso.
si un creyente muestra a través de sus actos de gratitud que los dones que ha recibido no le vuelven orgulloso, arrogante o altanero, dios le dará más. la siguiente cita del corán así lo afirma:
y [recordad] cuando vuestro sustentador os anunció [esta promesa]: “si sois agradecidos [a mí], ciertamente, os daré aún más; pero si sois desagradecidos, en verdad, mi castigo será realmente severo." (sura abraham 14: 7)
al mismo tiempo, todas las bendiciones forman parte de una prueba que se pone a los humanos en el mundo. por este motivo, las personas que tienen fe, además de dar gracias, las utilizan tanto como les es posible para hacer buenas acciones; no quieren ser tacaños ni acumular riquezas, porque esto es característico de la gente del fuego. nuestro señor lo pone de manifiesto en el corán:
¡pero no! ¡realmente, todo [lo que le aguarda] es un fuego crepitante, que le arrancará la piel! reclamará para sí a quienes dan la espalda [a la verdad,] y se apartan [de ella], los que amasan [riquezas] y luego las retienen [con avaricia]. en verdad, el hombre ha sido creado inquieto. [por norma,] cuando le toca un mal, se llena de preocupación; y cuando le toca un bien, se vuelve mezquino [con los demás]. (sura las vías de ascenso 70: 15-21)
en respuesta a la pregunta de qué debería desprenderse la gente, dios recomienda que se dé de "lo que os podáis permitir." (sura la vaca 2: 219) es un requisito de las enseñanzas del corán que los creyentes usen parte de sus ingresos, además de para cubrir sus necesidades, para hacer buenas obras, tal y como dios les indica. el mínimo legal es el azaque (impuesto de purificación) obligatorio, que lo recoge el gobernante o líder de la comunidad para distribuirlo entre los pobres y necesitados y otros que dios menciona en las aleyas sobre el azaque. no es obligatorio dar más, pero sí altamente recomendable.
ciertamente, la manera que tienen los creyentes de dar las gracias por las bendiciones que dios les ha concedido es utilizarlas para conseguir su aprobación. un creyente es responsable de usar lo que se le ha dado para realizar las buenas acciones que dios le ha ordenado hacer. así como los medios materiales que dios le ha proporcionado, un creyente utiliza su cuerpo para ganar la aprobación de dios y trabajar en su camino y, de ese modo, espera lograr su favor y misericordia y obtener los interminables dones del paraíso.
ciertamente, dios ha comprado a los creyentes sus vidas y sus bienes, prometiéndoles a cambio el paraíso… (sura el arrepentimiento 9: 111)
una comunidad de individuos que vive según los dictámenes del corán y la sunna del mejor de la creación, la paz y las bendiciones de dios sean con él, conseguirá erradicar la violencia, los conflictos, robos y otras actividades delictivas causadas por la pobreza, el hambre, la miseria y otros problemas pagando el azaque y dando limosna voluntariamente.